Trivializar la muerte, síntoma de una sociedad sin Dios y sin esperanza
Recientemente causó mucha conmoción en toda Francia la muerte de Agnès Lasalle, una profesora de español que fue asesinada por un alumno de 16 años y no es para menos pues es algo ciertamente inusual y terrorífico que un adolescente asesine a su propia profesora.
La gente estaba muy sensible ante tal espeluznante asesinato. Poco después tuvo lugar el funeral y el hecho se hizo viral porque su esposo la despidió con un baile (como se puede ver en el vídeo al final del artículo) al compás de lo que parece una canción muy popular en Francia y después muchos de los presentes se pusieron a bailar delante del ataúd de la fallecida.
Vi claramente que cuando un servidor acabase los compromisos de las entrevistas pendientes, el hecho tenía un buen artículo de opinión que podía ayudar a reflexionar sobre uno de los síntomas de la decadencia de nuestra sociedad actual.
Por supuesto que no juzgo la intención del esposo que presupongo muy buena y el amor que sentía por su mujer y que estaba muy sensible ante tan horrendo crimen y fue una especie de catarsis. Seguramente pensó que la mejor manera de honrarla era dedicarle el que presumiblemente sería uno de sus bailes preferidos.
Humanamente no hay nada reprochable, aunque si elevamos la reflexión al plano sobrenatural, estoy convencido de que, aunque la intención fuese buena, acabó siendo una manera de trivializar la muerte. Y me impactó mucho el contraste entre ese baile mundano y la gravedad católica ante las postrimerías, en donde el alma abandona este valle de lágrimas y es juzgada por Dios. La Iglesia siempre ha enseñado que también se guarde un gran respeto por los cuerpos. La costumbre católica es rezar por los muertos.
Es muy edificante cuando una persona fallece ver como sus familiares rezan varios rosarios ante su capilla ardiente y unirse a rezar con ellos. También es lo propio asistir a la Santa Misa de difuntos, con un grave sermón, el responso y todas las oraciones tradicionales de la recomendación del alma.
Además de las oraciones, entre las cuales no hay nada mejor que las Misas gregorianas (30 Misas seguidas por el alma del difunto), lo propio es el silencio ante la gravedad de la muerte. Y no me refiero a los minutos de silencio (que es una costumbre pagana muy extendida y que viene a sustituir a la oración por su alma). Me refiero al silencio respetuoso en el funeral y después acompañando el cuerpo del finado al cementerio. Por supuesto que esa actitud de silencio no es incompatible con dar el pésame o consolar a los familiares del fallecido o incluso en una comida posterior recordar las virtudes del ausente.
También hay unos cánticos muy bonitos específicos para estos momentos. La muerte es el verdadero termómetro de la vida espiritual, el barómetro de nuestra fe y la debemos afrontar con recia entereza y con firme esperanza, algo que no excluye las lágrimas, pues hasta el mismo Cristo lloró la muerte de su amigo Lázaro. Esa es la actitud cristiana edificante para afrontar el final de la vida terrena.
Todas las trivializaciones de la muerte me parecen de muy mal gusto, aunque probablemente muchos no saben lo que hacen. El colmo de la trivialización es esa costumbre tan macabra de algunos países (afortunadamente muy minoritaria aún) de no velar a los muertos en el ataúd, sino exhibirlos en una moto o en un sofá fumando un puro etc…Siempre vi algo muy siniestro en ello y en general he sido muy sensible con aquellas costumbres mundanas que tienden a trivializar y banalizar algo tan grave y tan serio como la muerte.
Por Javier Navascués
31 comentarios
o Probe Migue, perdona que no te tome en serio, pero es que es dificil decir mas tonterías en menos espacio de lo que tu lo haces.
Tu que sabes si molesta o no o si es en lo mas hondo o en lo mas alto. Solo a un memo con balcones a la calle, se le puede ocurrir semejante majadería a la lectura del artículo. ¿Quien impide a la gente celebrar sus furnerales como quiera? ¿El articulista? Vaya por dios un memo ofendidito por una afrenta inexistente. Un tontin con infulas. Tomate un ansiolitico y sobre todo un tratamiento contra la tontería.
"Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo; y no estoy seguro de lo segundo"
Lo de irse por los cerros de Ubeda le viene como anillo al dedo. Y lo de que tendra que ver el culo con las temporas.
Si el marido no cree en nada, y no tiene formación, trata de darle un sentido, pseudotrascendente o diferente, porque claro a nadie nos gusta morirnos como todo el mundo, probablemente influido por la socialización que se produce hoy en día por las peliculas y series que son las mayores formadoras en la actualidad.
Teniendo en cuenta lo perdida que esta la sociedad actual, en la estupidez, la banalización, la ausencia de Dios, poco me parece. Podría ser peor.
Ah, parece que a ti lo mismo, te han despertado y movido 2 líneas que no dicen mas que lo de sentido común.
El articulista tilda de "mal gusto", "macabro", "siniestro", "mundano", "trivial", "banal", "no edificante", "no cristiano", "sin dios", "sin esperanza", "decadente", "irrespetuoso" y "liviano".
