Crisis de la vida religiosa: Mons. Rodríguez Carballo la asume y explica

En este lúcido y fundamentado artículo, publicado hoy en L’Osservatore Romano, que ahora ofrecemos en nuestra traducción al español, el Arzobispo José Rodríguez Carballo, Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, hace referencia a la actual crisis de la vida religiosa y consagrada, y sus verdaderas causas.

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Desde hace tiempo se habla de “crisis” en la y de la vida religiosa y consagrada. Y para justificar este diagnóstico frecuentemente se recurre al número de los abandonos, que agudiza la ya de por sí alarmante disminución de vocaciones que golpea a un gran número de institutos y que, si continúa así, pone en serio peligro la supervivencia de algunos de ellos. No entro aquí en el debate acerca del carácter positivo o no de la “crisis” de la que se habla. Es cierto, sin embargo, que, teniendo en cuenta el número de los abandonos y que la mayoría de ellos tiene lugar en edad relativamente joven, dicho fenómeno es preocupante. Por otra parte, considerando el hecho de que la hemorragia continúa y no parece detenerse, los abandonos son ciertamente síntoma de una crisis más amplia en la vida religiosa y consagrada, y la cuestionan, por lo menos en la forma concreta en que es vivida.


Por todo esto, si bien es cierto que no podemos dejarnos obsesionar por el tema – toda obsesión es negativa-, es también cierto que frente al problema no podemos “mirar para otro lado” o “esconder la cabeza”. Por otra parte, si bien es cierto, también, que son muchos los factores socioculturales que influyen en el fenómeno de los abandonos, es también cierto que no son la única causa y que no podemos referirnos sólo a ellos para tranquilizarnos y para explicar este fenómeno, hasta ver como “normal” lo que no lo es.


No es fácil conocer con precisión el número de los que abandonan cada año la vida religiosa y consagrada, también porque hay prácticas que van a la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, otras que son llevadas por la Congregación para el Clero, y otras que terminan en la Congregación para la Doctrina de la Fe. En todo caso, las cifras de las que disponemos son consistentes, como se puede ver por los datos que nos son ofrecidos por las primeras dos Congregaciones.


Nuestro dicasterio, en cinco años (2008-2012), ha dado 11.805 dispensas: indultos para dejar el instituto, decretos de dimisión, secularizaciones ad experimentum y secularizaciones para incardinarse en una diócesis. Se trata de una media anual de 2361 dispensas.


La Congregación para el Clero, en los mismos años, ha dado 1188 dispensas de las obligaciones sacerdotes y 130 dispensas de las obligaciones del diaconado. Son todos religiosos: esto da una media anual de 367,7. Sumando estos datos con los otros, tenemos lo que sigue: han dejado la vida religiosa 13.123 religiosos o religiosas, en 5 años, con una media anual de 2624,6. Esto quiere decir 2,54 cada 1000 religiosos. A estos habría que agregar todos los casos tratados por la Congregación para la Doctrina de la Fe.


Según un cálculo aproximado pero bastante seguro, esto quiere decir que más de 3000 religiosos o religiosas han dejado cada año la vida consagrada. En el cómputo no han sido insertados los miembros de las sociedades de vida apostólica que han abandonado su congregación, ni los de votos temporales.


Ciertamente los números no son todo, pero sería de ingenuos no tenerlos en cuenta.


Antes de indicar algunas de las causas de los abandonos, creo que es oportuno decir que es casi imposible relevar con exactitud tales causas. ¿El motivo? Es muy sencillo: no tenemos datos totalmente confiables. A veces, una cosa es lo que se escribe, otra cosa es lo que se vive. Además, en muchos casos lo que dicen los documentos, de los que se dispone al final de un procedimiento, no necesariamente coincide con la causa real de los abandonos. Sin embargo, de la documentación que posee nuestro dicasterio se pueden identificar las siguientes causas.


Ausencia de la vida espiritual – oración personal, oración comunitaria, vida sacramental ­ -, que conduce, muchas veces, a apuntar exclusivamente a las actividades de apostolado, para así poder seguir adelante o para encontrar subterfugios. Muy a menudo esta falta de vida espiritual desemboca en una profunda crisis de fe, para muchos la más profunda crisis de la vida religiosa y consagrada y de la misma vida de la Iglesia. Esto hace que los votos ya no tengan sentido – en general, antes del abandono hay graves y continuas culpas contra ellos – y ni siquiera la misma vida consagrada. En estos casos, obviamente, el abandono y la salida “normal” es más lógica.


Pérdida del sentido de pertenencia a la comunidad, al instituto y, en algunos casos, a la misma Iglesia. En el origen de muchos abandonos hay una desafección a la vida comunitaria que se manifiesta: en la crítica sistemática a los miembros de la propia comunidad o del instituto, particularmente a la autoridad, que produce una gran insatisfacción; en la escasa participación en los momentos comunitarios o en las iniciativas de la comunidad, a causa de una falta de equilibrio entre las exigencias de la vida comunitaria y las exigencias del individuo y del apostolado que lleva a cabo; en buscar fuera lo que no se encuentra en casa…


Los problemas más comunes en la vida fraterna en comunidad, según la documentación a nuestra disposición, son: problemas de relación interpersonal, incomprensiones, falta de diálogo y de auténtica comunicación, incapacidad psíquica de vivir las exigencias de vida fraterna en comunidad, incapacidad de resolver los conflictos…


En lo que respecta a la pérdida de sentido de pertenencia a la Iglesia, a veces es dada por la falta de verdadera comunión con ella y se manifiesta, entre otras cosas, en el no compartir la enseñanza de la Iglesia sobre temas específicos como el sacerdocio a las mujeres y la moral sexual.


Todo esto termina con la pérdida del sentido de pertenencia a la institución, llámese comunidad local, instituto religiosa o Iglesia, que es considerada sólo en cuanto puede servir los propios intereses: por ejemplo, la casa religiosa, muchas veces, es considerada como “hotel” o una simple “residencia”. La falta de sentido de pertenencia lleva, a menudo, también a abandonar físicamente la comunidad, sin ningún permiso.


Siempre me ha impresionado ver religiosos que abandonan la vida religiosa o consagrada con toda naturalidad, incluso después de muchos años, sin que esto suponga ningún drama. Es claro que no dejan nada, porque su corazón estaba en otra parte.


