Análisis a fondo de Claudia Sheinbaum, presidente de México, y su progresismo globalista anticristiano
Juan Carlos Monedero es Licenciado en Filosofía por la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA). Es argentino y es el homónimo del fundador de PODEMOS. Autor de cuatro libros dedicados a la guerra cultural contra el Nuevo Orden Mundial. Docente, casado y padre de dos hijos. Es escritor desde hace quince años. De intensa presencia en las redes sociales, promueve su trabajo a través de la Academia “Catena Aurea” (Cadena Dorada), iniciativa que toma el nombre de la obra de Santo Tomás de Aquino, donde el Aquinate recopila los comentarios de los Santos Padres a los Cuatro Evangelios, versículo por versículo.
¿Quién es Claudia Sheinbaum?
Como tú sabes, no soy mexicano. De modo que corresponde que explicite mis fuentes, en este caso, el periodista Jorge Santa Cruz, junto con otros datos que he podido recopilar.
Sheinbaum es una mexicana de origen judío que ha militado siempre en la izquierda. Sus dos apellidos –como ella lo ha dicho– son judíos. Ella afirma que sus abuelos paternos emigraron a México, procediendo de Lituania, y que sus abuelos maternos eran sefardíes que llegaron a México de Bulgaria. Dice que sus padres nacieron en México y que su familia no es muy observante de la religión judía. Asegura que es cercana a la comunidad judía porque sus abuelos celebraban, ella incluida, todas las fiestas judías. Su padre es químico y su madre bióloga. Ambos fueron militantes activos de la izquierda en los años 60’.
En 1986, siendo estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sheinbaum formó parte de la militancia izquierdista que cuestionó las reformas del rector Jorge Carpizo. Formó parte del Consejo Estudiantil Universitario. Estudió la carrera de Física en la UNAM, donde obtendría la maestría en Ingeniería Energética y el doctorado en Ingeniería Ambiental.
En 1987 contrajo matrimonio con el fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD). En el año 2000, fue nombrada Secretaria de medio ambiente de la ciudad de México por el todavía presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de quien ya no se apartaría más. Se desempeñó como jefa delegacional en Tlalpan (2015-2017) y fue elegida como jefa de gobierno de la capital de México, a finales del 2018, concluyendo en estos días su mandato.
¿Qué supone su llegada a la presidencia?
Supone la consolidación del sistema democrático liberal, cuyo fundamento –la soberanía popular de Rousseau, no de Francisco Suárez– es incompatible con el reconocimiento de Dios como origen del poder político.
En particular, supone la continuación de todo lo malo de AMLO. Ciertamente, la oposición a Sheinbaum ha comenzado a clamar que “la democracia peligra”, un recurso típico usado en todos los países y por todas las fuerzas políticas. Los opositores sostienen que un partido con mayoría en el congreso hará posible todas las reformas que ellos quieran, sin frenos, y que eso sería peligroso porque constituye “autoritarismo”. Según ellos, la democracia peligra si no hay contrapesos entre los poderes.
Todo este planteo está mal elaborado desde la base. Las medidas de gobierno no son buenas o malas porque provengan de políticos más o menos votados. Sí, Sheinbaum ha sido la candidata más votada en las elecciones. Sí, ha ganado con casi el 60% de los votos. Pero tenemos que distinguir entre legitimidad de origen (legal) y legitimidad de ejercicio. Un excelente candidato no es necesariamente un buen gobernante.
En todo caso, la mentalidad liberal pretende contrapesos de poderes políticos pero condena los contrapesos de poderes económicos. El error socialista es el exactamente opuesto. Por eso es importante, desde una doctrina clásica, superar estas falsas disyuntivas. InfoCatólica nos permite hacerlo.
¿Considera importante que sea la primera mujer presidente?
Considero importante que los mandatarios de un país sean personas honestas, inteligentes, con buena doctrina, con conocimiento técnico, experiencia y temor de Dios. Buena doctrina Sheinbaum no tiene. Su ideología es el progresismo globalista anticristiano, por todos conocido, “apocalipsis climático” y Agenda 2030 incluida. Temor de Dios, parece que tampoco. Lo único importante que los mandatarios de las naciones tomen medidas en línea con el bien común de las patrias. Pero para eso hay que considerar el bien como una categoría inmutable. Sin tener buena doctrina, ¿un gobernante puede tomar buenas decisiones y hacer el bien a su país? Puede, accidentalmente, porque no son malas todas las obras de quien piensa mal. Sería reduccionista decir que sólo puede gobernar bien quien tenga buena doctrina. Pero es más difícil.
¿En qué medida Sheinbaum es la continuación de López Obrador?
