Benedicto XVI, “ni un mero reformista ni un simple continuista absoluto”

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Como se sabe, el Arzobispo Kurt Koch tuvo la tarea de pronunciar las dos relaciones principales en el encuentro de Benedicto XVI con sus ex-alumnos dedicado a la hermenéutica del concilio Vaticano II. La agencia Gaudium Press ha publicado un resumen de los temas expuestos por Mons. Koch en el pasado mes de agosto. Dado su gran interés, reproducimos también aquí el artículo de Anna Artymiak, corresponsal de Gaudium Press en el Vaticano.

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Ciudad del Vaticano (Viernes, 08-10-2010, Gaudium Press)- El Papa Benedicto XVI es "el mayor interprete" del Concilio Vaticano II y quiere realizar "una hermenéutica de renovación en la continuidad de la Iglesia como único sujeto", esto es, "de una reforma que no vuelva al pasado, sino que, al contrario de eso, aún estando en continuidad con la tradición, pueda responder a la nueva situación del mundo".


La frase anterior es la síntesis de dos discursos que el arzobispo suizo Kurt Koch profirió en el Ratzinger Schülerkreis -tradicional encuentro del Santo Padre con sus ex-alumnos- del día 28 de agosto pasado en Castel Gandolfo. Este año se cumplen 45 años de la conclusión del Concilio Vaticano II. Un largo período que hace reflexionar sobre cómo son realizadas sus directrices, pero también cómo se debe interpretar de manera justa y correcta los propios documentos. Justamente el tema de la hermenéutica del Concilio Vaticano II estuvo en el centro de las discusiones del encuentro.


En sus alocuciones, el arzobispo Kurt Koch, que desde el 1º de julio es el nuevo presidente del Pontificio Consejo de la Unidad de los Cristianos, abordó la persona del Papa Ratzinger, con sus decisiones sobre la liturgia y su modo de entender y realizar el Vaticano II, en una luz muy diferente y opuesta a aquella difundida sobre lo que el público piensa del Santo Padre - un "mero" tradicionalista que se encaminaría en una dirección opuesta al Concilio.


En el Schülerkreis, el prelado suizo presentó dos temas: "El Concilio Vaticano II entre tradición e innovación. La hermenéutica de la reforma entre la hermenéutica de la discontinuidad y la hermenéutica de la continuidad histórica", y " ‘Sacrosanctum Concilium’ y reforma post-conciliar de la liturgia. Continuidad y discontinuidad a la luz de la hermenéutica de la reforma". Conforme Mons. Koch, aún hoy, después de casi 50 años del Concilio Vaticano II, todos advierten la necesidad de su correcta interpretación y por tanto es "gravemente equivocado", según el arzobispo, considerar al pontífice como un tradicionalista que quiere llevar la Iglesia a retroceder en relación al Concilio.


Dos fases en el período post-conciliar


Para aclarar las discusiones en torno a la cuestión de la posición del Santo Padre en relación al Concilio Vaticano II, el arzobispo suizo realizó una breve explicación respecto al período post-conciliar. Conforme al prelado, el mismo puede ser dividido en dos fases: la primera, caracterizada por una gran euforia por las grandes esperanzas y expectativas creadas por el Concilio; y la segunda, en la cual se sucedió una actitud de profunda desilusión. Así, explicó Mons. Koch, nacieron dos corrientes de pensamiento opuestas en la interpretación del Concilio Vaticano II: la tradicionalista y la progresista.


La primera, expresándose en la hermenéutica de una continuidad absoluta según la cual el Vaticano II no debe decir nada de nuevo, sino apenas confirmar todo aquello que ya fue dicho por la tradición. La segunda, a su vez, expresándose en la hermenéutica de la discontinuidad y la ruptura, que ve, al contrario, una total ruptura con la tradición, para dar inicio a una Iglesia toda nueva.


