Cuando se debilita el sentido de pertenencia a la Iglesia...
Ofrecemos nuestra traducción de un interesante artículo, aparecido hoy en L’Osservatore Romano, del cardenal Camillo Ruini, Vicario emérito de Su Santidad para la Diócesis de Roma. En el mismo, partiendo de la Carta del Papa Benedicto XVI a los Obispos de la Iglesia Católica, el cardenal Ruini habla de un tema particularmente actual: el sentido de Iglesia.
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Una auténtica novedad: así denominaría la carta que Benedicto XVI ha escrito a los “hermanos en el ministerio episcopal” sobre el levantamiento de las excomuniones a los cuatro obispos consagrados por monseñor Lefebvre en 1988. Novedad que se manifiesta, sobre todo, en el carácter fuertemente personal de esta carta que está dirigida a todos los obispos de la Iglesia Católica y de hecho, habiendo sido publicada, también a todos los fieles: una comunicación personal que supera los límites de la oficialidad y se ofrece al lector de manera transparente permitiéndole entrar, por así decir, en el ánimo del Papa y tomar parte desde dentro de su solicitud pastoral en las motivaciones fundamentales que guían sus opciones y también en la actitud interior con la que él vive su ministerio.
En esta misma clave, la carta no esconde ciertamente las dificultades del momento y sus causas inmediatas, más bien las señala pero para ir más en profundidad, a las raíces espirituales, culturales y eclesiales de aquellos obstáculos que hacen fatigoso el camino de la Iglesia y que nos exigen a cada uno de nosotros conversión y renovación. Si queremos encontrar alguna analogía para esta carta, debemos pensar en algunas cartas que, sobre todo en los primeros siglos del cristianismo, obispos de grandes sedes – en particular, los obispos de Roma – han enviado a sus hermanos sobre los problemas entonces más preocupantes.