Por fin la Hispanidad conquista la Universidad como diplomatura, merecido reconocimiento a su grandeza
Coronel Mayor ® Mg Gabriel Anibal Camilli. Oficial de Estado Mayor del Ejército Argentino, licenciado en Estrategia y Organización, Magister en Política, Magister en Historia de la Guerra y Magister en Defensa Nacional. Fue Jefe del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 “Grl Belgrano”, Agregado de Defensa en Alemania, Suecia y Austria, Subdirector y luego Director de la Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas Argentinas y DECANO de la Facultad Militar Conjunta. Autor del Libro “La Guerra en Ucrania” Tomo 1 y Tomo 2, Crónicas anticipatorias publicadas en La Prensa, de Editorial Gladius.
Actualmente es: columnista del Periódico Argentino “La Prensa”, en el periódico “Voces del Periodista” en México y en el sitio “Velho General” de Brasil . Es docente en el Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina. Consultor privado y Presidente del Instituto ELEVAN. (Estudios y legado en Valores Nacionales) Director de la diplomatura Análisis Estratégico de los conflictos contemporáneos.
¿Por qué han decidido crear una diplomatura universitaria en Hispanidad?
Creemos que Iberoamérica, juntamente con España y Portugal, tienen una cultura propia e identitaria de una grandeza enorme en su diversidad, su colorido, su idiosincrasia que vale la pena rescatar y salvaguardar en su unidad tanto como en su diversidad. La verdad es que muchas veces vemos que culturas que ni tienen la antigüedad, ni la profundidad, ni la amplitud de la cultura hispánica alardean de imponer su modo de ser y de pensar al mundo. Para hacerlo juegan con generar una suerte de sentimiento de inferioridad en los pueblos nacidos del tronco hispánico. Ha sido así a lo largo de la historia y sigue siendo así aún en la actualidad. Esto es posible porque los mismos hispanoamericanos e iberoamericanos (si incluimos también al Brasil) hemos dejado que nos impongan una historia que no es la verdadera. El estadounidense Charles Fletcher Lummis (1859-1928) que fue un reconocido periodista, fotógrafo y poeta, fue también un historiador hispanista egresado de Harvard.
Lummis fue uno de los primeros autores, en el mundo anglosajón, en reivindicar la obra de España en América. Fue lo que, hoy llamaríamos, un antropólogo de campo, pues lo que escribía y ponía en valor era además verificado personalmente, recorriendo cientos de kilómetros de tierras americanas. The spanish pioneers fue publicado en 1893. Además de rechazar los supuestos actos de crueldad de España, difundidos como calumnias repetidas por puritanos blancos descendientes de los padres peregrinos del Mayflower. Además de mostrar el compromiso de los españoles con relación a los nativos americanos, señalaba la oposición que los colonos anglosajones y después los gobiernos de los Estados Unidos hicieron a los nativos. Lummis escribía en aquel libro:
«La razón de que no hayamos hecho justicia a los exploradores españoles es sencillamente que hemos sido mal informados. Su historia no tiene paralelo… Amamos la valentía, y la exploración de las Américas por los españoles. Fue la más grande, la más larga, la más maravillosa serie de valientes proezas que registra la historia». (Lummis, 1987, 42).
Creemos entonces que es imperioso que empecemos a conocer y a contar nuestra verdadera historia como base sobre la cual, de nuestras coincidencias, podremos hacer emerger proyectos de integración entre los pueblos iberoamericanos.
¿En qué medida es importante consolidar la Hispanidad como una disciplina académica y qué beneficios puede traer?
En primer lugar, esto es decisivo porque nadie ama lo que no conoce, por lo que conocer nuestro origen es indispensable para amar nuestra tierra, nuestra cultura y nuestras patrias. En segundo lugar, porque cualquier proyecto de integración y de cooperación iberoamericana debe basarse en esos ideales culturales que nos unen y nos hermanan. La falta de conocimiento de nuestra propia cultura es algo que afecta a las naciones iberoamericanas y también a la propia España o a Portugal. José María González Ochoa, periodista y master en relaciones internacionales, hablando del enorme caudal creativo que significó el Siglo de Oro español y el aporte de las crónicas americanas subraya que estas tienen una cualidad especialísima:
«La virtud de incluir a esa otra mitad atlántica tan indisoluble de la cultura e historia de España. Esta profusión de textos, cuyo tema es el descubrimiento y los hechos de los españoles en América, es un generoso esfuerzo por hacer comprensible al hombre europeo del Renacimiento una realidad compleja heterogénea y muchas veces ininteligible, por lo que tendrán parte de ficción y parte de realidad» (González Ochoa, 2012).
