Un militar de honor denuncia con firmeza cómo quieren desacralizar y profanar el Valle de los Caídos
Entrevistamos al coronel del Ejército de Tierra Lorenzo Fernández Navarro de los Paños y Álvarez de Miranda, que fue hace unos años destituido y arrestado por realizar un informe confidencial sobre la ley de la memoria histórica, aprobada por el Gobierno de Zapatero. En esta ocasión habla de la gran desacralización y profanación que sería expulsar a los monjes del Valle de los Caídos y convertir ese lugar en un parque temático de los horrores de un bando, blanqueando los crímenes del Frente Popular.
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Esa ley de memoria democrática es una ley inicua y sectaria, que debería ser condenada por los organismos nacionales e internacionales que tanto hacen gala de defender los derechos humanos. Con ella se está justificando a asesinos revolucionarios y genocidas religiosos, y agraviando a sus víctimas y a quien los derrotó. Conviene recordar que, por entonces, los socialistas eran marxistas y admiradores de la revolución rusa, y que ya fueron el principal instigador de la revolución de octubre de 1934, donde se incrementaron los incendios de iglesias y conventos, que ya habían comenzado nada más declararse la segunda república, y se empezó el genocidio religioso, con el asesinato de varias decenas de eclesiásticos, el cual continuó con toda su crudeza tras el estallido de la guerra en 1936, hasta alcanzar unos 7000, más varios miles de laicos; pues esa gente del Frente Popular no eran verdaderos demócratas sino asesinos revolucionarios y genocidas religiosos. Para hacerse una idea de hasta qué punto, un delegado que enviaron a un congreso en Moscú, durante el primer año de la guerra, les dijo: "España ha superado en mucho la obra de los Soviets, por cuanto la Iglesia en España ha sido completamente aniquilada".
¿Por qué un gobierno que también alardea de defender los derechos humanos querría hacer una ley como esa? ¿Órdenes de la logia, ignorancia histórica y "democrática", cainismo?
También habría que organizar jornadas de oración y ayuno para todos los católicos de bien(sin esperar permisos de conferencias, etc) ante la posibilidad de que se profane la Basílica y el Valle donde reposan más de 33000 fallecidos.
Del Vaticano no esperen nada. Sólo los laicos podremos hacer algo como bien dice este coronel.
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