La brutal política antirreligiosa que supuso ruptura entre España y el Vaticano y que desembocó en el asesinato de Canalejas
Aunque vista desde nuestros días, la política de hace un siglo, en el período llamado de la Restauración, parece muy moderada y casi conservadora, lo cierto es que ya existían grandes enfrentamientos políticos entre la izquierda y la derecha y la influencia masónica entre el bloque político de las izquierdas ya quedaba patente.
En aquella época los grandes partidos hegemónicos eran el Conservador y el Liberal, que salvando las distancia vendrían a ser como el PP y el PSOE de nuestros días. Las dinámicas políticas de principios del siglo XXI, ya se anticipaban hace un siglo.
El Partido Liberal, que en teoría representaba a la izquierda moderada, ya llevaba a cabo una política antirreligiosa para la época y solía aliarse con la izquierda radical representada por los republicanos y el PSOE, que vendría a ser lo que es Podemos ahora. Eso se vio muy claro en 1909, cuando el presidente conservador Antonio Maura fue obligado a dimitir por Alfonso XIII ante las presiones de la izquierda.
Su sucesor como presidente del Gobierno fue el liberal y masón Segismundo Moret, el cual representaba una política de alianzas con la izquierda radical. Sin embargo en febrero de 1910, el Partido Liberal, profundamente dividido entre su ala más moderada y su ala más izquierdista, obligó a dimitir a Moret, el cual fue sustituido por otro líder liberal como presidente del Gobierno, José Canalejas, curiosamente natural de El Ferrol.
Canalejas estaba considerado como un representante del ala moderada del Partido Liberal, sin embargo se vio obligado a llevar a cabo una política laicista y antirreligiosa para compensar el haber cortado sus alianzas con los revolucionarios. Una de las cuestiones por las que más se recuerda a Canalejas como presidente del Gobierno fue la famosa Ley del Candado, por la cual se impedía el establecimiento de nuevas órdenes religiosas en España y se limitaba la capacidad de las existentes para la enseñanza. Por lo tanto se ponían las bases para una enseñanza estatal laica y no religiosa.