Ximo Torrebella encontró en Dios todo lo que anhelaba y todas las respuestas
Esta es la apasionante historia de un joven mundano, como tantos abundan hoy en día desgraciadamente, que bebía en las fuentes del placer sin saciar su anhelo de felicidad, al contrario sentía cada vez más hastío. En un retiro sintió la presencia de Dios con mucha fuerza. Bastaron cinco minutos para comprender que fuera de Dios nada tiene realmente sentido. No se pierdan la historia, breve, pero enjundiosa y real.
¿Por qué te alejaste de la práctica religiosa?
La vida, las amistades, mi entorno fuera de mi familia, me llevaba a una vida sin Dios, a una vida donde Él no era bienvenido. Todo giraba en torno a tener muchos amigos, a ligar mucho, a emborracharse y fumar porros, así se conseguía el estatus social en el que uno debía estar para ser guai.
Ahora miro atrás y tengo la sensación de que todo lo que hacía era por presión social. Luego entran las adicciones; a una chica, a los porros, a la fiesta, a vivir una vida llena de estímulos, de satisfacciones instantáneas que no aportan nada bueno. Todo esto hizo que me alejara de cualquier tipo de práctica religiosa.
Vivir fuera de Dios, ¿es en cierta manera vivir una especie de sueño en donde uno vive adormecido en el pecado?
Efectivamente, no lo podría haber planteado mejor, sin Dios viví una especie de sueño donde vivía adormecido en el pecado. Hasta sentir que Dios va siempre a mi lado y me ama, iba por la vida sin encontrarle un sentido. Tuve una época depresiva que me duró varios años, esta depresión se desencadenó por el estilo de vida que llevaba y aparte intentaba encontrale un sentido a toda mi existencia, empece a leer libros budistas, gurús indues, conferencias de pensadores, todo muy enfocado a la new age, también empecé a practicar meditación trascendental y otras cosas para ver si encontraba una respuesta, un sentido a todo y no lo logré, hasta adentrarme en un retiro que ahora sí lo puedo decir, “me despertó". A ese retiro asistí porque escuché a mi primo (católico practicante de toda la vida) que había ido a un retiro donde conoció a un Dios que no conocía, a mi esa frase me llamó mucho la atención porque conociendo a mi primo que ya creía en Dios, entendí que ese Dios sería como el que yo estaba buscando (Dios me nubló la mente), no sería el Dios cristiano, sino otro.