La visión de la hermenéutica del Santo Padre, a su vez -según el presidente del Pontificio Consejo de la Unidad de los Cristianos- es aquella de una reforma en la continuidad. O sea, un medio término. El problema, conforme el arzobispo, es que los documentos conciliares no fueron todavía percibidos y recibidos bien y plenamente, por esto, Benedicto XVI desea una reforma de la reforma post-conciliar, en vez de proclamar un tercer Concilio Vaticano.


La cuestión principal, para Mons. Koch, es definir lo que se entiende con la palabra "reforma". "El Santo Padre la ve como una renovación interna en la continuidad y no como un cambio que causa una ruptura con el pasado. La verdadera reforma es aquella que une siempre la fidelidad a la tradición con una nueva dinámica. Infelizmente, el católico normal recibió la reforma post-conciliar como si fuese la hermenéutica de la discontinuidad y la ruptura", dijo.


Contrariamente, explicó el presidente del Pontificio Consejo de la Unidad de los Cristianos, el Vaticano II fue el Concilio de la reforma de la Iglesia, pero no de su reformación, "esto es, su objetivo no era aquel de crear una ruptura con la tradición y la historia, sino de hacer una ‘actualización’ y un ‘resourcement’, o sea, renovar extrayendo de las fuentes de la tradición", dijo.


Según el prelado, del punto de vista lingüístico erróneamente se distingue entre Iglesia pre-conciliar e Iglesia post-conciliar, como si la primera fuese una cosa diferente de la segunda y no la misma única Iglesia en la continuidad de su tradición de dos mil años. Citando las palabras del Cardenal Walter Kasper, el arzobispo notó que no existe una Iglesia "dividida" y nacida de la ruptura, sino "una sola Iglesia renovada en el espíritu" y "arraigada en la tradición viva".


En este sentido, destacó Mons. Koch, el Papa Benedicto XVI representa una eclesiología litúrgica que ve la existencia de la Iglesia en una Iglesia que se basa en el culto y que en la liturgia tiene su forma concreta. "Con todo, la Constitución de la liturgia Sacrosanctum Concilium no fue entendida por la consciencia media de los católicos ni por tantos teólogos", afirmó el arzobispo, para quien la liturgia es un desarrollo orgánico y su historia no es una serie de rupturas, sino de autopurificación y madurez.


Una verdadera naturaleza misionera


Conforme el arzobispo, la mentalidad de la hermenéutica de la discontinuidad y la ruptura sustenta que la Constitución debería anunciar el final del tiempo medieval, y la reforma litúrgica del Papa Ratzinger ve una continuidad sistemática e ininterrumpida, que debe ser el resultado de un proceso espiritual que lleve a la conversión. "Los cristianos deben comprender el misterio de la cruz y que la verdadera naturaleza es aquella misionera, no aquella tradicionalista o progresista", resaltó.


"El Concilio no abolió absolutamente los antiguos libros"


Según Mons. Koch, hay evidentes incomprensiones al entender los actos papales de Benedicto XVI, sobretodo aquellos que dicen respecto a dos de sus decisiones: el Motu Propio de 2007 Summorum Pontificum, que permite el uso del misal de 1962 de Juan XXIII de Misa Tridentina como un rito romano extraordinario; y la de 2009, donde el Pontífice revoca la excomunión de cuatro obispos lefebvrianos. "Esa revocación es la prueba evidente de la fuerte voluntad del Santo Padre de buscar superar las divergencias internas y de mantener la unidad dentro de la Iglesia Católica, partiendo de la constatación de que en su historia de dos mil años siempre existió la multiplicidad de las liturgias", afirmó.


Para el arzobispo, hay ciertos aspectos propuestos por la Constitución conciliar sobre la Sagrada Liturgia y por la reforma litúrgica post-conciliar que son erróneamente evaluados. "El Concilio no abolió absolutamente los antiguos libros, ni el latín como la lengua de la liturgia, sino propuso una renovación de los textos y los ritos litúrgicos. Los Padres conciliares no querían ninguna ruptura con la forma de la liturgia romana vigente en la época, sino, al contrario, querían mantener una saludable tradición y contemporáneamente abrirse al progreso", aseguró.


