Tarragona se suma a 40 Días por la Vida, la campaña más grande para acabar con el aborto

Valerie García. Joven de 21 años de edad. Líder de la Nueva Campaña de 40 Días por la Vida en Tarragona, violinista profesional y estudiante universitaria de Publicidad. En la foto de portad aparece con su novio Kevin, que igualmente colabora con entusiasmo en la campaña.

¿Cuándo sintió el llamado a rezar por la vida en abortorios?

La primera vez que recé delante de un abortorio fue en el de Tarragona gracias a un amigo que me invitó a ir. Fue muy impactante y aunque sentía resistencia al ir, estando allí sentí mucha sensibilidad con lo que pasaba dentro. Unos meses después, a los 17 años, me mudé sola a Holanda para iniciar mi carrera universitaria para ser violinista profesional, mi sueño desde niña.
Durante mi estancia allí, una amiga de la parroquia a la que asistía en Róterdam (ciudad en la que vivía) me invitó a un retiro silencioso de ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola en un convento de hermanas contemplativas del Verbo Encarnado. En ese momento no tenía ni idea de la existencia de 40 días por la vida ni de que habían abortorios en Holanda. Tenía una posición provida firme como católica practicante, pero no era consciente de la gravedad de la industria del aborto en el mundo entero hasta el punto de pensar que en Holanda no se hacían abortos.

¿Consideraría que fue uno de los retiros más profundos vividos hasta ese momento?

Así es, marcó mucho mi vida espiritual. Durante un descanso fui a la capilla, estaba sola y mientras rezaba le pregunté al Señor qué quería de mí, me puso en el corazón que debía ir a rezar delante de un abortorio en Róterdam. Cuando me mostró eso, abrí mis ojos y miré al Sagrario con sorpresa, ya que como he dicho anteriormente, no sabía que se realizaban abortos allí. Al subir a mi habitación mi amiga me tocó la puerta y me dijo que tenía algo importante que decirme, motivo de peso para romper el silencio del retiro. Me dijo que Dios le había puesto en su corazón que debíamos ir a rezar delante de un abortorio en Róterdam. Me quedé en shock, yo no le había dicho nada de lo que me había pasado a mí.

Un año después me mudé a Barcelona. Un día entre semana mientras estaba en la Santa Misa me surgió la idea de investigar si en Barcelona también habían abortorios e ir a rezar aunque fuera sola. Me llevé de nuevo una sorpresa cuando justo al acabar la Santa Misa, un joven dio el aviso de que una Campaña de 40 Días empezaba en Barcelona y necesitaban voluntarios. Al salir de la capilla, con emoción me acerqué rápidamente a él para preguntarle sobre la campaña, cuando me explicó que había una campaña a nivel mundial de grupos organizados y católicos rezando delante del abortorio fue como encontrar el “paraíso”. Venía de Holanda de sentir esa aridez, soledad, falta de fe y de luchar con mi amiga para ir solas a rezar delante de ese horrible lugar en mitad de toda esa oscuridad. Y al enterarme de que había decenas de voluntarios en Barcelona rezando delante de 3 abortorios fue una gran alegría y fuente de esperanza para mí. No dudé en apuntarme y empecé a ir a rezar. Me llenaba de gozo ir a rezar en cada turno junto con más hermanos en la fe.

¿Qué supuso para usted empezar a rezar ante los abortorios?

Dios tuvo la Misericordia de regalarme la gracia inmerecida de poder ir a rezar delante de los abortorios varias veces a la semana. La primera semana me apunté solo un día, pero estando allí no quería irme. Y al día siguiente sentía que mi corazón me empujaba a ir de nuevo y así casi cada día. A la siguiente campaña mientras rezaba sola delante del centro abortivo de Dalmases, sentía que Dios me llamaba a llevar la campaña de 40 días por la vida a Tarragona, mi ciudad natal. Sabía que había un abortorio en Tarragona gracias a un amigo que me había invitado a rezar allí un día. Pero me pareció una locura, ya que no me veía capacitada para poder llevar una responsabilidad tan grande a cabo. Así que por mi pobre humanidad me dejé llenar por el miedo y la inseguridad negándolo. Pero Dios siguió insistiendo durante meses de muchas maneras. Hasta que llegó el día de la Santa Misa de Final de Campaña de 40 Días en Barcelona. Después de la comunión Dios me dejó tan claro que es lo que debía hacer, que toda inseguridad se disipó ye empezamos manos a la obra en Tarragona.

