Carmen Rouco, diputada en las Cortes de Aragón: “Faltaba una voz que defendiese la vida con firmeza”

Carmen Rouco Laliena. Nacida el 4 de noviembre de 1963 en Zaragoza. La menor de una familia numerosa de cuatro hermanos. Madre de una hija.

Actualmente Diputada por VOX en las Cortes de Aragón. Concejal y Portavoz Adjunta por VOX en el Ayuntamiento de Zaragoza 2019-2024. Funcionaria de carrera de la Administración de Justicia desde diciembre de 1984.

¿Cuándo empezó a sentir la presión por defender la vida?

Hasta ahora he sufrido un escrache. En noviembre de 2019, como concejal del Ayuntamiento de Zaragoza por VOX, cuando estaba defendiendo una iniciativa de atención y ayuda para las mujeres embarazadas en riesgo de exclusión. En ese momento varios colectivos de mujeres que se hacen llamar feministas me interrumpieron, llenaron la sala del Pleno y comenzaron a cantar “La Bella Ciao” con la consigna “Zaragoza feminista y antifascista”.

Defender la Vida, defender la maternidad y defender que la mujer embarazada tenga otra opción que no sea el aborto, es incomprensiblemente, el enemigo a batir por el feminismo “woke”. Ese día comprendí que desde las instituciones no se estaba defendiendo la Vida con firmeza, con determinación y con iniciativas. Y esa voz se tiene que escuchar todos los días en las instituciones y con la mayor naturalidad del mundo.

¿Por qué consideran que una organización que tanto bien social hace como Ainkaren merece subvenciones públicas?

Por su labor social ante las mujeres más vulnerables, mujeres para las que abortar no está en su ideario. En la Casa Cuna de Ainkaren se les da un apoyo incondicional en todos los sentidos.

Gracias a una enmienda a los presupuestos de VOX hemos dotado de una subvención de 60.000 euros para Ainkaren. Algo que nunca antes se había contemplado.

Es un convenio de colaboración entre el Gobierno de Aragón que aporta 60.000 euros y la Asociación Ainkaren; el proyecto es “Casa Cuna Madre Teresa”, una casa de acogida para mujer embarazadas sin recursos, ni apoyo social, ni apoyo familiar, sin un techo donde dormir ni una mano a la que agarrarse. Es un convenio de colaboración porque el Gobierno de Aragón no da ese “servicio” a pesar de tener un presupuesto de 9.000 millones, el presupuesto más alto de la historia para la Consejería de Bienestar Social y Familia. 10 millones de euros para Igualdad para “empoderar a la mujer” y nada para futuras madres en riesgo de exclusión y que quisieran continuar adelante con su embarazo.

Mi opinión personal es que Ainkaren es la expresión del amor incondicional al prójimo, esperanza, alegría y Vida.

¿Cuál es la labor concreta de esta asociación en defensa de la vida y la mujer?

Atender a la mujer embarazada en riesgo de exclusión y que quiere continuar con su embarazo. Desde Ainkaren se ofrece, ante una nueva vida que se está gestando, la de descubrir las posibilidades que tienen por delante, para ellas y para sus bebés, que va más allá del alojamiento, porque se ofrece un hogar para vivir con dignidad y construir un futuro mejor; incluye también, alimentación, atención médica, ropa, artículos para bebés, transporte y apoyo psicológico. Las mujeres se sienten acompañadas en cada paso del camino.

No cabe ninguna duda de que son mujeres en situación de vulnerabilidad…

Son las mujeres más vulnerables de todas, embarazadas, la mayoría son inmigrantes que han llegado solas o han sido abandonadas, en la más absoluta soledad. Mujeres que no tienen medios económicos, ni apoyo social, ni familiar.

Sin embargo los grupos de izquierdas no lo consideran así ¿Por qué?

La izquierda se ha auto proclamado única defensora del feminismo, que NO de la mujer; vive de enfrentar el embarazo, la maternidad y el derecho a la Vida a los derechos propios de la mujer. Y cuando se refieren a los derechos sexuales yo les pregunto de qué derechos sexuales estamos hablando que son contrarios a la maternidad, ¿de qué derecho sexual se priva a las mujeres cuando se les ayuda a seguir adelante con su embarazo?

No nos engañemos, la izquierda es una estafa para la defensa de los derechos de las mujeres. Las mujeres no les importan absolutamente nada. Lo que hacen es regar con dinero público falsas asociaciones feministas, asociaciones afines, que no hacen ninguna labor social ni para la mujer ni para nadie. Es la corrupción más absoluta.

¿Por qué la principal lucha que hacen en favor de la vida se centra en el debate y la concienciación?

No se puede entender que a las mujeres embarazadas, ante una posible decisión que como poco les genera dudas y temores, no se les dé la opción de escuchar el latido fetal. ¿Cómo se puede aceptar que esa opción sea contraria a derecho?

Comparto plenamente estas palabras del Cardenal Emérito de Madrid Antonio M. Rouco Varela en su libro La familia ante el reto de la secularización: “El derecho a la vida no puede ser un derecho fundamental cuestionado. Al deber de defensa de la vida ha de acompañar el de la promoción del derecho a la vida a través de activas políticas sociales, educativas y culturales propias de un Estado de derecho, libre, social y democrático, en las que no deben de faltar las de la protección a la mujer embarazada”.

Se nos quiere hacer creer que defender la vida es peor que defender la muerte, que el embarazo y la maternidad no es motivo de alegría y que la familia no es la base fundamental de toda sociedad.

¿Por qué hay que empezar demostrando que el aborto no es un derecho y a la vez afirmar que el primero de los derechos es el derecho a la vida?

Porque la vida es el derecho más primario del hombre. La vida existe desde la concepción. La vida del niño no nacido le pertenece como un valor inherente a su propio ser y nadie tiene el derecho a quitársela y nuestra obligación, como sociedad, es defender la vida del más indefenso y protegerlo.

Por Javier Navascués