El P. García del Hoyo nos relata su dura misión en la Antártida y el sacrificio de estar 6 meses sin confesión
El P. Santiago García del Hoyo, capellán del ejército argentino, se ofreció como voluntario para ir a la durísima Campaña Antártica, pues era el más joven y muchos sacerdotes estaban mayores y enfermos. Nos relata su apasionante y durísima experiencia, que ciertamente no es para todos, pues hubo algún intento de suicidio y varios abandonos. Más allá de la experiencia en sí, reflexiona sobre ella desde el punto de vista espiritual.
¿Por qué en el ejército argentino los capellanes castrenses van a evangelizar a la Antártida, al Polo Sur?
Porque Argentina se declara católica y sus Fuerzas Armadas son católicas. Por ello siempre está presente en el ejército la preocupación por el ámbito espiritual. No quieren dejar que a los hombres que luchan por mantener la soberanía nacional en las 13 bases argentinas en la Antártida les falte este sustento espiritual, que los padres de la patria siempre dieron a sus hombres. Todos los veranos, cuando se hace el relevo y el abastecimiento de las bases, acude el capellán acompañando los relevos de soldados para bendecirlos, confesarlos, atenderlos, celebrar la Santa Misa e impartir algún sacramento como la confirmación en caso de que les falte…En 6 de las 13 bases hay capilla con sagrario.
¿Qué supuso para usted el reto de ir a llevar el Evangelio a esas tierras de clima tan extremo?
El reto fue bastante particular porque soy un sacerdote que se confiesa con frecuencia y me gusta mantenerme activo espiritualmente y aumentar la gracia con el sacramento de la confesión. Me tocó estar más de 6 meses sin contacto con otro sacerdote. Ello implicó concentrarme mucho en mi vida interior y la unión con Cristo. Hice propósitos, que por gracia de Dios, pude cumplir. Celebré la Santa Misa todos los días por más que el barco rompehielos se moviese o hubiese condiciones extremas de lluvia, tormenta…Me propuse siempre predicar. Todos los días preparé una breve homilía. Para mí fue un reto sacerdotal llevar adelante todas las ceremonias de Adviento, Navidad, Cuaresma, Semana Santa y Pascua…
Quizá tenía la referencia del P. Segundo Llorente que pasó 40 años en el Polo Norte…
Así es, pero yo me ofrecí a la Antártida cuando nadie quería ir, pues había sacerdotes mayores y enfermos…Yo era el más joven y el que tenía mejor salud. Pasé las pruebas físicas y fui para allá. Era un reto como sacerdote ir a un lugar de condiciones tan duras y extremas. Me ayudó apuntar solo a Cristo. Me acordaba del P. Segundo Llorente y de otros misioneros como San Francisco Javier…
¿Cómo fue la experiencia de poder celebrar la Santa Misa dentro de un iglú, entre bloques de hielo?
No fue exactamente en un iglú sino dentro de un glaciar inmenso de agua dulce a 500 metros sobre el nivel del mar donde está la base argentina Belgrano II. Era un lugar donde antiguamente se sacaba agua. Se hicieron 2 kilómetros de túneles y fueron habilitándose diferentes compartimentos, entre ellos una capilla con sagrario y Santísimo. Fue algo muy particular porque allí la temperatura no es tan extrema. Estamos solo a 18 grados bajo cero, que contrasta con los 30 grados bajo cero que hace fuera. Cuando fui a purificar el cáliz, se me escarchó el agua por el frío que hacía. Fue una experiencia inolvidable que muy pocos sacerdotes han podido experimentar, celebrar en la capilla más al sur que se conoce en la Antártida.
Celebrar en estos confines tan remotos habla de la universalidad de la Iglesia y del mandato de nuestro Señor de ir al mundo entero…
Así es. Antes había leído un opúsculo de un militar argentino sobre las diferentes experiencias sacerdotales de la Antártida. Tuve la gracia de estar en la Base Orcadas, la base más antigua, donde hay registros de la primera Misa un 20 febrero de 1946. La celebró el padre Lérida, jesuita que fue a hacer una investigación científica. Él llevó una cruz y la plantó y yo pude celebrar en ese mismo lugar, cumpliéndose los 75 años de la primera Misa. También en 1965 había celebrado ahí un sacerdote norteamericano. Efectivamente ahí se ve que la Iglesia es una y universal y vienen de todos los lados. La evangelización continúa cuando Dios quiere y como Dios quiere. La Antártida es muy árida y con poco terreno llano, en donde no se puede construir. No es como en el Polo Norte en donde hay ciudades o pueblos grandes.
¿Cómo valoran los militares el esfuerzo del misionero de llevarles allí un regalo de valor infinito como es la Misa?
