Entrevista a Monseñor José Jaime Brosel, nombrado canónigo en la Basílica Papal Santa María la Mayor
Monseñor José Jaime Brosel Gavilá, rector de Santa María de Montserrat de los españoles en Roma, ha sido nombrado canónigo de la Basílica Santa María la Mayor. Es tradición que uno de los canónigos sea español. Aprovechamos la ocasión para hablar con él de su nombramiento en esta importante basílica, con rica vinculación española, así como de Santa María de Montserrat de los españoles, conocida también como Iglesia Nacional española en Roma, que igualmente está muy relacionada con nuestra patria.
¿Qué supone para usted ser nombrado como canónigo de la Basílica Santa María la Mayor en Roma?
La verdad es que experimento sentimientos contrapuestos. Por un lado, el agradecimiento al Santo Padre por este nombramiento para prestar mi servicio en una Basílica tan importante para la historia y la devoción mariana, y que tantos vínculos tiene con España. Por otro lado, siento la responsabilidad que esto supone.
¿Por qué está Basílica ha tenido siempre una vinculación tan estrecha con España?
Son numerosos los hechos históricos que vinculan a nuestra nación con esta Basílica. Es importante recordar los gestos de los Papas Borja hacia dicho templo. Calixto III acometió diversas obras de mejora y regaló la tiara con que fue coronado, aunque se perdió con el Saco de Roma de 1527. El cardenal Rodrigo de Borja fue arcipreste de este templo, y ya como Alejandro VI construyo el actual artesonado, dorado según la tradición con el primer oro llegado de América y regalado por los Reyes Católicos. San Ignacio de Loyola, tras su ordenación sacerdotal, celebró ahí su primera misa en la Navidad de 1538. La reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III, regaló un relicario de plata y oro para contener las reliquias de la Sagrada Cuna. Cuando este desapareció, durante la invasión napoleónica, fue sustituido por el actual, donado por la duquesa de Villahermosa en 1797.
Un momento importante fue cuando Felipe III puso la Basílica bajo la protección de la corona española. La generosidad de su hijo Felipe IV fue tal que, en el atrio del templo, se erigió la estatua del rey diseñada por Bernini y realizada por su discípulo Girolamo Lucenti. Esto son solo algunos ejemplos, a los que habría que añadir el vínculo afectivo y de piedad de los miles de españoles que han visitado y rezado en esta Basílica.
¿Por qué uno de los canónigos de la Basílica tiene que ser siempre español?
Estos vínculos a los que hemos hecho referencia llevaron al Papa Pío XII a conceder a España una serie de privilegios, que se recogieron en la Constitución apostólica “Hispaniarum fidelitas” de 1953. En ella, por ejemplo, se concedía la dignidad de “protocanónigo” al Jefe del Estado español, se disponía que en tres fiestas (san Fernando, la Asunción y la Inmaculada) se rezara por España y su Jefe de Estado, y finalmente, se señalaba que uno de los canónigos debía ser de nacionalidad española. Esto se mantiene en los nuevos Estatutos del Capítulo Liberiano que el Papa Francisco aprobó el pasado 19 de marzo.
¿Cuáles son las funciones que desempeñará como canónigo en la Basílica?
Todavía es pronto para conocer las funciones precisas. A raíz de los nuevos Estatutos, se pide a los canónigos la dedicación a la liturgia y a la pastoral en la Basílica, liberándolos del ámbito de la administración. Creo que es importante aprovechar para evangelizar ese momento de gracia que supone la entrada a este importante templo de tantísimas personas cada día.
¿Cómo va a compatibilizar su cargo con la rectoría de la iglesia Santa María de Montserrat de los Españoles?
No es extraño que el rector de la Iglesia nacional española sea también canónigo liberiano. De hecho, a partir de la “Hispaniarum fidelitas”, los dos primeros “canónigos españoles” fueron al mismo tiempo rectores de esta Iglesia: Mons. Miguel Roca Cabanellas y Mons. Justo Fernández Alonso. Tras ellos fue nombrado Mons. Juan Esquerda Bifet, quien es director espiritual de nuestra comunidad sacerdotal.
Ciertamente, desde el primer momento he entendido mi nombramiento como un reconocimiento a esta Iglesia nacional española de Santiago y Montserrat a la que sirvo.
Igualmente esta iglesia tiene una riquísima historia y una vinculación directa con nuestra patria… ¿Podría resumirla de forma muy breve?
Resumir brevemente esta historia es misión casi imposible. La Iglesia de Santiago y San Ildefonso fue creada en 1450 por la colonia de castellanos, mientras que la de Montserrat empezó a construirse en 1518 por los de la corona de Aragón. En ambas, la “nación española” que vivía en Roma celebraba su fe, desarrollaba obras de caridad y celebraba sus fiestas más significativas. Una de las tareas más significativas fue la acogida de peregrinos pobres y enfermos, para lo que contaba con diversos hospitales. Ambos templos se unieron en 1807, y, tras abandonar el templo castellano de plaza Navona, el templo de Montserrat se convirtió a partir de 1821 en la sede de la institución, y allí se trasladaron los sacerdotes y mucho de su patrimonio artístico.
Si nos centramos en algunos personajes de singular relevancia, en este templo predicó san Ignacio de Loyola, celebró la misa en numerosas ocasiones san José de Calasanz, están enterrados los Papas Calixto III y Alejandro VI, se acogieron los restos mortales del rey Alfonso XIII hasta su traslado a El Escorial, fue ordenado obispo el cardenal Merry del Val, Secretario de Estado con san Pío X, y aquí fue organista el gran compositor Tomás Luis de Victoria.
Desde diciembre de 1949. la institución acoge un Centro de investigación para sacerdotes diocesanos españoles, y trabajamos singularmente con proyectos de investigación referidos a la historia eclesiástica española, que se recogen principalmente en las publicaciones promovidas por esta institución.
¿Hasta qué punto suele haber numerosa presencia española en esta iglesia?
La comunidad española en Roma es importante. El perfil de nuestra feligresía es muy variado: desde quien reside de modo estable en esta ciudad, hasta quien pasa en ella varios años o varios meses, por trabajo o por estudios. Pero también quienes llegan a Roma varios días como peregrinos o turistas. Esto lo tenemos muy en cuenta a la hora de ofrecer una propuesta litúrgica y pastoral adecuada. Tenemos catequesis de primera comunión y de confirmación, actividades con universitarios, acogida a grupos escolares o parroquiales… Celebramos misa con niños y sus familias, y en la celebración dominical solemne siempre se interpreta el ordinario de la misa en canto gregoriano junto con piezas de autores clásicos españoles. También estamos atentos a las necesidades materiales, y son numerosas las obras de caridad que apoyamos.
Para el próximo Jubileo de 2025, la Santa Sede ha escogido nuestro templo como una de las doce “iglesias jubilares” donde los peregrinos podrán reunirse y, tras una breve catequesis y una bendición, emprender el camino hacia las Basílicas Patriarcales.
Por último, es a su vez Caballero Eclesiástico de la Orden del Santo Sepulcro, ¿Cuál es la función de esta Orden en la actualidad?
Ingresé en la Orden el año 2017 como un modo concreto de manifestar mi compromiso material y espiritual con Tierra Santa, que tantas necesidades tiene. Desde el año 2022 colaboro con el Gran Magisterio como miembro de la “Comisión Permanente para el examen de las propuestas de Nombramientos y Promociones”.
Por Javier Navascués
Crédito de las fotos: © Capitolo di Santa Maria Maggiore
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