Federación de Escuelas Cristianas pide perdón por dar curso de sexualidad con escenas pornográficas

La entidad retira el curso, devuelve el dinero y afirma que va contra sus principios

Recientemente nos llegó la denuncia de un curso que impartió la Federación de Escuelas Cristianas de Cataluña, aberrante por su vergonzoso contenido pornográfico. Tras la denuncia ante el obispado de un grupo de personas, la entidad retiró el curso, pidió perdón y devolvió el dinero añadiendo que ese contenido va contra sus principios. El responsable del mismo ha sido cesado, pero hechos así no pueden producirse jamás. Entrevistamos a una de las personas que denunció este abominable curso y que quiere mantener su anonimato.

¿Qué sintió al ver imágenes de alto contenido erótico, por no decir pornográfico, en un curso de una entidad católica?

Al ver ese contenido pornográfico en un curso de una entidad como la Federación de Escuelas Cristianas me generó una profunda indignación y preocupación.

Según mi opinión esas imágenes no sólo van en contra de la moral y los valores cristianos, sino que también degradan la dignidad humana de las personas que aparecían y por consiguiente su valor sagrado como hijos de Dios. Sentí que esas imágenes ofendían en lo más profundo la castidad y el valor precioso del acto conyugal, ya que es un don íntimo que tiene que permanecer en la intimidad de los esposos.

Esas imágenes contribuían a la cosificación del ser humano y me hacían pensar en la vulnerabilidad de las personas que salían en ellas, puesto que la mayoría de personas que salen en contenido pornográfico son personas que no han dado su consentimiento y que sufren de extorsión. Mientras veía esas imágenes sufría al pensar la cantidad de tiempo que había dedicado ese “formador” viendo semejante contenido.

¿Por qué es totalmente inadmisible este contenido en un ámbito católico?

Es totalmente inadmisible ya que la sexualidad es un don sagrado de Dios, destinado a la unión amorosa y fiel dentro del matrimonio, abierto a la vida y al respeto mutuo y la pornografía o las imágenes eróticas que se mostraron van totalmente en contra de estos valores.

¿Por qué usted y otras personas decidieron denunciarlo al obispado?

Esta queja que se hizo al obispado fue una decisión en la que tuvimos como base la defensa de la moral cristiana, dignidad humana y ejercer el deber que como católicos, tenemos de velar por la integridad de los valores que la Iglesia enseña y proteger a los jóvenes y adultos de influencias que puedan ser dañinas para ellos.

Consideramos que en un entorno católico, donde se tiene como objetivo formar a futuros responsables de pastoral, la presencia de este contenido no solo es inmoral, sino que también va en dirección opuesta a educar en la verdad y en la pureza. En un entorno católico, donde se busca formar en la virtud y el amor auténtico, la presencia de este contenido no solo es inmoral, sino que también traiciona la misión de educar en la verdad y la pureza del corazón. Este tipo de contenido que se presentaba era un escándalo que podía confundir y dañar espiritualmente a quienes lo recibían.

Afortunadamente la denuncia tuvo el efecto deseado y se retiraron esos cursos e incluso pidieron perdón… ¿Es suficiente con esto?

Sí, la denuncia tuvo el efecto deseado ya que retiraron de inmediato ese curso y pidieron perdón, también la Federación de Escuelas Cristianas de Cataluña devolvió el dinero a los participantes y reafirmó que el contenido utilizado en ese curso iba totalmente en contra de sus valores.

Creo que los pasos que tomaron fueron acertados. Sin embargo, más allá de estas acciones, es importante que se tomen medidas para evitar que algo similar vuelva a ocurrir. El pedir perdón es un acto muy valiente, pero también debe ir acompañado de cambios concretos.

¿Por qué estas aberraciones no deben volver a producirse jamás?

Porque como he dicho anteriormente, van en contra de la dignidad humana, desvirtúan la educación cristiana y corrompen los valores que la Iglesia busca transmitir.

¿Por qué es importante que los católicos tengamos la firmeza en denunciar estos graves desórdenes?

Porque somos llamados a la defensa de la verdad, la dignidad humana y la pureza de la fe, al igual que a defender el valor sagrado de la sexualidad. No podemos quedarnos callados en este tipo de situaciones que hacen tanto daño ya que además de ir en contra de los valores de la Iglesia ese contenido era utilizado para formar a futuros responsables de pastoral de colegios católicos de Cataluña, donde al final los más afectados serían los niños y adolescentes.

La Iglesia nos llama a practicar la corrección fraterna, señalando con amor y firmeza los errores para que haya una conversión real. Creo que los católicos no nos tenemos que mantener ni indiferentes ni temerosos frente a estos escándalos.

¿Por qué las personas que tienen una visión heterodoxa de la moral sexual no deben impartir clases a jóvenes y niños?

Porque su testimonio y enseñanza puede alejar a los alumnos de la verdad y de la moral cristiana, fomentando la confusión y el relativismo. Además, los padres inscriben a sus hijos en colegios católicos esperando que se les inculquen valores cristianos sólidos, y cuando se permite que personas con una visión errónea de la moral sexual eduquen a los niños, se rompe la confianza de las familias en la institución. Esto no solo genera escándalo, sino que también puede hacer que muchos duden del compromiso real del colegio.

Por Javier Navascués