El militar argentino tiene como valor fundante la fe en Dios. Es muy importante para el soldado argentino, para el hombre de armas contar con la compañía del capellán. Por eso somos muy esperados, valorados e incluso consentidos…Te tratan lo mejor posible porque saben que vos les llevas a Jesucristo y lo esperan con ansias y saben que van a pasar por lo menos un año sin confesarse, sin otra experiencia de Dios que su propia oración y rezar ante el Santísimo y tal vez escuchar la Santa Misa por Internet. Te preguntan dudas, se desahogan, te mandan recados o petición de ayuda para sus familiares…Está muy bien que confíen en el sacerdote como representante de Dios.
Igualmente aprovecharían la ocasión para confesarse, para rezar con más devoción…
Aprovecharon para confesarse bien, para pedir consejos, para hablar… Muchos van a la Antártida buscando una aventura o conseguir dinero o huir de algún problema… Otros tras convertirse buscan alejarse del mundo…Son muy interesantes los casos que se presentan en cada soldado, en cada militar que va destinado allá.
Lejos del carácter aventurero e idílico que tiene la experiencia, la realidad es que debe ser duro permanecer en esas condiciones extremas, hay que abrazar la cruz, la del misionero que sale de su casa, de su comodidad…
Es muy duro, no es para cualquiera. Yo siempre rezo a San Luis María Grignon de Monfort desde que leí la carta a los amigos de la cruz. Le pido fortaleza en las dificultades todos los días de mi vida, para que me de fuerza en mi vocación. Lo experimenté vivamente y de una manera extraordinaria en la Antártida al estar solo sin tener otro sacerdote para confesarme. No cualquiera puede ir. Hubo algún intento de suicidio o de abandono de barco, alguno que tuvo que volver…También tuve que acompañar en el dolor a aquellos que en plena misión perdieron algún familiar, algún ser querido…Durante la Navidad murieron los papás de 3 marinos a los que hubo que consolar y ayudarles a comprender desde la fe católica el misterio de la muerte y como superar con esperanza el trance de perder a un ser querido.
Por Javier Navascués
27 comentarios
Pues no lo entiendo, si el puede absolver los pecados ajenos, ¿por que no puede hacer lo propio con los suyos? ¿se rompe de algun modo la conexion sacerdote/Dios que permite la absolucion de los pecados si se confiesa uno mismo? ¿es que Dios deja de confiar cuando se trata de uno mismo?
Dicho esto, la situación de estar meses sin poderse confesar no es nada excepcional en muchos lugares, con iglesias cerradas, pocos sacerdotes, que además están ocupados en mil cosas. Si a eso se suma una casi nula predicación y enseñanza sobre la gravedad del pecado, el riesgo de condenación eterna que conlleva, la necesidad de estar en gracia para comulgar... El tema de la confesión es un gravísimo problema en muchos sitios, ojalá fuera sólo de la Antártida.
Orgullosamente Catolica y orgullosa de nuestros Sacerdotes como el padre Santiago y muchos otros Santos Sacerdotes.
Gracias Senor por Tu Amor.
Crei que en lo referente a la confesion se hablaba del perdon de Dios, un ser omnisciente y omnipotente, pero veo que usted le compara con un juez humano. No veo ninguna razon por la que un sacerdote no pueda confesarse ante Dios sin mediar como intermediario otro sacerdote, excepto que ni el mismo Dios se fie de sus interlocutores en la Tierra, pero es omnisciente y ve las almas y pecados de todos ¿no?
Alan, por supuesto que Dios es misericordioso y siempre podemos dirigirnos a Él para pedir que nos perdone (lo hacemos cada vez que celebramos la Eucaristía). Pero necesitamos (todos los cristianos) expresar delante del sacerdote nuestros pecados. La confesión debe realizarse presencialmente porque es un encuentro con el mismo Cristo, que es el único capaz de perdonar los pecados. El sacerdote no puede hacer de penitente y de Cristo al mismo tiempo, ¿no crees?
Sinceramente, no veo por que no puede. Si se acepta lo sobrenatural que es que "La confesión debe realizarse presencialmente porque es un encuentro con el mismo Cristo..." no veo por que luego se le aplican restricciones humanas, ¿no le parece que hacerlo es empequeñecer a Cristo y poner en duda la omnipotencia y omnisciencia divinas?
Nadie tiene "hilo directo con Dios", sino a través del sacerdote que actúa in person Christi. El sacerdote , como hombre que es , aunque esté consagrado y ordenado, debe confesarse con otro sacerdote , porque el perdón no le viene por el aire y el mismo no se puede perdonar . no hay más que objetar . Decir que si Dios es omnisciente y omnipotente, no tiene nada que ver con esta situación.
Hay que confesar con un sacerdote. Ellos también. Hasta el Papa. A veces hay cosas q no entendemos pero no por ello dejan de ser como son.
Por ejemplo, si dicen que la confesion es un "encuentro con el mismo Cristo, que es el unico capaz de perdonar los pecados" o que "Dios es el unico juez", me parece un contrasentido su afirmacion de que "el mismo no se puede perdonar" ya que no es el quien perdona en ningun caso, lo hace Cristo/Dios.
Mery, "A veces hay cosas q no entendemos pero no por ello dejan de ser como son".
