Entrevista al profesor expulsado de la Universidad Panamericana de México por criticar feminismo y 8M
Rodrigo Fernández Diez. Licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana. Maestro en Ciencias Jurídicas por la Universidad Panamericana. Ha sido profesor de la materia Instituciones jurídicas y políticas de la Roma antigua en el Tecnológico de Monterrey, de Derecho Romano (I y II) y de Historia de la Cultura Jurídica en la Universidad Panamericana.
La Universidad Panamericana, campus México, en la que usted impartía la materia de Derecho Romano, parece haber prescindido de sus servicios por no apoyar, ni siquiera tácitamente, la marcha del 8 de marzo. ¿Es esto así?
Tal fue el trasfondo, pero no explica del todo la cuestión. Expresé mi negativa a apoyar la marcha en términos suaves en el salón de clase. Y en términos más contundentes en una conversación privada, por WhatsApp, con alguien con quien desarrollé una cierta amistad. Fue la negativa contundente —la de la conversación privada— la que realmente detonó los eventos, pues fue publicada por mi interlocutor, atrayendo la ira de grupos distintos de presión.
¿Cree usted haber sido imprudente?
En la medida en la que deba uno desplegar la misma prudencia en una conversación privada y en ambiente de amistad que en público, sí. Porque, a pesar de lo que pudiera creerse de inicio, no creo que sean ámbitos tan desconectados que no haya algún deber de cuidado aplicable a ambos.
Si pudiera revertir los hechos, ¿actuaría de otra manera?
Me arrepiento de haber confiado tanto y no haber mantenido una mayor distancia, llevándome esa lección de cautela para el futuro. A causa de mi error mi almamáter se ha visto envuelta en un escándalo innecesario.
¿Y por qué confió tanto en él?
Con el alumno en cuestión se había fraguado desde el semestre anterior una amistad especial. Creo que el inicio fue la admiración de ambos por César Augusto. Y al ser él de una inclinación ideológica muy marcada hacia la izquierda, pero estudiando en un ambiente dominado por el liberalismo conservador, desplegaba yo una continua defensa en su favor frente a las recriminaciones de sus compañeros.