Federico Catani habla de la Santa Casa de Loreto como el mayor santuario mariano de la cristiandad

Federico Catani es periodista y graduado en ciencias políticas y ciencias religiosas. Miembro de la TFP, Publicó otro libro junto con Florian Kolfhaus: Il Cuore che non ha mai smesso di battere, defendiendo la tesis que Nuestra Señora no habría muerto. En esta entrevista nos habla de su libro El milagro de la Santa Casa de Loreto.

¿Por qué un libro sobre la casa de Loreto, según la tradición la casa de la Santísima Virgen?

Durante siglos, Loreto fue el santuario mariano más importante de la cristiandad. En los últimos tiempos, por desgracia, ha caído un poco en el olvido, con una notable reducción del número de peregrinos. Por eso decidí escribir este libro, porque la Santa Casa de Loreto es la casa de la Virgen, o mejor dicho, de nuestra Madre, y por eso es también un poco la casa de todos nosotros, sus hijos. Allí comenzó nuestra redención: la Encarnación del Verbo.

Y precisamente porque es nuestra casa, es más que nunca nuestro deber defender su autenticidad y sobre todo la verdad histórica de su milagrosa Traslación, negada desde hace más de treinta años por quienes deberían preservar su memoria.

El libro ha sido concebido como una guía para peregrinos y, por tanto, ofrece una visión general, desde la historia y la demostración de los traslados milagrosos de la Santa Casa (hubo cinco entre 1291 y 1296), hasta los milagros que tuvieron lugar entre sus muros, pasando por las historias de los santos y los grandes hombres que la visitaron y mucho más.

Una casa que llama la atención que no tiene cimientos…

Pues sí, en efecto, ésta es una de las características más llamativas de la Casa Santa. Consta de tres muros (el cuarto era en realidad una cueva, que todavía está en Nazaret) que no tienen cimientos. Tanto es así que los lugareños, temiendo no poder sostenerse, construyeron un muro a su alrededor, pero milagrosamente, como atestiguan las crónicas, el muro se desprendió de las paredes, como indicando una vez más el milagro vivo de la morada de la Virgen.

¿Por qué podemos afirmar con certeza que realmente es la casa de la Virgen?

En primer lugar, las piedras de la Casa Santa proceden de Palestina y se remontan a la época de la Sagrada Familia. En segundo lugar, las medidas de las tres paredes y el espesor de los muros coinciden con los basamentos de la casa en Nazaret. Luego no podemos olvidar todos los milagros, tanto físicos como espirituales, que han tenido lugar en la Santa Casa de Loreto, dando testimonio de que ésta no era una casa más entre otras. En varias revelaciones privadas la propia Virgen ha afirmado que ésta es la casa donde fue concebida, nació y recibió el anuncio del Arcángel Gabriel cuando concibió a Jesús en su seno.

¿Podría describir como es la casa y en que estado se conserva?

Como ya he mencionado, la casa consta de tres muros, que han permanecido sustancialmente intactos a lo largo de los siglos, a pesar de algunos cambios, como la apertura de las dos puertas ordenada por el Papa Clemente VII para facilitar el flujo de fieles y el cierre de la única puerta original. También cabe destacar el altar que se encuentra en el interior de la Casa Santa, conocido como el Altar de los Apóstoles. Según la tradición, es el altar que los Apóstoles hicieron construir en la sagrada casa de Nazaret y donde San Pedro celebró la primera misa.

La casa fue trasladada por ángeles, ¿pero podemos probarlo?

A lo largo de los siglos, los grandes enemigos de la Santa Casa y de sus milagrosas Traslaciones han sido primero los protestantes, luego la Ilustración y finalmente los modernistas. Hoy, por desgracia - y esto dice mucho de la crisis de la Iglesia que vivimos - son las propias autoridades eclesiásticas las que minimizan o niegan todo el asunto, hasta el punto de que ya es opinión común entre los fieles que la Santa Casa fue desmontada piedra a piedra y llevada por mar a Loreto. Pero no hay pruebas históricas que lo demuestren. ¡Nada! Además, si así fuera, no se explicaría que Nuestra Señora de Loreto fuera proclamada patrona de los aviadores el 24 de marzo de 1920 y que en 2020, cien años después, se proclamara un Jubileo para conmemorar esta medida por parte del Papa Benedicto XV…