Problemas afectivos. Aquí la problemática es muy amplia: va desde el enamoramiento, que se concluye con el matrimonio, a la violación del voto de castidad, sea con repetidos actos de homosexualidad – más en los hombres, pero igualmente presente, más de lo que se piensa, entre las mujeres -, sea con relaciones heterosexuales, más o menos frecuentes. Otras veces los problemas afectivos tienen una clara repercusión en la vida fraterna en comunidad, porque conciernen al mundo de las relaciones, provocando continuos conflictos que terminan por hacer invivible la comunidad. Finalmente, los problemas afectivos pueden ser tales que se llegue a la convicción de no poder vivir la castidad y se decide, también por motivos de coherencia, abandonar la vida consagrada.


Cuando se trata de identificar las causas o de proponer orientaciones, pienso que es necesario hacer una radiografía, aunque breve y limitada, de la sociedad de la que provienen nuestros jóvenes, los jóvenes que se dirigen a nosotros, así como las fraternidades que los acogen.


Lo primero evidente a todos es que estamos en un mundo en profunda transformación. Se trata de un cambio que trae consigo el paso de la modernidad a la post-modernidad. Vivimos en un tiempo caracterizado por cambios culturales imprevisibles: nuevas culturas y sub-culturas, nuevos símbolos, nuevos estilos de vida y nuevos valores. Todo ocurre a una velocidad vertiginosa.


Las certezas y los esquemas interpretativos globales y totalizantes que caracterizaban la era moderna han dejado lugar a la complejidad, a la pluralidad, a la contraposición de modelos de vida y a comportamientos éticos que se han mezclado entre ellos de modo desordenado y contradictorio: son todas características de la era moderna.


Mientras en la modernidad existía la plausibilidad de un proyecto global, de una idea matriz, de un “norte” como faro de comportamiento, el momento actual está caracterizado por la incerteza, por la duda, por el replegarse en lo cotidiano y en lo emocional. Así se vuelve difícil distinguir aquello que es esencial de lo que es secundario y accidental.


Esto produce en muchos: desorientación frente a una realidad que se presenta de tal modo compleja que no se puede percibir; incerteza a causa de la falta de certezas sobre las cuales anclar la propia vida; inseguridad por la falta de referencias seguras. Todo se une a una gran desilusión frente a las preguntas existenciales, consideradas inútiles, ya que todo es posible y lo que hoy es, mañana deja de ser.


Nuestro tiempo es también un tiempo de mercado. Todo es medido y valorado según la utilidad y la rentabilidad, también las personas. Estas, en términos de mercado, valen lo que producen y valen en cuanto son útiles. Su valor oscila, por lo tanto, en base a la demanda. Tal concepción mercantilista de la persona llega a privilegiar el hacer, la utilidad, e incluso la apariencia sobre el ser.


Vivimos, también, en un tiempo que podemos definir el tiempo del zapping. Zapping, literalmente, quiere decir: pasar de un canal a otro, sirviéndose del control remoto, sin detenerse en ninguno. Simbólicamente, zapping significa no asumir compromisos a largo plazo, pasar de un experimento a otro, sin hacer ninguna experiencia que marque la vida. En un mundo donde todo está facilitado, no hay lugar para el sacrificio, ni para la renuncia, ni para otros valores similares. En cambios, estos están presentes en la opción vocacional que exige, por lo tanto, ir contracorriente, como es la vocación a la vida consagrada.


Finalmente, es necesario señalar también que en el mundo en que vivimos, y en estrecha conexión con lo que hemos llamado “mentalidad de mercado”, está el dominio del neo-individualismo y la cultura del subjetivismo. El individuo es la medida de todo y todo es visto, medido y valorado en función de sí mismo y de la autorrealización. En un mundo así, en el que cada uno se siente único por excelencia, frecuentemente no existe una comunicación profunda. El hombre actual habla mucho, aparentemente es un gran comunicador, pero en realidad no logra comunicar en profundidad y, en consecuencia, no lograr encontrarse con el otro.


Como conclusión de nuestra reflexión nos planteamos la pregunta: en una sociedad como la nuestra, ¿es posible permaneces fieles a una opción de vida que está llamada a ser definitiva e irrevocable?


La respuesta me parece sencilla si tenemos en cuenta a muchos consagrados que viven alegremente la fidelidad a los compromisos asumidos en su profesión. De todos modos, para prevenir los abandonos, sin la ilusión de poder evitarlos totalmente, creo necesario lo que sigue.


Que la vida consagrada y religiosa ponga en el centro una renovada experiencia del Dios uno y trino y considere esta experiencia como su estructura fundamental. Lo esencial de la vida consagrada y religiosa es quaerere Deum, buscar a Dios, vivir en Dios.


Que la opción por el Dios viviente (cfr. Juan 20, 17) no se viva en el encerrarse en un misticismo separado de todo y de todos, sino que lleve a los consagrados a participar en el dinamismo trinitario ad intra y ad extra. La participación en el dinamismo trinitario ad intra supone relación de comunión con los otros y lleva consigo el don de sí mismo a los demás. Por otra parte, vivir el dinamismo trinitario ad extra implica vivir críticamente y proféticamente en el seno de la sociedad.


Que haya una decisión clara de anteponer la calidad evangélica de vida al número de miembros o al mantenimiento de las obras.


Que en la cura pastoral de las vocaciones se presente la vida consagrada y religiosa en toda su radicalidad evangélica y se haga un discernimiento en consonancia con dichas exigencias.


Que durante la formación inicial se asegure un acompañamiento personalizado y no se hagan “descuentos” en las exigencias de una vida consagrada que sea evangélicamente significativa.


Que entre la pastoral vocacional, formación inicial y permanente, haya continuidad y coherencia.


Que durante los primeros años de profesión solemne se asegure un adecuado acompañamiento personalizado.


Un bello proverbio oriental dice: “El ojo ve sólo la arena, pero el corazón iluminado puede entrever el fin del desierto y la tierra fértil”. Miremos con el corazón. Tal vez podremos ver aquello que otros no ven.


