Miquel Blanc: “Si nuestros mayores rezan en vez de ver tanta televisión el mundo volverá a ser cristiano”
Miquel Blanc es una persona comprometida con varios apostolados en la Iglesia. En esta ocasión nos habla de los Retiros de Emaús para gente mayor, en el que los nietos llevan al retiro a sus abuelos. Tras el éxito de la experiencia en Madrid quiere llevarla a Barcelona y a diferentes residencias de España.
¿Por qué considera que es muy positivo hacer Retiros de Emaús para gente mayor?
Porque se cierra el círculo de todos los Retiros de Emaús, no es una novedad más, es el Emaús adaptado más importante de todos, porque:
Nuestros mayores están a la puerta de la vida eterna, de dar cuentas de su vida a Dios.
Lo primero es que este Emaús les propicie un encuentro con Dios cuando aún están a tiempo.
Lo segundo, la forma natural de la transmisión de la Fe, es de arriba hacia abajo, nos encontramos muchísimos casos que ya no es así y son los hijos y los nietos de Emaús, Effetá y Bartimeo, los que nos traen a sus abuelos sin Fe al retiro.
Lo vimos en el primer Emaús 3ª Edad llamado San Simeón y Santa Ana. Cuando lo presencié se me ponía la piel de gallina y se me saltaban las lágrimas, me parecía insólito ver como los abuelos llegaban a la casa de retiros el sábado por la mañana acompañados por sus nietos que vestían la camiseta de Effetá.
Aunque solo Dios sabe cuándo nos va a llegar la hora a cada uno y también muere la gente joven, en teoría a la gente mayor le queda menos tiempo para presentarse ante Dios…¿Por qué muchos no quieren ver esta realidad?
Está claro que en la sociedad que vivimos no queremos saber nada de la muerte, vivimos como si nunca fuéramos a morir, o vivimos en una autocompasión enfermiza, nos perdemos lo mejor de la vida. Cada etapa tiene su propósito y la de nuestros mayores es interceder e iluminar con su sabiduría a su descendencia.
Por lo tanto, es importante, preparar el alma para partir y arreglar asuntos pendientes…
Sin duda, la tarea mas importante que todos tenemos entre manos es prepararnos para el examen final que llega en el momento de la muerte.
Muchas personas mayores tienen heridas muy grandes que no han podido cerrar en muchos años…¿Por qué nunca es tarde para sanarlas?
Lo vimos en el primer retiro de San Simeón y Santa Ana, resquemores profundos. Ancianas que llevaban muchos años sin hablarse con sus hijos, o que se lamentaban de que no les visitaban en la residencia, o que tenían heridas profundas sin sanar. Una tragedia llevarse esto a la vida venidera. Y este retiro puede ser definitivo en el momento que más lo necesita para aprender la difícil lección del amor, perdonarlo todo y amar incondicionalmente, al margen de si el amor es o no recíproco. Como decía San Juan de la Cruz, pon amor…
Nuestra descendencia, a veces tan perdida en el mundo, deberían ver en nuestros mayores el testimonio creíble del amor de Dios, es como un pegamento, todos nos enganchamos a las personas mayores que translucen el amor de Dios.
Por lo tanto, en este momento tan decisivo, que se juegan la vida eterna, lo primero es reconciliarse con Dios, lo segundo es ser operarios de la viña del Señor, operarios de la última hora, que comienzan a rezar por su familia, por todos sus “enemigos” y el Señor empieza a cerrar y sanar heridas y con sus oraciones a hacer verdaderos milagros en sus familias. Cuantos de Emaús debemos nuestra conversión, a la oración de nuestros mayores, yo mismo, se lo debo a las oraciones de mi tía abuela, Mari, teresiana, hermana del conocido escritor jesuita de los años 50, el Padre Jose Julio Martínez.
Quien, en mi peor momento existencial, con 18 años, me escribía cartas (que conservo) diciendo lo mucho que rezaba por mí. Cuando me casé con 33 años la llevé a mi boda, ella tenía 94 años. Y le dije: “Tía Marí, hoy se cumple aquello que me dijiste en tantas cartas en el momento más difícil de mi vida. Gracias”
¿Cómo fue la experiencia de este retiro en Madrid?