De entrada, diría que continúa en cierta forma la política económica, pues AMLO anunció que su Secretario de hacienda –Rogelio Ramírez de la O– seguirá en el puesto. Además, Sheinbaum ha prometido continuar con los programas sociales (pensión universal a los adultos mayores, becas para estudiantes, madres con hijos, jóvenes desempleados a quienes se asignan labores). No veo nada malo en estos programas, al menos a priori.
Todo indica que se continuaría con la política de seguridad, a pesar de que durante el gobierno de AMLO se han cometido casi 190 mil homicidios: una cifra sin precedentes en la historia mexicana. Lógicamente, la escalada de violencia no es únicamente imputable a los últimos seis años. México sufre este flagelo hace tiempo pero lo cierto es que la administración de AMLO no ha logrado revertirlo.
¿Cuál es el balance de AMLO en este sentido y cómo se ha desplegado el crimen organizado en México durante su gobierno?
El balance es negativo. Además de esos 190 mil homicidios, se sabe que durante los seis años de AMLO han desaparecido más de 40 mil personas.
Por otra parte, es público que el gobierno de EEUU investigó a AMLO bajo la sospecha de haber recibido financiación electoral de parte del cártel de Sinaloa (principal fabricante de fentanilo en México) en el año 2005. Hace unas cuantas semanas, la periodista mexicana Anabel Hernández publicó un libro titulado La historia secreta. AMLO y el Cártel de Sinaloa, donde denuncia la vinculación de López Obrador con este grupo criminal. Se habla de crímenes tales como el secuestro y la trata. Lo menos que se puede decir es que el gobierno no ha sido eficaz en la eliminación de la corrupción, consintiéndola desde el gobierno. Se dejó crecer el narcotráfico así como toda una red de actividades delictivas derivadas.
¿Hasta qué punto Claudia Sheinbaum es una mujer de paja, que puede ser depuesta según convenga?
Para responder a tu pregunta o al menos acercarme a ello, tengo que refrescar ciertos hechos y ponerlos delante de nuestra consideración. Antes de la votación del 2 de junio, entre los candidatos hubo tres debates. En el primero, Sheinbaum se dedicó a presumir de sus logros como jefa de gobierno de la ciudad de México, cargo en el que estuvo casi 5 años. Parece que esta jactancia disgustó a AMLO, quien la reprendió dos veces –aunque de forma elíptica– a través del periódico La Jornada: (1) ‘‘¡Claro que tengo padre!’’, sostenía la adorada mano: ‘‘Si no, ¿cómo estaría yo aquí?’’; (2) “Fue tanta la preocupación por ganar la batalla, que se olvidaron de los logros conseguidos por un fuerte liderazgo y muchos y leales profesionales, ¡que vaya que los hubo!”.
En los siguientes dos debates, Sheinbaum ofreció dar continuidad al gobierno de AMLO y evitó responder a los comentarios de la candidata opositora, Xóchitl Gálvez, sobre la presunta corrupción de los hijos de López Obrador y de personas muy cercanas a él.
Estos datos permiten pensar que existe un ascendiente de AMLO sobre Sheinbaum. Sin embargo, como bien tú sabes, en política todo puede pasar. Por tanto, nadie puede predecir cómo se comportará ella cuando reciba la banda presidencial. Además, el poder funciona como las acciones de una empresa: cambia todo el tiempo. Hay una especie de ajedrez político, donde cada protagonista evalúa sus posibilidades permanentemente e intenta escalar para acumular más influencia.
En términos de agenda feminista, ideología de género, cambio climático, etc., ¿qué podemos esperar de Claudia Sheinbaum?
Podemos esperar que, siguiendo firmes instrucciones globalistas, su gobierno lleve adelante –a través de los programas educativos oficiales inspirados en la guerra psicopolítica– toda la escoria progresista. Campañas mediáticas permanentes, modificaciones de las leyes vigentes. No se puede descartar presiones a los jueces.
Por tal motivo, es importante que todos los mexicanos de bien comiencen ya a organizarse y articularse para luchar por el bien común. Las cabezas doctrinarias deben definir los discursos. Los hombres de acción y doctrina deben dirigir las campañas. Los técnicos deben ofrecer sus cualidades a los primeros y ejecutar. Los empresarios católicos deben aportar ideas y dinero. Todos deben colaborar. ¡El combate no es exclusivo de un sector!
¿Qué sabemos acerca de la relación entre Sheinbaum y la religión cristiana?
En una festividad cívica del 5 de mayo –donde se conmemora el triunfo de las fuerzas mexicanas sobre los franceses, en las afueras de la Ciudad de Puebla, año 1862–, Sheinbaum portó una imagen de la Virgen de Guadalupe en su falda. También ha visitado la Basílica de Guadalupe y se ha retratado muy sonriente con el rector de este santuario. Cuando desempeñaba el cargo de jefa delegacional en Tlalpan, en 2016, ella ha negado que vaya a cerrar templos. Como te dije, he chequeado estos datos con Santa Cruz.
