Juan Carlos Mollejo, presidente de la Federación Mundial de las Obras Eucarísticas de la Iglesia

Juan Carlos Mollejo Aparicio. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Abogado en ejercicio desde 1985 por el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. Abogado rotal ante el Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España.

¿Cómo nace la Federación Mundial de las Obras Eucarísticas de la Iglesia y con qué fines?

Fue durante el Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Barcelona en 1952, cuando surgió el proyecto de agrupar las diversas asociaciones adoradoras a través de un Consejo Internacional. Esta iniciativa se afianzó durante el Congreso Internacional de Múnich celebrado en 1960.

Y en virtud de esa idea, el 10 de Octubre de 1962, víspera de la solemne apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II, el Señor Pierre Regnier, por entonces Presidente de la Adoración Nocturna de París, acogiendo la iniciativa de la Venerable Archicofradía de la Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento de la ciudad de Roma, convocó una reunión internacional en Roma. En aquella fecha adquirió carta de naturaleza la Federación Mundial de Adoración Nocturna al Santísimo Sacramentado.

El 6 de diciembre de 2003, el Consejo Pontificio para los Laicos, acuerda cambiar el nombre por de la Federación Mundial de Adoración Nocturna a Jesús Sacramentado y otras Obras Eucarísticas, con personalidad jurídica pública. Y el 22 de enero de 2009 el Consejo Pontificio para los Laicos, decreta que a partir del día de hoy pasa a denominarse Federación Mundial de las Obras Eucarísticas de la Iglesia.

El fin principal de la Federación es fomentar, impulsar y propagar el culto al Santísimo Sacramento del Altar, conforme con las orientaciones de la jerarquía eclesiástica y a su vez, cultivar el espíritu de hermandad y mutua ayuda entre todos sus miembros. Por ello, tratamos de colaborar y apoyar a sus miembros en las gestiones encaminadas a la creación de nuevas entidades, siempre de acuerdo con la autoridad eclesiástica del territorio correspondiente.

¿Por qué es importante conformar una gran familia eucarística en la Iglesia, reuniendo a todas las asociaciones, movimientos, cofradías, etc. que se dediquen a adorar a la Eucaristía?

No solamente es importante, sino necesario coordinar las actividades que se realizan a nivel internacional de todas las entidades que tienen un carácter de Adoración Eucarística, como por ejemplo, los congresos eucarísticos internacionales que se celebran cada cuatro años, donde se ponen de manifiesto las inquietudes y necesidades de cada uno, se plantean soluciones y se impulsa la colaboración y hermandad entre todos.

Hay que tener en cuenta que la adoración al Santísimo Sacramento genera entre los adoradores una voluntad de transmitir esa fe en la presencia real de Cristo hacía los demás, que crea unos lazos de unión y fraternidad únicos.

Si, como decía Juan Pablo II, la familia es el camino de la Iglesia, hoy en día, hemos de decir que la Iglesia, que nos da a Cristo en la Eucaristía, es el camino de la familia. Un camino maravilloso, porque nos conduce al Señor Jesús, que se hizo camino para nosotros y así nos sigue dando la Verdad y la Vida en su Cuerpo Sacramentado.

¿Qué supone para ustedes depender del Dicasterio de Laicos, Familia y Vida y del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede?

Según el artículo 3 de los Estatutos que rigen la Federación, establece que como “Organismo de fieles seglares de la Iglesia universal, está vinculada al Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, cuyo Prefecto ejercerá permanentemente la Alta supervisión, control y dirección de aquella”.

La Federación al tener en distintos países del mundo presencia efectiva en un número considerable de sus miembros en distintas asociaciones, tiene un carácter internacional, lo que conlleva un reconocimiento y autorización expresa por la Santa Sede.

Por lo tanto, que dependamos directamente del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, quien supervisa y controla todas nuestras acciones y actividades, supone una garantía de transparencia y calidad de servicio.

Y con el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos mantenemos un vínculo oficial de colaboración, manteniendo un diálogo constante que hace realidad esta relación institucional.

¿En cuántos países están presentes?

Actualmente la Federación a través de sus asociaciones adheridas está presente en catorce países de África, América, Asia y Europa.

Hay que señalar que las dos últimas asociaciones que han pasado a formar parte de nuestra organización, están constituidas por mujeres adoradoras, la Asociación Eucarística “Damas del Sagrario”, cuyo lema es «Jesús siempre acompañado en el Sagrario», que tiene como fin esencial mantener acompañado, protegido, embellecido y seguro cada Sagrario que en toda la República Dominicana albergue a Jesús Sacramentado presente en la Eucaristía.

Y la Adoración Nocturna Eucarística Santa Catalina de Siena, domiciliada en la Parroquia de Santa Maravillas de Jesús en Malabo, Guinea Ecuatorial, que cuenta actualmente con 50 adoradoras.

¿Cuáles han sido los principales objetivos logrados durante estos años?

Durante los últimos años desde la Federación se ha prestado un apoyo constante a diversas asociaciones que practican el culto eucarístico, colaborando con sus miembros en las gestiones encaminadas a la creación de nuevas entidades de carácter nacional o territorial, siempre de acuerdo con la autoridad eclesiástica local competente.

A su vez, se han realizado encuentros y jornadas con el fin de promover una formación doctrinal, litúrgica y espiritual sobre el misterio de la Eucaristía en su integridad. Y sobre todo se ha impulsado y promovido el culto al Santísimo Sacramento del Altar según las orientaciones de la jerarquía eclesiástica en multitud de actividades.

