Salvador Oller habla de la consagración a la Virgen con el método de S. Luis María Grignion de Monfort

Salvador Oller. De formación, es grado en administración de empresas, y trabaja como funcionario de justicia. Viene colaborando con la Sociedad San Luis María Grignion de Montfort de Barcelona desde 2017. En esta fundación ayuda con la formación para preparar a los que se consagran al Inmaculado Corazón de María.

En esta breve entrevista nos habla de la próxima consagración solemne que tendrá lugar el próximo 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada, en la parroquia de la Bonanova de Barcelona.

Háblenos brevemente de la Fundación Monfort y cómo la conoció y decidió involucrarse…

Respecto de la Fundación Montfort, o Sociedad Montfort, como habitualmente se la conoce, tanto el hermano Alejandro (Gabrielista), como el Sr. Gerard Manresa, te pueden explicar las mejores anécdotas y datos históricos.

De momento os dejo este link, con la web de la Fundación…Piensa que no es perfecta ni mucho menos, porque todo se hace con la colaboración de voluntarios: https://www.sgmontfort.org/

Conocí la Sociedad hacia el año 2016 cuando sentí la necesidad de consagrarme al Inmaculado Corazón de María. No sé muy bien qué bicho me picó, creo que leí algún artículo por internet, y pensé que la consagración me ayudaría a entregarme más y mejor a Jesús y a María.

Poco después de mi consagración, José Luis, uno de los formadores, me comentó que no podía seguir colaborando con la Fundación, por motivos familiares, y que él creía que yo estaba preparado para substituirle, así que no me lo pensé ni un minuto y le dije que adelante…y aquí sigo…

¿Por qué fomentan dos consagraciones a la Virgen al año en fechas muy señaladas?

Podemos consagrarnos en cualquier festividad mariana, y sin ningún problema. Pero nuestra Fundación es muy pequeña, y somos pocos los colaboradores, y menos los formadores, así que no podemos abarcar todo el calendario. Por eso nos hemos especializado en dos festividades marianas que son de especial solemnidad, y que están bien separadas en el tiempo:

El 25 de marzo, el día que la Iglesia celebra el misterio de la Encarnación.

Por cierto, el misterio de la Encarnación, es el misterio propio de todos los consagrados, es decir, el misterio que todos los consagrados debemos meditar con más frecuencia en nuestro corazón. ¿Sabes por qué ?

Pues porque el primero en hacerse esclavo de María fue Nuestro Señor Jesucristo, al encarnarse en el seno de María. En la Encarnación, Jesús se entrega y se confía por entero a María, dependiendo de ella para todo, ya para nutrirse, ya para bendecir al Bautista…. En el fondo, todos los consagrados, no hacemos más que imitar a Jesús.

Y el 8 de diciembre, el día que celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción.

Por cierto, está a punto de empezar la Preparación a la Consagración, que abarca desde el 5 de noviembre hasta el 7 de diciembre, y el día 8 de diciembre será la consagración solemne en la parroquia de la Bonanova de Barcelona.

Aún podéis apuntaros.

Y lógicamente lo hacen bajo el método de San Luis María Grignion de Monfort…

Sí claro, el método montfortiano se ha convertido en stándard en la Iglesia. Este método consiste en preparar unos ejercicios espirituales durante 33 días, previos a la consagración solemne.

Los doce primeros días, llamados preliminares, están destinados a vaciarnos del espíritu del mundo, por ser completamente contrario al espíritu de Jesucristo. Después dedicamos una semana al conocimiento de nosotros mismos, es decir, de mi incapacidad para hacer el bien, sin el auxilio de Jesús. Finalmente dedicamos una semana a conocer a María, para imitar sus virtudes, y otra semana para conocer a Jesús, que es nuestro fin último.

Pero cuidado, esta devoción no es un formalismo. Esta devoción que nos enseña San Luis María Grignion de Montfort debe ser una devoción íntima, tierna, es decir, debe nacer de lo profundo de tu corazón :

Me entrego por entero a tí María, y sin reservarme nada, para que tú dispongas por completo de mi vida, a mayor gloria de Dios.

¿Por qué es importante, y más en estos tiempos, consagrarse a la Virgen?

Fíjate en el apóstol San Juan. Hace dos mil años, cuando Jesús fue capturado por el Sanedrín, y entregado a Pilatos, cundió la confusión entre los discípulos de Cristo. Unos renegaron públicamente de Jesús, como San Pedro, otros se colgaron de un sicómoro, como Judas, y todos salieron huyendo…todos menos uno, el apóstol San Juan, que fue el único que contempló a Jesús al pie de la Cruz.

¿Acaso el apóstol San Juan era más valiente, o más virtuoso, o más merecedor que el resto de discípulos?