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Fuente:
L’Osservatore Romano


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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41 comentarios

  
Néstor
Habría que hacerle un lugar, me parece, en el diagnóstico, a la amplia difusión que tienen en la Iglesia las corrientes teológicas de tipo modernista que están en el borde de la herejía o ya lo han cruzado francamente. El fundamento de la vida religiosa es la fe. Y no es solamente el mundo el que combate la fe, también es combatida desde dentro de la Iglesia.
29/10/13 7:35 PM
  
Luis Fernando
Pues hay que reconocer que ha puesto los puntos sobre muchas íes. Quizás no todas, pero sí bastantes.
29/10/13 7:48 PM
  
Rosaura
Hola a mi parecer el documento redactado esta bien pero le falta algo que quizás muchas veces los superiores no quieren que se sepa como es el cero comprensión y apoyo por parte de ellos hacia sus súbditos(a)tendríamos que analizar muy bien porque se abandona la vida religiosa, creó que la gran mayoría la deja porque no se le valora como persona sino solamente como objeto de trabajo. por eso se busca mejor otra alternativa aun a pesar de tener vocación.
29/10/13 8:22 PM
  
Rodrigo
Estoy con Nestor. Cuando fallan los cimientos se hunde lo demás. El problema espiritual y apostólico al que apunta el Fr. Rodriguez tiene una raíz teológica. Baste mirar la mayor parte de religiosos que son llamados "teólogos" que es lo que escriben y enseñen. El Papa Francisco habla muchas veces de una "conversión de barniz" sino vamos a la raiz no habrá cambio "barnizaremos" el asunto pero no habrá renovación de la vida de la Iglesia. Me alegro de todo lo bueno que dice Fr. Rodríguez pero insisto hay que ir a la raíz.
29/10/13 8:30 PM
  
Maga
Coincido con Nestor y LF, las órdenes relugiosas, sobre todo las no Monasticas están más infectada, muchísimo más de Neomodernismo y, por tanto, con todas las herejias que trae consigo que el clero diocesano. Están muy secularizados. Ese es el Mal, así que normal que haya crisis. Y lo peor de todo es que, desde que empezó a caer a fines de los 60 la Compañía de Jesús, vinieron a continuación las demás Congregaciones masculinas y femeninas, sobre todo las históricas. Todo empieza poco a poco, con los signos externos, renuncia a la tonsura y a los hábitos o clergyman, en su caso y, a continuación, la cuesta en pendiente empieza por atacar la Constitución divina de la Iglesia y sus leyes, y luego por atacar los dogmas de Fe. Esto es, es una crisis de Fe. No nos engañemos...u
Y la única solución es Cristo. Curiosamente, las Congregaciones más jóvenes son las más sanas. Esto tendría que hacer pensar a muchos superiores y lo que se dice de la falta de vida de oración es cierto. Sé de algún convento aquí en España, donde ni los novicios rezan antes de acostarse. Esto no es broma.
29/10/13 8:33 PM
  
Maga
Es más, un amigo mío se 48 años, que es Licenciado en Geografia e Historia y que empieza el Pronoviciado en una Orden Religiosa X de una Ciudad Castellana x en una comida con la Comunidad comunicó sisu intención de utilizar el habitó, cuando sea fraile, dentro del Convento y algunos de los que tienen entre 65 y 75 años, los más contaminados por cierto por el Pseudoespiritu del Concilio, le dijeron si estaba loco.
29/10/13 8:53 PM
  
Luis I. Amorós
Hace un amplio resumen, monseñor. Y reconociendo la crisis, sin dramatismos pero sin paños calientes. Eso de por sí ya es bueno.

Yo diría que las órdenes deben retornar, todas, ya, al carisma de la regla de quién las fundó. Y limpiarse ya teologías extravagantes o devaluadoras del espíritu religioso. Con ese inicio meridianamente claro, cada una volverá a su ser.

A partir de ahí, unas, más necesarias en nuestro mundo actual, reverdecerán. Otras, menos necesarias, verán disminuir su tamaño. Y otras, inservibles, desaparecerán.
Y no pasará nada. Los institutos religiosos están para servir a Dios en el mundo de una forma u otra. Se crean con una finalidad, y mientras sean útiles a Dios en ese camino, el Espíritu Santo les proveerá de vocaciones.

En mi muy particular experiencia: cuanto más se semejan los miembros de un instituto religioso a los laicos (escasa vida de comunidad, poca frecuentación de oración y sacramentos, vestiduras y hábitos seglares) menos vocaciones tendrán: a fin de cuentas, para vivir como un laico, uno no se hace religioso.

A fin de cuentas, a modo de "darwinismo religioso", las órdenes que sobrevivan o incluso crezcan (que también las hay) darán una pista, siguiendo sus métodos y valores, a las demás.

Y alabado sea Dios, que es lo único importante.
29/10/13 9:37 PM
  
Ira
Aquí lo de siempre,se habla de todo menos de la razón fundamental: la locura postconciliar, o como se dice vulgarmente: el "desmadre" postconciliar. Llevamos 50 años tropezando en la misma piedra y nadie quiere ver la piedra aun cuando ya no se pueda ocultar el inmenso tropezon dada la cantidad de victimas que hay de bruces por el suelo.Pues señores aquí no hay otra solución distinta a la de que nuestra Iglesia vuelva a ser: CATOLICA APOSTOLICA ROMANA, desde el vértice hasta la base, y no esta especie de secta protestante en lo que nos la han convertido, pero claro,pensaran muchos, donde están nuestros pastores con recta doctrina para retomar la situacion?
29/10/13 10:01 PM
  
Pacote
Lo que dice monseñor Carballo es cierto, pero falta más. El apunta que se da una desafección a la vida comunitaria y yo pregunto ¿por qué?; es que aquí está la madre del cordero. Un religioso amigo me dijo en cierta ocasión que muchos religiosos viven verdaderos calvarios en sus comunidades porque muchos hermanos les amargan la vida con sus envidias, críticas, murmuraciones, acusaciones, etc. etc. Éstos son en las comunidades verdaderos cánceres que amargados y con la vida ya hecha por un dejarse llevar de años y años son también verdaderos responsables de esta situación. Cuando te toca vivir con un tipo así tienes dos opciones: vivir como si ese hermano no existiera (sicológicamente esto es insoportable mucho tiempo) o dejar la vida religiosa. Y se podrían decir muchas más cosas como por ejemplo el autoritarismo de algunos superiores a los cuales le tienes que pedir permiso hasta para las cosas más nimias.
29/10/13 10:07 PM
  
Pignatelli
Desde mi experiencia como religioso (llevo cinco años en mi orden), creo que el artículo es incontestable. No hay nada del artículo de Carballo que no me resulte familiar, sobre todo pensando en personas que han dejado su vocación.