Los que minimizan o niegan el milagro probablemente piensan que lo hacen más aceptable para los fieles. O lo hacen porque simplemente ya no tienen fe. En efecto, si creemos que Dios ha creado el universo y se ha hecho hombre (en la Santa Casa) y que se hace presente en la Eucaristía, ¿por qué habríamos de tener alguna dificultad en creer que puede mover las paredes? A medida que voy presentando el libro, me doy cuenta de que la gente está sedienta de lo sobrenatural, quiere milagros y no sabe qué hacer con una pseudoreligión meramente humanitaria. ¿Se dan cuenta nuestros pastores de esto? ¿O están trabajando a sabiendas para destruir el catolicismo?

En realidad, se necesita mucha más fe para creer en el transporte humano que en los milagros, que están respaldados por papas, santos e innumerables pruebas históricas y científicas.

En pocas palabras, el mortero que mantiene unidas las piedras de la Casa de María tiene unas características químicas especiales que se remontan a la Palestina de la época de Jesús. Las excavaciones arqueológicas también han confirmado que el edificio se levantó sobre un terreno desnudo, sin cimientos y en medio de una vía pública, donde obviamente estaba prohibido construir en aquella época. Incluso una parte de ella sobresale en el hueco de una zanja y un arbusto espinoso, que estaba en el borde de la carretera en la época en que se encontraba la Casa y quedó atrapado allí.

El arquitecto Giuseppe Sacconi (1854-1905) declaró, por ejemplo, que había constatado que “la Santa Casa está apoyada, por una parte, encima de la extremidad de una calle antigua y, por la otra, está suspendida sobre el foso contiguo”. Dijo, además, que sin entrar en cuestiones históricas o religiosas, había que admitir que la Santa Casa no podía haber sido construida, tal como está, en el lugar donde está ubicada. Otro insigne arquitecto, Federico Mannucci (1848-1935), en su Informe de 1923, escribió que es “absurdo solo pensar” que pudiera ser transportado “con medios mecánicos”; añadió que “es sorprendente y extraordinario el hecho de que el edificio de la Santa Casa, aun sin tener ningún cimiento y estar ubicado sobre un terreno que no tiene consistencia, que está suelto y sobrecargado, aunque parcialmente, por el peso de la bóveda construida en lugar del techo, siga inalterado, sin ceder lo más mínimo y sin ninguna grieta en los muros”.

La Iglesia no tiene dudas, ¿qué han dicho los papas y los santos?

Todos los Papas, empezando por Nicolás IV, han reconocido oficialmente la autenticidad de la Santa Casa y de sus milagrosas Traducciones, hasta el punto de establecer la fiesta litúrgica del 10 de diciembre, fecha de la llegada de los tres santos muros a Italia. Esta fiesta, hoy conocida como Fiesta de Nuestra Señora de Loreto, tradicionalmente siempre se ha denominado en los libros litúrgicos Fiesta de la Traslación de la Santa Casa. Entre los documentos papales, particularmente expresiva es la bula Inter Omnia del 26 de agosto de 1852, en la cual el Papa Pío IX da como hecho probado que “en Loreto se venera la Casa de Nazaret, tan querida para el corazón de Dios, fabricada en Galilea y más tarde separada de su basamento y, por el poder de Dios, transportada muy lejos, más allá de los mares, primero a Dalmacia [en la actual Croacia] y luego a Italia".

Y entre los innumerables santos que peregrinaron a Loreto, quiero recordar especialmente que fue entre los santos muros de la Santa Casa donde San Luis María Grignion de Montfort se inspiró para escribir su Tratado de la verdadera devoción a María: y en efecto, ¿qué lugar más adecuado para elegir vivir la esclavitud del amor a la Virgen? No es casualidad que el gran santo francés recomendara a los esclavos de María celebrar con especial solemnidad el 25 de marzo, fiesta de la Anunciación. En efecto, así como Jesús, al encarnarse en el seno de María, se hizo totalmente dependiente de ella, así también los que viven la consagración predicada por Montfort se entregan totalmente a la Madre de Dios.

¿Por qué Loreto, fue un baluarte de la cristiandad contra el Islam?