Según el prelado, entre los aspectos que no fueron bien recibidos se encuentra también, por ejemplo, la cuestión de la dirección del celebrante de la Misa. "En la antigua tradición cristiana, era vigente la dirección versum orientem que significaba que la luz del mundo es el Cristo resucitado. A partir del momento en que fue propuesta la dirección versum populum se perdió el profundo y antiguo significado de la dirección de la oración cristiana. Por tanto, el Santo Padre propuso colocar la cruz sobre el altar para recordar al celebrante y a todos los fieles que el Cristo muerto y resucitado es el centro de la acción litúrgica".


Por causa de la reforma post-conciliar, continúa Mons. Koch, se perdió también el significado del sacrificio en la liturgia que es percibida hoy sólo como una escena y no como la celebración del misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo. El arzobispo, de hecho, observa cómo el misterio pascual no está muy presente en la celebración de hoy, contrariamente a lo que deseaba la Constitución sobre la liturgia.


Entre otros aspectos indicados por Mons. Koch, está la "activa participación de todos los fieles para reafirmar que ésta tiene un papel muy importante en la acción litúrgica". De hecho, según el arzobispo, la Constitución sobre la liturgia habla de la importancia de una activa participación, principalmente de aquella que brota del corazón. "Durante el Concilio Vaticano II, fue preparada una renovación litúrgica, principalmente para Francia y Alemania que, sin embargo, al final no fue acogida por la reforma", comentó. El arzobispo cree que hoy sea necesario volver a este tema y espera que sea actuada una renovación litúrgica.


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Fuente: Agencia Gaudium Press

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12 comentarios

  
Flavia
Me quedo con estas frases, que aclaran el núcleo del contenido:

1.- " los documentos conciliares no fueron todavía percibidos y recibidos bien y plenamente, por esto, Benedicto XVI desea una reforma de la reforma post-conciliar, en vez de proclamar un tercer Concilio Vaticano."

2.- " La verdadera reforma es aquella que une siempre la fidelidad a la tradición con una nueva dinámica. Infelizmente, el católico normal recibió la reforma post-conciliar como si fuese la hermenéutica de la discontinuidad y la ruptura",

3.- A partir del momento en que fue propuesta la dirección versum populum se perdió el profundo y antiguo significado de la dirección de la oración cristiana. Por tanto, el Santo Padre propuso colocar la cruz sobre el altar para recordar al celebrante y a todos los fieles que el Cristo muerto y resucitado es el centro de la acción litúrgica".

4.- " Por causa de la reforma post-conciliar, continúa Mons. Koch, se perdió también el significado del sacrificio en la liturgia que es percibida hoy sólo como una escena y no como la celebración del misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo."

Tranquilos. Benedicto XVI sabe perfectamente lo que tiene que hacer, y todos debemos estar a su lado con la más perfecta obediencia.
09/10/10 8:13 PM
  
marcial

Oremus pro Pontifice nostro Benedicto. Sí, que Dios le de vida bastante para terminar lo que ha empezado.

Yo particularmente, de lo que estoy muy, muy, muy cansado es de ese lenguaje ambigüo, medroso y según Amerio "serpenteo", no sé si por su sinuosidad o su inspiración. Véase:

"una hermenéutica de renovación en la continuidad de la Iglesia como único sujeto"

"de una reforma que no vuelva al pasado, sino que, al contrario de eso, aún estando en continuidad con la tradición, pueda responder a la nueva situación del mundo"

Miren: desde el Apóstol Pablo hasta Pío XII a la Iglesia se la ha entendido a la perfección. De entonces para acá, ¿qué diablos quieren decir? Si el verbo de la Iglesia es participación del Verbo, esta lengua de trapo es bastante preocupante.

Y si "la Constitución de la liturgia Sacrosanctum Concilium no fue entendida por la consciencia media de los católicos ni por tantos teólogos" a lo mejor, digo a lo mejor, es que se había ya perdido la claridad del lenguaje, que es lo que ocurre cuando se pierde la claridad de las ideas.