Y respecto a lo que decía Nelson, creo que tiene mucha razón. La fe es lo importante. Yo lo pienso a menudo: si tuviera que aceptar la teología de cierta generación de religiosos, NUNCA ME HUBIERA HECHO RELIGIOSO.
29/10/13 11:19 PM
  
DavidQ
Me parece que considerar "crisis" una rotación de personal de 0.05% anual es una exageración.

En una empresa secular, una rotación por debajo del 10% ya se considera extraordinaria. Si sumamos a esto que se trata de una profesión mal pagada, con extremos sacrificios y cero vida familiar, la tasa de rotación debería considerarse un auténtico milagro.

¿No les parece excesivo proponer "cambios" (cualquier cambio que este sea) y afectar al 99.95% de los religiosos que están muy felices con su trabajo por un 0.05% que no lo están?

Y digo esto, aún suponiendo que ese 0.05% estuviera saliendo por causas graves, cuando en la mayoría de los casos no es así.

Me parece mucho más preocupante la escasez de vocaciones y ese es un problema completamente distinto. Pero perder a tres de cada mil religiosos cada cinco años, no puedo considerarlo una crisis.
29/10/13 11:49 PM
  
Enrique, desde Sevilla.
Y lo peor no son esos tres mil, que al menos se van cada año, sino algunos de los que no se van y emponzoñan a todo el mundo: pienso por ejemplo en la bióloga Sra. Forcades, en el maestro zen Sr. Masià y en todos esos santos de palo que aparecen cada día en el Muro Digital de las Lamentaciones para confundir con sus delirios o con la pura heterodoxia, por no decir herejía, a los católicos menos informados. También falla el poder disciplinario de la Iglesia, los ejemplos que he dicho lo demuestran, y sobra ese engaño autocomplaciente que consiste en llamar nuevo carisma del Espíritu a cualquier chorrada de un iluminado o de muchos pícaros y frescales. Antes una nueva Orden o un Instituto pasaba las de Caín en sus inicios, pienso por ejemplo en la SJ, y ahora nos encontramos de bruces con experiencias dolorosísimas, como los LC y con otros movimientos de los que por caridad es preferible no hablar.
30/10/13 12:05 AM
  
Catholicus
Ni una cita de los Evangelios, de los Padres, de los santos, de los carismas fundadores etc

Y todo lleno de análisis de la " modernidad" - con aplausos casi- y de la posmodernidad - críticas -.

No se puede dar lo que no se tiene. Y no se tiene aquello que nos llena el corazón y la mente.

El mismo texto refleja la causa de fondo= mundanizacion.
30/10/13 12:53 AM
  
Tomás
El Vaticano II propuso el criterio de la vuelta al carisma fundacional como criterio fundamental de la renovacion de la vida religiosa. Como todo está sujeto a interpretación, eso no es tan fácil. ¿De qué manera concreta se tiene que vivir el carisma franciscano en estos tiempos, pues ni modo de intentar vivir como San Francisco en el siglo XIII? Ahora bien, uno se pregunta cómo se puede compaginar la costumbre de quedarse con peculio para gastos personales con el voto de pobreza. Debe de estar fallando el tipo de formación que se está dando a los jóvenes que ingresan en las órdenes y congregaciones.
Han aparecido nuevas fundaciones, pero queda mucho todavía para poder ver el grado de autenticidad que tienen. Durante un tiempo parecía que florecían los Legionarios de Cristo, y todos sabemos lo ue ha pasado allí. Mucho barniz y por dentro abundante podredumbre, aunque obviamente muchas buenas personas.
30/10/13 1:11 AM
  
carlos
Estimados hermanos y miembros del Cuerpo Místico.El Diagnóstico de CAOS en el interior de la IGLESIA está hecho,homilia de Benedicto XVI al clero de Roma ya renunciante,Concilio Virtual,de los medios,no existió,banalización de la liturgía,leerlo todo,esa homilia es un estado de situación brillante del interior de la Iglesia,lamentable,pero claro.En mi conversión tuve al que es hoy mi Director Espiritual,reglas para sentir con la Iglesia,el Progresismo,el integrismo.A Partir de ese contacto identificar a la Persona de Cristo con el Magisterio extraordinario y ordinario,Leí todos los Lósservatores Romanos de Juan Pablo II,y Benedicto XVI,hasta hoy,el Catecismo Universal de la Iglesia,gran don para los que queremos ser fieles a una PERSONA CRISTO DIOS NUESTRO SEÑOR,que observé?,el caos,una ignorancia total del magisterio de uno y otro,enciclicas ignoradas,deformaciones graves de los textos liturgicos,inluencia de teologos que negaban 2013 años de Iglesia,el aggionarmiento,los "Pobres" usados tambien,ojo!que el que suscribe los defiende pero con el Señor,fieles que ignoraban al Sagrario,MISAS que en lugar de Santisimo Sacrificio,cruento,toda una semana Santa en una Misa,hasta el fin de la Consagración,y ahi aparece el Santisimo Sacramento,soy del carmén observante,hacer oración siguiendo a Santa Teresa,San Juan de la Cruz.Participe de lo sacro y profano de Raúl de Toro,clarisimamente,vi una iglesia evangelica,sin la Santisima Virgen,sin las enciclicas,el catecismo universal,la Sacramentum Caritatis,el quirografo de Juan Pablo II,de la musica Sagrada importantisima,desobediencia a CRISTO DIOS NUESTRO SEÑOR,viví hasta hoy la Iglesia Virtual,dos Iglesias,sacerdotes buenos sufriendo escasos,el Carmelo un oasis ahi está mi Madre la Iglesia,la otra es la virtual,Benedicto XVI,los nuevos movimientos mundanos,con el liberalismo capitalista pseudoortodoxo,lucifirino y pelagiano.He Leido al Padre Garrigou Lagrange,Philipon,Royo Marin,a Todo el carmelo,como decía Edith Stein Teresa Benedicta de la Cruz es una crisis de Oración,pero de que oración,ir todos los dias a Misa,Rezar el Santo Rosario,etc puede ser un pelagianismo sutil,sobre todo cuando uno ve el liberalismo con todo,estar con el mundo y alrededor de las riquezas eso también es un error luciferino.Ausugestion colectiva piadosa??,satanas como angel de luz,tambien ignorantes y desobedientes del Magisterio,tengo costumbre de hacer oración con documentos del Magisterio y la santa biblia,he paseado desde mi conversión por distintos lugares,de decirme que eran difíciles,es de no creer en esté momento no creo,aunque prefiero que vayan con sotana,pero ni está me asegura,la FIDELIDAD a Cristo Dios Nuestro Señor.Todos expectantes con Francisco.De Todas maneras siguiendo a una de mis santas gran mujer Santa Catalina de Siena,a la iglesia la amo aún en ruinas.Está LA PERSONA SANTISIMA DE DIOS,DIOS NUESTRO SEÑOR.A Cristo por Maria y con el papa.
30/10/13 1:22 AM
  
