El P. Ignacio María Doñoro analiza su nuevo libro El secreto es Jesús, sobre su labor con los niños pobres
Ignacio María Doñoro de los Ríos. Licenciado en Teología Dogmática, fue ordenado presbítero en 1989. Siete años más tarde ingresó en el Servicio de Asistencia Religiosa de las Fuerzas Armadas como capellán, donde participó en misiones especiales de ayuda humanitaria internacional en Bosnia y Kosovo. En julio de 2001 fue destinado como capellán a la Comandancia de la Guardia Civil de Inchaurrondo, donde permaneció durante varios años. Tras haber fundado una ONG para salvar a niños en riesgo de extrema pobreza, abrió casas de rescate en Tánger, Mozambique, Colombia, El Salvador y otros países, hasta que en 2011 decidió pedir la excedencia para irse con los más pobres de los pobres. Desde hace unos años vive en la selva del Amazonas, en Perú, donde sigue rescatando de situaciones límite a niños y adolescentes.
¿Por qué un libro titulado El secreto es Jesús?
Porque Jesús es el motivo por el que lo he dejado todo, y habiéndolo dejado todo, en realidad no he dejado nada, porque le tengo a Él, y eso es lo único que necesito.
Cuando se publicó El fuego de María, mucha gente me preguntaba cómo podía aguantar ver sufrir a los niños y soportar todas las dificultades que me encuentro a diario. Eso me dio la idea de explicar con mayor profundidad que esto o lo haces por Jesús… o lo haces por Jesús. No hay una fuerza mayor ni un motivo mejor.
¿Cómo complementa los libros anteriores?
El fuego de María comienza explicando diversos acontecimientos de mi vida que fueron una preparación para la creación del Hogar Nazaret. Nada es casual y Dios nos va capacitando a cada uno para la misión que encomienda. Todos estamos aquí para algo. En ese sentido, a mí me ha ayudado mucho haber sido capellán militar, porque en el Ejército, además de muchas otras cosas, aprendí mucho de logística, organización, preparación física, alimentación, etc. Todo eso es muy útil aquí, donde ha habido que empezar en la selva desde cero… Y después el libro ahonda en cómo surgió el Hogar Nazaret, exponiendo algunas de las historias de los niños.
Cuando terminé, me quedé con la sensación de que no lo había sabido transmitir lo enamorado que estoy de Jesús. Se lo expliqué a los de la editorial y me dijeron que es muy difícil explicar la relación personal con Jesús, porque uno no puede llegar nunca a hablar de Dios como merece. Aun así, El secreto es Jesús es un intento de contar cómo es esa historia de amor entre Jesús y yo.
¿Cómo se vive ese secreto de Jesús en el Hogar Nazaret?
El Hogar Nazaret intenta restituir a los niños y a las niñas los derechos que les han sido vulnerados: el derecho a la salud, la educación, a la familia… Por eso, cuando llegan todos entran en un proceso terapéutico de recuperación. Después de un tiempo empiezan a sanar las heridas físicas y también las del corazón. Y aunque es cierto que hay un protocolo riguroso de alimentación, de deporte, de acogida y de hacerles sentir únicos e irrepetibles, hay un punto que va más allá de lo meramente humano y roza lo sobrenatural. No hay otra explicación para el hecho de que niños que llegan al Hogar Nazaret tan graves y destrozados puedan después ser tan felices.
Es sorprendente la capacidad de amar y de dejarse amar de estos niños, pero sobre todo llama la atención que puedan perdonar el daño que les han hecho y seguir adelante. Lo mejor que me pueden decir de ellos es que son niños normales, como cualquier otro niño. Pero es que además no solo son perfectamente normales, sino que brillan con luz propia. Y eso solamente Dios lo puede hacer. Jesús es el único capaz de restaurar la vida de niños que han vivido situaciones tan terribles.
Tenemos el sagrario estratégicamente situado en el centro de la casa, en una capilla con una lucecita que se ve desde fuera, para que todos tengamos muy presente que Jesús está ahí, en el centro de nuestras vidas, en nuestro corazón, en la Eucaristía.
Ese es nuestro secreto, el secreto del Hogar Nazaret. Yo vi claramente que Dios está en los últimos de la tierra, en los que más sufren, en estos niños crucificados de la Amazonía, y Él me pedía: «Dejad que los niños se acerquen a mí». Y al dejar que los niños se acerquen a Él y alegren su Corazón, Él los sana y los libera de todas las cargas.
¿Cuál es la razón de ser del Hogar Nazaret?
Aunque es muy necesario y muy importante rescatar a todos estos niños de la antesala del infierno, la verdadera razón de ser del Hogar Nazaret es consolar el Corazón de Cristo, que está clamando por una humanidad nueva. Cuando permitimos que los niños se acerquen a Jesús, el Señor se llena de gozo con su inocencia, su pureza y su espontaneidad.
