Noelia Pérez Lorente (abortó 8 veces): “Sanar el trauma postaborto es sanar toda la vida”
Noelia Pérez Lorente es vocal de Violencia contra la Mujer en AMASUVE. Tuvo ocho embarazos que terminaron en aborto.
¿Cómo conoció AMASUVE y por qué decidió involucrarse en esta asociación?
Cuando nació mi primer hijo vivo, hace cuatro años, sufrí depresión postparto. RedMadre Sevilla me ayudó muchísimo, ofreciéndome la oportunidad de realizar terapia psicológica con una psicóloga voluntaria de su organización. Yo ya había realizado terapia antes para poder salir del ciclo de la violencia.
Creía estar “sanada” y, además, tener todas las razones para sentirme feliz, pues había formado una preciosa familia y no entendía por qué me sentía tan mal. Gracias a la terapia pude ser consciente de que la depresión postparto venía a darme la oportunidad de sanar algo que aún no había sanado: la pérdida de mis hijos/hijas no nacidos y, el poder, al fin, elaborar el duelo por sus pérdidas.
Pude reconstruir el vínculo con mis hijos/hijas no nacidos y darles su lugar en el sistema familiar, y así, también, pude reconocerme como madre de mis 9 hijos (8 no nacidos y 1 nacido, por aquel entonces). Después de estas tomas de consciencia y de este trabajo, mi psicóloga me recomendó visitar el perfil de Leire Navaridas.
Lo hice y ella me encantó. Por primera vez, sentía que ella ponía en palabras todo lo que yo sentía y había estado sintiendo. Decidí ponerme en contacto con ella, hablamos, le conté mi historia y me introdujo en el grupo Unión Postaborto.
¿Cómo se fue integrando en AMASUVE?
Al cabo de un tiempo Leire me ofreció la oportunidad de ayudar de forma voluntaria a otras mujeres a superar el trauma postaborto, pues yo tenía la experiencia de haber podido superarlo. Por supuesto le dije que sí. Y desde entonces, hasta hoy.
Decidí involucrarme en esta asociación porque estoy al servicio de la vida y así la vida lo quiso. Porque siento que es aquí donde debo de estar, ya que yo viví situaciones muy parecidas a las de las personas que acompañamos; si yo pude superarlo y reconstruirme gracias en parte, a la ayuda que me ofrecieron, ellas también pueden, y también se lo merecen.
Yo devuelvo a la vida lo que un día la vida me dio, esto es, la oportunidad de salvarme y de vivir desde el amor. Es también, para mí, una forma de honrar la memoria de mis hijos/hijas no nacidos, y de dar a conocer al mundo, a través de mi testimonio, una verdad que es tabú en la sociedad, pero que la sufren muchas mujeres en silencio y que se cobra muchas víctimas y vidas.
¿Cómo le ayudó a sanar su trauma por haber abortado varias veces?
Antes de conocer a Leire (presidenta de AMASUVE), yo ya había podido sanar el trauma postaborto, y hacía tiempo que ya había salido del ciclo de la violencia y de relaciones abusivas. Ya había podido elaborar, también, el duelo por mis hijos/hijas no nacidos; el vínculo con ellos estaba reconstruido y vibraba en el amor.
Pero AMASUVE, le dio la oportunidad de dar un paso más. Un paso muy importante para usted…
Este paso fue poder reparar el daño y darle un sentido a lo que me había pasado, entregándome a acompañar y a ayudar a otras personas que estaban pasando situaciones similares a las que yo pasé.
También, vencí todos mis miedos y pude ofrecer mi testimonio de manera pública porque sentí que era importante hacerlo. Esto para mí fue un gran paso porque siempre mi historia fue mi gran secreto, al mismo tiempo que un lastre que llevaba conmigo.
Cuando lo hice me sentí libre, con toda mi integridad y dignidad. Ya no tenía nada que ocultar, vencí el miedo a ser rechazada o juzgada, pues el impulso de amor que me llevaba a mostrarme tal como soy era más grande y poderoso que el miedo que pudiera sentir.
Pude mostrar al mundo quién realmente soy: una mamá de 10 hijos/hijas, superviviente de la violencia. Fue un acto de amor propio, pero, también, de amor por mis hijos/hijas y por la vida para que las personas, que están viviendo o han vivido una situación parecida y se sienten solas en su dolor, sepan que hay salida y que no están solas.
Para que se conozca la verdad tras el aborto. Para que las mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad, que contemplan el aborto como la solución ante el “problema", sepan que esa no es la salida. Y para las que, además, sufren violencia de su pareja, sepan que el aborto sumará más violencia y más dolor, y que las personas que la abocan al aborto, así como los mismos médicos del abortorio, las dejarán solas después de abortar y que, muy seguramente, seguirán con el hombre que las violenta, o repetirán patrón.
