Mongolia vuelve a blasfemar gravemente y el Instituto de Política Social busca llevarlos a los tribunales
La Revista Mongolia ha vuelto a vomitar una repugnante blasfemia antes de Navidad, como hiciera el año pasado, coincidiendo con el nacimiento del Niño Dios, algo inadmisible y que los católicos no debemos consentir. Debemos parar los pies a esta publicación blasfema y sacrílega mostrando nuestra más enérgica repulsa para evitar que vuelvan a mancillar el honor de Dios y nuestra santa religión.
Además de negar la existencia de Dios, denigra gravemente a la figura de Nuestro Señor y la Sagrada Forma con una vil alusión al LSD que no solo denota odio y mal gusto sino una clara inspiración preternatural.
El Instituto de Política Social (IPSE) asegura que se trata de un presunto “delito de odio y atentado contra los sentimientos religiosos” y ha dado un plazo de 24 horas para “que retiren la publicación y pidan perdón” y afirmando que “de no hacerlo, les llevarán a los tribunales". Entrevistamos brevemente al presidente de esta entidad, Pablo Hertfelder García-Conde, que valora los hechos.
¿Por qué el Instituto de Política Social ha pedido a la Comunidad de Madrid que retiren la financiación a Mongolia?
Porque está revista no solo está atentando contra los católicos sino que además está incitando al odio. Es una revista que vulnera directamente los sentimientos religiosos. Esto está tipificado en el código penal y por lo tanto, no se puede tolerar de ninguna manera este tipo de ataques a los católicos y a los sentimientos religiosos.
Es inadmisible que un gobierno conservador mantenga las subvenciones a una publicación abiertamente blasfema y anticatólica…
Desde luego que sí. Consideramos que no se debe aplaudir ni mucho menos apoyar este tipo de publicaciones. A la presidente de la Comunidad de Madrid se le llena la boca de hablar del nacimiento del Hijo de Dios y de dar discursos navideños, pero consideramos que de los discursos debe pasar a los hechos. Si hay severos insultos y blasfemias contra Dios y los sentimientos católicos no se puede tolerar que esta publicación siga en pie.
¿Hasta que punto es grave la blasfemia de la nueva portada?
Es algo gravísimo poner un Cristo con la boca abierta y con esas expresiones tan vergonzosas e irreverentes, abiertamente blasfemas y no se puede consentir. A mí como católico me da vergüenza repetirlas.
¿Por qué cree que sacan esta provocación blasfema en la víspera de la Navidad?
Por odio. El año pasado, junto con otras asociaciones, dimos una batalla muy crucial por lo mismo. Publicaron una portada en donde comparaban al Hijo de Dios con un excremento. Este año han vuelto a hacer daño y a provocar a los católicos y a asociaciones como la nuestra. Han vuelto a hacerlo para demostrar su chulería.
No se conforman con pedir que les retiren la subvención, si no que van a denunciarlos ante los tribunales…
Vamos a denunciarlos por atentar contra los sentimientos religiosos y además por atentar contra el derecho y el honor de nuestra entidad. Me han puesto en el punto de mira y están yendo a por mí. Me están señalando para que los esbirros de la extrema izquierda arremetan contra mi persona. Ha habido insultos graves, amenazas, llamadas con números ocultos…¿Qué es lo siguiente? ¿Qué nos apaleen al salir de casa? En el fondo nos amenazan porque nos tienen miedo, porque saben que no vamos ha dar un paso atrás.
¿Cuánto necesitan concretamente para poder llevar a cabo esta denuncia?
Necesitamos exactamente 12.000 euros para sentar en los banquillos a los responsables editoriales de esta revista. Esos 12.000 euros son para pagar las costas de los abogados, los procuradores y los peritos, que son necesarios.
Este es el coste de denunciar a una revista pública, financiada por los gobiernos de turno y presentar una demanda de este calibre.
¿Por qué es importante frenar en seco y con todos los medios posibles estas blasfemias inadmisibles?
No se pueden tolerar y los católicos estamos llamados a dar la batalla en la primera línea de la política. Tenemos un llamado muy claro de ir a todo el mundo y proclamar el Evangelio. Nos pueden acusar de sectarios, de meapilas, de todo lo que les de la gana…como están haciendo, pero es muy necesario y urgente que los católicos salgamos sin miedo a las calles.
Además aparece esta portada blasfema, en la cuál además afirman que Dios no existe, ahora que se están publicando importantes libros sobre las evidencias que nos da la ciencia sobre la necesidad de un Creador…Cabe destacar ante todos ellos el de Nuevas evidencias científicas de la existencia de Dios de José Carlos González-Hurtado.
Por eso mismo es más fundamental que nunca dar esta batalla y sobre todo porque están rabiosos porque la ciencia apunte a la existencia de Dios. El llamado woke pretende acabar con los católicos y con la presencia de Dios en la sociedad. Este gobierno social comunista es uno de los principales promotores del laicismo y del relativismo ético en la sociedad. Esta revista es pionera, al menos en los últimos tiempos, en atentar contra los católicos y los sentimientos religiosos y en poner en dianas públicas a instituciones y personas como es mi caso. Estoy contento porque me mantengo firme ante la adversidad y considero que la batalla se tiene que dar ahora. Hoy en día ser católico en España, y obrar como tal, es motivo de persecución y defenestración hasta hundirte.
Estoy muy agradecido a los católicos que están dando está batalla.
“Bienvenidos sean los tiempos difíciles, pues ellos traerán la depuración de los cobardes”
Necesitamos su ayuda económica, pues es mucha la batalla que tenemos que dar ante estos atropellos tan graves contra nuestra fe.
Colabora con el Instituto de Política Social (IPSE) (ipsenacional.es)
Por Javier Navascués
5 comentarios
Ni caso...
CRISTO VENCE.
De verdad se puede tolerar que salga una monja con su tocado en la cabeza, pero el.torso desnudo al aire dejando las mamas al descubierto, sobre las que un sacerdote rigorista con sotana posa su miembro mientras la Monja le pega repetidas sacudidas al mismo hasta dejarlo seco???
Pues cosas que los musulmanes no permitirían, condicional, jamás en modo indicativo (salvo Charlie Hebbo), los musulmanes lo toleran y hasta promueven los cristianos.
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