Cristián Rodrigo Iturralde: “El relato indigenista sirve para combatir todo vestigio de cultura cristiana”
Cristián Rodrigo Iturralde (Buenos Aires, Argentina, 4 de junio de 1979) es un historiador revisionista y ensayista de tendencia patriota, católica e hispanista. Sus temas de interés son variados, destacándose especialmente sus trabajos sobre Historia de España y la Iglesia Católica y los estudios sobre el peronismo y el ¨marxismo cultural¨.
Entre otras distinciones cabe destacar que es Miembro Académico de Número del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas (Secretaría de Cultura de la Nación, Argentina, 2017); Miembro Académico de Número del Instituto Histórico Santiago de Liniers (Argentina, 2016); contando con un Reconocimiento por la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG: México, 2015) y otro del Estado de Querétaro, México, por labor intelectual (2019). En 2016, la Biblioteca del Congreso de los EE. UU. adquirió e incorporó las obras del autor a su catalogo (Library of Congress). Miembro de la Comisión Internacional de Hispanistas.
En esta ocasión le entrevistamos sobre El Libro negro del indigenismo.
¿Cómo nace la idea de escribir el libro?
Ante todo, quisiera agradecerle especialmente a usted, Sr. Javier Navascués, por su incansable labor en pos de la Verdad histórica. Yendo a la pregunta, este un libro que tenía en la cabeza hace mucho tiempo, especialmente luego de publicar el segundo volumen de “1492: fin de la barbarie y comienzo de la civilización en América (Unión Editorial, Bs. As, 2015)”.
He notado que, de todos los frentes del progresismo antioccidental y anticristiano, el relato del indigenismo gozaba de cierta salud, aun entre personas formadas y bien dispuestas al conocimiento. El relato del que hablo es aquel según el cual todo lo indígena es puro e impoluto, y, en contraposición, todo lo hispano, occidental y católico, sería pura codicia y barbarie.
¿Quién está detrás de esta ideología?
Históricamente, fueron los ingleses y protestantes los que utilizaron la leyenda negra de España en el continente como arma de guerra psicológica y de propaganda contra España y la Iglesia Católica. A mediados del siglo XX, la causa indígena fue instrumentalizada por el marxismo, tomado como agente revolucionario en el continente americano para combatir la cultura cristiana e incluso para lograr movimientos separatistas que logren romper la unidad territorial de las naciones americanas.
Pues claro, si acaso los españoles y los católicos fueron tan malos, capaces de verdaderas atrocidades, entonces la doctrina y cultura cristiana y sus principios quedan completamente desacreditada frente a todos. Desacreditados y criminalizada la historia de España y la Iglesia Católica, que actúan como barreras naturales contra el progresismo disolvente, se hace sencillo al marxismo imponer sus categorías.
¿En donde estriba su malicia?
Principalmente, en el ocultamiento de la verdad. Verdad que, por otro lado, se encuentra completamente documentada. Quiero decir, que a la fecha no existe duda que los llamados “pueblos originarios” se comportaron en su mayoría como verdaderas hordas criminales y que la llegada del cristianismo les trajo aparejada una serie de beneficios y derechos que no tuvieron jamás bajo la regencia de sus regímenes totalitarios. Por ejemplo, la posibilidad de ascenso social, la igualdad ante la ley, la igualdad en dignidad frente a Dios, jornadas laborales limitadas (las 8 horas de jornada laboral) y un largo etc., llegan con España.
Evidentemente, así lo entendieron los propios indígenas, que no solo no se levantaron jamás contra España y la Iglesia, sino que en las guerras independentistas lucharon en su mayoría del lado de Cristo y el Rey. Estos movimientos indigenistas actuales, además de comportarse en muchos casos como verdaderos terroristas, reconocen abiertamente sus intenciones secesionistas. Se les ha probado conexiones con los más variados grupos de terrorismo internacional, como las FARC, ETA, IRA, radicales musulmanes, dictadores comunistas (Chávez, Maduro, etc.).
¿Por qué hay un blanqueamiento del indigenismo en determinados sectores?
Idealizando al indigenismo o mejor dicho, a la historia indígena, se pretende sustituir las categorías cristianas. Pues si el cristiano es malo y el indio bueno, entonces el modelo a emular será necesariamente el del último.
¿Por qué hay que romper este relato del indio bueno y del misionero malo?
Porque a partir de esa mentira, junto con la del cuento del indio originario (no existe hombre autóctono del continente), ellos justifican todos sus reclamos y exigencias. Para combatir al indigenismo de modo efectivo, debemos primero desarticular el relato del cual se nutre para lograr consenso.
¿Cuáles son los principales argumentos que propone el marxismo para justificar el indigenismo y cómo se refutan?
Los motivos esgrimidos por el marxismo (disfrazados de indigenistas) no resisten análisis serio. Hablan de la necesidad de “liberar a los pueblos” (cuando históricamente, el marxismo no ha hecho más que oprimirlos y/o aniquilarlos), clamando por el derecho de autodeterminación de estas culturas, lo que en lenguaje marxista, en la práctica, implica fragmentar los estados nacionales en cuales están insertos. Les ha servido el relato indigenista para combatir todo vestigio de cultura cristiana y lograr múltiples recursos económicos y territoriales por parte de las naciones y de organizaciones multinacionales progresistas.
Ahora van por la fase final: crear su propia nación, separándose de los estados nacionales. Los mapuches por ejemplo, ya le han declarado abiertamente la guerra al estado argentino y al chileno. Los aymara rechazan abiertamente su nacionalidad boliviana, ecuatoriana, peruana, etc. Llaman a abolir completamente el estado nacional y crear naciones indígenas. Hay que leerlo no solo a Álvaro García Linera (principal ideólogo del indigenismo del llamado socialismo del siglo XXI) sino también a Fausto Reinaga, ideólogo y escritor indigenista de los años 70, que llama a tomar las armas y a exterminar a los blancos y los mestizos, a los que tiene como “razas inferiores”.
¿Qué es lo que aporta de nuevo este libro en relación a todo lo que se ha escrito hasta ahora sobre el tema?
Me meto aquí de lleno en la ideología indigenista y como fue mutando a través del tiempo. Cómo se ha constituido en un peligro concreto para la soberanía territorial de las naciones americanas, asistido por sus estrechas conexiones con el terrorismo internacional. Menciono asimismo sus principales exponentes, tesis, objetivos, actos terroristas, etc.
¿A quién va destinado el libro?
Diría que, principalmente, a la clase política actual. Necesitamos que los políticos bien dispuestos pero mal informados pongan esta cuestión en la agenda, porque con el asunto del plurinacionalismo, ya insertados en varias constituciones nacionales a través de polémicas reformas constituyentes, apoyados por la ONU, existe peligro inminente de secesión en nuestros países. Naturalmente, esas “nuevas naciones” responderán al socialismo, que son quienes las apoyan. Todavía recuerdo cuando Hugo Chávez, a mediados de los años 90´, mencionaba que eran los indígenas el camino para lograr imponer el socialismo en América.
Por Javier Navascués
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