Muy emocionante, llena de ternura, nos dimos cuenta que se cerraba el círculo, es la piedra angular, que sostiene el edificio de la Fe, que se inicia con Emaús. Si nuestros mayores rezan, si en cada residencia, Dios nos concede encender una vela, que nuestros mayores se reúnan para rezar, por ejemplo, el Rosario. El mundo volverá a ser cristiano.
En este nuevo retiro ideado por el P. Javier Siegrist, participan los de Bartimeo, y el hijo conductor es el conocido pasaje de San Lucas 2, 22-35
Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Casi nada, imaginaros la misa de fin de retiro, la parroquia de Boadilla a reventar, de todos los de Emaús, Effetá y Bartimeo, recibiendo con admiración y desbordante afecto a sus abuelos, se cierra el círculo. Como Iglesia, nietos, hijos y abuelos unidos a Cristo, invencibles.
¿Por qué es tan gratificante y edificante ver a los nietos de Effetá que invitan al retiro a los abuelos y los caminantes de Emaús invitan a sus padres?
Porque el amor de Dios nos hace entrar en la comunión de los hijos de Dios, no hay gozo ni plenitud mayor. La experiencia de la misa de fin de retiro, lo más parecido al cielo. Algo inexplicable con palabras, vivir una eucaristía con toda la familia.
Todo el retiro, a diferencia de otros formatos, va encaminado a devolverles la esperanza, la alegría, lo mejor de la vida está aún por llegar. Todo el retiro es un enorme abrazo de Dios a personas mayores que lo han dado todo, que llegan algunos con muy poca esperanza, sin fuerzas, sin motivación.
Lo natural sería que un padre transmita la fe a sus hijos y este a sus hijos…pero, ¿por qué hoy se da este fenómeno que los jóvenes evangelizan a sus padres y abuelos?
Porque nosotros somos hijos de la revolución sexual que sacudió el mundo, en el 68 y llegó a España en el 78, con el inicio de la democracia. Era el final de un paradigma, de la cultura católica, de las tradiciones, y entramos de lleno en el globalismo y en la hipersexualización de la sociedad, esta nueva sociedad tan bien profetizada por San Pablo VI en Humanae Vitae.
¿En qué medida con este retiro se cierra un ciclo para todas las edades?
Porque entramos en el plan de Dios, devolver a nuestros mayores la ilusión de que su vida tiene propósito y sentido, sin ellos, estamos huérfanos en Dios. Ellos interceden por toda la familia, son vitales para el ecosistema familiar como las abejas los son para el ecosistema natural.
¿Con qué ilusión está preparando el retiro en Barcelona y qué frutos espera del mismo?
De Barcelona fuimos 4 y quedamos con el Padre Javier de intentar arrancarlo antes de fin de año, él nos dijo que nos ayudaría. Estamos en contacto con el obispado para organizarlo. Nuestra idea es también llevarlo a residencias, donde los ancianos con problemas de movilidad podrían participar sin problema, los costes serían mucho mas reducidos que en una casa de retiros convencionales. Pero también lo haremos en casas de retiros porque es mucha la expectación que genera y muchos hijos y nietos que quieren traernos a sus mayores.
Una de las claves de Emaús en los comienzos, fue la fraternidad que vivimos entre grupos y después con los de Effetá. Este retiro nos devuelve de lleno a la misión de Emaús, que es la comunión. Ya solo de palabra tenemos muchos ancianos apuntados.
¿Hasta que punto sería interesante que se puedan dar este tipo de retiros en las residencias de toda España?
Es la clave, encender velas (grupos de oración) en las residencias, en vez de poner a nuestros abuelos frente a una televisión, viendo como se van apagando y ponerlos a rezar, a interceder por tantas necesidades, primero por su alma, segundo por su familia, tercero por el mundo.
Por Javier Navascués
5 comentarios
El que reza el rosario despreciando la liturgia de las horas es como aquel que le pone perejil a su san Pancracio y luego no aparece por Misa.
Dejar un comentario