Magalteravc

Coincido en el meticulos recuento "ad usum Delphini" que nos ofrece Mons. Rodríguez Carballo, que, desde la atalaya franciscana parece observar la recesión en muchos hábitos de la sociedad. En un lenguaje diáfano y aquilatadamente preciso hace acopio de buenas razones, sin embargo, todo estos elementos, como los que acertadamente aporta Maga-(lius) yo ahondaría en el eje transversal que supone reconocer la pandemia sistémica en forma de anemia del símbolo a la que subyace un hombre desestructurado doliente de mediación simbólica ante el Misterio en nuestra contemporaneidad. Todo es un despropósito en el hombre, cómo van a librarse las sacrosantas vocaciones. El hombre se encuentra imbecilizado, gravita en la tibieza sin rumbo. Las nuevas cristologías a-crísticas que se han entreverado de sistemas neo-gnósticos de muy diverso sabor también ejercen un influjo. Una Iglesia más ajena a todo eso que ha confundido proselitismo como sana y recta evangelización podría haber abierto la puerta a una vía de escape. En contra, la deriva neopelagiana comienza a ejercer su soberanía global: despersonalización - descristianización.

30/10/13 3:47 AM
  
Luis Fernando
Carlos, se lo he dicho ya en otra ocasión. No hay quien lea sus comentarios. Haga el favor de usar puntos y aparte, de dejar un espacio detrás de las comas y los puntos seguidos, etc. A menos, claro, que quiera que no le lea nadie.
30/10/13 6:10 AM
  
José María Iraburu
Ya se comprende que el resumen de causas de la crisis profunda de la vida religiosa en la Iglesia, tal como lo ha hecho Mons. Carballo, no puede señalar TODAS, sino algunas que estima más importantes. Pero hecho en falta una: la debilitación extrema de la autoridad en la la vida religiosa y de la obediencia. Siempre el voto de obediencia se ha considerado el más valioso y santificante entre los votos religiosos. Si muchos superiores, en esta cultura liberal relativista, no mandan apenas nunca, y los religiosos no obedecen, sino que se dedican más bien a hacer su "santa" y apreciadísima voluntad personal, la vida religiosa, simplemente, se extingue. Se acaba. Falla su principal valor.

Se dirá: más valor tiene la caridad fraterna en la comunidad, el apostolado, etc. Ya, ya. Pero caridad y apostolado lo pueden practicar los laicos y sac. diocesanos tanto o más. Lo más valioso y propio de los religiosos es la obediencia. Y prácticamente ha desaparecido en la mayoría de las congregaciones antiguas. No hay observancia. No hay mandatos, como no sea obtenidos por consenso. En castellano popular: cada uno hace lo que le da la gana.
30/10/13 10:04 AM
  
Nicodemo
El articulo de fray Jose Rz Carballo me parece muy lucido, encuentro que uno de los problemas en estos momentos,es el de la confusion y desafortunadamente esta va siempre de la mano de la presuncion, por los que los canales de encuentro y de dialogo, estan bastante bloqueados, para la solucion en communion de problemas que el apunta.
Sobre la crisis (soy sacerdote diocesano)es una crisis existencial, muchos/as se dan cuenta la poca consistencia, base, que tiene a lo largo del tiempo esa opcion de vida por la que optaron, casi siempre por culpa de uno, por haber llegado a una anemia espiritual con la que uno ya no se sostiene.Solucion, lo de siempre la cruz, sacramentos, Maria,comunidad....
30/10/13 10:22 AM
  
Milton
el porque de todo esto lo dijo Pablo VI "el humo de satanas ha entrado en la iglesia catolica"
Lo dijo la santisima virgen Maria en la Salette 1846 "los sacerdotes por su mala vida se han convertido en cloacas de impureza"
30/10/13 12:29 PM
  
Roberto
El artículo me parece muy acertado en todo lo que dice, yo diría también el problema del abismo generacional de los candidatos que quieren entrar y los que están hace ya tiempo. De todas formas, de la vida religiosa habría tanto, tanto que hablar.....
Yo intuyo que tienen que estar en continua transformación y revisión, me da la impresión que se da demasiado el estatismo, aunque no todo lo nuevo por ser nuevo sea admisible, eso está claro.
Jesucristo no fundó ni monasterios,ni órdenes religiosas, ni sociedades de vida apostólica o de especial consagración, etc, etc, muchas han surgido como formas de seguimiento de Cristo, para dar respuesta a necesidades sociales, espirituales en períodos históricos concretos, tienen su papel y misión importante, pero también precisan revisión y cambios. Y que surgan formas nuevas.
30/10/13 2:10 PM
  
Jaume
Desgraciadamente nadie da en el clavo. Sí, falta de fe, pero de fe en qué. El libro Recuperar la fe en dos días, a cargo de un ex-seminarista, da en el clavo: La Iglesia debe proclamar claramente si hay que salvar almas o no, si hay mucha gente que se está condenando, sí o no? Si extra Ecclesiam hay salvación, si o no? El autor nos demuestra que nada ha cambiado, que en el siglo XIX había que salvar almas, como creían santa Teresita y el Cura de Ars, y que en el siglo XXI es todavía más apremiante. Sólo así tendrá sentido la vida religiosa.
30/10/13 3:21 PM
  
Macabeos
Buen trabajo de Monseñor Rodríguez Carballo, un poco tarde como repuestas a las denuncias y voces de alarma que se han dado. Pero es un buen comienzo, sobre todo si pensamos como institución de Fe y Razón. Es necesario conocer las debilidades de la institución, es como una autocrítica o autoanálisis de un gobierno. Cuantificar los riesgos y sus razones es mejor que no hacerlo.
Indudablemente que son problemas viejos, que siempre han existido, pero ahora con mas rigor y mejor comunicación se hacen mas patente, los vientos del Vat II no tienen influencias negativas, mas que en el conocimiento de los hechos que han existido.
30/10/13 3:45 PM
  
Camachito
El resumen esta bien, peeero ahora hay que plasmarlo en actos. Me hace gracia cuando desde el "mando" se habla de estas cosas como si no tuvieran nada que ver, como si pasaran por allí. ¿Y ahora que harán? Pienso que como de costumbre nada.