Los niños del Hogar Nazaret dejan sus cruces a los pies de Jesús para que Él los sane y también acogen las oraciones y las cargas de los demás. Recibimos todos los días muchísimas peticiones de gente que nos escribe o nos llama para pedirnos que recemos por una determinada intención, y es una maravilla ver cómo rezan los niños. Yo muchas veces digo: «Si a mí me conmueve y me hace hasta llorar verlos rezar con tanta fe, lo mismo sucede en el Corazón de Cristo»…
¿Cómo viven los niños del Hogar de Nazaret la intimidad con María?
La Santísima Virgen María está muy presente en toda la casa. Nada más entrar hay una imagen muy grande que preside el Hogar y en todas las habitaciones hay una imagen o un cuadro de la Virgen. Pero unida a esta presencia «material» o física, hay una gran presencia espiritual de Nuestra Madre.
Cuando en un hogar falta la madre, su bondad es insustituible. La Virgen María es la Madre de todos esos niños del Hogar Nazaret que no tienen madre. Por eso, cuando le preguntas a un niño quién es la Virgen para él, te contesta: «Para mí la Virgen lo es todo».
Es una maravilla ver la fe con la que rezan el rosario cada día y contemplar cómo la vida de estos niños está llena de avemarías, de jaculatorias y de miradas de cariño a su Madre.
¿Cuál es el denominador común de todas las historias que aparecen en el libro?
Yo pienso que lo que las entrelaza todas es la historia de amor entre Dios y yo, y la historia de amor entre Dios y cada uno de los niños. Por ese motivo somos todos una familia. Y no es metáfora o un símil; yo no digo somos como una familia, porque es que realmente constituimos una familia. Llevamos la misma sangre, la sangre de Cristo, y compartimos el ADN de Dios.
Cuando alguien viene al Hogar Nazaret, suelo preguntarle después qué es lo que más le ha llamado la atención, y siempre me contestan lo mismo: «Lo mucho que se quieren los niños. Se comportan y se quieren como hermanos. Es increíble cómo una familia puede ser tan grande y quererse tanto».
Invito a todo el que quiera ayudar al Hogar Nazaret a visitar nuestra página web, www.hogarnazaret.es, donde cualquiera puede entrar a formar parte de este sueño de Dios.
Por Javier Navascués
45 comentarios
Imprescindible para conocer la fascinante vida del pater y su gran obra.
Buenas lecturas y también una forma fácil de ayudar a los niños del Hogar Nazaret.
Dónde consigo los libros?
Leer sus libros te descubre, por contraste, la vida tan triste y vacía que se vive en el mundo desarrollado, comparado con el manojo de vivencias, de anécdotas y padeceres - unos divertidos, otros menos pero todos impresionantes - que, contado con esa sencillez tan suya, nos hace conscientes de nuestra opulente pobreza, contrastada con la inmensa riqueza espiritual y educacional que aquellos niños reciben a diario, gracias a ese - reitero - gran milagro que es el Hogar Nazaret y su fuerza motriz terrenal, el Padre Ignacio María Doñoro.
Dios sabe muy bien a quien elige para la consecución de Sus planes.
Cada uno da lo que tiene en su corazón. Ese señor tiene lo mejor, a Jesús.
Que Dios le bendiga.
Ver lo que ha conseguido crear en este tiempo, está claro, que es porque Dios está muy cerca.
Me da muchísima alegría ver a esos niños que llegan totalmente rotos y enseguida están físicamente estupendos y muy cerca de Dios.
Que decir de sus libros…los compro en cuanto salen, me los leo de un tirón y me encantan.
No se cual me gusta más, pero animo a mis amigos a que los lean porque hacen mucho bien en el alma y los anima a ayudar al Hogar Nazaret.
Doy muchas gracias a Dios por haber puesto al Páter en mi vida y dejarme ayudarle, aunque no sea todo lo que querría.
Es un héroe, logró hacer felices a muchos niños condenados al abandono.
Dios y la Virgen le den fuerzas para continuar con su maravillosa obra en favor de los más desprotegidos.
1. Excelente Currículum.
2. Hombre de fe.
3. Sensible con los más vulnerables.
4. Valiente.
5. No se deja por vencido.
6. Enamorado de Dios y de la Virgen María.
7. Enamorado de su trabajo.
8. Perseverante.
9. Buen corazón.
10. Y cómo no, buen escritor. De ahí sus escritos para que conozcamos Hogar Nazaret.
No me arrepiento en absoluto de comprar sus libros para conocer de cerca esta gran obra, Obra de Dios, que es Hogar Nazaret. Le animo desde Valencia para que siga adelante y que los niños/as de Hogar Nazaret vean ya el Cielo en su casa que es Hogar Nazaret. Gracias de corazón. Unidos en la oración siempre.
He sido maestra de un centro religioso y ver cómo sufrían algunos alumnos míos, hacía que mi corazón palpitara de pena; como dice el Padre Don Ignacio, también sufría su corazón por las barbaridades que hacían con estos niños, ser explotados por decir lo más suave. Es más, no sufría el padre Ignacio, sino sufría el corazón de Jesús.