Ciertamente, non praebalebunt. Pero que el Espíritu Santo proteja a la Iglesia no nos autoriza a esperar que sus males se resuelvan espontáneamente. Ayer dejé un texto muy duro de San Pío X. Yo quisiera que la Iglesia volviese a hablar con claridad. Con esa claridad. ¿Hubiese sido posible con este Santo Pontífice una tan gigantesca malinterpretación de los textos de un Concilio?



09/10/10 8:52 PM
  
Flavia
marcial, dices:

" ¿Hubiese sido posible con este Santo Pontífice una tan gigantesca malinterpretación de los textos de un Concilio?"

Personalmente, estoy convencida de que NO.

Siempre y cuando, claro está, que le secundasen todos cuantos deben y debemos hacerlo.

A mí me parece que la llegado la hora de restablecer sin concesiones la autoridad en la Iglesia, la autoridad del Papa y del Magisterio eclesial, con algo así como lo que dijo De Gaulle antes de acabar con los tumultos de Mayo del 68: " Señores, ¡ se acabó el recreo ! "


09/10/10 9:20 PM
Marcial toca un punto clave, que es el principal culpable de la situación de enfrentamiento interno que vivimos: la falta de claridad.

¿Por qué no se dejaron las cosas claras en el Concilio?

Los textos Concilio son la evidencia de una tensión que se vivió dentro y fuera de las salas donde se discutía. Tensión que hizo que se acordase dejar demasiadas puertas abiertas y ambigüedades.

Ese si, pero no... pero si, pero no... es lo que está intentando aclarar Benedicto XVI... pero el proceso es complicado, porque las tensiones son mayores que durante el propio Concilio. Ruego que Dios le de vida y fuerza para llevar a cabo esta labor.
09/10/10 9:24 PM
  
González C.
Es obvio que después del vaticano II se ha creado un grandísimo lío. No afirmo que sea debido al Concilio, pero tampoco lo contrario ¿Quién lo ha creado? Me parece que todos aquellos que han denostado la Tradición de varios siglos, como si la Iglesia naciese en 1965, despreciando,sí, despreciando digo, -porque lo recuerdo perfectamente, pues lo viví- a todos aquellos sacerdotes que querían mantenerse en la continuidad de la Tradición y se resistían a ciertos cambios.

Recuerdo que los llamabamos carcas, tridentinos, integristas.. ( lo guardo en mi memoria porque yo mismo les dí bien fuerte con mi latigo progesista, pues por aquella época me encontraba militando en esa "iglesia moderna", en el seno un movimiento católico que casi desapareció, pues prácticamente todos terminaron en el P.C y los más "espabilados" en el PSOE, pues en esta organización veían más cerca la "pela" y el poder. Aquel movimiento católico se llamaba J.O.C. Hoy hay más consiliarios en esa organización que militantes... Así fue con casi toda la Acción Católica. Podría contar mucho de los cansinos congresos, en los que "croabamos" un cristianismo, pero sin Cristo)

Dice Mons Koch : "Con todo, la Constitución de la liturgia Sacrosanctum Concilium no fue entendida por la consciencia media de los católicos ni por tantos teólogos",

Pero vamos a ver Monseñor, tiene usted un lío montado entre la reforma de reforma, la hermenéutica de la continuidad, la vuelta atrás, el andar para adelante pero no tanto, aunque quizá un paso más, pero sin llegar a una ruptura.. ¿ Nos quieren volver locos a todos? ¿ Por que no nos dejan con el Padre Nuestro los Aves Marías, los Sacramentos, la Comunión y la Confesión, el rosario y que no se me olvide, la alicaída y poco estimada misión ad gentes..? Vamos lo de siempre: lo de san Pablo y san Agustín, San Francisco y San Ignacio; Santa Teresita y El santo Padre Pío Pietralcina..Es decir lo de todos los santos de todos los tiempos. Fijése que a estos santos siempre se les entendía lo que decían. Sí, sí, no, no. Nunca andaban con una hiperinflacción de documentos, que para lerlos todos necesitaría uno vivir cien años, y otros cien más para entenderlos.