El gran misterio de la época presente no es que haya herejes, pecadores que dejan los hábitos, sino que quienes debieran intervenir para frenarlo no hacen nada o lo que hacen sirve de poco por no tener el deseo, o capacidad, para tomar medidas claras.

Hay una renuncia por parte de la autoridad a ejercerla como debiera, y ese es el gran problema. Llevamos desde después del Concilio oyendo de humos de Satanás, crisis terrible y similares, pero ¿qué hacen los que están arriba por detenerlo? Poco muy poco y a los gobernante se les juzga por sus resultados. ¿Quién pensaría que Zapatero no es responsable de haber dejado España como un solar? ¿Sería de recibo haber oído a zapatero de que hay muchos parados como si él no tuviera nada que ver con el tema?

El buen diagnóstico es lo primero para tratar a un enfermo, falta que el médico tenga, quiera o sepa aplicar los remedios. El problema actual es que los médicos no actúan como tales, sino como meros enfermeros.
30/10/13 4:49 PM
  
carlos
Estimados hermanos y miembros del Cuerpo Místico.El Diagnóstico de CAOS, en el interior de la IGLESIA está hecho, homilia de Benedicto XVI al clero de Roma ya renunciante. Concilio Virtual,de los medios, no existió, banalización de la liturgía, leerlo todo, no quiero cometer errores, le pido al Padre que me corrija doctrinalmente, para mí es más importante, que los puntos y comas. Esa homilia es un estado de situación brillante del interior de la Iglesia, lamentable, pero clara. En mi conversión tuve al que es hoy mi Director Espiritual, reglas para sentir con la Iglesia, el Progresismo, el integrismo. A Partir de ese contacto identificar a la Persona de Cristo con el Magisterio extraordinario y ordinario. Leí todos los Lósservatores Romanos de Juan Pablo II, y Benedicto XVI, hasta hoy. EL Catecismo Universal de la Iglesia, gran don para los que queremos ser fieles a una PERSONA; CRISTO DIOS NUESTRO SEÑOR, que observé?: el caos, una ignorancia total del magisterio de uno y otro, enciclicas ignoradas, deformaciones graves de los textos litúrgicos, inluencia de teologos que negaban 2013 años de Iglesia, el aggionarmiento!!, los "Pobres" usados tambien;ojo!que el que suscribe los defiende pero con el Señor, fieles que ignoraban al Sagrario. MISAS que en lugar, de Santisimo Sacrificio, cruento,toda una semana Santa en una Misa,hasta el fin de la Consagración, y ahi aparece el Santisimo Sacramento. Soy del carmén observante, hacer oración siguiendo a Santa Teresa, San Juan de la Cruz. Participé de lo sacro y profano de Raúl de Toro.Clarisimamente, vi una iglesia evangelica, sin la Santisima Virgen, sin las enciclicas, el catecismo universal, la Sacramentum Caritatis, el quirografo de Juan Pablo II, de la musica Sagrada importantisimo tema desarrollado por Raúl de Toro. Desobediencia a CRISTO DIOS NUESTRO SEÑOR, viví hasta hoy la Iglesia Virtual, dos Iglesias, sacerdotes buenos sufriendo escasos.EL Carmelo Observante que sigue a Santa Maravillas, un oasis ahi está mi Madre la Iglesia, la otra es la virtual, insisto que me puede corregir el Padre.Benedicto XVI.Los nuevos movimientos mundanos ,con el liberalismo capitalista pseudoortodoxo, luciferino y pelagiano.He Leido al Padre Garrigou Lagrange,Philipon,Royo Marin. A Todo el carmelo,como decía Edith Stein Teresa Benedicta de la Cruz es una crisis de Oración, pero de que oración, ir todos los dias a Misa, Rezar el Santo Rosario,etc puede ser un pelagianismo sutil,sobre todo cuando uno ve el liberalismo con todo,estar con el mundo y alrededor de las riquezas eso también es un error luciferino.Ausugestion colectiva piadosa??,satanas como angel de luz. Tambien ignorantes y desobedientes del Magisterio. Tengo costumbre de hacer oración con documentos del Magisterio y la santa biblia, he paseado desde mi conversión por distintos lugares, de decirme que eran difíciles, es de no creer en esté momento no creo,aunque prefiero que vayan con sotana,pero ni está me asegura,la FIDELIDAD a Cristo Dios Nuestro Señor. Todos expectantes con Francisco. De Todas maneras siguiendo a una de mis santas gran mujer Santa Catalina de Siena, a la iglesia la amo aún en ruinas. Está LA PERSONA SANTISIMA DE DIOS,DIOS NUESTRO SEÑOR. Siempre rezo,por el Cuerpo Místico,Dios Nuestro Señor en el mismo momento de Pronuciar,sus Santisimas Palabras,nos manda amarnos unos a otros con el nos amó,nos debemos ayudar,somos hermanos en la Sangre del Señor,los Sacerdotes con sus manos ungidas,abren el cielo, en la confesión, la Sangre del Señor cae sobre nuestras,almas,GRAN SACRAMENTO,nos perdona y nos cura, de toda la maldad que tenemos en Nuestras Almas producto del pecado original,somos malos esa es nuestra realidad,migajas caidas de la mesa del Señor, san Juan de la Cruz.Sacerdotes tienen una dignidad sin igual!!!!.Jóvenes conozcan Nuestra Madre. La Iglesia católica apostólica y romana,lean esté blog,lo que dice el Padre, su fidelidad a Dios Nuestro Señor no es poca cosa, tiene un valor enorme!!!. Gracias perdonen, mi vida es a mil por hora. Espero que se entienda. A Cristo por Maria y con el Papa. Saludos a todos.
30/10/13 6:52 PM
  
Antonio
El texto es oportuno, y algunos comentarios me parecen muy buenos -otros simplemente "fuera de lugar"-Pero en el "Diagnostico" Jamás se menciona al verdadero motivo y causa de "este barco" Jesús nuestro señor.