No lo creo. Pero San Juan, en medio de aquella turbación, tuvo la virtud de buscar a María, de entregarse y confiarse a Ella. Y fue María que lo llevó al pie de la Cruz. San Juan, el discípulo amado, fue el único que supo estar en el lugar en el que debía estar, porque se confió a María…todos los demás huyeron, es decir, descarrilaron…

Pues bien, dos mil años después, la Iglesia vuelve a vivir un momento de fuerte confusión (esto lo digo con lágrimas en mi corazón), y necesitamos de María más que nunca, para no descarrilar. Al consagrarnos a María, le damos la mano, como el apóstol San Juan, para que Ella nos conduzca a Jesús, sin miedos ni turbaciones, de forma dulce y segura.

¿Qué supone para usted encargarse de la formación de las personas que se van a consagrar?

Cuando José Luis me propuso este cargo, me quedé parado por un momento, pero como soy un granuja, no me lo pensé demasiado, y me lancé a esta aventura. Ahora en serio, es mejor no detenerte demasiado, pensando que no estás preparado, o que no eres el más idóneo, porque entonces no empezarás nunca.

Yo me centro sobre todo en transmitirles cuatro conceptos que nos enseña San Luis maría Grignion de Montfort:

-Primero les enseño por qué es necesaria María, para llegar a Jesús de manera segura.

-Segundo, les explico en qué consiste la consagración total al Inmaculado Corazón de María, qué es lo que le entrego exactamente, qué compromisos adquiero con Ella.

-Tercero, les enseño que esta consagración va ligada a una devoción, que consiste en hacer todas las cosas, desde las más humildes hasta las más solemnes, por María, con María, en María, y para María.

-Por último, procuramos ver algunos ejemplos prácticos, en particular, cómo comulgamos los consagrados.

¿En qué consiste la consagración y cómo pueden apuntarse para la próxima del 8 de diciembre las personas que lo deseen?

Junto con Nuria, hemos creado un canal de WhatsApp, donde volcamos los ejercicios espirituales que los consagrantes tendrán que hacer durante 33 días (del 5 de noviembre al 7 de diciembre). De esta manera podéis hacer los ejercicios en vuestra casa, a la hora que más os convenga.

Los ejercicios consisten en una lecturas a meditar, y en rezar unas oraciones apropiadas, y esto durante cada uno de los 33 días.

Finalmente, el 8 de diciembre, coincidiendo con la festividad de la Inmaculada Concepción, estamos preparando un acto de consagración solemne, en la Parroquia de santa María de la Bonanova.

Podéis apuntaros directamente, rellenando un formulario en este link :

https://forms.gle/oqSm5bEnYLUJDtkJ6

O podéis llamar a la Fundación al teléfono 657638470

O escribirnos al mail: [email protected]

¿Qué frutos espirituales ha visto en personas que se han consagrado?

Eso depende de tí, es decir, de lo profundo de tu entrega a María.

Según Montfort :

Como lo esencial de esta devoción consiste en lo interior que ella debe formar, no será igualmente comprendida por todo el mundo: algunos se detendrán en lo que tiene de exterior, sin avanzar más adelante, y éstos serán la mayoría; algunos otros, en pequeño número, penetrarán en su interior, pero no subirán más que un peldaño. ¿Quién subirá al segundo? ¿Quién llegará hasta el tercero? En fin, ¿quién es aquel que allí permanecerá habitualmente? sólo aquel a quien el Espíritu de Jesucristo revele este secreto. Él mismo conducirá allí al alma fidelísima, para avanzar de virtud en virtud, de gracia en gracia y de luz en luz, hasta llegar a la transformación de sí misma en Jesucristo, y a la plenitud de su edad sobre la tierra y de su gloria en el Cielo.

Pero te digo mucho más, los frutos espirituales de los consagrados no se verán tanto en esta vida, como sobretodo en la gloria eterna, cuando veremos todo lo que la Santísima Virgen María ha obrado con nuestra pequeña renta espiritual.

Me explico: Los consagrados clavamos las rodillas, y rezamos no por nuestras intenciones, sino por las intenciones de María (por esos somos sus esclavos), y a Ella corresponde ahora la gloria de convertir a los pecadores, de llevar la luz a la Iglesia, la paz al mundo, la salud a los enfermos y el socorro a los necesitados.

Estos son los frutos que María obrará por nosotros, y los veremos en el Cielo.

¿Qué supone la devoción a la Virgen en su vida?

A estas alturas, si me quitas a María, es que me matas…Con Ella, la oración se me hace dulce, profunda, y nace de mi corazón. De la mano de María, sigo siendo el mismo miserable que he sido siempre, sólo que ahora ya no me importa. De la mano de María, me acerco a Jesús lleno de confianza, sin temor ninguno, pese a mis miserias.

Con María doy cumplimiento a la última voluntad de Jesús: “Mujer, éste es tu hijo". Y al discípulo le dijo: “Esta es tu madre".

Por Javier Navascués


1 comentario

  
Et tamen tota machina


"¡Tú sola has destruido todas las herejías en todo el mundo! Que yo tenga por intercesora a tu poderosa protección, porque donde Tú estás, allí no puede estar el demonio."

San Luis María Grignion de Montfort
22/10/24 7:12 PM

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