Joaquín Echeverría: «La generosidad en la muerte de mi hijo espero que sea útil, nos haga bien e ilumine»
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Entrevista escrita
Como publicamos en InfoCatólica Joaquín Echeverría ha anunciado recientemente que se está iniciando ya el proceso para la posible causa de canonización de su hijo, Ignacio, asesinado en Londres en junio de 2017 cuando se enfrentó a los terroristas para salvar a una mujer. Al año siguiente, la Reina Isabel II condecoró con la «George Medal» al «héroe del monopatín», como fue y es conocido en el Reino Unido.
Nos hemos puesto en contacto con él para conocer sus impresiones.
¿Por qué decidieron abrir el proceso de canonización de su hijo?
Monseñor Martínez Camino, responsable de “Las Causas de los Santos” de la Archidiócesis de Madrid nos preguntó si teníamos interés en iniciar la causa de canonización. Entonces pensamos que aunque a Ignacio no se le podía haber ocurrido, tal posibilidad, lo hubiera llenado de emoción.
¿Hasta qué punto le haría ilusión ver a su hijo canonizado en esta vida?
Yo quiero que la muerte de Ignacio sea útil, dadas las circunstancias en las que se produjo, pensar en ellas ilumina a ciertas personas, les inspira buenos sentimientos. Esto ya ocurre sin necesidad de la causa de canonización y por tanto creemos que fue una muerte fue útil, que valió la pena.
Poco tiempo después de la muerte de Ignacio, me escribió una señora diciendo que tenía devoción por Ignacio y le había pedido un favor para una persona de su familia, meses después me dijo que se lo había concedido.
Pero el mero hecho de entrar en el proceso de canonización, hace que muchos valoren su vida de otro modo, y quizás su forma de vida y su generosidad en la muerte haga mucho más bien todavía.
¿Es consciente de que la Iglesia es muy prudente y puede ser un proceso largo y dificultoso?
Sí, sé que es un proceso largo, y no me preocupa, quiero que el proceso tenga una oportunidad, después será lo que Dios quiera. Yo creo que Dios lo escogió para darnos un ejemplo, pero si no es así y estoy equivocado, aceptaré la voluntad de Dios, como acepté su muerte.
Sin embargo tiene esperanza de que Dios vaya facilitando el camino…
Como decía, yo estoy convencido de que Ignacio fue elegido porque representa un modelo muy bueno porque es fácil de imitar, al no haber nacido con habilidades especiales, era una persona muy corriente, los modelos deben ser imitables e Ignacio lo era. Pero dicho lo anterior, tengo que decir que en lo que era especial es en su capacidad de esforzarse, de aceptar los fracasos y esforzarse para superarlos.
¿Hasta qué punto cree que su hijo vivió las virtudes en grado heroico?
Ignacio se pasó toda su vida, haciendo esfuerzos por superarse, por mejorarse en todos los aspectos, también se entregó a cuidar a quien lo necesitó aun a riesgo para sus conveniencias. Nunca se conformó ante la injusticia, y el día de su muerte no hizo algo especial, hizo lo que estaba en su naturaleza, forjada por su tesón y esfuerzo diario.
Sin duda coronada por el momento supremo de dar la vida por salvar la de una persona desconocida.
Ignacio reaccionó ante tres terroristas que estaban apuñalando en la calle a las personas, vio pasar huyendo a cuatro policías uniformados, pero el acudió a socorrer a las personas heridas tendidas en el suelo y a ayudar en su defensa aun quinto policía que se estaba enfrentando a los asesinos. Era el tercer atentado en el Reino Unido y había habido muchos otros en Europa. Él sabía que la muerte rondaba esas actuaciones y la afrontó. Valoró tanto la vida de los demás como la suya propia.
¿Cómo el Señor le ha consolado para soportar con esperanza cristiana el inmenso dolor de su pérdida?