Es previsible que ella no pretenda colisionar abiertamente con la jerarquía y los fieles. Como política revolucionaria contemporánea, seguramente sabe utilizar el camuflaje y el engaño así como sutiles estrategias propias de la guerra psicológica. En efecto, si Sheinbaum exhibiera claramente el anticatolicismo propio de la ideología globalista que transpira por todos los poros, su imagen política se resentiría.
Al igual que en otros países, todo indica que se optará por la promoción de la agenda del aborto en cualquier etapa de la gestación, el feminismo y la ideología de género a través de la educación. Se espera la divulgación de todo el vocabulario progresista, cargado como está de precipicios semánticos. No olvidemos la confusión en torno al calentamiento global y el cambio climático. Sheinbaum fue parte, en el 2007, del grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático de Naciones Unidas. Recordemos que el declamado apocalipsis climático es una de las excusas de los globalistas para fomentar familias menos numerosas y así reducir la población.
¿Con qué velocidad empujará Sheinbaum todo esto?
Aquí también vale lo anterior: no son planes escritos en piedra. Se van acomodando, acelerando o desacelerando, según la magnitud de la resistencia que se genere. Ahí entran en escena los católicos mexicanos: cuanto más y mejor luchen estos, menos podrá avanzar el anticristianismo.
También es previsible que se sancione a aquellos que denuncien abusos del gobierno de Israel, de los soldados judíos, etc., con el pretexto de que son “antisemitas”. Un comodín sumamente conveniente para desviar la atención.
En el orden económico y social, ¿qué consecuencias prácticas va a tener su gobierno?
Hasta donde he podido investigar, se mantendría el apoyo financiero a Petróleos Mexicanos (que es la petrolera más endeudada del mundo). Además, se terminaría de construir una nueva refinería en el estado de Tabasco –del que es oriundo AMLO–, se acabaría de edificar el Corredor Interoceánico en el Istmo de Tehuantepec. Se seguiría fomentando que el pequeño aeropuerto Felipe Ángeles desplace al de la Ciudad de México, que necesita mucho mantenimiento y mejoras. Se continuaría con la política de seguridad de “abrazos y no balazos".
Aquí valen aclaraciones para evitar tanto una visión progresista de la delincuencia como una visión derechista simplota. Las naciones tienen el deber de combatir con la fuerza pública la delincuencia. La seguridad pública es parte constitutiva del bien común y la propiedad privada es parte del derecho natural. Ahora bien, es innegable que la falta de oportunidades predispone o al menos facilita la violencia y la realización de ciertos crímenes. Por tanto, la violencia delictiva debe ser atendida en sus raíces (prevención) y en sus manifestaciones (represión). Se debe fomentar una fuerte ética y atajar el problema antes de que surja. La violencia de la delincuencia es, muchas veces, una salida desesperada luego de que todo lo anterior no funcionó. Por eso, estoy convencido de que debe fomentarse –especialmente en los vulnerables– las oportunidades de desarrollarse como personas, con trabajos dignos, con educación, con vivienda y con ingresos suficientes que garanticen sus necesidades primarias.
Desgraciadamente, los mexicanos en este tema son empujados a una dialéctica de péndulo. La opinión pública es llevada, como una pelota de ping pong, de un extremo de la mesa a otro: los progres disculpan a los delincuentes con toda clase de sofismas, la derecha simplota los desprecia sin ver su situación mientras son pocos los que realmente buscan el bien de ellos.
¿Qué oposición o resistencia puede haber frente a este gobierno de ideas anticristianas?
La doctrina católica, la doctrina clásica y la ley natural habilitan distintos grados de resistencia ante toda orden injusta, provenga de autoridades políticas o eclesiásticas. Es un deber de los católicos, especialmente de los que han recibido el sacramento de la Confirmación y son Soldados de Cristo, organizarse para resistir el mal, especialmente si viene del poder político, en una escalada que puede habilitar una resistencia pasiva legal, resistencia activa legal, resistencia pasiva ilegal, resistencia activa ilegal e incluso un levantamiento civil.
Tengo entendido que, en México, la oposición está muy desprestigiada. Hasta el momento, no se han visto protestas y marchas multitudinarias luego de los resultados de las elecciones. Sin embargo, hay muchas sospechas de fraude electoral. Mis fuentes prevén poca resistencia en la sociedad en general. Es posible que, a nivel de las familias que aún conservan su fe católica, la reacción sea mayor. Así lo esperamos y trabajaremos para ello.
Por Javier Navascués
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