En el reciente Congreso Eucarístico Internacional de Quito le nombraron a usted presidente de la Federación Mundial de las Obras Eucarísticas de la Iglesia. ¿Qué supone presidir esta asociación?

Personalmente ha supuesto una enorme alegría y júbilo que los miembros de la Federación hayan depositado su confianza en mí persona para presidir esta organización, pero a su vez, también supone una gran responsabilidad el poder desempeñar dicha función.

Si bien hay que decir, que mi trabajo se ve facilitado por el esfuerzo y entrega de los cinco Vicepresidentes que se encuentran en Italia, Estados Unidos, Méjico, Panamá y República Dominicana.

Como Presidente de la Federación, el poder emplear tu trabajo y esfuerzo en servir al Santísimo Sacramento, es una enorme satisfacción, qué mejor tener en tu compañía diaria a Cristo Redentor.

¿Cuál es su principal función y en qué aspectos está centrando su trabajo?

Debido al carácter internacional de la Federación, es primordial tener un contacto frecuente y continúo con todos sus miembros, para transmitir y recibir información y sugerencias, y resolver los problemas que surgen en el devenir diario.

Para nosotros es importante que esa comunicación y traslado de información se haga de la forma lo más rápida y segura posible, por ello, aparte de otras herramientas técnicas que empleamos, estamos actualizando la página Web, para que sea un instrumento eficaz, donde no solo, cualquiera acceda a conocernos, sino también, para todas nuestras asociaciones.

Por otro lado, queremos invitar a incorporarse a la Federación, según recoge el artículo siete de nuestros Estatutos, a personas a título individual, entidades de vida consagrada o asociaciones clericales que destaquen por su dedicación apostólica a la Santísima Eucaristía y al fomento de su culto.

¿Cómo nació su devoción eucarística y cómo se ha ido desarrollando a lo largo de los años?

Aunque mis padres han sido adoradores nocturnos durante toda su vida, en el pueblo donde viví mis primeros años, sin embargo, mi devoción eucarística se ha despertado en la edad adulta, y sobre todo se lo debo a mi hijo, que se incorporó muy joven a la sección de la Adoración Nocturna de La Villa de Don Fadrique, Toledo. Al principio me quedaba algunas noches con mi mujer a las vísperas y en esos momentos apreciaba lo reconfortante que era estar en compañía del Señor, en silencio, sintiendo su abrazo misericordioso.

Con el paso del tiempo fui sintiendo esa necesidad de profundizar más en ese encuentro amoroso en su presencial real y termine incorporándome a la sección 62 de San Jerónimo del Real, en Madrid y ahí seguimos, obteniendo un enorme fruto de la adoración eucarística.

¿Por qué la Eucaristía deber ser el centro de la vida de la Iglesia?

En el Concilio Vaticano II se señalo que en la Sagrada Eucaristía se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, Cristo mismo, nuestra Pascua. Po lo cual, la Eucaristía aparece como fuente y culmen de la vida cristiana (Lumen Gentium 11).

San Juan Pablo II en su carta encíclica La Iglesia vive de la Eucaristía no solamente expresa una experiencia cotidiana de fe, sino que encierra en síntesis el núcleo del misterio de la Iglesia.

La celebración y adoración eucarística es el poder más grande del universo, capaz de transformarnos a cada uno de nosotros, capaz de cambiar la faz de la tierra.

¿Por que es un signo de esperanza que en un mundo desacralizado cada vez se van abriendo más capillas?

Cada capilla de adoración perpetúa que se abre, cada adoración eucarística nocturna que se celebra ó cada vez que el Santísimo Sacramento es expuesto para su adoración, nos encontramos a Jesús en medio de todos nosotros.

El Santísimo Sacramento es el Sagrado Corazón de Jesús, que viene humildemente hacia nosotros como “el Pan Vivo bajado del cielo”. Tan profundo es su anhelo de ser amado por sí mismo, que se muestra como el más pobre ser humano de la tierra. Sin embargo, es el Rey con un corazón merecedor de nuestro amor, por todo lo que ha hecho por nuestra salvación. Esto es la adoración, proclamar a Jesús Rey, dándole la gloria y el amor que él desea y merece.

Sirva como ejemplo Santa Clara de Asís, que tenía una gran fe en el poder del Santísimo Sacramento, por ello, cuando su convento fue atacado por los vándalos, ella levantó a plena vista de ellos la custodia con el Santísimo Sacramento y se alejaron espantados. El Santísimo Sacramento salvó a su comunidad de la destrucción.

La esperanza debe ser grande, porque uno de los efectos más importantes de la adoración al Santísimo Sacramento es la IMITACIÓN. Imitación para llevar a cabo actos de generosidad, de desprendimiento, influenciados e impulsados por el acto más grande de generosidad, el testimonio del generoso Amor de Jesús en el Santísimo Sacramento.

Así lo reconocía el padre Maximiliano Kolbe cuando les decía a sus hermanos: “Todos los hermanos menores deben tratar de imitar al Hermano Mayor, Jesús en el Santísimo Sacramento”. Y como lo imitó el padre Kolbe, ofreciendo su vida a cambio de la de un padre de familia prisionero en el campo de concentración de Auschwitz.

Por Javier Navascués

2 comentarios

  
Oscar Alejandro
Don Javier:
Podria usted informar de una vía de contacto con la Federación?
Desde ya muchísimas gracias.
Bendiciones!
28/02/25 8:57 AM
  
1345 del Catecismo = La Misa de Todos los Siglos (léanlo please!)
Gran carisma!
28/02/25 11:09 AM

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