Javier Barraycoa: “Nuestros congresos son de los pocos bastiones culturales que quedan en Cataluña”
El próximo 9 y 10 de julio se celebrará en Barcelona el VII Congreso de Catalanidad Hispánica. En él participarán importantes personalidades del pensamiento español que no se han rendido ni al pensamiento único ni a la corrección política. Tras el lapsus de un año sin poder celebrarse grandes eventos, la asociación cultural SOMATEMPS retoma sus paradigmáticos congresos. Entrevistamos a su presidente, Javier Barraycoa.
Algunos afirman que lo que hay que hacer es dejar de pensar y discutir ideas y lanzarse a la acción ….
Es cierto que en Cataluña debemos retomar la acción y las calles tras un año de confinamiento y adormecimiento de la ciudadanía. Mientras muchos patriotas se han desactivado, el nacionalismo ha ido consiguiendo sus objetivos impunemente: indultos, mesa de negociación, el 40% del Fondo autonómico de compensación, …
Pero la acción sin ideas, objetivos y estrategias es suicida. Puede que esto es lo que haya pasado en el asociacionismo patriótico en Cataluña. Por eso para nosotros estos congresos son fundamentales. Son de los pocos bastiones culturales que nos quedan. No podemos ganar la batalla política sin antes haber ganado la batalla de las ideas.
Justo su congreso coincide con el de SCC. ¿Es eso un impedimento?
Nosotros ya habíamos programado el nuestro con más antelación. El de Sociedad Civil Catalana (SCC) es muy respetable por algunos de los participantes, pero han invitado a los dirigentes del PP y Ciudadanos, para que le hagan la ola a Salvador Illa (PSC). El problema de esta mezcolanza es que se está legitimando la política del gobierno central en Cataluña. Ahora todo el mundo quiere apuntarse al carro de que hay que retomar las relaciones con “Cataluña”. Pero no, el nacionalismo no representa a Cataluña. El nacionalismo es la cobertura ideológica de una mafia poderosísima y extensísima, que se ha institucionalizado y toma el nombre de Cataluña en vano. Los que secundan la política de Sánchez y el PSC a los catalanes no nacionalistas nos toman como moneda de cambio. Somos el chivo expiatorio de este aquelarre.
El Congreso se ampara en el título “La (Des)memoria histórica. Un mecanismo de control político”, ¿con quiénes cuentan en el evento?
Hemos realizado un vasto esfuerzo por traer personalidades de relieve que se han destacado en su defensa del hispanismo y no se han dejado amedrentar por el nacionalismo. Contaremos con Jesús Laínz, Francisco Caja, Iván Vélez o Ernesto Ladrón de Guevara, entre otros. Creo que es un plantel magnífico. En Somatemps tenemos la convicción de que el nacionalismo quiere “provincializar” Cataluña. Por eso, hemos de conseguir que intelectuales de toda España vengan a nuestra tierra y la sientan como parte suya.
¿Hablarán de los indultos?
Sí, aunque no eran parte del tema escogido para este año, la actualidad obliga. Al menos, en la clausura del congreso leeremos un documento doctrinal con nuestra reflexión al respecto.
¿Se terminará algún día el “problema catalán”?
El “problema catalán” es un término que ha inventado el nacionalismo. Tenemos un “problema nacionalista” y, en todo caso España tiene un problema. Nadie puede quedarse ajeno. Las vicisitudes que se vivan en los próximos años en Cataluña y Vascongadas afectarán a toda España. Vienen tiempos recios. Por eso, estos congresos están haciendo historia. Durante siete años hemos recopilado un gran número de conferencias de riquísimo contenido que pueden encontrar en el “Canal Somatemps” de Youtube.
¿Dónde pueden dirigirse los interesados en el Congreso?
Pueden escribir a [email protected] o bien en este enlace descargar el programa.
Javier Navascués
10 comentarios
La unidad de España es un bien moral como claramente afirmaron nuestros obispos cuando estaban bajo la presidencia del Cardenal Rouco. Amar a la Patria y defenderla es nuestra obligación como Católicos de acuerdo al mandamiento de “honrar al padre y a la madre” como bien ha expresado Mons. Munilla en aus catequesis sobre el Catecismo de la Iglesia Católica.
Que el nacionalismo catalán es una mafia lo sabe todo el mundo. Empezando por los propios nacionalistas. Denunciar las mafias es algo muy católico. Defender la patria de quien quiere amputarle uno de sus más preciados miembros, también.
Tal vez si la Iglesia hubiera ayudado a limpiar la porquería... Pero igual que en el resto de España, muchos ordenados han vendido su alma al diablo y trabajan para el enemigo.
Con ayuda de Dios encontraremos la solución.
El primero que ha hablado de catolicismo en esta entrevista ha sido él, como también ha sido el primero en reconocernos que huele a los católicos (los de verdad, por supuesto) "a dos leguas".
¡Qué pesadez de hombre! Me parece que su oficio deseado es el de portero de discoteca para seleccionar a quienes entran o no.
Apoyemos todo lo que suponga romper el discurso monocorde del nacional-progresismo en Cataluña y enhorabuena a Barraycoa por sus ánimos y su optimismo.
Es también claro que la unidad de España no puede depender de un texto constitucional liberal, aconfesional. España es católica o no es nada, como advirtió Menéndez Pelayo.
Pero todo eso lo sabe Javier Barraycoa, que es uno de los carlistas más destacados de esta generación de españoles. Por tanto, criticarle es una estupidez como la copa de un pino.
Que Boadella tiene poco o nada de católico es una afirmación arriesgada. Me sorprendió escucharlo en una entrevista del programa "No es bueno que Dios esté solo" (IntereconomíaTV, 1 de diciembre de 2012).
Ya antes Boadella había mostrado su particular visión de los enjuagues eclesiásticos a causa del ecumenismo en la pieza teatral "Teledeum" que merecería volver a representarse porque no sé si en general fue bien entendida cuando se estrenó en 1994.
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España, como todos los países modernos, ya no descansa sobre la base del catolicismo, o de cualquier otra religión. Mejor o peor, España tiene su Constitución, que admite la libertad de culto, sin dar privilegios a ninguno de ellos. En eso no es diferente de cualquier país de la UE o de EEUU. Pretender volver al pasado es inútil, además de absurdo. España debe sentirse orgullosa de su Historia, pero no debe tratar de volver a ser como en los tiempos de la Reconquista. Eso es imposible, aunque una mayoría de españoles lo quisiera, por la sencilla razón de que el tiempo no va nunca hacia atrás. Siempre va adelante.
Saludos.
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