¿Por qué desde AMASUVE han decidido hacer una campaña para recaudar fondos para pagar terapias a madres y padres con trauma postaborto?
AMASUVE está al servicio de las víctimas del aborto. Además del bebé, también lo son sus padres. En especial, y de manera directa, la madre.
En AMASUVE acompañamos a estas personas en el trauma que les dejó el aborto provocado, y también les ofrecemos terapia psicológica con profesionales.
Para el trauma postaborto no contamos con recursos públicos, es por ello que creamos esta campaña de Crowdfunding para pagar las sesiones de terapia a estos profesionales, para que puedan seguir atendiendo a estas personas que por sus propios medios no pueden costeárselas.
Desgraciadamente muchas personas que sufren este trauma no tienen medios para pagarse estas terapias…
Así es. El aborto no entiende de clases sociales y tanto la mujer rica como la pobre pueden abortar. Sin embargo, normalmente, la mujer embarazada en situación de vulnerabilidad (por no tener recursos, por ser joven, estudiante, o por encontrarse en una situación de dificultad) es la que más es abocada al aborto, precisamente por no tener medios para cuidar del bebé, o por depender de un hombre que la maltrata, por ejemplo.
Después del aborto, su situación no cambia y siguen sin medios, e incluso metidas en una espiral de violencia, desamparo y desamor. El trauma postaborto es un trauma vivido en la más profunda soledad, y que, además, estás mujeres (y hombres) sufrirán durante toda su vida, si no disponen de ayuda para superarlo.
¿Por qué es tan importante que hagan estas terapias?
El aborto es el resultado de una relación disfuncional entre el hombre y la mujer, a la que, además, en muchos casos, se le añade la violencia. El aborto solo es la punta del iceberg, debajo se esconde toda una infancia rota, una adolescencia pobre en educación afectivo-sexual, relaciones disfuncionales y, en muchos casos, historias de malos tratos, abusos y violaciones.
Son vidas llenas de violencia y, el aborto, es una violencia añadida. Tenemos que ser conscientes de que la mujer no puede salir sola del ciclo de la violencia; necesita ayuda.
Sanar el trauma postaborto es sanar, en realidad, toda su vida. Es encontrar la paz, el perdón y encontrarse de nuevo a sí mismas; reconstruirse y vincularse con el amor de sus hijos/hijas no nacidos. Reconstruir sus vidas, vibrar en el amor y salir del ciclo de la violencia.
¿Cómo mejora la vida de quien las hace?
Sus vidas no mejoran, pues antes de la terapia y del acompañamiento sobrevivían como podían. A eso no se le puede llamar vida. Después de la terapia, y de sanar, vuelven a nacer, vuelven a la vida. En mi caso, la primera terapia que recibí fue, en principio, para poder salir del ciclo de la violencia. Fue una terapia grupal que la ofrecía el Instituto Andaluz de la Mujer a las mujeres víctimas de violencia.
Para mí fue un antes y un después en mi vida…, pues durante casi dos años de terapia, pude ser consciente de que no era un “bicho raro” y que esto que me pasaba le pasaba también a más personas. Pude poner nombre a lo que me pasaba y a lo que me había pasado. Pude también llorarlo mucho y ser consciente del origen en la infancia y adolescencia.
Yo era uno de los casos más peligrosos que tenían, por el riesgo de muerte debido al nivel de violencia que recibía. Todas las semanas me llamaban para asegurarse de que seguía con vida, pues, a pesar de que mi pareja tenía una orden de alejamiento hacia mí, seguíamos viéndonos.
Gracias a la ayuda que me ofrecieron y a mi trabajo terapéutico, salvé mi vida. Volví a vivir, porque antes solo había estado sobreviviendo a las circunstancias que creía que me tocaba vivir. No es solo “mejorar” sus vidas, es rescatarlas, salvarlas.
¿Si consiguen los 3000 euros a cuántos padres podrían ayudar?
Podremos ayudar a nueve mamás y a un papá. En terapia de seis sesiones, aunque si necesitan más, las tendrán.
https://www.ihelp.org.es/causa/apoyo-a-madres-y-padres-en-el-trauma-postaborto/
Por Javier Navascués
1 comentario
Pero siento decir que no es real cuando habla de todos sus hijos abortados como "no nacidos". Habla del aborto cuando lo ejercen otras mujeres, y de sus propios hijos abortados como "no nacidos" .
Siento decir que ocho hijos abortados no es lo mismo que ocho hijos no nacidos.
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