¿Cómo le había marcado la experiencia en Holanda?

Fue una etapa dura, pero muy fructífera para madurar tanto espiritual como personalmente. Era la chica de 17 años menos preparada para irse a vivir sola a otro país. Fue un tiempo de soledad y sequedad en el que Dios quería probar mi fe y fortalecerla. Esto no podía ser de otra manera que mediante distintas pruebas en el día a día mientras vivía sola. Vivir la fe en Holanda es muy difícil, es un país muy sumergido en las ideologías del mundo, la fe está prácticamente muerta y hay más iglesias protestantes que católicas. Lo que más me preocupaba era encontrar una parroquia donde hubiera Misa diaria y un sacerdote abierto a confesar. Me daba miedo llegar a Holanda y perder mi fe durante mi estancia allí. Antes de irme le rogaba mucho a Dios que me guiase para encontrar un lugar donde poder ir a Misa diaria. Y por pura providencia encontré una habitación justo al lado de la única Iglesia de todo Róterdam donde hacían Misa diaria por las mañanas. Dios es fiel y nunca me dejó sola.

La única dificultad era el idioma. La Misa cada día era en holandés y al confesarme antes debía prepararme bien mi lista de pecados para traducirlos y que el sacerdote los entendiera. De nuevo, Dios me dio la gracia por su infinita Misericordia de tener la suficiente fuerza de voluntad para superar cada “mini obstáculo”. Mi única certeza era que sin Él no podía vivir. Entonces solo el hecho de poder recibirle sacramentalmente era mi mayor consolación y pilar para superar el día a día.

Una vez en Barcelona participó en la campaña de 40 Días en Barcelona. ¿Qué es lo que más le impactó de esta etapa?

Ver a tantos católicos concienciados sobre la realidad del aborto y unidos en esta lucha por la vida. Sentí admiración por cada voluntario de cualquier edad, desde el más pequeño hasta la persona más mayor que rezaba conmigo en los turnos. Ver cómo cada día los voluntarios hacían todo lo posible y se esforzaban por dedicar una hora de su día a pesar del trabajo, la familia y miles de responsabilidades más para rezar por los no nacidos, fue un empuje de esperanza y fuerza para mí. Muchos llegaban corriendo del trabajo y se apuntaban a venir a rezar al abortorio en su única hora libre de comer, otros venían con sus niños pequeños! Otros se apuntaban al último turno de noche al acabar su jornada laborar a pesar de estar cansados y que el abortorio estuviera ya cerrado.

Todos estos gestos de amor me ayudaron a mí para concienciarme cada día más de que realmente una hora de nuestra vida puede salvar una vida entera, y de que no vale la pena, ¡VALE LA VIDA!

Por otro lado, todo el equipo de coordinación y capitanía  de 40 Días por la Vida Barcelona fue una profunda fuente de inspiración para mí. De ellos aprendí y me empapé de todo lo que necesitaba para traer la campaña a Tarragona y hacer las cosas correctamente.

Ejemplos para mí de esfuerzo, dedicación, entrega para tirar adelante esta campaña de 40 Días en Barcelona por la vida de los más vulnerables que son los niños en peligro de ser abortados. Ejemplos a seguir y tienen toda mi admiración.

¿Qué supondrá iniciar en septiembre una nueva campaña en Tarragona?

Supondrá para todos un corazón abierto a dar ese gran SÍ al gran llamado que Dios nos hace en nuestra ciudad a unirnos por el fin del aborto. Supone una gran entrega de tiempo, sacrificio, AMOR. Él no nos necesita para salvar vidas, de hecho solo Él las puede salvar. Pero, sin embargo, quiere que nos entreguemos primeramente por amor a Él y segundo por amor a los demás. Esta lucha por amor a Dios y a la vida nos santifica y hace bien a las almas de los líderes, coordinadores, capitanes, voluntarios y todos los que participan de esta campaña, ya que supone una gran entrega y acción de amor y valentía que fortalece nuestra fe, dando testimonio público a todas las almas alejadas de Dios que nos ven cuando rezamos en la calle.

