Cercano el acuerdo entre la Santa Sede y la FSSPX
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Presentamos nuestra traducción de este artículo de Andrea Tornielli sobre las últimas novedades de los diálogos de la Santa Sede con la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, cuya situación se definiría en los próximos días. Una ocasión para intensificar las oraciones por la unidad de la Iglesia en torno al Sucesor de Pedro.
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El acuerdo entre la Santa Sede y la Fraternidad San Pío X fundada por monseñor Marcel Lefebvre podría ser cuestión de días, tal vez incluso de horas. El superior de la Fraternidad, el obispo Bernard Fellay, habría firmado una nueva versión del preámbulo doctrinal entregado el pasado septiembre por el cardenal William Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y Presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei.
Oficialmente, en el Vaticano, se está esperando aún la llegada de la respuesta de Fellay, al cual el pasado 16 de marzo se le pidió una decisión definitiva. Pero según informaciones recogidas por el vaticanista de Le Figaro, Jean Marie Guenois, mucho se ha movido a nivel “oficioso”, y el acuerdo estaría ya cercano.
En septiembre de 2001, al final de un camino de diálogos doctrinales – queridos por la Fraternidad San Pío X -, la Santa Sede había presentado un breve documento pidiendo a los lefebvristas firmarlo. El texto, susceptible de pequeñas modificaciones, contenía sustancialmente tres puntos, y el pedido de firmar la “profesión de fe” requerida a cualquiera que asuma un oficio eclesiástico. Y por lo tanto asegurar un “religioso obsequio de la voluntad y el intelecto” a las enseñanzas que el Papa y el colegio de los obispos “proponen cuando ejercen su magisterio auténtico”, aún si no son proclamadas de modo dogmático, como en el caso de la mayor parte de los documentos del Magisterio.
Firmar el preámbulo, han repetido las autoridades vaticanas, no habría significado poner fin “a la legítima discusión, el estudio y la explicación teológica de las expresiones o formulaciones individuales presentes en los documentos del Concilio Vaticano II”. Como es sabido, la Fraternidad San Pío X se había dicho dispuesta a aceptar la gran parte de los textos conciliares, pero no la doctrina de la libertad religiosa, así como se expresa en el segundo parágrafo de la declaración Dignitatis Humanae, como también la doctrina de la Iglesia expresada en el número 8 de la Constitución Lumen Gentium; la doctrina sobre el ecumenismo, del número 3 del Decreto Unitatis Redintegratio, y finalmente la doctrina de la colegialidad, como es expresada en el número 22 de la Lumen Gentium.
Parece que finalmente se ha llegado a un texto compartido. Por otro lado, el mismo Fellay, durante el encuentro de septiembre de 2011, había dicho a sus interlocutores romanos que no había problemas en aceptar el primer y el segundo puntos del preámbulo, mientras que más problemática era la aceptación del tercero. Pero en la respuesta enviada entre diciembre y enero, y luego en más de una declaración pública, el superior de la San Pío X había declarado inaceptable el texto doctrinal propuesto del Vaticano.
El pasado 16 de marzo, el encuentro decisivo y el pedido de la Santa Sede a Fellay para que respondiese dentro de un mes. Es sabido que a Benedicto XVI le preocupa particularmente cerrar la herida que él vio abrirse siendo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en 1988, cuando Lefebvre, después de haber prácticamente alcanzado un acuerdo con el Vaticano, decidió no firmarlo y, consagrando cuatro nuevos obispos sin mandato del Papa, realizó una acción cismática. El Papa Ratzinger ha liberalizado la Misa antigua y levantado las excomuniones a los cuatro obispos lefebvristas, y ha concedido también el tercer pedido de la Fraternidad, el de entablar un diálogo doctrinal con las autoridades romanas, centrado sobre todo en la interpretación de los textos conciliares.
El encuadramiento canónico para la Fraternidad San Pío X debería ser el de la “prelatura personal”, figura jurídica innovadora insertada en el Código de Derecho Canónico de 1983 y hasta ahora sólo utilizada para el Opus Dei.
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Fuente: Vatican Insider
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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15 comentarios
Francesco
Si no van a aceptar el Concilio Vaticano II completo, no se les debería aceptar.