Este autor nos trae la anécdota acerca de las razones por las que Arturo Pérez-Reverte decidió crear el personaje de Alatriste y su consiguiente saga de novelas, según lo cuenta el propio novelista. Lo hizo cuando comprobó el escaso espacio que se dedicaba al Siglo de Oro en los libros de bachillerato de su hija Carlota. Pensaba el académico que era necesario contar lo que ocurría en ese momento tan crucial y singular de la Historia, sin el que es imposible entender el presente. El mismo Pérez-Reverte, que ha reconocido el magisterio que han tenido para él y la admiración que profesa por las crónicas de Indias, a las que considera un “género literario tan genuinamente español como irrepetible, tan ignoradas en los libros de bachillerato que ni siquiera se mencionan” (González Ochoa, 2012).
Así como sucede en España, también ocurre en América que los jóvenes egresan de colegios e institutos sin las lecturas indispensables de la literatura española e hispanoamericana. Y no se trata solo de la literatura. Pensemos en la historia, en las costumbres, en las danzas, las especialidades culinarias, las expresiones artísticas, las modalidades idiomáticas y un gran etcétera de elementos culturales riquísimos que son ignorados y sofocados por la vorágine uniformadora de las grandes ciudades.
¿Por qué tiene como lema Bajo la misma Fe, la misma lengua y el mismo origen hispano católico?
Una misma fe católica y mariana, una lengua de base latina, un mismo origen en la península ibérica constituida en la Hispania romana, conformada en su unidad monárquica por los Reyes Católicos y en su unidad peninsular bajo el rey Felipe II. Todos esos son los fundamentos de la hermandad de estas patrias nacidas de aquel tronco común. Dice Alicia Sarmiento, catedrática de literatura americana contemporánea, que resulta una feliz coincidencia la aparición de enjundiosos trabajos de pensadores y poetas que se hacen cargo de la tarea de poner al descubierto el Ser de América. Así, desde diversos países, las voces de Pablo Antonio Cuadra, Julio Ycaza Tigerino en Nicaragua; Osvaldo Lira y Jaime Eyzaguirre en Chile, Juan Briceño Iragorri en Venezuela, Eduardo Carranza en Colombia, expresan la necesidad de recordar el origen y caracteres que signan a los diversos pueblos en su relación con España.
En todos ellos es dable observar la búsqueda de un espacio vital capaz de dar cuenta de las diversidades desarrolladas en el tiempo sin perder, no obstante, la unidad fundacional. Este espacio más que geográfico espiritual encuentra su definición cabal en la noción de Hispanidad. Sin embargo, la avaricia y la sed de oro siguen siendo la causa, sentido y fin del Descubrimiento y la Conquista para la difundida Leyenda Negra que ha sido estudiada y de la cual se han puesto al descubierto los motivos políticos. Pero, a pesar de ello, sus tópicos siguen siendo lo que prima en la cultura y la educación en todos los países del orbe hispánico. Contrariamente a estos difundidos tópicos de la Leyenda, sostenemos que el descubrimiento y la conquista de América no tuvo como causa principal motivos mercantilistas («la razón de los Rostchild» como decía el poeta argentino Ignacio Braulio Anzoátegui) o el descarnado poder autosuficiente, sino profundas «razones metafísicas, espirituales y religiosas, más allá de los pecados y perversidades de los hombres encargados de llevarlas a cabo», como enseña el filósofo Alberto Caturelli. Por eso España fue la única nación que se autocuestionó la justicia de la Conquista. Por eso España fue la única nación que mantuvo poblaciones y fundó ciudades en sitios donde no había oro pero había almas. Por eso España fue la única nación que sembró de escuelas y universidades las tierras colonizadas apenas veinte años después de poner pie en suelo americano. Por eso el gran poeta español José María Pemán escribió esos versos que rezan:
Cuando hay que consumar la maravilla
de alguna nueva hazaña,
los ángeles que están junto a Su Silla
miran a Dios… y piensan en España.