Yo supongo que si Dios me dio algún privilegio fue darme tiempo a asimilar la muerte de Ignacio y a valorarla como algo positivo. Que no nos comunicaran su muerte hasta cinco días después de que ocurriera para mí fue bueno, quiero decir que me ayudó. Pero Dios, lo que nos dio fue un gran regalo también al conocer la conversación de Ignacio con su amigo Alexis, el día anterior a su muerte, en la que expresó su optimismo y su magnífica relación con toda su familia. Fue una especie de declaración de reconciliación familiar por su parte.
Incluso, ¿se podría decir que ha aumentado y se ha fortalecido su fe?
Sin duda que mi fe se fortaleció a raíz de la muerte de Ignacio, pero lo que particularmente cambió fue mi apreciación de la Iglesia, porque desde el momento de su muerte abandoné mi beligerancia contra conductas que no entendía, no es que ahora entienda aquellas conductas, es que ahora ya no me hacen daño, me dejan indiferente.
¿Cómo considera que el ejemplo de vida de su hijo puede ser una referencia moral en estos tiempos tan difíciles?
Lo es porque una persona completamente normal, sin habilidades especiales, que cuando tiene 14 años le dicen que no sirve para estudiar, unos psicólogos desaprensivos que le entregaron los resultados de sus test a los alumnos y no a los padres. Superó el daño que sufrió cuando le dicen que tiene incapacidades intrínsecas y se esfuerza y se decide a superar toda la dificultad a base de poner más de su parte. Que en situaciones de abuso de otras personas dio la cara aún a riesgo suyo, y que finalmente, cuando ve un atentado terrorista en el que están matando a personas, era el tercero en poco tiempo, el arriesga su vida y con ello da un minuto a personas para huir y ese atentado con embestida de furgoneta a los peatones y apuñalamiento por tres terroristas, acaba con solo ocho víctimas mortales, incluyendo a Ignacio, pensar en esto, puede ser muy útil para muchos.
Si se hubiese podido despedir de él antes de morir, ¿qué le hubiese dicho?
Tal y como discurrió la conversación de Ignacio con su amigo Alexis el día antes de morir, yo sé que ya no teníamos cuentas pendientes. Las habíamos tenido porque yo fui un padre muy represor, pero en el momento de su muerte, yo le hubiera dicho: “lo hiciste bien”.
Por Javier Navascués
9 comentarios
Gracias por la entrevista.
Que tu sangre sea semilla de conversos. Ruega por nosotros.
Gracias a su familia, también, por su ejemplo de aceptación de la voluntad de Dios y su testimonio. Los acompaño en su dolor.
Estoy perplejo porque la exhibición de valor heroico en un contexto como ese, no es exclusiva de un cristiano.
Los códigos guerreros antiguos, como el código templario y el "bushido" (camino del guerrero samurái) constaban de varios principios que pretendían regir la vida del guerrero, en los que el valor heroico es un principio central.
Por otra parte, todos hemos leído en las páginas de sucesos sobre personas heroicas que han fallecido intentando salvar la vida de un niño que cae al mar, bomberos que se dejan la vida en situaciones similares, policías, etc. Me han venido a la mente los trabajadores de la central nuclear de Fukushima que se sacrificaronn conocedores de una muerte asegurada, intentando evitar un desastre nuclear fatal para su pais.
Santidad es vivir plenamente la vida cristiana. Eso pone en el catecismo.
Es un intento de mantener viva la imagen del hijo pero el proceso de canonización está en contra de lo que posiblemente su hijo hubiera querido para ellos y para sí mismo.
Los padres deben pensar qué es lo que el hijo hubiera querido que hicieran ellos y muy posiblemente tratar de recuperar la felicidad y de seguir con la vida terrena hasta que Dios los llame.
Si es santo Dios lo va a determinar y no una Iglesia en las condiciones en la que está la presente. Pero además todos los que están en el cielo pasen o no por el purgatorio son santos.
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