La labor que hace Don Ignacio es inmensa, basta con leer sus libros para reconocer su excelente trabajo. Me encanta cuando sus niños/as, le llaman "papá"; se me encoge el corazón de alegría. Estos niños se merecen todo lo mejor, tener una buena educación y una buena casa. En definitiva, una suerte que estos niños de Hogar Nazaret puedan vivir como hermanos, sean felices y estén saboreando el Cielo. Esto es Hogar Nazaret, el cielo en la tierra. Gracias, Don Ignacio por ser instrumento del Señor y hacer felices a los más pobres de entre los pobres.
Su labor sólo se entiende, por el amor que éste sacerdote siente por Jesús y la Virgen María. No escatima en riesgos, sufrimiento y quebraderos de cabeza para dar una vida digna a los niños más pobres de entre los pobres. Tanta entrega y dedicación sólo atiende a su vocación sacerdotal sin esperar nada a cambio, sólo la satisfacción que algún día sus niños vayan al cielo. Enorme y extraordinaria la labor que realiza en la Selva amazónica del Perú. Dios le bendiga Pater Ignacio y le dé salud para seguir con su obra...y yo que lo vea. 🙏
El P. Ignacio Mª Doñoro es un ejemplo de santidad aquí.
Ayudar con nuestra limosna al Hogar de Nazaret, es ayudar a un Santo.
Dios le bendiga
El padre Doñoro nos abre los ojos a esta realidad y nos da esperanza en cada historia de sanación que ocurre en el Hogar Nazaret.
Y el Pater Ignacio María Doñoro, tiene a Jesús dentro, los Niños de Hogar Nazaret, tienen a Jesús dentro.
Un libro, que sale del corazón del Pater.
Sus vivencias, sus tristezas, sus Niños, el poder con todo..... El Secreto es Jesús.
Acércate a Jesús, leyendo el libro, te gustará.
Que envidia da el tener tan claro tu camino en la vida, el poder abandonar todo lo material en pos de un objetivo que sientes como "revelado", y sobre todo, el sentir tan claramente el amor divino en ti.
Ignacio, un fuerte abrazo desde La Rioja.
Recomiendo encarecidamente su libro, pero más recomiendo que todo el que pueda colabore con él en su inmensa labor humanitaria y evangelizadora.
¡Dios te bendiga Padre Ignacio María Doñoro!
XVI Jornadas Católicos y Vida Publica en Bilbao en el Palacio de Congresos siendo presentado por D.Joseba Segura,Obispo de Bilbao.Es muy posible que cuando acabe de leer el libro piense que debiéramos pedirle que siga escribiendo sobre su vida de entrega a los niños abandonados y de su confianza absoluta que muestra en Él que todo lo puede.
Un titán de la Iglesia Católica.
Y tal como indica el título del libro realmente para el padre su secreto es el gran amor que siente por JESÚS y por MARÍA.
Digno de alabar que estamos inmersos en un mundo materialista y egocentrista.
Fuimos a la presentación de dicho libro en Sevilla y varios años más tarde a la de “El secreto es Jesús”.
Ambos están en nuestras mesitas de noche y hemos releído. Recomiendo su lectura y compra para regalar.
Desde que tuvimos la oportunidad de ser un “eslabón” para ayudar a los niños del Hogar Nazaret, hemos corroborado una vez más que los milagros existen. Nos consideramos miembros de esa gran familia y hemos recibido muchísimo Amor de ellos.
Doy infinitas gracias al Páter Ignacio María y a nuestros niños y niñas por todo lo han hecho por JL (que ya descansa en el Cielo).
Llama la Atencion comprobar que realmente las personas somos capaces de cambiar.
Por más que medio mundo se empeñe en decir que las personas no cambian, en este libro no solamente vemos que se transforman las almas , sino que lo hacen siempre para bien.
Desde el principio te hace reflexionar por qué no puedes evitar comparar esta manera de vivir la fe con la propia.
Enhorabuena por este libro. Ya tengo cuatro ejemplares para regalar a personas muy concretas que creo que lo necesitan.
Vemos el milagro de transformación de lo más profundo del ser humano. Es que hemos ido pasaron un filtro de luz y volvieran a su origen, antes de haber sido humillados y maltratados por la vida.
Luego vemos la capacidad del padre Doñoro de impregnar el amor de dios en estos niños. Parece que lo natural es que renegaran, y se opusieran. Y sin embargo rezan con una fe envidiable.
Páter, muchas gracias por tanto esfuerzo y dedicación con el Hogar Nazaret. También por reflejarlo, de alguna manera, en tus libros que sin duda son muy recomendables.
Dios le bendiga, Padre. Está Ud. en mis oraciones junto con todos los niños de su familia.
Gracias Padre Ignacio por su vida, por hacernos ver como amar a Dios es lo mismo que amar a los hermanos, sobre todo a los mas débiles, a los que más sufren; no hay diferencia.
Sabemos que necesita nuestras oraciones y nuestro apoyo.
Bendiciones
Él no se frena ante nada. Algunas veces logra que lo que parece imposible, se realice, además de formas únicas. Y "su familia" siempre estará a su lado.
Hay que ayudar a Casa Nazaret. Lo que aquí es un donativo, ahí se convierte en la diferencia entre tener frijoles o no tenerlos. Entre tener arroz o quedarse sin el.
Simplemente hay que estar con nuestro Pater y su inmensa labor en el Amazonas.
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