Rosa María Ber: “Muy posiblemente el beato Palau sea proclamado un día santo y doctor de la Iglesia”
Rosa María Ber Miralles (1977) Casada y madre de familia. Hace siete años se encontró ante el cuerpo de un beato, era el carmelita Francisco Palau y Quer. Empezó a buscar, a leer… y quedó impresionada… ¿Cómo alguien así pasaba tan desapercibido? La Providencia empezó a moverlo todo. Sacerdotes, hermanas, seglares, vinieron en ayuda. Ahora se dedica a difundir la vida y obra de un grande de la Iglesia que aún tiene que “dar mucho que hablar…”
¿Puede hablarnos del beato Palau, las circunstancias de su época y su misión en la Iglesia?
El P. Palau nace un 29 de diciembre del 1811 en Aitona (Lérida). Aitona es un pueblo de santos. La más famosa entre ellos es Santa Teresa de Jesús Jornet, sobrina nieta del P. Palau, y el beato Josep Camí, mártir de la persecución religiosa del 1936.
Al P. Palau le tocó vivir tiempos muy convulsos. Nació en plena guerra de la independencia. Vio bien de cerca los motines antirreligiosos del 1835 en Barcelona, los que le hicieron saltar por una ventana de su convento de San José de Las Ramblas. Vivió la exclaustración de Mendizábal, la guerra carlista y epidemias, como la del cólera y la del tifus. De hecho, el P. Palau se contagió en la epidemia del tifus del 1872, atendiendo a los contagiados de Calasanz (Huesca). Murió en Tarragona el 20 de marzo de 1872.
Sufrió exilio (1840-1851), destierro (1854-1860), prisión (1835, 1857,1870), persecución de los de dentro y de los de fuera. Fundó la Escuela de la Virtud (1851- 1854) y fue escritor de varias obras: “Lucha del alma con Dios”, “La vida solitaria”, “Catecismo de las Virtudes”,” La Escuela de la Virtud vindicada”, “Flores del mes de mayo o Mes de María”, “La Iglesia de Dios figurada por el Espíritu Santo en los Libros Sagrados”,” Mis relaciones con la Iglesia”, “El Ermitaño” y también escribió en varios periódicos y revistas. Fue el fundador de los institutos religiosos que hoy se conocen como las Carmelitas Misioneras Teresianas y Carmelitas Misioneras. También de los Padres Carmelitas Terciarios de la Enseñanza, pero desaparecieron en la persecución del 36, mártires.
Se canta en el himno al beato: “Salve Francisco Profeta de Dios”. Creo que es la definición de toda su vida, además de Apóstol de la Iglesia.
¿Cuál fue su principal legado a la cristiandad?
Yo diría que su testimonio de vida en tiempos muy difíciles para la fe. Él siempre fue fiel a su profesión religiosa y eso fuera del convento, ya que su congregación fue suprimida. Vivió imitando al profeta Elías toda su vida (vivía en cuevas), preparando para recibir el doble espíritu de Elías a los que quisieran unirse a él en los desiertos. “Vivo y viviré por la Iglesia, vivo y moriré por ella”. Con su vida nos muestra el camino de la restauración. Volver a poner a Dios como prioridad de vida.
¿Qué nos puede decir de su faceta de predicador?
Nos dice el Señor en el evangelio de San Mateo: “Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis, dadlo gratis”. El P. Palau fue un predicador incansable, tenaz, astuto, … con un gran celo por las almas. Incluso en su exilio en Francia y en su destierro en Ibiza nunca dejaron de acercársele gentes para escucharlo, a pesar de que él buscaba la soledad, a solas con Dios, en oración y penitencia, pero Dios quería descubrir su santidad. La Virgen, la Iglesia y las Virtudes de María siempre fueron el centro de su predicación.
También realizó numerosos milagros…
Sí. En Aitona libró al pueblo de numerosas plagas, de la sequía y del cólera. Muchos milagros también se dieron a través de la imposición del santo escapulario. Dios le dio al P. Palau el don del conocimiento de conciencias, lo que hizo que muchos se convirtieran, incluso tres jóvenes, que, yendo a matarle, terminaron arrepentidos y confesados. A sus hijas espirituales les llegó a decir que si Dios le daba a conocer las enfermedades de sus cuerpos cuánto más la de sus almas.