Cuando tu islita de poder es que el otro sufra y que la vía de calmar ese sufrimiento sea hacer sólo lo que le digas tú y nadie más, te saca canas verdes que se rebele de una manera tan osada no? Pues eso, que tu tienes libertad como yo a ser solemnes como pedo de inglés, y él tiene libertad a bailar al despedir la maravillosidad de haber conocido a un ser amado. Y lo veo sumamente Cristiano.
Lo sobrenatural, para quien se lo crea. Para el resto, que nos dejen vivir y morir en paz, por favor, que tampoco es tanto pedir.
Que pida que nos dejen vivir y morir en paz, no es una peticion para que no se castiguen los hechos que lo merezcan, ni para imaginar que estamos en los mundos de Yupi. Usted, que me consta que no es ignorante ni padece ninguna deficiencia intelectual, lo ha entendido perfectamente, lo que ocurre es que cuando alguien no creyente dice algo que no encaja en su vision y moral de la vida y la muerte, se siente, como otros, compelido a responder, aunque la respuesta no tenga nada que ver con el comentario.
los funerales son muy solemnes y el aurrezku
presenciado con solemnidad es solo un baile
en honor de una persona que no está entre nosotros
No se lo que pasa con los tradicionales es una parte
de la Iglesia eso no significa que el resto tenga
fallos,algunos los tendrán como todo lo humano
no es buena la intolerancia y pensar que solo
lo mío es lo válido,hay que aceptar lo que no gusta
Perdón si molesta mi opinion
Perdona pero es que no puedo tomarte en serio.
Sacar palabras fuera de contexto es un falacia burda.
No hace falta ser muy espabilado, si usted lo fuera un poco no se haría el ofendidito, para darse cuenta de que el articulista lo hace en clave católica.
Si usted no es católico no pasa nada, aunque no entiendo mucho que hace por aquí, pero no nos diga a los católicos lo que tenemos que pensar.
Usted celebre sus muertos si quiere con confeti y matasuegras, pero por favor no nos de lecciones de humanidad, ni nos diga como tenemos que ser católicos.
Estaría bueno que no se pueda analizar en clave católica un funeral rarito.
Entiendo lo que dice porque yo, como otros tantos millones, crecí escuchando todo el repertorio progre, eso que usted dice y mas. Ha sido como una especie de Déjà vu. Tópicos y sofismas, superficialidad y soberbia.
No ha leído este excelente artículo con cuidado. Un artículo tremendamente respetuoso. No se trata de que en un funeral haya o no haya dolor. Dolor debe de haberlo por la pérdida sufrida; sufrimiento y sentimientos encontrados, es lógico y bueno. Pero el funeral católico no es solo un momento de duelo, también lo es de reflexión, de meditación cristiana, de oración. Y también de sacramento. Esa es la muerte cristiana. No un mero emotivismo, sino un momento -la vida tiene muchos diferentes momentos que nos piden diferentes cosas, como cuando uno está trabajando o, incluso, jugando al futbol-, en el que la oración y los sacramentos nos acercan a la sobrenaturalidad. Hay todo un universo de meditación, de riqueza espiritual, que el propio momento del óbito del ser querido, nos pide y nos regala.
Como dice el artículo, quizá el marido bailó porque ese era el baile con el que le pidió matrimonio a su mujer o quien sabe que otra circunstancia, no lo sabemos. Lo llamativo es el ambiente general, en el que se ha perdido el sentido de solemnidad, reflejo de pérdida del sentido de trascendencia, de banalización de la muerte y de banalización de la vida, y de un emotivismo simplón.
2. ¿Un Sacerdote es coherente en su predicación sin las Postrimerías? En muchos de ellos, parece ser que es un tema tabú la muerte y el más allá.
3. El espíritu del mundo actual prohíbe pensar acerca de la muerte para que no se inquiete nuestro corazón, centrado en vivir la vida al máximo de sus posibilidades sin Dios o como si Dios no existiese.
3. El problema es que el hombre en el momento que comienza a existir en el cuerpo existe en la muerte, sabe que va a morir y al no tener presente la muerte se olvida de pensar en las Postrimerías.
4. El espíritu del mundo no tiene respuestas para el sentido de la vida y lo que hace es cultivar y configurar una civilización que la filosofía no diga nada acerca de la muerte y la antropología se quede en un rito de función social de pésame donde al otro día se siga la vida ordinaria sin pensar en la muerte.
5. El existencialismo lo planteaba como la posibilidad de la existencia auténcia o el fracaso del hombre.
6. Quien no tiene respuestas para la muerte y el sentido de la vida, sufre si busca la Verdad y no halla certezas por su prejuicio, o no sufre porque pregona que después de esta vida nos espera la nada.
7. La cobardía de no pensar en la muerte te lleva a buscar soluciones como la nada, la reencarnación, etc., porque sin o con más allá se tiene el prejuicio de rechazar pasar por un Dios que le juzgue, por un Dios personal que realice el juicio de su vida.
"¿es mucho pedir una vida digna al Estado, unos cuidados paliativos hasta la muerte natural?"