Cierto, pero una cosa es no entender algo y otra distinta es aceptarlo sin mas y conformarse, por que si, por que lo dice la tradicion, o el derecho canonico (obra humana) y no poder cuestionarselo.
Si a usted le sirven las respuestas del tipo "es asi y punto" o "es un misterio", alla usted, a mi no me sirven.
Lo mas curioso es que siempre hablan del cristiano como alguien que busca la "Verdad" con la fe y la razon, y repiten, como ha hecho una vez mas otro comentarista en otro articulo, citando a Chesterton, que el que es catolico "al entrar en la Iglesia se quita el sombrero no la cabeza", o que "quien a dejado de creer en Dios, esta dispuesto a creer en cualquier cosa", pero luego, en la practica, parece que no es de ese modo y no es solo el sombrero y que son los que creen en Dios los que, precisamente por creer, estan dispuestos a aceptar cualquier cosa sin cuestionarla.
¿Entiende ahora mejor lo de que hay que quitarse el sombrero y no la cabeza?
¿No es mas ridiculo decir una cosa y su contraria, que es lo que estan haciendo algunos en sus respuestas?
Yo no he dicho que el sacerdote sea un objeto inanimado, pero ninguno de ustedes me ha dado una razon argumentada de por que se necesita a un sacerdote para poder confesar a otro. Sus explicaciones van del "por que es asi y punto" a "hay cosas que no necesitan explicaciones". Usted mismo da un motivo que no se sostiene en nada: "Son seres humanos y participan humanamente de la confección de los sacramentos."
¿Y que? ¿Que impedimento es ese para que afirme usted: "Por eso no tiene sentido que alguien se utilice a sí mismo para otorgar el perdón."?
Yo no le veo el impedimento por ninguna parte, ni usted lo razona, lo afirma y ya esta.
Seria como decir que un cocinero no puede comerse la comida que cocina o un medico no puede curarse a si mismo o el medicamento que prepara un farmaceutico solo funciona con los demas pero no con el mismo. Y en todos esos ejemplos se trata de humanos con recursos humanos, sin intervencion sobrenatural todopoderosa de por medio.
Con sus planteamientos lo unico que se observa es un "recorte" abdurdo de la omnipotencia y omnisciencia divinas.
Al final va a resultar que tenia algo de razon un profesor de Historia que tuve y que sostenia que la confesion era, sobre todo en los tiempos en los que la Iglesia tenia y se disputaba el poder politico y economico con otras instituciones, un mecanismo de control y chantaje, aunque de puertas afuera se quisiera tranquilizar al "pecador" con lo del "secreto de confesion".
Lo que le decía su profesor también me lo decían a mi. Esa era el nivel de manipulación en el que crecimos.
No Fran, Alan no es sincero, es un señor que lleva años buscándole tres pies al gato y que de vez en cuando cree que ha inventado la bicicleta o descubierto el Mediterráneo.
Deje de manipular y tergiversar Cos, el unico juez en el perdon de los pecados es Dios y nadie ha dicho que se juzgue a si mismo.
Si no tiene respuestas aceptelo, pero no invente cosas que no se han planteado.
Eso ya esta claro, lo que pregunto es en que se basa para que eso se "rompa" si el sacerdote lo hace para si mismo.
Volviendo al ejemplo que puse, y que usted se empeña en tergiversar a su antojo, un cocinero, un medico, un farmaceutico... no suelen aplicar sus propias recetas, tratamientos o formulas, usan el conocimiento previo que han adquirido de otros, podriamos decir que lo hacen "en nombre de la gastronomia, la medicina o la farmacia, y eso no es ningun impedimento para que funcionen con los otros y con ellos. Pero parece que en el caso de la confesion pasamos, por arte de "magia", de lo sobrenatural, "El sacerdote actúa in persona Christi" en palabras de M.Angels, a lo puramente humano que "hace" que eso desparezca si el sacerdote es si propio confesor.
No se usted, pero a mi me parece que eso es quitar de un plumazo la sobrenaturalidad del acto de la confesion con unos argumentos, por llamarlos de algun modo, que lo unico que hacen es cuestionar la omnipotencia y ominsciencia de Dios, que parece que se ve limitada cuando un Sacramento se hace de un modo o de otro.
En cuanto a lo de la "humildad" que comentaba Sofia, tampoco lo veo. ¿Se es mas humilde si se confiesan los pecados a un sacerdote que si se hace directamente a Dios? ¿Por que? Aun podria entenderlo si la confesion fuera un acto publico, pero no es el caso.
Si usted y yo podemos comunicarnos por este medio y nuestra esperanza de vida es la que es, es por gente que se a preguntado el "porque", no por los rezos a Dios y, menos aun, por sus respuestas,
Lo mismo que cuando usted afirma "La ciencia definitivamente te lleva a Dios...", es una opinion que ni siquiera esta avalada por los hechos, la mayoria de cientificos actuales de primer orden internacional no son creyentes.
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