Confirmado: Constitución Apostólica "Anglicanorum coetibus"
Tal como informábamos ayer, en la fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, "madre y cabeza de toda las iglesias de la ciudad de Roma y de toda la tierra", se ha publicado la Constitución Apostólica "Anglicanorum coetibus" del Sumo Pontífice Benedicto XVI.
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Comunicado de la Sala de Prensa
El 20 de octubre de 2009, el Cardenal William Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, anunció un nuevo documento para responder a los numerosos pedidos llegados a la Santa Sede de parte de grupos de ministros y fieles anglicanos de diversas partes del mundo, los cuales desean entrar en la plena y visible comunión con la Iglesia Católica.
La Constitución Apostólica Anglicanorum coetibus, que hoy es publicada, introduce una estructura canónica que provee a esta reunión corporativa a través de la institución de Ordinariatos Personales, que permitirán a estos grupos entrar en la plena comunión con la Iglesia Católica, conservando al mismo tiempo elementos del específico patrimonio espiritual y litúrgico anglicano. Contemporáneamente, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha emanado Normas Complementarias que servirán para la correcta realización de la medida.
Esta Constitución Apostólica abre un nuevo camino para la promoción de la unidad de los cristianos, reconociendo al mismo tiempo la legítima diversidad en la expresión de nuestra fe común. No se trata de una iniciativa que haya tenido origen en la Santa Sede, sino de una respuesta generosa por parte del Santo Padre a la aspiración legítima de tales grupos anglicanos. La institución de esta nueva estructura se coloca en plena armonía con el compromiso por el diálogo ecuménico, que continúa siendo una prioridad para la Iglesia Católica.
La posibilidad prevista por la Constitución Apostólica de la presencia de algunos clérigos casados en los Ordinariatos Personales no significa de ningún modo un cambio en la disciplina de la Iglesia en lo que respecta al celibato sacerdotal. Éste, como dice el Concilio Vaticano Segundo, es signo y, al mismo tiempo, estímulo de la caridad pastoral y anuncia de modo radiante el reino de Dios (cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1579).
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Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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