Le digo con todo el respeto Monseñor, que era imposible que se entendiese la contituciñon sobre la Liturgia, porque por ejemplo, la Reforma Litúrgica se impuso al pueblo sin más, desoyendo todas las voces en contra, tanto de los intelectuales alemanes, ingleses, italianos... como de las gentes sencillas sobre todo, que se echaban las manos a la cabeza. Jamás ha habido en la Iglesia una imposición litúrgica tan "violenta" y una reforma tan radical y por la fuerza (Compárese con el Concilio Ecuménico de Trento, "infinítamente" mucho más respetuoso con los distintos ritos).
Esa forma de imponer, siempre es la propia de los que se llenan la boca de "democracia".De la "noche a la mañana", como quien dice, se cambio todo por la burocracia teológica. Faltaron los místicos, se echaron de menos los santos y sobreabundaron los teológos de laboratorio.

Me pregunto ahora ¿ Dónde estaban los pastores? ¿No lo vieron? Ciertamente muchos pastores impulsaron este lío ¿Y Pedro qué hacía? Ojala hubiera tenido un San Pablo a su lado, aunque el resto nos hubieramos enterado bastante después de la corrección, como los galatas al leer la carta del Apostol.

En los años 70s, 80s y siguientes era prácticamnte imposible que alguien que no fuera de la línea de la rúptura llegara a ocupar un puesto de parroco. Lo sé porque yo era uno de los que atizaba para que así ocurriese !Cuánto sufrimiento inflingimos a los que quería conservar su Misa de siempre!¿Cuánta falta de caridad !

Aún hoy, en mi diócesis, (voy a callarme el nombre) y en el seno del seminario diócesano, imparte clase de liturgia un sacerdote que no tiene ningún título sobre la materia y sin embargo, el único sacerdote (jóven en este caso), que tiene un tesis en liturgia, se debe contentar con dar latín y griego ¿ Por qué el único capacitado en liturgia no da clases de su especialidad? Pues por que es el único sacerdote que además de celebrar con el Misal de Pablo VI, celebra también con el de Juan XXIII y lo hace sí o sí, esté solo o con fieles.

Entonces ¿ tenemos un mal obispo ? Noooo, ni siquiera es progre. Lo que pasa es que el que se mueve, como dijo creo que Alfonso Guerra, no sale en la foto. Claro claro, también los obispos se dividen en dos clases como todo el mundo, supongo; Están los que alaban a Dios y dan la vida por sus ovejas y los eternos aspirantes a algo, en primer lugar, y luego, seguramente, también alaban a Dios, sobre todo si la aspiración, légitima, ha sido cumplida.

Perdonen por lo longitud de este post.
09/10/10 10:11 PM
  
marcial
Amén, González.
09/10/10 10:27 PM
  
Hermenegildo
A mí esto de la vía media entre la ruptura y la tradición me parece un forzado equilibrismo.

"Pero vamos a ver Monseñor, tiene usted un lío montado entre la reforma de reforma, la hermenéutica de la continuidad, la vuelta atrás, el andar para adelante pero no tanto, aunque quizá un paso más, pero sin llegar a una ruptura.. ¿ Nos quieren volver locos a todos? ¿ Por que no nos dejan con el Padre Nuestro los Aves Marías, los Sacramentos, la Comunión y la Confesión, el rosario y que no se me olvide, la alicaída y poco estimada misión ad gentes..? Vamos lo de siempre: lo de san Pablo y san Agustín, San Francisco y San Ignacio; Santa Teresita y El santo Padre Pío Pietralcina..Es decir lo de todos los santos de todos los tiempos. Fijése que a estos santos siempre se les entendía lo que decían. Sí, sí, no, no. Nunca andaban con una hiperinflacción de documentos, que para lerlos todos necesitaría uno vivir cien años, y otros cien más para entenderlos".