Pablo Antonio Cuadra explicaba cómo América fue hecha y configurada a través de la conquista en el molde imperial y cómo la revolución liberal atentó contra los dos grandes pilares de esa conquista: la Catolicidad y la Hispanidad. Por eso afirma: América ha sido formada a base de la Cruz y de la Espada. De la Cruz, arma de la Catolicidad, y de la Espada, arma de la Hispanidad; y si la Cruz y la Espada fueran abolidas como signos sostenedores del espíritu de unidad de nuestras tierras, vendría –como ha venido-, la disolución y el caos.
Al rechazar las ideologías, tanto liberal como marxista, tanto el materialismo infecundo cuanto el escepticismo paralizante, la vuelta de los jóvenes a la fe Católica, que es fuente de toda nuestra cultura individual y colectiva, es fuente de esperanza en una renacimiento de la América Hispana. Se trata de hallar el sentido profundo de la Hispanidad como unidad de espíritu de los pueblos de América y por tanto como unidad de destino. De allí que, si queremos restaurar nuestra cultura debe hacerse sobre las bases en que fue construida: la Cruz y la Espada. Don Ramiro de Maeztu escribía: “nuestro pasado nos aguarda para crear el porvenir, el porvenir perdido lo volveremos a hallar en el pasado”.
En el cartel figuran Elevan y la UAI…¿Quiénes lo organizan concretamente?
El Instituto Elevan – Estudios y legado en valores nacionales (presidido por un servidor y teniendo como vicepresidente a la Dra. Claudia Andrea Silva) organiza y coordina la diplomatura con la dirección académica de la Dra. Andrea Greco de Álvarez y del Dr. Alberto Pascual Mansilla. La UAI brinda el soporte académico institucional para el funcionamiento de la carrera y la emisión de los títulos según la legislación vigente.
¿Cuáles son los principales fundamentos en los que se basa el curso?
Si bien este postítulo tiene una mirada hacia la historia su fundamento no está puesto en una simple nostalgia del pasado, un mero empeño utópico. No, se trata de un esfuerzo conjunto, integrador, constructivo hacia adelante, con un pie en el presente y la mirada hacia el futuro. No pretende quedarse meramente en el diagnóstico de la realidad del Ser Hispánico sino que promueve un dinamismo hacia el futuro puesto que se propone generar pequeños o grandes proyectos de acción comunitaria o de investigación socio-cultural promotores de los valores hispánicos y de la integración entre países de Iberoamérica. La integración iberoamericana se basa en la idea de que los países de la región comparten una historia, una fe, una cultura, una lengua y un modo de ser en el mundo que nos hermana e identifica. Esto proporciona una base sólida para la cooperación y el intercambio en áreas como la educación, la cultura, la economía y la política.
¿Qué nos puede decir de los objetivos concretos que se han propuesto?
Los objetivos tienen estrecha relación con los fundamentos que recién mencionamos. En primer lugar, nos proponemos con esta Diplomatura fomentar la integración y cooperación entre países iberoamericanos. En segundo lugar también deseamos promover la cultura e identidad iberoamericana sobre la base de su conocimiento. Un tercer objetivo es difundir el genuino orgullo por las grandes obras de la Hispanidad. Y por último, queremos contribuir al reconocimiento y la valoración del pasado y la herencia común hispánica, como el fundamento espiritual de nuestra identidad.
¿A quiénes va destinado el curso y cómo pueden inscribirse las personas interesadas?
Está destinado a todas aquellas personas de Iberoamérica, de España o Portugal e inclusive de otros países del mundo que estén interesados en ahondar en el espíritu hispánico, conocer y valorar esta idiosincrasia y contribuir a la integración desde diferentes núcleos de acción. Por ello es que no se exige como requisito previo una formación determinada de base. O sea no es indispensable ser profesor, humanista o tener un título de grado. Cada quien desde su profesión, sus estudios de base o su actividad laboral podrá cooperar en la enorme y grandiosa tarea de lograr la integración a partir de las bases de nuestra unidad cultural. Por eso es que la cooperación y el intercambio que queremos promover puede abarcar diferentes áreas como la educación, la cultura, la economía, la política, la etnografía, la arquitectura, el folklore entre otros.