La iglesia tiene crisis, no por el mundo secular o pos moderno-qué tambien han influido y hacen sus mermas- pero tiene sus problemas dentro de la misma,o sea nosotros mismo: ya sean teólogos-que ya no creen en La Palabra-, Sacerdotes y jerarcas incubridores de crimenes espantosos-que eso se "pasaba" en tiempos del oscurantismo, pero ahora es una burla, no denunciarlos y hacer penitencia- laicos secularizados hasta la medula, fieles piadosos pero sin pastor etc. pero bendito Dios que es fiel a su promesa-estaré con ustedes hasta el último dia-amén
30/10/13 10:26 PM
  
José María Iraburu
Perdonen mi insistencia.
San Pablo nos dice que nos perdimos por la desobediencia y que hemos de volver a Dios por la obediencia. Salir de la propia voluntad para sujetarse día a día a la voluntad de Dios con la mediación de la Regla de vida y la autoridad del superior. Eso está en el alma de la vida religiosa.

Si falla la fe en el valor de la obediencia, la vida religiosa se extingue. Los superiores no mandan porque los religiosos no obedecen, como no sea en mero consenso dialogado. Y los religiosos no obedecen porque los superiores no mandan, y aguantan los mayores abusos. La Regla de vida libremente profesada no se obedece, se deja a un lado la observancia.
Y la vida religiosa se acaba, se extingue. No tiene sentido.

En el artículo (241) de mi blog desarrollaba hace unos días este tema.
31/10/13 7:58 AM
  
Roberto
Una cosa si que me ha asombrado bastante en lo que dice mons. Rodriguez: ausencia de vida espiritual y de oración. Eso realmente no lo entiendo, que nos pase a los seglares, pero ¿a los religiosos? Por lo general tienen Misa diaria, rezan Laudes, Vísperas, Completas, periódicamente retiros, ejercicios espirituales, estudios teológicos, etc.,etc. Cuando se entra en la vida religiosa mas o menos, sabes lo que te espera, lo que no se puede es vivir en un continuo engaño.
Me gustaría saber vuestra opinión en este tema que nombro.
31/10/13 10:03 AM
  
Victor
Padre José María Iraburu, suscribo de principio a fin su comentario.
01/11/13 5:09 AM
  
Antonio
Está bien culpabilizar e incluso demonizar a los que se van y para las instituciones de los que se van recomendar únicamente una mejor cura vocacional. Nada se cambia si no se estudie qué pasa con los que se quedan, por qué se quedan ellos y siempre se van otros (lo mismo no tiene demasiado que ver con la vida espiritual, o sí)
10/11/13 12:02 AM
  
Un religioso
José María Iraburu dijo: " Lo más valioso y propio de los religiosos es la obediencia."

Sí. Así es. Pero va más allá de lo que muchas personas fuera de la vida religiosa se imaginan. Se imaginan el desmadre relativista moderno, mala teología, falta de hábitos, etc. Y es correcto.

Pero también puede disfrazarse tras la Suma de Teología, hábitos y latines. Yo pertenezco a un instituto donde hay todo eso. Pero falta la autoridad. Por autoridad no me refiero a la que puede tener un general sobre sus soldados, sino a la de un verdadero padre espiritual. La autoridad de un médico de almas que no manda por mandar, sino que manda el tratamiento adecuado. Eso que aquellos que acudían a los viejos padres del desierto pedían al decir: "Padre, una palabra de vida"(las demás clase de mandatos siempre existen, es imposible organizar algo sin ellos). Entonces puede haber Santo Tomás, latines y hábitos, pero estar cada religioso librado a la buena de Dios en su formación espiritual (más allá de la teoría que aprenda en la universidad), y sobrevive el que tiene especial aptitud para arreglárselas solo.

Como digo, más allá de los desórdenes gruesos, que todos se imaginan, hay problemas más difíciles de diagnosticar, que uno ve cuando está dentro.
11/11/13 10:09 PM
  
verdin
Se le ha olvidado mucho de otras cosas:
Por qué se han llenado los monasterios y conventos de personas que han venido a mejorar de vida, cosa que no está mal. Qué ocurre cuando hay un montón de miembros viviendo en Europa, que han venido de otros sitios.
Por qué olvidamos que la M. Teresa de Calcuta, pide pagar como un estudiante hasta la profesión solemne. Quizás para evitar venir a medrar?
Por qué no se afrontan los problemas de las comunidades con energía.
Por qué no se pone orden a muchas situaciones de injusticia.
Me ha parecido mucho más de lo mismo, el que se fue tiene la culpa y no tenía vocación.
Para ese viaje no hacen falta alforjas.
22/11/13 11:42 AM
  
abc
Esto es un signo del caos mundial en que vivimos que afecta también a la vida religiosa. ¿ Splución ?. Hay empezar por formar muy bien a los candidatos. Dignifica: formarlos para el martirio, para estar dispuestos a dar la vida por cristo y la Iglesia, a vivr muy pobremente, nada de lujos ni e vida cómoda. Hay que vivir lo más semejantea los pobres. Serán pocos los cabdidatos que quieran ser curas o monhjas. Pero sólo ellos son los que valen. Los otros, que sean desechados.
13/12/13 4:46 PM
  
nani
El abandono del sacerdocio se algo muy triste y nos duele a todos-C+omo laicos creo que somos muy responsables de que se vayan, no lo ayudamos lo suficiente, no nos preparamos y allía pasa un poco, ellos tienen un gran formación y nosotros mediocre, por tanto dificulta la relación. tAMBIEN las tentaciones del mundo y la carne, pero allí debmos nosotros prevenitrlos y advertirles yu cuidarlo, no lo hacemos . Oremos para ayudarlos pues aveces Satanás los agarra descuidados, nostros estamos más en el mundoy y podemos distinguirlo, seamos astutos para desenmascararlo y advertirle al sacerdote los peligros y si es posible darle un buen reto. Termino, debería haber tipo alguns tips para ayudar a sacerdotes en crísis claro primero evitarlo pero si le pasa, poder ayudarlo concretamen. Oremos por ellos para que Dios le dé fortaleza y sabiduría. Amén
10/03/14 3:39 PM
  
