Encuentros de Asís: ¿en espíritu y en verdad?
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Presentamos un resumen de la intervención de Mons. Nicola Bux en el Congreso realizado en Italia sobre la próxima Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia, que se celebrará en Asís el próximo 27 de octubre.
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La interesante intervención de Mons. Nicola Bux ha abierto una ventana sobre cómo los encuentros de Asís han sido erróneamente recibidos por el mundo católico. Es emblemático, al respecto, el ejemplo asombroso del cual habla: “una placa de bronce en el pórtico frente a la basílica inferior de San Francisco de Asís dice: «Joannes Paulus II cunctis in orbis Dei cultoribus in spiritu et veritate convocatis…»; pensaba que conmemoraba una reunión mundial de cristianos. El culto «en espíritu y en verdad» debería ser el que está fundado en el reconocimiento de Jesucristo, el Hijo en el cual Dios se ha revelado plenamente, ha hecho conocer su rostro… En cambio, la placa de Asís no se refiere a los cristianos sino a los representantes de las religiones reunidos en el 2002 para la oración por la paz. Algo ha cambiado. Esa placa muestra una opinión muy difundida entre los católicos: que todas las religiones reconocen, en el fondo, al mismo Dios, y lo adoran en espíritu y en verdad”.
Tal interpretación de los encuentros de Asís no deja dudas sobre la deriva sincretista que afecta al mundo católico: “los cristianos que adoran un Dios personal, reconocido presente, especialmente en el Sacramento del altar, terminan por retroceder a la adoración de un Dios impersonal o incluso de otros dioses. Este pensamiento no católico se ha difundido y confunde a muchos en la Iglesia”.
Las palabras de Mons. Bux muestran no sólo la gran confusión que reina lamentablemente en las mentes de muchos católicos, sino también el hecho de que tal confusión es por desgracia extendida por aquellos que deberían apacentar la grey de Cristo y velar por ella.
Es por eso que se vuelve cada vez más urgente aclarar el significado auténtico de los encuentros de Asís, el único que puede ser compatible con la confesión esencial para todo católico de que Jesucristo es el Hijo de Dios, el único Salvador, fundador de la única Iglesia católica, necesaria para la salvación.
¿Y cuál es este significado? Mons. Bux lo explica con claridad: “El encuentro de las religiones puede tener lugar en el punto originario identificado como el sentido religioso…, el desiderium naturale videndi Deum que la Iglesia reconoce… Sin embargo, se debe convenir con la reflexión del entonces cardenal Ratzinger cuando, refiriéndose al episodio de San Pablo en el Areópago (Hechos 17, 16-34), pone en guardia respecto al optimismo, porque por parte de las religiones también ha venido una negación decidida, cuando no han querido aceptar proseguir el camino o hasta querer volver atrás en la idea de Dios”.
Por lo tanto, no son las religiones las que están en el centro del encuentro de Asís sino el hombre religioso, que manifiesta y encarna la propia religiosidad en formas concretas, formas que ciertamente no son caminos de salvación para aquellos que las practican.
Mons. Bux ha confirmado varias veces su total confianza en el hecho de que el Papa Benedicto XVI, en la modalidad con la cual dirigirá la organización de tal jornada, dará señales claras sobre su cercanía al hombre religioso y sobre la confianza de que pueda colaborar para alcanzar objetivos para una convivencia civil, pero al mismo tiempo de su distancia de toda confusión sincretista o de actos cultuales que sean contrarios al primer Mandamiento.
Mons. Bux precisó también que tampoco “Juan Pablo II, con la reunión de Asís de 1986, quería de hecho difundir el indiferentismo relativista: precisamente él, cuatro años después, en 1990, escribió la Encíclica Redemptoris missio, en la que afirma que una religión no vale la otra (cfr. Redemptoris missio n. 36). Por lo tanto, ni la Onu de las naciones ni una «Onu de las religiones» podrá realizar una unidad más verdadera que aquella que la Iglesia manifiesta, no por virtud propia sino por el misterio de Cristo que se refleja sobre ella: Lumen gentium cum esset Christus (LG n 1)”.
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Fuente: Verum peregrinantes
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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17 comentarios
(Espero que esta vez no me censure el comentario como suele hacer habitualmente no se porqué)
Es asombroso tener que decir esto en un discurso. Porque afirmar lo contrario; que JPII tenía intención de fomentar el indiferentismo religioso, équivaldría a decir que era un masón o un hereje.
Pregunto yo: si todo esto lleva tan fácilmente a la confusión entre los creyentes, ¿por qué volver a hacer el paripé en Asís? ¿No sería mejor seguir haciendo lo que la Iglesia siempre ha hecho, es decir, llamar a la conversión a los paganos, para que se puedan salvar?