Hoy, debido a la dictadura de lo políticamente correcto, no se habla de ello, pero el santuario de Loreto desempeñó un papel esencial en la defensa de la cristiandad contra la agresión islámica. Las batallas de Lepanto y Viena se ganaron gracias a la intercesión de la Virgen invocada en su Santa Casa, como explico en el libro. Sólo tomo el ejemplo de Lepanto. Marcantonio Colonna, comandante de la flota papal, fue a Loreto antes de la batalla, dejó a su esposa para rezar en el santuario durante la batalla naval y luego volvió allí para agradecer a la Madre de Dios la victoria. Y no sólo eso. Los prisioneros cristianos liberados de la esclavitud turca donaron sus cadenas al santuario, que fueron fundidas y utilizadas para construir puertas y balaustradas para las capillas laterales de la basílica.

Pero este no es el final de la historia. La Providencia dispuso que los defensores del papado y de la Iglesia contra el “nuevo turco” del liberalismo y del agnosticismo ofrecieran sus vidas bajo la mirada amorosa de Nuestra Señora de Loreto, el 18 de septiembre de 1860, en la batalla de Castelfidardo. Los soldados papales entraron en batalla portando la Bandera de Lepanto, tomada del tesoro del santuario, donde había sido colocada por Marcantonio Colonna. Desgraciadamente, en 1967 el Papa Pablo VI devolvió esta bandera a Turquía…

¿Qué grandes personajes han peregrinado a este santo lugar?

Son innumerables, incluyendo emperadores, soberanos y príncipes, pero probablemente sea interesante para el público español referirse a dos en particular: Cristóbal Colón y Don Juan de Austria.

Cristóbal Colón conocía muy bien el santuario y no se excluye que pudiera haber ido allí como un joven marinero, cruzando el Adriático entre 1465 y 1475. Parece ser que, el 13 de febrero de 1493, cuando Colón regresaba a España del histórico viaje que le llevó a descubrir el nuevo continente americano, su flota fue golpeada por una violenta tormenta. El mar -señaló Colón- se volvió tan amenazador que las olas, al elevarse parecían perseguir a las dos naves sobrevivientes, la “Niña” y la “Pinta". En la noche del 14 de febrero, el viento se intensificó aún más y las olas se volvieron espantosas. La “Pinta” quedó a merced del viento, desapareció de la vista y se desvió de su rumbo. Ante el peligro, Colón y sus marineros confiaron en la intercesión de Nuestra Señora, a quien le hicieron tres promesas colectivas. A continuación, pusieron en un gorro tantos garbanzos como marineros había en la “Niña". De todos los garbanzos tres fueron marcados con una cruz y quien los sacara tendría que ir en peregrinación a los tres santuarios marianos. En el primer y el tercer sorteo el garbanzo marcado fue sacado por el propio Colón, que se comprometió a ir al santuario español de Santa María de Guadalupe, en Extremadura y al de Santa Clara en Moguer. En el primer santuario ofrecería un cirio de 5 libras de peso. El segundo garbanzo lo extrajo un marinero, Pedro de Villa, a quien Colón prometió el dinero para los gastos del viaje «a Santa María de Loreto, situada en la Marca de Ancona, en el Estado del Papa, que es la Casa donde la Santísima Virgen ha hecho y sigue haciendo muchos grandes milagros». Después de realizar las tres promesas, la tormenta fue amainando gradualmente y la tripulación pudo finalmente desembarcar en la costa española. El pintor Cesare Maccari representó el cumplimiento del voto hecho por Cristóbal Colón en la cúpula de la Basílica de Loreto.

En 1576 llegó a Loreto Don Juan de Austria para cumplir la promesa que había hecho cinco años antes a Nuestra Señora, cuando se fue a la batalla de Lepanto. El retraso en el cumplimiento de su promesa se debe a que tuvo que atender con celeridad asuntos políticos y militares apremiantes. En pleno invierno y a caballo, llegó a Loreto desde Nápoles. Tan pronto como vio Don Juan de Austria el Santuario, se detuvo, se inclinó y se descubrió la cabeza en reverencia. “Como confesó el general a la beata Cella, dió a la Virgen gracias infinitas y no satisfecho con ello añadió un rico regalo de dinero. Cumplida su promesa y dando las gracias por su piedad a la Virgen, regresó a Nápoles, llevando consigo una gran ilusión y amabilidad hacia la Señora de Loreto por la ayuda concedida

¿Cuáles son aquellos principios no negociables a los que alude en el apéndice del libro?