En Francia un niño de tres años quedó paralitico, perdiendo también la vista de manera alarmante. Los padres acudieron al P. Palau, pero éste no les pudo atender prometiéndoles que rezaría por él. A los pocos días el niño estaba completamente sano. Curó a enfermos de toda clase. En Vallcarca le llevaron un mudo que tenía la boca cerrada desde hacía siete años, el joven habló, comulgó y se fue curado. En una ocasión comieron una familia con él y no habiendo más que una escasa ración, comieron todos.
Al final de su vida, después de haber estado en prisión, en Barcelona, por una denuncia a cargo de unos médicos, precisamente a causa de los milagros de Vallcarca, la hija del “cabecilla” y más vehemente perseguidor del P. Palau, enfermó gravemente, sin que su padre pudiera hacer nada para salvarla. Desesperado, acudió con su hija en brazos al P. Palau y su hija curó.
¿Cómo fue la Escuela de Virtud que creó y cómo se intenta revivir en la actualidad?
La Escuela empezaba en 1851 en la iglesia de San Agustín de Barcelona. Era una catequesis para adultos. Constaba de dos partes: doctrina moral (virtudes y vicios) y una segunda parte sobre apologética, las pruebas de la divinidad de la religión cristiana y de la pureza de su doctrina.
La patrona y maestra era Nuestra Señora de las Virtudes, a quien el P. Palau adjudicaba todos los éxitos de la Escuela y éstos fueron muchos. Acudían a ella de todas las clases sociales y barrios de Barcelona. Su fin era formar “amigos fuertes de Dios”, cristianos verdaderos… También en esto el beato anunciaba tiempos futuros de cristianos mundanos y carnales y un adormecimiento espiritual general. Lo que hoy es un hecho.
En la actualidad, desde hace casi tres años, gracias a un buen sacerdote que nos da las lecciones, hemos abierto otra vez el Catecismo de las Virtudes. También gracias al acompañamiento de las Carmelitas Misioneras Teresianas de Tarragona, donde está la casa madre, podemos tener la Escuela en el mismo lugar donde se encuentra el cuerpo del P. Palau. El beato quería que la Escuela se extendiera por toda España, pero por el destierro todo se truncó.
Esta catequesis no es otra cosa que la doctrina sobre las virtudes y vicios de Santo Tomás de Aquino. Pero el P. Palau lo dirige todo a María Santísima, pues Ella las posee todas en grado excelso. El P. Palau enseñará que la devoción a la Virgen es autentica cuando ésta se traduce en obras de virtudes, en imitación de la vida de María. Como San Luis María Grignion de Montfort, el P. Palau enseñará la verdadera devoción a María en su Escuela de la Virtud. ¿Sabe quién construyó el primer santuario mariano en Ibiza? El carmelita desterrado… El santuario sigue en pie, está en Es Cubells.
¿Cómo fue su devoción a la Virgen y su experiencia mística?
En el corazón del joven Francisco había una llamada: el Espíritu Santo lo llamaba a una entrega mayor a la Virgen, pero que iba mucho más allá, hacia la unión con la misma Iglesia. Al P. Palau se le descubre el misterio de la Iglesia a través de María, pero de manera progresiva, a través de las mujeres del antiguo testamento. Es en abril de 1864 cuando comprende que la Virgen queda totalmente “eclesializada”. Si Cristo es la imagen total del Padre, la revelación definitiva y total del Padre (Jn 1,18) María es todo esto de la Iglesia. Escribe el P. Palau: “Ver a María es ver a la Iglesia, contemplar a María es contemplar a la Iglesia, amar a María es amar a la Iglesia”. El capítulo XII del apocalipsis es el centro de su experiencia mística.
¿Por qué según él este mundo no verá una restauración sin María?
Nos dice San Luis María Grignion de Montfort que la salvación del mundo comenzó por medio de María y por medio de Ella debe alcanzar la plenitud. En el catecismo leemos que María es la imagen y comienzo de la Iglesia que llegará a su plenitud en el siglo futuro. Lo mismo dirá el P. Palau: “María es la figura perfecta y acabada de la Iglesia”.
