Resumen de las intervenciones de la VII Jornada de estudio, organizada por la Fundación Casa de Misericordia de Barcelona
Las intervenciones de la VII Jornada de estudio, organizada por la Fundación Casa de Misericordia de Barcelona (FCMB), estuvieron centradas en los retos y dificultades que ha afrontado el sistema educativo desde el inicio de la pandemia.
El salón de actos del edificio de Fomento del Trabajo de Barcelona ha acogido una serie de mesas redondas y ponencias con el tema central de la relación entre el Covid-19 y su repercusión en la educación de los más jóvenes.
Dentro de la jornada denominada El impacto del Covid en la infancia y la juventud, el Cardenal de Barcelona, Juan José Omella, llevó a cabo una introducción con un discurso basado en la fraternidad en estos momentos difíciles: “Como dice el Papa Francisco, solo saldremos de esta pandemia si sabemos caminar y remar juntos, y si sabemos ayudar solidariamente a los más necesitados”.
Y es que, para Omella, el papel de los jóvenes a la hora de afrontar el Covid-19 es fundamental porque “muchos dicen que los jóvenes son el futuro de la sociedad y de la Iglesia, pero como dice el Papa, los jóvenes son el presente de la Iglesia y de la sociedad”.
La primera mesa redonda de la jornada estuvo centrada en las repercusiones que ha tenido la pandemia sobre la educación en los últimos meses, donde muchos estudiantes se han quedado sin la posibilidad de seguir su ritmo de aprendizaje creando lo que muchos denominan “brecha digital”.
Pese al esfuerzo de los profesionales de la educación para adaptarse al medio, para María Calvo de la Real Academia Europea de Doctores, no fue suficiente para que todos los estudiantes siguiesen las enseñanzas de forma telemática, por lo que los menos favorecidos fueron víctimas de una desigualdad destacable a la hora de acceder a sus estudios.
Más de la mitad de los centros educativos españoles no estaban preparados para afrontar las clases de forma telemática.
Según los datos aportados, 1.600 millones de estudiantes se quedaron sin poder asistir a clase debido al Covid-19 y más de la mitad de centros educativos en España no estaban preparados para continuar con las clases de forma telemática: “La educación tiene el reto ético y técnico de tener en cuenta la diversidad y la complejidad. Debemos ser capaces de alcanzar niveles de calidad y conseguir detectar y favorecer el talento diferenciado”. Por todo ello, la pandemia “ha planteado un reto importante para seguir adelante. Hemos aprendido mucho este año”, afirmaba la Doctora Calvo.
Por su parte, José Ramón Calvo, también miembro de la Real Academia Europea de Doctores, aportó una visión diferente a la conversación añadiendo el factor del cambio climático, que según su intervención ayuda a la transmisión de virus y enfermedades, como por ejemplo el Covid-19.
“El cambio climático favorece a las pandemias porque crea condiciones ambientales favorables para los vectores de enfermedades”. Además de eso, el Doctor Calvo afirmó que “la pérdida de biodiversidad actúa como catalizador para la expansión del virus y las enfermedades infecciosas”.
La comunicación digital y la Iglesia
Miriam Díez, periodista de Aleteia, llevó a cabo una ponencia sobre la comunicación digital y los retos que afronta la Iglesia a la hora de adaptarse a la nueva realidad informativa que se plantea en nuestra sociedad. Una realidad telemática que se ha acelerado con la llegada de la pandemia del Covid-19.
Pese a la situación propuesta por la crisis epidemiológica, según Díez “no se trata de dividir a las personas y su realidad entre lo que es real y lo que es virtual, se trata de que esa persona esté informada por canales diversos”.
Para ello, la Iglesia afronta el desafío de entrar de lleno en el mundo digital: “La presencia de la iglesia en el mundo digital no es opcional, no es algo que se tenga que discutir si es necesario o no, porque la Iglesia no es una entidad que está jugando en otra liga, está jugando en este mundo”.
Ante esto, Díez apuntó que es muy importante que la Iglesia esté “cerca de las personas siempre”, y que sepa responder a las necesidades de las nuevas generaciones, más adaptadas a las nuevas tecnologías y que exigen un cambio de paradigma en la comunicación entre Iglesia y sociedad: “Los nativos digitales son muy exigentes con la iglesia. Quieren una Iglesia interactiva, dialogante, que no tenga una autoridad dictatorial”.
Pese a esta renovación que exigen los nuevos tiempos, para la periodista de Aleteia, la Iglesia no debe perder sus valores. Debe haber renovación, pero fiel a los principios originales, de la institución, “donde la misericordia sea la palabra de orden, donde el perdón sea lo que diferencie a los católicos del resto”.
Y en cuanto a cómo hacerlo, la periodista apuntó: “El mundo digital no es solo Internet”, y que el papel de la Iglesia es “estar siempre cerca de las personas”.
El impacto del Covid en la salud de los jóvenes
En la segunda mesa redonda de la jornada se realizó una mirada transversal a los efectos del Covid-19 en la salud de los jóvenes, tocando varios ámbitos en los que los niños y los adolescentes se han visto afectados por la pandemia.