Loreto debería ser el santuario por excelencia de los principios no negociables. En la Santa Casa fue concebida y nació la Virgen y también fue concebido Jesús (defensa del derecho a la vida desde la concepción). Dentro de esos muros San José murió probablemente en brazos de Jesús y María (defensa de la vida hasta su fin natural). Finalmente, fue allí donde Jesús creció y fue educado por sus padres (el derecho de los padres a educar a sus hijos según los principios en los que creen). Si nuestros obispos tuvieran algún interés y valor, promoverían oraciones públicas y encuentros anuales en Loreto precisamente para defender estos principios.

¿Por qué recomendaría peregrinar a ese santo lugar y qué frutos espirituales ha obtenido usted allí?

El profesor Plinio Corrêa de Oliveira explicó que el orgullo y la sensualidad son los principales motores de la Revolución: “Si no fuera por el orgullo y la sensualidad", escribió, “la Revolución como movimiento organizado en todo el mundo no existiría, no sería posible". A partir de esta consideración, se podría pensar que no hay lugar en el mundo más hostil a la Revolución -y, por tanto, más acorde con la Contrarrevolución- que la Santa Casa de Loreto, ya que en ningún otro ambiente han reinado la humildad y la pureza más perfectas. Porque dentro de estos muros sagrados, Jesús se sometió totalmente a María y José; la Virgen fue concebida inmaculadamente, permaneció perpetuamente virgen y aceptó los planes divinos con gran humildad; San José fue el castísimo esposo de María.

En la Santa Casa de Loreto comenzó la Redención del género humano por la Encarnación del Verbo. En medio de esos muros, el Eterno entró en el tiempo, Dios se hizo hombre por el consentimiento dado por la Santísima Virgen. Todo esto aclara aún más por qué ese bendito lugar puede considerarse el centro propulsor de la Contrarrevolución. En efecto, si la primera revolución fue la de Lucifer y los ángeles rebeldes que, cegados por la soberbia, gritaron a Dios su Non serviam, en la Santa Casa, en cambio, una criatura inmaculada comenzó a aplastar la cabeza del diablo con su humilde y convencido “Fiat".

El Dr. Plinio definió la Revolución con los dos adjetivos de gnóstica e igualitaria. Pues bien, lo que el gnosticismo de todos los tiempos rechaza es precisamente la Encarnación. Los gnósticos no pueden concebir un Dios que se rebaje a un ser humano, que se humille tomando carne y cuerpo mortales. Además, según varios Padres de la Iglesia, Lucifer se rebeló cuando se le dijo que tendría que adorar a Dios hecho hombre. Por orgullo, los ángeles rebeldes no quisieron aceptar la unión hipostática del Verbo con la naturaleza humana, que es en sí misma inferior a la angélica. Con mayor razón no podían aceptar que una mujer, María Santísima, una humilde criatura, fuera el medio por el que se realizara esta unión. De hecho, en el corazón del pensamiento gnóstico se encuentra la idea prometeica de que el hombre se rebela contra el orden de la creación y acaba convirtiéndose en Dios. Pero si Cristo es Dios que se hace hombre, entonces el hombre que se hace Dios es el Anticristo. He aquí, pues, el choque entre las dos banderas, la de Cristo y la de Satanás; en definitiva, el choque entre la Revolución y la Contrarrevolución.

¿Cómo se puede adquirir el libro?

Por el momento, se puede solicitar en www.anf.org.

Por Javier Navascués

2 comentarios

  
Isaac
Así como el autor narra cómo la Santa Casa y sus milagros son denigrados o negados por las propias autoridades eclesiásticas, así pasa con otros milagros marianos, como el caso de la tilma del indio Juan Diego en que se estampó la imagen de la Virgen bajo la advocación de Guadalupe (Cóatl-ajupeo, en náhuatl, la que pisa o derrota a la serpiente). Hoy las autoridades religiosas minimizan o niegan el milagro, aún cuando científicos se han partido la cabeza estudiado las varias características inexplicables de la imagen.
03/12/21 5:27 PM
  
ELIDA ESTELA MOLBERT.
Me encantaría saber el costo del libro y cómo adquirirlo. M

uchas gracias.-
03/12/21 11:41 PM

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