La nada del hombre. Por Agnus Dei Prod
Si el hombre, dice San Bernardo, se escapa de una tentación, otra le asalta, la vanidad le ataca, la curiosidad le guía, la codicia le solicita, el deleite le seduce, la lujuria le mancha, la envidia le atormenta, la ira le agita, y la tristeza le desgarra. Así, con deplorables caídas, se sumerge en todos los vicios, ¿Y por qué?… Porque ha abandonado a Dios y a su Ley.
2 comentarios
"La tristeza no tiene por qué ser pecado, "per se"".
Es posible que San Bernardo no se refiera tanto a la tristeza llana y simple como sentimiento sano y normal en el ser humano, sino a la llamada 'melancolía', hoy llamada 'depresión', obviamente no por causas de salud, sino como actitud cínica ante la vida, falta de Fe y Esperanza verdaderas en Dios.
Dejar un comentario