p vito
muchas cosa maravillosa! Yo buscaria alguna fundamentales: Crisi de fe. Tal parece que muchos laicos creen mas que los religiosos. El mismo Padre Carballo decia que el problema hoy no es ver catolicos no practicantes, sino mas bien ver que bajo ciertos habitos haya Practicantes ateos......
Otro punto: estoy de acuerdo que hoy es mas dificil mandar que obedecer!!!
Ya no es de moda mandar...
demasiados buscan la vida religiosa para "sistemarse" organizarse, no son verdaderas vocaciones.
Y por ultimo: en que creen o cuanto creen los religiosos hoy? como se quieren? que ambiente hay en sus comedores???
30/04/14 10:51 PM
  
herí
Interesante reflexión, enriquecida por los abundantes comentarios muchos de ellos muy valiosos. A la raíz de la,consagración está la formación humana, que a veces no es un canal tan adecuado para que fluya la gracia de Dios, y que nos lleva a echar culpas en los,otros,Marte de nuestra voluntad de conversión es dejarnos ayudar a sanar nuestras propias heridas, pues Cristo nos sana pero no descarta la posibilidad de dejarnos echar una mano de las ciencias humanas.
01/05/14 12:23 AM
  
Un religioso felìz.
Interesante el texo y de verdad que el tiempo cambia, la historia cambia y la cultura cambia y tenemos que estar abirtos a estos cambios sin perder la esencia de la vida religiosa. Pienso y me doy cuenta que muchos jovenes se van, por que no vienen acompanados como deve ser en cada uno de los procesos. Los formadores son los primeros responsables de la vocaciòn de un joven. El tiempo de hoy ha cambiado pero muchas aùn quieren formar come 40 o 50 annos atras. Recuerdo mucho a un sabio sacedote que conocì, el decìa: " El seminario o casa de formaciòn es una carpinteria, los troncos de lena llegan para ser moldeados, y el proceso formativo es eso, dar figura y moldear eso que llego feo y sin forma". Muchos formadores hoy, no quieren hacer ese trabajo y de frente a cualquier dificultad del formando, en mejor decirle, vayase usted no tiene vocaciòn, o evalue tu vocaciòn. Si Dios pone un joven en un seminario es por algo. Lamentablemente lo digo; los jovenes hoy no vienen acompanados como debe ser. Tiene que haber un equilibrio, entre la parte pastoral, espiritual, humana y academica, todas estas tiene que ir de la mano sin descuidar ninguna. Quizas me atrevo a decir que trabajando mas la aprte umana las otras pueden responder, ya que Dios llama hombres y mujeres de carne y hueso y no angeles. Se tiene que trabajar mucho la parte humana. Los proyectos de Dios son asi, " llama los debiles para confundir los fuertes" y los que se creen fuertes arruinan los preyectos de Dios, mandando al carajo los que encuentran alguna dificultad, sin prestarles muchas veces ayuda y acomapanamiento. No quiero hecharle el agua sucia a ninguno, pero los formadores, hagan de formadores no de jueces solamnete.
01/05/14 10:28 AM
  
Dora María Alamilla Chávez
Muy bien dice Usted: “una cosa es lo que se escribe, otra cosa es lo que se vive”. Por experiencia, quiero comentar que en nuestros monasterios, suele darse la falta de comprensión, intolerancia, falta de caridad, en concreto manifestada de dichas actitudes.
Todos y cada uno de los miembros que conforman una comunidad religiosa tenemos un pasado, experiencias, ya sea asimiladas, aceptadas o todo lo contrario. Y es ahí donde surge la problemática que se convierte como en un globo de nieve que va cayendo y se va agrandando. Ante estas situaciones la comunidad debe (tiene la obligación) de apoyar a los miembros débiles (que se les suele llamar problemáticos.)

Cuando la Comunidad religiosa se convierte en “mercado” se destruye al más débil, al más insegur@ y termina saliéndose de la comunidad, es norma; no encuentra lo que buscaba.

La Comunidad también puede ser “secuestrada” por lidercill@s que les importa poco la formación religiosa de l@s aspirantes. Es por eso que se necesita una constante renovación en la vida consagrada. Agradezco su atención. Paz y bien.
24/08/15 8:06 PM
  
Jorge
Estuve revisando éste documento porque me estoy interesando en la V.R. de forma seria, y quiero saber que tantas esperanzas puede tener una persona para sostenerse en dicho estilo de vida. Lo que mas me preocupa a parte de la Castidad o la Pobreza, por mi condición humana siempre palpitante y falible frente a las "ofertas y demandas de nuestro tiempo", el tema de la obediencia resulta inquietante y uno se pregunta si los superiores solo necesitan fuerza de trabajo capaz de humillarse para hacer su omnímoda voluntad, quizás este sea una de las causas de la deserción y también causa de mi miedo a lanzarme a una aventura abiertamente contra conrriente.
15/03/17 11:26 PM
  
Eddy Jerez
Considero que las crisis en la Vida Religiosa no parten por un presupuesto causado por las estructuras, reglas o constituciones constituidas por un fundador de una congregación, sino por la falta de los valores fundamentales que hacen de la vida una experiencia plena y libre, menciono algunos; relación profunda con Dios, actitud de escucha, cercanía, empatía, comprensión fraterna, confianza, sensibilidad, solidaridad, motivación, diálogos y conversaciones significativas, reconocimiento de los dones y carismas en los hermanos entre otras. El problema no es la crisis como tal sino la manera de vivir que conlleva el desaliento interior causando la desesperanza y la desilusión en la Vida Religiosa.
03/05/17 7:02 AM
  
Julera
Hay crisis de vocaciones, pero también crisis de superiores. Que no están preparados para gobernar. El p. José Maria Iraburú tiene razón: no se sabe obedecer porque no se sabe mandar. Y hay una crisis de valores: se aprecia más lo externo que lo interno. Apreciamos más el número que la vivencia Evangélica. Apreciamos más el trabajo material que el espiritual. No se discierne en la vocación de los formandos. Oremos.
13/01/18 5:26 PM

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