Dra. Sonsoles Alonso: “La naprotecnología es una ciencia sin conflictos éticos ni morales”
Dra. Sonsoles Alonso. Ginecóloga desde hace 18 años, dedicada de forma especial al cuidado de la salud de la mujer y prevención y tratamiento del cáncer. En su última etapa profesional se especializó en la naprotecnología, formándose en EEUU hace dos años. También se dedica al asesoramiento de mujeres en riesgo de aborto o ante embarazos complejos, colaborando con diferentes asociaciones de ayuda a la mujer.
En esta ocasión habla de la naprotecnología con motivo de su participación en el Foro de Pensamiento y acción de Enraizados que tendrá lugar el próximo 6 de junio a las 19:30.
¿Cómo nace su vocación a la ginecología?
En la facultad de Medicina me fascinó la asignatura y fue la única en la que saqué matrícula de honor. Luego, tras no obtener plaza para mi primera opción, pediatría, escogí pinecología. Ahora no lo cambiaría por nada del mundo. El cuidado de la salud de la mujer y poder acompañarla en las diferentes etapas de su vida es apasionante.
¿Por qué decidió especializarse en naprotecnología?
Desde que entré en la facultad he visto la necesidad de defender la vida humana en sus momentos más vulnerables, el comienzo de la vida y al final de la misma. Llevo unos 25 años en esta batalla, primero en la universidad, luego durante mi residencia, en la puerta de los abortorios, posteriormente dedicándome al cáncer ginecológico, y por último con la naprotecnología. ¿Por qué? Porque cada vez que un matrimonio decide no someterse a un tratamiento de reproducción artificial, una media de 10 embriones son salvados. Cada vez que un matrimonio es curado de la causa que les producía su infertilidad, ese matrimonio es sanado en algo fundamental de su esencia, en la comprensión de que la vida es un don, un regalo. Fue mi marido, quien me hizo ver la cantidad de vidas humanas, embriones, que podría salvar formándome en naprotecnología.