Gozález C., ¡chapó!
09/10/10 11:30 PM
  
Javier López
Me uno al "amén" al texto de González C.
09/10/10 11:49 PM
  
amn
Blogger y Flavia: "Benedicto XVI desea una reforma de la reforma post-conciliar"

El cambio del cambio, que dijo Felipe González. Es más honrado intelectualmente regresar a la teología de Trento y a la política decimonónica de los Píos y decirlo abiertamente. El que no se sienta identificado, puede marcharse. Como la Universidad ex-Católica de Lovaina.

Marcial: "Miren: desde el Apóstol Pablo hasta Pío XII a la Iglesia se la ha entendido a la perfección."

Lo dicho. Me parece muy respetable que la Iglesia regrese a Pío XII o a Píos anteriores. Y que lo diga. Y que lo diga claro. Bueno, si pretendiera actuar con la claridad de los Papas medievales que instauraron la inquisición, tendrían que intervenir los Estados y el código penal para evitarlo, pero parece que el viaje a través del túnel del tiempo llega sólo hasta el siglo XIX y hasta Pío XII.

Pues eso, predicadlo. Y sobre todo: ¡¡POR DIOS, SED CLAROS!! Así os vemos venir de frente.
10/10/10 12:48 AM
  
Tulkas
Sólo tres cosas:

a.-Me agarro a este Papa como quien se agarra a un clavo ardiendo. No hay en la Iglesia, hoy por hoy, nada no sólo más firme, sino me atrevería a decir que nada hay firme sino la figura de Benedicto XVI. Por lo cual hemos de dar continuas gracias a Dios.

b.-Suscribo lo que dice Carlos C.

c.-Tras el tan necesario año sacerdotal yo sólo espero que se meta en cintura a los seminarios, desde el punto de vista doctrinal, sí, espiritual, sí, pero sobre todo INTELECTUAL.

Vamos a celebrar a la Santa Doctora esta semana, recordemos su afición a los buenos letrados de la época y cómo fueron ellos, siempre detrás de los santos, los que reformaron la Iglesia.

Trento se tradujo en una profunda reforma de los Seminarios, y es lo que hace falta hoy día.

Para empezar, la Veteram sapientiam aplicada de cabo a rabo, y no por estética, sino por pura necesidad.
10/10/10 10:45 AM
  
Tulkas
La Sacrosanctum Concilium ordenaba suprimir aquellas cosas menos útiles que habían sido añadidas a lo largo del tiempo (minus utiliter addita).

Pero, no veo claro en qué consiste el concepto de utilidad. Porque, vamos a ver, el Concilio apostaba ante todo, también en la reforma de la Missa, por la plena eficacia pastoral (plenam pastoralem eficacitatem assequetur) por lo que hay que entender que ordenó suprimir aquéllo que fuese menos útil para la plena eficacia pastoral.

En otras palabras, lo que no se acomodaba a la mentalidad de las gentes de la época (pretérita ya, por cierto).

No digo yo que la plena eficacia pastoral sea un objetivo desdeñable, de hecho, debe ser el fundamental de la Misa con respecto al pueblo fiel, correctamente entendido.

Lo que pasa es que lo que en Trento se soluciona insistiendo en la instrucción del pueblo, en la declaración habitual de los Misterios de la Sagrada Eucaristía, en el Concilio Vaticano II se aborda no por la vía de la instrucción, sino por la vía de la reforma litúrgica conducente, al final, a un nuevo misal.

Al fin, lo que tenemos es que sigue sin haber instrucción y a cambio, un Misal nuevecito.
10/10/10 11:24 AM
  
Flavia
amn,

precisamente cito frases del texto para que nadie invente ni tergiverse. Esa es la forma de venir de frente y sin rollos.

Yo estoy A FAVOR de todas las reformas que haga Benedicto XVI. Son absolutamente necesarias.
10/10/10 1:06 PM

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