Ramón J. Fonte: “Las blasfemias como la de París buscan endiosar al hombre y desechar a Dios”
Con su experiencia y conocimiento, Ramón J. Fonte es una referencia en el mundo del desarrollo del talento y un referente para muchos profesionales y organizaciones que buscan transformar su cultura y mejorar sus habilidades y competencias en un mundo cada vez más cambiante y exigente.
Además, actualmente es Presidente de la Asociación His Way at Work España (www.hwaw.com), Vicepresidente de la International Catholic Association of Therapy and Coaching (www.icatc-world.com) y miembro de la Comisión Ejecutiva de La Corriente Social Cristiana (www.elcorrent.org)
El rosario mundial en desagravio por la blasfemia de París es un evento mundial, organizado por múltiples asociaciones europeas y promovido en redes sociales y grupos de WhatsApp, llegando incluso a países de Hispanoamérica.
Corriente Social Cristiana (www.elcorrent.org), organiza el rosario presencialmente en la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la calle Balmes 78, Barcelona, a las 16:00 horas. Invitamos a todos a participar y rezar por esta blasfemia y ofensa.
¿Por qué han organizado presencialmente un rosario en desagravio ante la blasfemia de la inauguración de los Juegos Olímpicos?
Hemos organizado un rosario de reparación por las blasfemias y ofensas ocurridas durante la inauguración de los Juegos Olímpicos en París. Queremos expresar nuestro cansancio y hartazgo ante estas constantes y gratuitas manifestaciones contra lo cristiano y católico. Es hora de dejar de callar.
Estas ofensas son manifestaciones de lo que se pretende hacer en nuestra sociedad: transformarla para endiosar y empoderar al individuo, desechando al Dios verdadero y promoviendo la eliminación de valores fundamentales como la vida (mediante el aborto o la eutanasia) y la familia. Buscan que el placer personal se convierta en la máxima motivación del individuo.
Nos encaminan hacia una sociedad deshumanizada y egoísta, donde se elimina al contrario y se venera el dinero. Esta dinámica solo creará semidioses y esclavos: unos que lo tendrán todo y otros que no tendrán nada, pero todos compartiendo un vacío existencial que genera efectos nocivos como son: el abuso de drogas, los problemas psicológicos (depresión, etc.), y los suicidios. Una sociedad sin el verdadero Dios, sin amor auténtico, carece de plenitud.
Esta nueva sociedad, que algunos perciben como positiva, es en realidad la máxima expresión del mal. El mal existe y manipula a personas débiles, amargadas o ignorantes para hacer su voluntad, como se evidenció en esta inauguración. Queremos rezar por ellos, para que Dios les ayude.