Sin villancicos no hay Navidad
Los ideólogos de Satanás, con azufre infernal, quieren neutralizar el buen olor de Cristo de la sociedad, imponiendo un laicismo feroz en la mayoría de estados de Occidente. Llevan décadas, conspirando en la tiniebla, para acabar con el espíritu de la verdadera Navidad, para desterrar al país del olvido las buenas costumbres católicas y socavar los cimientos de la cristiandad. Mucho peor que el avariento Scrooge, de la novela de Dickens, que se conmueve y recapacita, pues ellos han iniciado un camino de no retorno para dinamitar el Reinado Social de Cristo, tratando de apagar el rescoldo que queda en las brasas humeantes de muchos corazones.
Tras la revolución cultural del PSOE, para más INRI fue gobernando el PP de Gallardón en Madrid cuando se empezaron a cercenar los motivos religiosos de los adornos navideños de las calles. Por no pagar el peaje de la modernidad desalojaron del portal al Niño, a María y a José, al buey y al mulo y entronizaron en su lugar a un pavo, a una botella de cava etc…Bienvenidos al reino del Matrix progre, a la ciudad sin Dios. Todos siguiendo “genuflectos” y bovinamente el discurso que ensalza la laicidad como uno de los grandes logros del régimen del 78.
Nadie protestó ni dijo nada y años más tarde da grima pasear por las calles de ciudades como Barcelona, infestadas de luces insulsas que forman vocablos como FUM, FUM o ÑAM, ÑAM….Onomatopeyas infantiloides, de higiene mental aguda, para mentes débiles. ¿Tanto costaba formar con las luces una frase que dijese HA NACIDO DIOS o GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS o FELIZ Y SANTA NAVIDAD?
Evidentemente que el Nuevo Orden Mundial y sus esbirros han vetado ese contenido de las sociedades que dominan. Dios ha muerto en la ONU y en la UNESCO. La Ingeniería Social avanza, como los jinetes desbocados del apocalipsis, con la inquina del averno. Por eso hay que estar alerta y ofrecer resistencia con valentía y firmeza, hasta dar la vida, si fuese necesario, por defender los derechos de Dios, pisoteados por los hijos de Satanás.
Grandes centros comerciales, como el Corte Inglés, también han claudicado al gelido laicismo. Antaño regalaban a las pupilas unas decoraciones navideñas primorosas rebosantes de colorido y creatividad, con motivos religiosos. Hoy son luces blancas, frías, insulsas, sin alma y por supuesto sin villancicos. Una Navidad castrada por el bisturí de la modernidad.
Y además de la ornamentación, un tema clave, y que da título a este artículo, es la aniquilación de los villancicos españoles tradicionales (especialmente andaluces, castellanos etc…) Este proceso se da igualmente en Hispanoamérica, aunque intuyo que allí se conservan un poco más estos signos genuinos de la Navidad.
En España ya no se escuchan prácticamente en ningún sitio porque la sociedad laica no quiere celebrar que ha nacido Dios. Ellos siguen la tesis nietzscheana de que Dios ha muerto y no quieren dejarle nacer ni en sus corazones ni en la sociedad. El bullicio de la modernidad insonoriza la voz del corazón, el frenesí de la vida abandona al hombre a la orfandad de Dios.
Ni siquiera aparece el portal de Belén en los anuncios publicitarios. Nos quieren vender una Navidad mundana, de Satanás. Los protagonistas son sucedáneos como Papá Noel, arbolitos nórdicos y todo tipo de plagios de oropel para desterrar a Dios de las mentes. No lo hacen de manera cruenta, como en la revolución marxista, sino de forma sutil, con el marxismo cultural. Abortan a Dios mismo en las entrañas sangrantes de la cristiandad.
Reivindico absolutamente los villancicos en Navidad porque, junto con los belenes, son un poderoso instrumento para adentrarnos en el misterio navideño, nos hacen como niños y nos llevan al portal de Belén a adorar al Niño Dios. Mientras escribo este artículo estoy escuchando emocionado los villancicos de siempre. O recuperamos los villancicos, los belenes, la Misa de Gallo, la costumbre de practicar la caridad en Navidad etc. o en unos años rendiremos vasallaje a las fiestas del solsticio de invierno.
Pensemos en la diferencia que hay entre cantar villancicos en familia, pues el protagonista es Jesús, y estar abducidos por los cantos de sirena deplorables de las televisiones, que vomitan en alta definición todos los vicios del siglo.
Les dejo con una excelente recopilación de los villancicos de siempre y les animo a ponerlos a toda pastilla para que se entere el mundo laico e impío que es NAVIDAD y rindan pleitesía a Aquel que nace en Belén, ya está bien de maricomplejines pusilánimes.
Decía Pemán algo así: ¿Por no ofender a los impíos que la procesión no salga? ¿Por no irritar a los malos que el bien no se haga?
Y por cierto para acabar no reculemos en la batalla del lenguaje. Cuando nos digan un insulso felices fiestas, respondamos un FELIZ Y SANTA NAVIDAD, HA NACIDO DIOS con voz firme y viril, de trueno, con el convencimiento de un legionario o un soldado de los Tercios de Flandes, que se enteren los hijos de las tinieblas de lo que celebramos realmente, frenemos en seco la metástasis del laicismo.
Javier Navascués Pérez
7 comentarios
Pero hasta los agnósticos se emocionan con los villancicos. Este año alguien con esta postura ante la vida cantó :
"Falade ben baixo petade pouquiño, pra que no desperte o noso meniño". Se emocionó y nos conmovió. Recordó lo que cantaba de niño.. Los niños de hoy, ni eso tienen.
! Y si no te vuelves niño, como acoger en nuestro corazón al Rey del Mundo!.
El año pasado un político de izquierdas (muchos sabrán quien es) comentó que se acordaba de los villancicos que le enseñaba su abuela. Verdad que anda descaminado y fomenta ese descaminos en lis demás, pero se acuerda todavía de estos, posiblemente de las emociones que producen,, y pienso que el Niño Jesús está de alguna manera en su interior.
En otra zona había colocado imágenes más grande, y el Niño Jesús tirado por una parte, algún otro destrozo, el buey y la mula fuera del lugar.
El número de los enemigos de Cristo se está haciendo notar por sus malas acciones.
Recuerdo que todos los años en otro establecimiento, preparaban el Belén, y desde hace como tres años, ya dejaron de mostrarlos a todos. Aunque todavía quedan otros sitios, donde perseveran en este tiempo de Navidad.
Hay muchos escaparates, y no todos son creyentes. Y cuando ve que hay un nacimiento: "estos son cristianos". Y todos tienen su negocio, gracias a la Providencia de Dios, pero no todos quieren agradecer a Dios esas oportunidades de trabajo, de sustentos y seguir adelante. Hemos de ser agradecido a Dios que hace llover sobre buenos y malos, sobre justos y pecadores.
Cuando uno escucha los villancicos, hay ambiente de alegría sana, espiritual, pensando en que Dios quiso venir al mundo para nuestra salvación, en un pesebre, no tenía comodidades.
José Luis (OFS)
Paz y bien
Navidad es irrumpir Jesucristo en la plenitud de los tiempos y le damos infinitas gracias y pedimos que vengan más jesusitos niños a esta Tierra.
Feliz año 2019 del Señor Jesucristo.
Expresemos su Santo Nombre continuamente.
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