Mons. Sanz bendice a los peregrinos a Covadonga agradeciendo su amor a la Iglesia y al Papa
Arranca la II peregrinación NSC a Covadonga duplicando el número de participantes del año pasado y llegando a unos 1000 peregrinos
Por fin llegó el día y hoy sábado 23 de julio comienza desde la catedral de Oviedo la II edición de la peregrinación a Covadonga, organizada por Nuestra Señora de la Cristiandad, España, que ha contado con la bendición a los peregrinos por parte del arzobispo de Oviedo Mons. Jesús Sanz Montes. El prelado, desde su sede catedralicia, ha dado una calurosa acogida a los peregrinos y les ha agradecido su amor por el Papa y por la Iglesia y les ha animado a peregrinar con devoción por una tierra que rezuma historia y heroismo bajo el cálido manto de la Santina.
El llamado Chartres español se consolida y crece en su segundo año duplicando el número de participantes del año pasado. Este año ya ronda el millar de inscritos con una mayor presencia internacional, principalmente de países como Francia, Estados Unidos, México y Portugal.
El ambiente impresiona, pues desde ayer principalmente un millar de peregrinos, en su mayoría jóvenes, han tomado las calles de Oviedo. Ha sido un momento emocionante el encuentro entre los peregrinos de las diferentes regiones de España. Van a ser tres días intensos de duro peregrinaje entre los agrestes paisajes asturianos. Oración y penitencia, aderezada de cantos y buen ambiente, hasta llegar a Covadonga, en donde tendrá lugar la solemne Santa Misa tradicional en la Basílica como broche de oro.
¿Qué es la Peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad?
Nuestra Señora de la Cristiandad – España (NSC-E) es una peregrinación anual al santuario de Nuestra Señora de Covadonga (Asturias) organizada por un grupo de fieles católicos laicos devotos de la celebración de la Santa Misa según la Forma Extraordinaria del Rito Romano. Tiene lugar en torno a la fiesta del Apóstol Santiago (25 de julio), patrono de España.
El objetivo de la peregrinación es la santificación del alma a través de las gracias pedidas a Nuestro Señor, por intercesión de la Santísima Virgen María, ofreciéndole oraciones, sacrificios y mortificaciones durante tres días. En estos días de peregrinación encomendamos especialmente a nuestra Patria y al Santo Padre.