El P. João Silveira, que ha peregrinado todos los años, analiza 12ª Peregrinación ad Petri Sedem
El padre João Silveira ha dedicado gran parte de su apostolado a la Liturgia Romana Tradicional, especialmente a través de su colaboración con la publicación Paix Liturgique. De 2019 a 2022 fue Secretario General del Coetus Internationalis Summorum Pontificum (CISP), que organiza la Peregrinación Summorum Pontificum en Roma a finales de octubre de cada año. Tras su ordenación sacerdotal, entró a formar parte del Consejo Eclesiástico de la CISP.
¿Qué balance hace de esta 12ª Peregrinación ad Petri Sedem?
Después de lo que hemos vivido en Roma durante esta Peregrinación, el balance tiene que ser muy positivo. Si la situación de los católicos apegados a la Liturgia Tradicional ya era incierta, lo fue aún más con la publicación del motu proprio Traditiones Custodes en Julio de 2021. Dadas las circunstancias, tenemos que dar gracias a Dios por esta edición. Esperamos que la del año que viene sea aún mejor.
¿Cuántos años lleva peregrinando y cómo ha visto su consolidación?
He participado en todas las ediciones de la Peregrinación. La primera fue en 2012, cuando acababa de llegar a Roma para estudiar teología. Comenzó con un grupo de personas que querían agradecer al Papa Benedicto la apertura de la Misa Tradicional con el motu proprio Summorum Pontificum (2007). Con los años, ha dejado de estar formada sólo por pioneros o aventureros y se ha generalizado. Hoy sabemos que podemos contar con peregrinos regulares que vienen de los lugares más lejanos del planeta. Este año, por ejemplo, tuvimos a algunas personas que vinieron de Corea del Sur a propósito para la peregrinación.
¿Cuál es su misión concreta como miembro del Consejo Eclesiástico de la Peregrinación?
La primera misión de cualquier miembro del Consejo Eclesiástico es rezar por la Peregrinación. La oración debe ser la prioridad y sólo después la acción. Como italianos, Don Giorgio Lenzi y el canónigo Marco Cuneo realizan el trabajo esencial de logística y preparación de los momentos de culto y oración de la Peregrinación. La organización ‘in loco’ también depende de Don William Barker y del Canónigo Antoine Landais, ya que las iglesias donde ejercen su apostolado se utilizan en momentos clave de la Peregrinación. El Abbé Claude Barthe es el capellán y tanto el Padre Nuno Bastos como yo le ayudamos estrechamente y estamos preparados para lo que haga falta.
Además de los grupos habituales, ¿se prevé la incorporación de nuevas asociaciones?La CISP está formada por 16 asociaciones de laicos. Queremos que los distintos países sean representativos y contar con las asociaciones más activas en la promoción y defensa de la Liturgia Tradicional. Por eso todavía hay sitio para más asociaciones. El año pasado se unieron 4.
¿Esperan al menos mantener o incluso aumentar el número de peregrinos?
No hemos hecho los cálculos, pero creo que el número de peregrinos de este año se acerca al del año pasado. Curiosamente, desde Traditiones Custodes, el número de peregrinos ha ido aumentando. En ese año, 2021, notamos una fuerte disminución de la presencia de clérigos, probablemente temerosos o al menos inseguros de lo que pudiera ocurrirles por participar en la peregrinación. Sabemos que cuando la procesión se acerca a la Plaza de San Pedro, las ventanas de los Dicasterios de la Curia Romana, especialmente en el Culto Divino, se llenan de curiosos. En realidad, creo que no hay nada que temer. Somos católicos. No estamos en contra de la Iglesia, somos parte de la Iglesia, a la que queremos mucho. Estamos peregrinando a la tumba del Apóstol que Nuestro Señor eligió para ser la Roca sobre la que construyó su Iglesia. Esto es algo bueno y justo.
¿Por qué la disposición de los actos principales fue prácticamente la misma que en años anteriores?
Intentamos que el programa sea coherente, para que la gente sepa con qué puede contar. La Peregrinación comienza el viernes con las Vísperas Pontificales. El sábado por la mañana hay adoración al Santísimo Sacramento, seguida de una procesión por las calles de Roma hacia la Basílica de San Pedro. El momento culminante de la peregrinación tiene lugar en la Basílica, con la veneración de la tumba del Apóstol San Pedro, seguida de la Santa Misa en el Altar de la Cátedra. Este año, por desgracia, la Misa no estaba autorizada, por lo que nos vimos reducidos a cantar la Hora Sexta. Esperamos que el año que viene podamos volver a celebrarla en la Basílica. La peregrinación termina con la Misa del domingo (de Cristo Rey, el ultimo de Octubre en el calendario antiguo) por la mañana.
¿Qué puede decirnos del VIII Encuentro Pax Liturgica y de los temas que se trataron este año?
El objetivo del encuentro Pax Liturgica es aprovechar la presencia de los peregrinos y de muchas personas que viven en Roma, sobre todo clérigos, para impartir formación sobre temas relacionados con la liturgia. También se hace siempre un repaso de la situación de la Misa Tradicional en el mundo, para mantener informados a los católicos tradicionales. Por último, también queremos que la gente se conozca, establezca lazos de amistad, realice objetivos comunes y se ayude mutuamente. Los temas de este año se centraron en la formación por la mañana, mientras que por la tarde hubo espacio para la información y una llamada a la misión y a la acción.
¿Qué significó para la peregrinación poder contar con la presencia de un obispo de la talla de Mons. Schneider?
Poder contar con Mons. Athanasius Schneider es un privilegio enorme porque es uno de los obispos más activos del mundo en materia de evangelización y de defensa de la fe católica. Además, es un obispo del que se puede decir que está muy apegado a la Liturgia Tradicional, lo cual es una auténtica rareza en estos tiempos. Su defensa de la verdad, siempre con total caridad, es una fuente de inspiración para nosotros y un ejemplo a seguir para los católicos.
https://es.summorum-pontificum.org
Por Javier Navascués
5 comentarios
Ahora entiendo porque en el año 2021, se notó una fuerte disminución de la presencia de clérigos, probablemente temerosos o al menos inseguros de lo que pudiera ocurrirles por participar en la peregrinación. Tuvieron intuición de lo que podía pasar.
Elegir entre tradición y novedad no es una cuestión de gusto ni de disciplina ni de inteligencia ni de coveniencia ni de comodidad... no, nada de esto; elegir entre tradición y novedad es elegir entre Dios y satanás, entre fidelidad y traición, entre el bien y el mal.
La parte de la Iglesia que desea las novedades va camino del precipicio, de hecho casi toda la Iglesia va camino del precipicio empujada por los enemigos internos y sus novedades.
Como en todo lo demás, parece que no queremos ver el elefante en la habitación.
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