La confesión de un Obispo francés

El obispo francés Maurice Gaidon, emérito de Cahors, ha publicado hace algunos meses un libro que ha sorprendido por la claridad de su análisis y la sinceridad de sus afirmaciones. Allí, el anciano prelado realiza un balance de su ministerio y hace una fuerte crítica de un modo de gobierno episcopal que, por desgracia, se repite con frecuencia y que es potenciado por el mal funcionamiento de muchas conferencias episcopales. Ofrecemos a continuación la traducción al español de unos breves extractos.

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“¿De dónde proviene esta impresión de extraño letargo que percibo en el contacto con nuestras comunidades desorientadas, de nuestros sacerdotes desencantados, y de mis hermanos obispos por el temeroso silencio en nuestras asambleas?”


“Yo pienso que a nuestro lenguaje le falta vigor y que el espíritu profético está demasiado ausente de nuestros textos, sabiamente medidos y dignos de resoluciones votadas al final de «meeting radical-socialistas». […]. Un texto se diluye cuando es revisado y corregido en una asamblea de un centenar de miembros, algunos de los cuales no hablan nunca mientras que otro toman la palabra sin complejos. En una asamblea infiltrada, en parte, por “grandes mitras” que preparan cuidadosamente ciertas elecciones y se reparten los “puestos clave” del episcopado. […]. Nosotros no queremos salir de un tono conciliador y buscamos, en primer lugar, el consuelo de un blando consenso en los campos más sensibles, como son los problemas de moral conyugal y las cuestiones de bioética. Ya había encontrado estas indecisiones al momento de la ley sobre el aborto y constaté que no estábamos listos para cruzar la espada contra los políticos. Siento la misma impresión cuando el gobierno se prepara a abrir los debates sobre los contratos de unión entre dos personas del mismo sexo. ¿De dónde surge este miedo si no dudamos en hacer oír nuestra voz en otros problemas sociales?”


“Y algunos de nosotros no terminan de tejer alabanzas a este régimen digno de elogios… lo que es un colmo. No tenemos que alabar a un régimen que trata a la Iglesia con tanta desenvoltura y no pierde ocasión de poner obstáculos a la difusión del mensaje cristiano. No debemos incensar a un poder político cuyo liberalismo moral contribuye a degradar el clima de nuestra sociedad. […]. No debemos olvidar tan velozmente elecciones legislativas que han llevado a la banalización del aborto. […]. Pagaremos caro y largamente estas decisiones, a las cuales hemos opuesto una resistencia realmente mediocre y un discurso sin aristas vivas ni acentos vigorosos”.


“He vivido mal la reforma litúrgica, impuesta en el plazo de un domingo y con un autoritarismo clerical insoportable. […]. Tengo la impresión de haber vivido estos años como una lenta deriva, impulsada por las modas y por los lenguajes establecidos en nuestro universo clerical, y de reencontrarme, a la hora de mi última etapa, en un doloroso desconcierto, invadido por el sentimiento de haber padecido pasivamente las tomas de posición y las decisiones de mis hermanos en el episcopado y de haber seguido con ellos la corriente de compromisos, en lugar de usar el lenguaje áspero y profético de los testigos y anunciadores de una Palabra que es una espada”.


“La esperanza no tiene nada que ver con un optimismo al mando que reina con demasiada frecuencia en las oficinas eclesiásticas que yo frecuento”

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Fuente: Messainlatino.it


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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6 comentarios

  
Luis Fernando
¿Y qué decir ante esta confesión pública de este obispo?

Tengo una sensación agridulce. Por una parte, es de agradecer que hable a corazón abierto reconociendo los errores de toda una generación. Pero claro, habrá quien diga que "a buenas horas mangas verdes".

Si al menos los obispos jóvenes le leyeran y tomaran nota, habríamos conseguido mucho.
30/05/09 10:24 PM
  
Norberto
Lo que denuncia debió enfrentarlo,y enfrentarse,en su momento,ahora son flatus vocis
30/05/09 10:32 PM
  
Miguel Antonio Barriola
No es tan "flatus vocis", que un anciano pastor tenga la valentía de ofrecer una panorámica valiente de la falta de coraje con que han actuado muchos obispos y "conferencias episcopales", reblandecidas detrás de "consensos" irrelevantes y aduladores de lo "actual", llegando a parecerse tan lastimoamente a los "perros mudos, incapaces de ladrar" (Is 56, 10)
31/05/09 2:47 PM
  
Norberto
Miguel
¿Qué hizo Mn Gaidon cuando era obispo residencial?,es muy cansado leer y releer cada documento preparatorio,cada acta,redactar propuestas,defenderlas,pedir la palabra una y otra vez,intentar persuadir o pactar,buscar adhesiones;previamente a todo esto orar y buscar la luz del ES,incluso discutir y polemizar.Pero,dice ahora,quejándose,que "En una asamblea infiltrada, en parte, por “grandes mitras”...",mi pregunta es ¿qué hizo él?¿hizo algún escrito a sus compañeros en el episcopado?,¿algun monitum a la Sgda. Cgción. de Obispos?,¿algún comentario al Papa en la visita ad limina?.Entiendo el desahogo del octogenario Mn,pero las cosas en su momento,algunos pagamos el pato de no callar y,yo,al menos no me callo aunque quienes me miraban y aplaudían vuelvan la cara,¿hizo algo así Mn Gaidon?,pues eso.
31/05/09 4:14 PM
  
Isaac García Expósito
Es una confesión de falta de carácter. No creo que haya motivo para ensañarse con este Obispo, sino de tener caridad con él.

Reconocer lo que él hace es muy duro.

Testimonio desgarrador.
31/05/09 11:54 PM
  
ALEJANDRO
Interesantes textos. Esperemos velos pronto traducidos al español.
01/06/09 1:33 AM

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