Francesco
"se vuelve cada vez más urgente aclarar el significado auténtico de los encuentros de Asís"
Personalmente, siempre he visto estos encuentros de Asís como un evento que sirve para hacer un viaje a un grupo de líderes religiosos con gastos pagados, a los que yo, con envidia, no puedo participar. En definitiva, una especie de vacaciones para tratar un asunto relajante. Los veo reunidos, haciendo una rueda, con sonrisas (¿de qué sonríen, habiendo tanto mal y dolor en el mundo?), cogidos de la mano... muy kumbayá todo ello... ¿por qué no lo hacen en videoconferencia?
De otro lado, me parece que para lo único que sirve Asís es para demostrar al mundo que las diferencias religiosas, como las políticas, las deportivas... no implican confrontación, y para tener una postura común en ciertos temas (guerra, familia, economía...).
Sobre la cuestión dogmática, la única religión que tiene la completa verdad moral y de fe es la Iglesia Católica, y el resto de religiones y creencias no la tienen ni por la suma total de las mismas. Por lo tanto, esto de Asís no va por el camino del ecumenismo (la unión de protestantes y ortodoxos a la Iglesia Católica) ni mucho menos en el camino de la religión universal, y es absurdo pensar que existen tantos dioses, cielos y verdades como religiones existan (¿creamos un cielo, un dios y una verdad cuando inventamos una religión cualquiera? ilógico).
Finalmente, el sentido final de Asís para los católicos no lo establece nadie más que el Papa Benedicto XVI, el único competente y responsable final, provisto de medios suficientes para que la finalidad de la reunión multirreligiosa no se confunda o tergiverse.
Parece que el confusionismo de la gente ha sido inducido desde arriba.
Dios los bendiga.
Francesco
Bendiciones!
Cuando hay que explicar algo tanto, antes, durante y después, malo. Creo que todos somos falibles, y puede aplicarse a Santos que en algún momento tuvieron alguna debilidad en su vida... lo que podría aplicarse a este encuentro realizado en su día por el Beato Juan Pablo II.
Si al final se puede prestar a confusiones y engaños, mejor no hacerlo a dar pie a la confusión, porque seamos sinceros, lo que transmitirán los medios de comunicación mayoritarios será una visión sincrética del mismo. También hay que tener en cuenta la capacidad de todos los católicos de entender el mismo... pienso en mi abuela, y si hay un acto donde van de la mano todos, incluso con oración como la anterior vez aunque en distintos sitios, creería la pobre que se han vuelto locos en Roma.
Creo que Su Santidad se equivoca en mantener el acto, quizás más movido por el amor a su predecesor y mantener su iniciativa que otra cosa.
Quizás me equivoque, doctores tiene la Iglesia, pero preferiría que se hubiera dejado de hacer pues hay otros foros que pueden ayudar a la búsqueda de la paz sin caer en equívocos.
Saludos.
Al menos, claro está, qué Benedicto XVI en comprometido acto de fe, inspirado por San Pablo, continue con estos mismos versículos y venga a decir-les:
Dios, disimulando los tiempos de la ignorancia, intima ahora en todas partes a los hombres a que todos se arrepientan, por cuanto tiene fijado el día en que juzgará a la tierra habitada con justicia por medio de un Hombre, a quien ha destinado, acreditándole ante todos por su resurrección de entre los muertos. ( S. Pablo-16,30331).
-Y aquí a ver la respuesta de unos o de otros, si se rien o no. Sobre este Hombre que es acreditado ante todos Si es el Elías que para este tiempo anunciado ya ha venido.
-Sin esto no entiendo, pues, quién va convertir a quién; y para qué. Al menos que en este simulacro de educado sincretismo civilizado, convencidos de que nada hay que perder, todos salgan contentos en esta rueda del hablar; Donde sin ganar, nadie puede perder lo que no se compromete.
"no son las religiones las que están en el centro del encuentro de Asís sino el hombre religioso, que manifiesta y encarna la propia religiosidad en formas concretas, formas que ciertamente no son caminos de salvación para aquellos que las practican."
Sólo discrepo con la afirmación rotunda sobre si las otras religiones son caminos de salvación o no. Para los católicos no lo son de entrada porque en general no nos convertimos a esas religiones, pero no me atrevería a ser tan categórico con los que las practican de forma consciente y sincera. De hecho conozco a católicos nominativos (me explico, los que sólo han sido bautizados y ahí quedó todo) que han descubierto la dimensión religiosa gracias a alguna de estas otras religiones.
La gracia de Dios puede llegar a todos los hombres, por modos sólo de Dios conocidos, pero sólo a los cristianos les llega formalmente por medio de la religión que practican.
Otra cosa que es que una religión no cristiana pueda ser ayuda u ocasión por la que alguien se abre a la gracia de Dios, supuesta la ignorancia invencible respecto de Cristo y su Iglesia, o como etapa pasajera en la conversión a Cristo y a su Iglesia.
Saludos cordiales
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