Diana Catalán: “Covadonga dio frutos y el Señor puede hacer milagros en las almas de los peregrinos”
Diana Catalán, presidente de Nuestra Señora de la Cristiandad – España valora la segunda edición de la peregrinación a Covadonga a menos de dos semanas de su comienzo y cuando quedan solo cuatro días para acabar el último plazo de inscripción.
Para Diana los frutos de la peregrinación del año pasado son palpables: varias vocaciones religiosas y sacerdotales, así como de noviazgos cristianos y está convencida de que el Señor puede tocar los corazones de los peregrinos y de las personas que presencian el evento. Aún no ha finalizado el plazo para apuntarse y las inscripciones ya casi duplican las del año pasado.
Por todo ello recomendamos que nadie se pierda la peregrinación de este año.
Ya se va acercando la segunda peregrinación NSC- España a Covadonga y quedan solo cuatro días para acabar el plazo de inscripción. ¿Cómo explicaría a los indecisos la importancia del evento y por qué merece muchísimo la pena ir?
En estos tiempos de tibieza espiritual imperante no podemos dejar pasar la oportunidad de hacer manifestación pública de nuestra fe. Como pudimos ver durante la peregrinación del año pasado, en España no todo está perdido. Fuimos testigos de cómo los vecinos asturianos se emocionaban al ver pasar a la Santina, portada en andas por los peregrinos. No somos conscientes de hasta qué punto el Señor puede hacer milagros en las almas de los peregrinos y de aquellos que presencian un acontecimiento como este.
Además, el Señor también derramó y sigue derramando abundantes gracias en los peregrinos que acudieron a la primera edición. Los frutos son palpables: hemos tenido ya conocimiento del surgimiento de varias vocaciones religiosas y sacerdotales, así como de noviazgos cristianos.
Es consciente de que a veces ir no es fácil, por las circunstancias de trabajo, familiares y muchas dificultades…pero querer es poder y quien valora las cosas, pone los medios para conseguirlas y hace el esfuerzo para estar.
Así es. Hay peregrinos que hacen verdaderas locuras para venir. Mientras que algunos no tienen ninguna dificultad para disponer de un par de días de vacaciones en sus trabajos, otros se las arreglan para venir exprimiendo al máximo el tiempo, presentándose el sábado por la mañana tras haber pasado la noche en un autobús y teniendo que hacer lo mismo la noche del 25, ¡sin ni siquiera haber podido acceder al agua fresca de una ducha! Está claro que el que quiere hace lo imposible por venir.