Alejandro y Micaela nos cuentan cómo han vivido su noviazgo católico en la peregrinación a Covadonga
Alejandro es estudiante de filosofía y matemáticas, también es católico reconvertido desde hace un año. Estuvo en la peregrinación de nuestra señora de la Cristiandad este mes de julio, y para él ha supuesto una experiencia de crecimiento espiritual impresionante.
María Micaela se convirtió hace un año. Se ha bautizado este año 2022, en la Vigilia Pascual. Es estudiante universitaria de la carrera de Filosofía. Ha ido a la Peregrinación de Nuestra Señora de la Cristiandad a Covadonga y ha sido una experiencia muy enriquecedora a nivel espiritual.
¿Qué ha supuesto para vosotros peregrinar a Covadonga?
Alejandro: Sin duda el principal factor a destacar de mi experiencia en la peregrinación es entender la famosa frase “sólo Dios basta”, en un mundo lleno de distracciones donde la pereza y el apego lo terrenal guían nuestras acciones, nuestras apetencias más bajas opacan las necesidades espirituales, esta peregrinación ha supuesto un auténtico encuentro con Dios, y de desintoxicación del día a día, no en la forma de una emoción intensa y pasajera si no con la paz y sencillez que caracteriza las mociones de nuestro Señor.
Micaela: Esta peregrinación ha supuesto un desprendimiento de las comodidades que me han permitido entender cómo vivir mejor la Fe, dando gloria a Dios ofreciéndole los sacrificios y alegrías del día a día, como cansancio físico, el estudio, el amor a los seres queridos y la pérdida de estos, las pequeñas victorias e incluso la tristeza ante una derrota, entre otras muchas. Y sobre todo saber llevar nuestras cruces con luz, en el camino de nuestra vida y con la esperanza de nuestro encuentro con Dios, tanto en el cielo como en el encuentro personal diario.
¿Cómo habéis vivido el noviazgo en la peregrinación?
Alejandro: Este lugar de encuentro con Dios es el lugar ideal para entender cómo el amor de pareja es imagen del amor de Dios, la vivencia se caracterizaba por la sencillez y lo bonito de centrarse en lo que realmente importa, un camino de oración, esfuerzo, convivencia y sobretodo de amor, en este sentido, extensible tanto a la amistad, a la familia, como en nuestro caso al noviazgo.
Micaela: Desde el primer día en Oviedo, la peregrinación nos ha expuesto a la convivencia y al esfuerzo, los cuales no son sostenibles sin amor, tanto filial, como noviazgos, como amistades e incluso el amor al prójimo, y esto lo hemos vivido estos días, el amor de Dios hacia todos nosotros, dándonos fuerzas y protegiéndonos como nosotros sus hijos, como también el amor entre todos los presentes en la peregrinación, sin el cual no hubiera sido posible la convivencia ni el esfuerzo. Me ha servido esta experiencia para ver el amor de Dios sobre todos nosotros y en nuestro caso particular del noviazgo sentirlo más vívido.
¿Cómo estimula la peregrinación a vivir santamente el noviazgo?
Alejandro: Estimula a vivir santamente en general, y por añadidura en la concreta situación del noviazgo, acostumbrarse a la compañía de la pareja durante varios días y acompañarlo de la oración y el esfuerzo, es imagen del camino de santidad a seguir, si Dios quiere, en el futuro matrimonio y familia.
Micaela: Al igual que en la anterior pregunta Dios nos ama y nos cuida a todos por el amor que nos tiene y nos llama a ser santos por amor, y en especial esta experiencia, al tener un encuentro, podríamos decir, más íntimo con Dios nos recuerda durante estos días la llamada que nos hace a todos a vivir en santidad, y junto con la constante diaria de la pareja nos muestra la paz que podemos llegar a obtener de vivir una vida santa en un futuro matrimonio.