No, claro que no lo es...para quien elija esa opcion. Lo que no acepto es que sea el estado, o cualquier otra institucion (p.e. la Iglesia), quien decida sobre como tengo que vivir mi vida (y no me vuelva con ejemplos que no pintan nada, por favor) y como y cuando quiero morir. Para el que crea que su vida es de Dios y solo el puede decidir su final, pues me parece bien, que asi sea...para el y los que piensen como el, no para el resto.
Por cierto, si ahora con la eutanasia activa ya no se sufre, la pena de muerte ya no será tan mala, es mejor que la cadena perpetua.
"Hay dos tipos de personas coherentes y honestas: el que goza de Dios y cree en Él, y el que sufre porque lo busca y no lo encuentra."
Bien, ahí tenemos el ejemplo del mal que como un cáncer viene matando a nuestra Iglesia. Sólo eres coherente y honesto si haces como yo digo. Sino, es que sufres y, por negación, no eres coherente ni honesto.
Sólo mereces respeto en el tipo de celebración que haces al despedir a un ser amado si lo haces como yo digo que se debe hacer mirándolo desde el lugar que yo digo que debe hacerse, porque sino eres de "mal gusto", "macabro", "siniestro", "mundano", "trivial", "banal", "no edificante", "no cristiano", "sin dios", "sin esperanza", "decadente", "irrespetuoso" y "liviano".
Yo, por ejemplo, conozco a un señor que después de comer se va a dar un paseíto, mientras que hay otro al que le gusta echarse una siesta. Son distintas maneras de honrar la comida.
Alan, no se olvide del suicidio. Acto supremo de la voluntad humana que este mundo intolerante y fragncista tiene prohibido.
A finales de siglo pasado a un alumno veinteañero, del nocturno, se le murió el abuelo y lógicamente no iba a ir a mi clase. Con otro profesor que le daba clase y, ya que no iba a venir nadie, decidimos acompañar al chico en el funeral.
Todo normal, pero a la salida del funeral, delante del féretro con toda la solemnidad del mundo se bailó un aurresku. He de reconocer que me impresionó mucho y no me atrevería a decir que fue una frivolidad. Mi compañero me dijo que era un personaje, cuando le pregunté por aquello.
Fue la primera y última vez que veía una cosa así y solía coincidir con un funeral varias veces por semana.
Que danzara el viudo, que él sabría por qué, vale... pero el resto no le encuentro mucho sentido.
Eres un poco pesado. Y perdona que te lo diga un poco bobo.
Insistes en tu falacia burda e infantil. Eres como un crio cuando coje una perra de esas que quiere que le compren una piruleta.
Nadie falta al respeto al pobre marido. Es mas si tuviese que tragarme ese funeral por trabajo por ejemplo, me lo comería con patatas.
Eso es respeto personal.
Sin embargo si tengo que analizar la situación, no puedo por menos de considerar que un funeral católico, en el que el marido se dedica a esas banalidades en vez de rezar por el alma de su esposa, es no se entera de nada, como usted.
Insisto puede usted tocar la flauta y la zambomba en sus funerales, que si son suyos y los paga usted nadie le dira nada, faltaría mas. Eso si, siempre que lo haga fuera del templo, que no es de usted sino de Dios.
Si a usted le gustan los funerales raritos o jacarandosos, pues muy bien, alla usted, pero dejenos en paz con sus ofensitas, porque son falsas y no interesan a nadie.
El artículo esta muy bien escrito, y no tiene que ofender a nadie. Su sobreactuación como ofendidito en realidad, lo que pretende es elminar nuestra libertad de expresión.
Usted si quiere vistase de lagarterana o de bombero en los funerales, pero dejenos en paz, no va a eliminar ni nuestra libertad de pensamiento ni nuestra libertad de expresión.
ALAN
Debe usted soñar conmigo, porque no me he dirigido a usted en ningun momento.
1. El "yo" que Ud. apunta es subjetivo, y para ser coherente y honesto no debe ser "mi verdad" sino la Verdad. Pues, sufre quien busca la Verdad y no la encuentra por su subjetividad de razón cerrada, y goza quien tiene una razón abierta a una Razón superior y cree en Ella.
2. El ataud tiene una Cruz, esto quiere decir que la difunta estaba bautizada, lo que no se si era católica o protestante.
3. El marido debe ser respetuoso con su mujer difunta, aunque a ella le gustase mucho bailar, al ser cristiana lo primero es Dios.
4. Si bien es cierto que si era protestante puede celebrarlo en un modo heterodoxo de baile, ya sea el aurrezku u otro cualquiera, o puede poner un anuncio de Coca cola u otra ocurrencia sin el verdadero Dios y Su Cristo, el de la Cruz. Pero, a la difunta de nada le aprovecha en el Purgatorio si no es santa y si es protestante y casada en matrimonio no sagrado es camino de perdición al infierno de los condenados. Pero, ese Juicio personal ds de Dios, pues sólo expongo lo que nos ha Revelado hecho Hombre. Las Postrimerías son presente continuo en el católico y un católico no pide bailes y otras cosas mundanas sino Santa Misa por él, adoración del Santísimo Sacramento, santo Rosario y ofrenda en la Eucaristía por el alma bendita del Purgatorio.
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