Todo ello pese a que el efecto del virus ha sido inferior en las personas con menos edad. En cuanto a la causa que ha podido provocar que los niños hayan quedado prácticamente exentos del virus, la ponencia del Doctor Manuel Cruz, catedrático de pediatría, apuntó a la vacunación de la triple vírica como posible atenuante del Covid-19, lo que ayudaría a reforzar el calendario de vacunación como solución a posibles futuras situaciones parecidas.
En cuando al apartado de la salud mental, en comparación con anteriores pandemias, el aislamiento se ha convertido en más comunitario y menos duro, pero la mente y las emociones siguen siendo un punto a tener en cuenta a la hora de evaluar los daños de la pandemia en nuestra sociedad.
“El impacto emocional del Covid no se puede medir”, apuntaba el Doctor Xavier Buqueras, médico psiquiatra, quien también destacaba que “hay que diferenciar entre los enfermos mentales antes del Covid y las patologías provocadas por el Covid”, puesto que ha habido enfermos mentales que han visto agravadas sus patologías y otros que las han desarrollado como fruto de la soledad y el alejamiento de la vida social provocadas por el Covid, con la soledad y la nostalgia como los dos elementos principales que han generado problemas mentales en los jóvenes durante la pandemia.
El médico pediatra Joaquín Callabed sacaba algunas conclusiones de lo que ha sido el Covid-19 para la sanidad en general. “La pandemia ha dejado al descubierto importantes déficits estructurales, asistenciales y de gestión en muchos casos. En el ámbito sanitario y económico los resultados han sido muy malos. Habrá que buscar soluciones nuevas”.
Y, ¿de cara al futuro? El Doctor Adalbert Marqués, presidente de Medicos Cristianos de Catalunya apunta a tres posibles escenarios: “optimista, intermedio y pesimista. Lo que va a definir cual es el que se dé es la implantación de medidas más eficientes, las vacunas y la aparición de fármacos”.
5 comentarios
Me apena que la jerarquía eclesiástica participe de este montaje del NOM.
Me pueden llamar conspiranoico y negacionista, yo digo realista. Ya se darán cuenta dentro de unos meses, ni siquiera años, de que va esto.
Está claro que tu planteamiento es claramente negacionista.
Si es una gran farsa mundial ¿como se explica los miles de muertos en todo el mundo? ¿por otras patologías? ¿por una gripe? ¿a quien le conviene este desastre económico? ¿a los políticos? ¿para tener que lidiar con mas tensiones y conflictos sociales?
La salud se define como: un bienestar físico, mental y social.
El tema social con un enfoque en el que predomine el amor y la evidencia científica da confianza y seguridad; y la confianza y seguridad son buenas para la salud social y mental, lo cual repercute en mejor salud física.
Sin embargo, ha habido mucha confusión y muy poca voluntad para esclarecerla.
El tema es mucho más grave porque las vacunas están en una fase de experimentación y faltan unos 21 meses para, de una manera sensata y con rigor científico, poder emitir, de forma imparcial, los resultados del periodo de experimentación y obrar en consecuencia.
Que se induzca a la vacunación masiva a los jóvenes con la coacción de cierta "discriminación" si no se vacunan no me parece ético.
La ausencia de verdadero amor en este tema agrava mucho la situación y es un indicador de lo que siempre, lamentablemente, suele ocurrir:
que los intereses priman antes que el amor.
Únicamente mediante el Amor, la comprensión y la evidencia científica, desde la imparcialidad, conseguiremos caminar hacia un mundo mejor.
Ánimo y un abrazo.
Estamos viviendo unos tiempos en los cuales el que no vea lo evidente es porque no quiere. Si te das una vuelta por Internet, por ejemplo: médicos por la verdad entre muchos otros, comprobarás la gran farsa de esta plandemia. Insisto son médicos, virologos, microbiologos, etc de gran prestigio mundial los que afirman esto. Si nos fiamos de las TV, radios y periódicos que pertenecen a las élites mundiales, pues no nos enteramos de la VERDAD y luego están los que reciben subvenciones por ser la palabra del amo.
Ten en cuenta que el término negacionista es el único argumento que se usa contra los que aportan pruebas veraces a este gran genocidio.
Este desastre económico le interesa a los que ya han afirmado publica y abiertamente que hay que reducir la población del Planeta.
Las actuaciones de los políticos están siendo dirigidas por ellos, y se sabe.
Recuerda que estos grupos y políticos a su orden son los que crean las tensiones, conflictos y revueltas. A mayor tensión, más miedo y mejor control de la población.
No quiero extenderme más, hay mucho publicado en Internet, te recomiendo que lo consultes y, por favor, la tv solo para ver el tiempo, por lo demás todo mentira manipuladora.
Que Dios te bendiga.
Ya , pero como explicas lo de los miles de muertos en TODO el mundo ¿o no han muerto tantos? ¿o han muerto de otras enfermedades todos de vez?
Como se puede encubrir esta "farsa" según dices con tanto cadáver en la mesa.
Un desastre económico de ninguna manera puede interesar al gobierno de una nación, a no ser que quiera suicidarse y desaparecer (cosa que no les suele ocurrir a políticos y gobernantes); una conflictividad social que degenerará en una violencia desatada, es lo que menos desea un gobierno del tipo que sea.
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