"Asimismo, dentro de alguno años –yo no lo sé, solamente Dios conoce el número de años que serán necesarios para ese día en que la Tradición encontrará de nuevo sus derechos en Roma- seremos abrazados por las autoridades romanas, que nos darán las gracias por haber mantenido la Fe en los seminarios, en las familias, en las ciudades, en los países, en los conventos, en nuestras casas religiosas, para mayor gloria de Dios y la salvación de las almas."
"Lejos de mí el erigirme en Papa. No soy nada más que un obispo de la Iglesia Católica que continúa transmitiendo la doctrina. TRADIDI QUOD ET ACCEPI. Pienso, y sin duda no tardará, que se podrán grabar sobre mi tumba estas palabras de San Pablo: TRADIDI QUOD ET ACCEPI, “Os he transmitido lo que recibí”, sencillamente. Soy el cartero que lleva una carta. No soy yo quien ha escrito esta carta, este mensaje, esta palabra de Dios; es El, Nuestro Señor Jesucristo. Y lo hemos transmitido, mediante estos queridos sacerdotes aquí presentes y mediante todos aquellos que creyeron un deber el resistir a esta ola de apostasía en la Iglesia, guardando la fe de siempre y transmitiéndola a los fieles. No somos nada más que los portadores de esta noticia, de este Evangelio que Nuestro Señor Jesucristo nos ha dado, así como los medios para santificarnos: la Santa Misa, la verdadera Santa Misa, los verdaderos sacramentos que dan realmente la vida espiritual."
"Me parece oír, mis queridos hermanos, las voces de todos estos Papas, desde Gregorio XVI, Pío IX, León XIII, San Pío X, Benedicto XV, Pío XI y Pío XII, decirnos: «Por caridad, por piedad, ¿qué vais a hacer de nuestras enseñanzas, de nuestra predicación, de la fe católica? ¿Vais a abandonarlo? ¿Vais a dejar que desaparezca de este mundo? Por caridad, por piedad, seguid guardando este tesoro que os hemos dado. ¡No abandonéis a los fieles, no abandonéis a la Iglesia! ¡Seguid trabajando por la Iglesia! A fin de cuentas, desde el Concilio, lo que hemos condenado es lo que las autoridades romanas adoptan y profesan. ¿Cómo es posible esto? Hemos condenado el liberalismo, el comunismo, el socialismo, el modernismo, "Le Sillon". Todos estos errores que hemos condenado resulta que ahora son profesados, adoptados, sostenidos por las autoridades de la Iglesia. ¿Es posible esto? Si no hacéis algo para continuar esta tradición de la Iglesia que os hemos dado, desaparecerá todo. La Iglesia desaparecerá. Todas las almas se perderán."
(…)
Mons. Marcel Lefebvre
30 de junio de 1988
Sermón de las Consagraciones Episcopales
Lo de la "libertad religiosa", intelectualmente por su influencia en la pura teología requiere una clarificación. Es clarísimo.
Yo sigo pensando que el "acuerdo" está hecho desde hace mucho, y que todo esto es la liturgia acostumbrada necesaria para las parroquias propias. Estas cosas se hacen así normalmente.
Creo que se pactará una clarificación sobre la "libertad religiosa", y otras cosas que el propio Papa estaría encantado de hacer con o sin lefevristas.
Seguiremos rezando por la unidad y, si esta se produce, para que se limen dolorosas polémicas que aquí hemos visto.
Si el Papa mismo ha dicho que los documentos del VIi se pueden discutir, ademas el concilio tuvo un caracter pastoral y no es de fe... Y ademas ningun concilio puede contradecir el magisterio anterior...
La Santa Sede ha reconocido en un documento oficial que es legítimo el estudio y la explicación teológica de expresiones o formulaciones particulares presentes en los documentos del Concilio Vaticano II y del Magisterio sucesivo.
Entonces, repito, de quién es la soberbia? De la Santa Sede o de la FSSPX? Puesto que ambas piensan lo mismo sobre este tema. Y digo yo con que autoridad dices que no se los debería aceptar si no aceptan el CVII completo? Así que porque a vos se te ocurre tal cosa la Iglesia Católica no debería aceptarlos? Y los soberbios son la FSSPX?
Bue...
Hermanos de la FSSPX, los queremos en plena comunión, qué bendición tan más grande que este grupo que tanto puede aportar a la Iglesia, contaminada en grandes áreas por el secularismo y la mundanización, la FSSPX sería un aire fresco dentro de la Iglesia... Sí, fresco, aunque a los progres no les parezca fresca la Tradición. Saludos desde México.
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