En Genesis 3, 14-16 leemos: “Entonces dijo Dios a la serpiente: enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje, él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar”. Pues bien, la biblia de Jerusalén comenta este versículo con esta nota: “El texto hebreo deja entrever una victoria del linaje de la Mujer sobre el linaje de la serpiente. La traducción griega, que emplea otro pronombre, atribuye esta victoria a uno de los hijos de la Mujer y muchos Padres harán explícita esta interpretación mesiánica. La traducción latina (ipsa conteret: Ella quebrantará) asociará con el Mesías a la Madre de éste. (Ap. 12, 17)
Y en los escritos del beato encontramos: “Yo soy con mi Hijo cabeza de la Iglesia, así como Adán y Eva lo fueron de la raza humana según la carne”. “Por ello, si el hombre es esclavo de Dios y de la Iglesia, esta esclavitud ha de ejercitarse a través de María. Así como Cristo es el medio de enlace para llegar al Padre, María es el mejor lazo de unión con Cristo y con su Iglesia.”
Por todo lo dicho, podemos entrever que, en sus planes, Dios ha dispuesto que el triunfo del Corazón Inmaculado de María, tal como Ella misma anunció en Fátima, preceda al reinado de Cristo. Ella es el camino que Dios ha querido para que el hombre pueda conocer y amar a Jesucristo, preparando así el día de su reinado, “cuando Cristo entregue el reino a Dios Padre, cuando haya aniquilado todo principado, poder y fuerza. Pues Cristo tiene que reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies.” (1 Cor 15, 24-25)
¿Qué nos puede decir de su labor como exorcista?
Esto es muy importante conocerlo porque han ido circulando distintas opiniones que nada o poco tienen que ver con lo que sucedió en el barcelonense barrio de Vallcarca. El P. Palau cumplía una Misión dada por Dios a través de San Miguel Arcángel. Lo que se vio en Barcelona, en la Santa Cruz de Vallcarca, era la prueba dada por Dios al mundo para sanarle de su incredulidad sobre la realidad del infierno y el mal causado por los demonios en los cuerpos y, ante todo, en las almas.
Y es que se había perdido la creencia en la importancia del exorcistado. Muchos ya no creían en la existencia de los demonios, ni en su poder, malicia e influencia sobre los destinos del mundo. El P. Palau decía que San Miguel le ordenaba edificar casas de asilo para los poseídos y energúmenos. Su existencia probaría ante el mundo la existencia de los demonios y el poder de la Iglesia sobre ellos. Para poder realizar esta pastoral del exorcistado pedía insistentemente la creación de una orden de exorcistas extendida por todo el mundo bajo la dirección del Santo Padre.
Pero en todo se sujetaba a la obediencia a su obispo, en ese momento Monseñor Pantaleón Montserrat. Durante un tiempo el prelado le permitió realizar los exorcismos, pero, finalmente, tras denuncias y falsas acusaciones, se los prohibió y cerró la capilla de “Els Penitents”, en Vallcarca. Entonces fue cuando, con el permiso de su obispo, el P. Palau, fue a Roma en 1866 y en 1870 para explicar al Santo Padre la urgencia que él veía de relanzar la institución del exorcistado y la práctica de exorcismos. El P. Palau lo tenía muy claro: los demonios no serían lanzados al infierno sin el permiso de la jerarquía de la Iglesia.
Pero no hubo respuesta de Roma y todo quedó en nada. El P. Palau entendió que el Cielo le encomendaba otra misión, anunciar la Misión de Elías, profetizando que, hasta la aparición de esta Misión los demonios completarían su obra de maldad.
Quiero añadir que el nombre de la capilla de Vallcarca era el de Nuestra Señora de las Virtudes, pero como habitaban junto a ella unos discípulos del P. Palau, conocidos por “Els Penitents” (los Penitentes), las gentes le empezaron a dar ese nombre a la capilla. Providencialmente este nombre sigue en la gran ciudad, en el barrio Vallcarca y Els Penitents y en su estación de metro. Pocos lo saben.