¿Por qué en modalidad virtual?
La educación virtual o a distancia, en la educación superior tiene varias ventajas, que es lo que queremos potenciar. La posibilidad de incorporar alumnos y docentes que viven en diferentes países interesados en la temática. El tiempo se distribuye entre clases presenciales remotas o virtuales sincrónicas en un día y horario determinado y también actividades asincrónicas sin días y horarios fijos. De este modo, hay una flexibilidad horaria que permite a los estudiantes estudiar en cualquier momento y lugar, y administrar su tiempo de manera más eficaz. Por otra parte permite que puedan integrar el estudio con otras responsabilidades diarias, ya sean laborales o personales. La administración de contenidos y bibliografía por medio de una plataforma posibilita a los estudiantes acceder a la información en cualquier momento, lo que ayuda a su autoaprendizaje.
También el uso de la plataforma educativa nos permite brindar a los alumnos servicios de tutoría y soporte técnico para asistirlos. Por estos medios también tenemos la posibilidad de emplear una amplia variedad de recursos educativos multiformato, como videos, simulaciones y presentaciones interactivas. Esto también contribuye a que los estudiantes adquieran competencias digitales como la comunicación en línea, la gestión de herramientas colaborativas y la organización autónoma del tiempo.
¿Cuáles son los principales módulos del mismo y con qué docentes cuentan?
Tendremos un módulo de historia, otro de geografía y recursos naturales, otro de política, de arte y cultura, de economía y de tecnología. En todos los módulos esperamos que los alumnos vayan adquiriendo los insumos necesarios para desarrollar su propio trabajo integrador que cada quien elaborará según sus propios intereses. Esos proyectos podrán ser de investigación documental, de realización de encuestas y entrevistas, de análisis de casos o de desarrollo de proyectos comunitarios. Para cualquiera de estas opciones los estudiantes contarán con el acompañamiento para poder idear y desarrollar estas iniciativas.
Entre los docentes (desde diversos lugares de la Hispanidad) podemos mencionar a los doctores Rafael Breide Obeid, Antonio Caponnetto, Sergio Castaño, Sebastián Sánchez, Elena Calderón de Cuervo, Mariana Calderón de Puelles, Liliana Pinciroli de Caratti, José Luis Orella, Alberto Mansilla, Paulo La Roca, Enrique Ravello Barber, Sergio Tapia, Lorenzo Carrasco, Guillermo Rocafort y Luis Roldán, los ingenieros Facundo Casasola, Daniel Acuña, Mariano Villegas y Diana Ceballos, el licenciado Héctor Giuliano y el profesor Román Fellippelli, entre otros destacados académicos iberoamericanos.
¿Por qué merece la pena hacerlo?
Porque vale la pena procurar la integración y cooperación entre países iberoamericanos.
Porque es importante promover la cultura e identidad iberoamericana y difundir el orgullo por las grandes obras de la Hispanidad.
Porque es necesario conocer y reconocer el pasado y la herencia común hispánica.
Porque la integración iberoamericana es un proceso complejo que requiere la participación activa de los países y las comunidades de la región. A través de la investigación, la acción comunitaria y la promoción de la cultura y la identidad iberoamericana, podemos contribuir a fortalecer la cooperación y la solidaridad entre los países de la región.
Pero también porque si la integración iberoamericana no se basa en la idea de que los países de la región compartimos una historia, una fe, una cultura y una lengua que nos hermana e identifica, todo se vuelve mera cuestión de intereses y caprichos que nos dividen. Son estos elementos los que proporcionan una base sólida para cualquier idea de cooperación y de intercambio. Finalmente, porque hoy nos toca a nosotros seguir levantando la bandera de la Hispanidad como prenda de unión entre nuestros pueblos ante un mundo que quiere acabar o desvirtuar la Fe católica, la Ley Natural, que ataca a las soberanías nacionales y a la familia tradicional.
Porque hoy nos toca a nosotros defender aquello que el gran poeta nicaragüense Rubén Darío inmortalizó en aquellos versos que nos hablan de:“la América ingenua que tiene sangre indígena/que aún reza a Jesucristo y aún habla en español”.
Por Javier Navascués
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