Me gustaría transmitir que no solo supone la entrega de los coordinadores y capitanes, sino la entrega de cada uno de los voluntarios, laicos y sacerdotes de toda la diócesis de Tarragona. Es una campaña de 40 días consecutivos de oración y ayuno delante del abortorio 12 horas diarias, desde las 9:00 de la mañana a las 21:00 de la noche, los 7 días de la semana, desde el 25 de septiembre al 3 de noviembre y llevarlo a cabo solo será posible con el Sí de cada uno. Dios quiere acabar con el aborto en Tarragona y el mundo entero, para ello quiere nuestro Sí y poder llevar a cabo esta gran obra de Amor y Misericordia que quiere derramar sobre nuestra ciudad para salvar vidas y lo más importante, almas.

¿Cómo han ido preparando el terreno este año?

Ora et labora. Por una parte, hemos ido tocando puertas a varias parroquias y sacerdotes proponiendo hacer misas, rosarios y adoraciones por la vida, ya que sabemos que la fuente es Cristo y sin la oración comunitaria y los sacramentos es imposible llevar esta misión a cabo. Por otra parte, hemos hecho varios cinefórums de películas provida como “Unplanned” que muestra la realidad del aborto y “Guadalupe, Madre de la Humanidad” patrona de los no nacidos, junto con charlas para concienciar sobre la gravedad del aborto en nuestra ciudad y el mundo entero.
Cuando dábamos las charlas me sorprendió la cantidad de católicos practicantes que no tenían ni idea de que había un centro abortivo en Tarragona. Gracias a Dios más católicos han ido despertando y por la gracia de Dios tenemos un grupo de voluntarios en el que vamos cada martes del año a rezar, día en que se realizan abortos en el centro. Ha sido un año de mucha oración, tiempo y esfuerzo de todos los voluntarios por perseverar y ahora Dios nos llama a darle un SÍ más grande que lleva mucho tiempo esperando para que el aborto en Tarragona llegue a ser impensable. Durante un tiempo dudé si era el momento adecuado de inscribir a Tarragona como campaña oficial, pero obtuve una respuesta inmediata gracias a la advocación de la Virgen de Medjugorje: “Esperas un Sí, pero el que está esperando tu Sí soy yo”.

¿Cómo se pueden apuntar las personas que vivan en Tarragona?

Se pueden apuntar inscribiéndose en este link https://40diasporlavida.online/inscripcion.php?idcampana=38,

enviándome un mensaje al 644577435 o un correo electrónico a [email protected]

También se pueden unir a nuestro grupo de WhatsApp general de 40 Días por la Vida Tarragona para estar al tanto de todas las actividades provida que hacemos en la ciudad  https://chat.whatsapp.com/I2Lx6JYlm8IA5RREBZWfBo

Por último pero lo más importante, quiero dar gracias a Dios por llamarme a formar parte de este movimiento en favor de la Vida, no tengo ningún mérito, todo ha sido fruto de su gracia y misericordia. Y por otro lado me gustaría pedir a los hermanos que lean esta entrevista que recen por mí, para que sea perseverante y pueda cumplir la voluntad de Dios en esta misión y por los frutos de la nueva campaña que empezamos en Tarragona el 25 de Septiembre.

Para finalizar, para el que no lo conozca todavía, ¿puede explicar qué es 40 Días por la Vida?

40 Días por la Vida es la campaña de oración provida más grande del mundo que tiene como objetivo poner fin al aborto a nivel local a través de el ayuno y la oración pacífica delante de los centros de abortos durante 40 días consecutivos.

Oramos en turnos de una hora portando carteles con los mensajes de la campaña, ofreciendo ayuda y dando testimonio de la realidad del aborto. Consta de 1 millón de voluntarios, presente en 681 ciudades, 65 países y con frutos de hasta 24.801 bebés salvados, 261 conversiones de trabajadores de la industria del aborto y 154 centros abortistas cerrados.

Para más información: https://40diasporlavida.online/

Por último quiero dar las gracias a mi madre, con la que he estado este año trabajando mano a mano para que la campaña de Tarragona se pueda realizar y que será la coordinadora general de vigilia.

Muchas gracias por leer la entrevista y que Dios os bendiga.

Por Javier Navascués