¿Por qué fue tan perseguido y desterrado?
Como San Juan Bautista, por decir la verdad, por su manera de vivir, por los celos de algunos, las calumnias de otros… En fin, no es más el discípulo que su Maestro.
¿Por qué es una figura tan venerada por un gran exorcista como el P. Amorth y tan odiada por el demonio?
El P. Amorth en una entrevista en el año 2000, declaró que él seguía la línea iniciada por el P. Palau. En varios de sus libros pueden encontrar el nombre del beato. Muchos de los exorcistas formados por el sacerdote italiano conocen al P. Palau. Seguramente el P. Amorth fue uno de los que más comprendió el exorcistado del P. Palau. Y El demonio odia ferozmente al P. Palau porque él nos descubre su acción en el mundo de hoy y su inminente derrota por la Iglesia a través de la Inmaculada.
¿Cuál es el principal contenido de sus profecías y en qué medida siguen vigentes en la actualidad?
Bueno, primero me gusta recordar que el P. Palau fue un místico. Para hablar de sus profecías antes hay que conocer su vida y su mensaje, las profecías casi son su testamento, me atrevería a decir, testamento de amor a su prójimo, para que se convierta y se salve. Digo esto porque es al final de su vida cuando él se dedica más de lleno a dar estos avisos.
Su profecía abarca la acción de Satanás hasta su derrota definitiva por una intervención extraordinaria de Dios, como ya he dicho antes, una Misión especial, unos apóstoles especiales y al frente de ellos un Elías. El Elías prometido. Aquí se debe mirar al antiguo testamento y al apocalipsis. El P. Palau habla de una santidad y misión como nunca se ha visto antes, un misterio. Que traerá un tiempo de paz y gran primavera para la Iglesia, donde los hombres la verán y la amarán. Si vemos lo que dicen otros santos, sin duda el P. Palau está hablando del reinado de María.
Las profecías siguen vigentes en toda su plenitud, ahora más que nunca. Y no estoy hablando del fin del mundo, ni del anticristo. Se lo digo en palabras del beato: “El imperio del Mal levantado por Satanás en el curso de tantos siglos no puede ya retroceder del punto donde ha llegado, o bien ha de caer pronto o acabar con el catolicismo, lo segundo es imposible, sucederá lo primero.”
¿Por qué son tan desconocidas estas profecías y en general toda la obra del beato Palau?
Creo que, aunque se ha escrito del P. Palau, no ha llegado a la gente. Los escritos del beato no son fáciles. Luego está la acción del demonio. Pero también estoy convencida que es ahora cuando todo se hace más claro, incluso se hace indudable que él tiene una misión en estos tiempos.
¿Cómo pueden ayudar sus enseñanzas al cristiano de hoy?
El P. Palau insiste en un llamado: “¡Católicos, a las Virtudes!”, en un volver a ser como los primeros cristianos, en amor a Dios y al prójimo. Pasar del católico carnal al católico espiritual porque vendrán tiempos de grandes pruebas a la Iglesia.
Ponerse frente al beato, es ver a un Padre de almas, a un Elías, en cuanto al celo por la Gloria de Dios, por la Iglesia, y a un San Juan, en cuanto a discípulo amado y profeta en el Apocalipsis, libro preferido del P. Palau. Él se adelanta y muestra un camino al católico de su tiempo, pero sobre todo al católico de hoy.
¿Cree que algún día lo veremos en lo más alto de los altares?
Sin duda en tiempos futuros y muy posiblemente sea proclamado doctor de la Iglesia, por su doctrina mística sobre la Iglesia a través del misterio de la Santísima Virgen María, Madre, Hija y Esposa de Dios.
Por Javier Navascués
6 comentarios
Agradeço muito à entrevistada, pela acuidade das respostas e , assim, de forma pormenorizada, nos dar a conhecer, o suficiente, do nosso comum fundador.
A Igreja que ele tanto amou e pela qual deu a vida, a Esposa do Esposo, numa dimensão esponsal, que ele descobriu na sua vivência mística que eu diria ser praticamente única, pelo menos na profundidade!
Muito obrigada, pois.
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