Mons. Koch: “El diálogo con los anglicanos tiene ahora dos caminos: uno es el de Anglicanorum coetibus”
Ofrecemos nuestra traducción de una entrevista al Arzobispo Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, publicada hoy en L’Osservatore Romano, en la que hace un balance del viaje papal al Reino Unido, habla sobre la aplicación de la Constitución Apostólica Anglicanorum Coetibus, y menciona la sesión plenaria del diálogo teológico con los ortodoxos, que ha comenzado ayer en la ciudad de Viena y que estudia el tema del primado del Obispo de Roma en el primer milenio.
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Antes de partir para Gran Bretaña, usted había deseado que los aspectos más auténticos de la visita del Papa no fueran oscurecidos por polémicas y prejuicios. ¿Cómo ha ido finalmente?
Pienso que muy bien. Los otros miembros del séquito y yo hemos tenido la impresión de que los pueblos del Reino Unido han percibido realmente cómo es en verdad el Pontífice, en su sencillez, en su profundidad. La sensación es que ha sido recibido con afecto por todos y que finalmente este viaje se ha revelado como un gran éxito. Desde todo punto de vista.
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¿Cómo ha afrontado esta experiencia, para usted inédita?
En realidad, ya había vivido en primera persona un viaje internacional del Papa cuando, el 13 de mayo de dos años atrás, recibí a Benedicto XVI en el Caritas Baby Hospital de Belén, como obispo de Basilea y presidente de la Conferencia episcopal suiza, que está entre los mayores sostenedores del hospital pediátrico. En aquella ocasión, me impresionó el hecho de que el Papa no viviera aquellos momentos con la mirada puesta en el reloj. Recuerdo que se entretuvo largo rato con los niños enfermos, sobre todo con los prematuros. Aquella fue una experiencia maravillosa. Pero esta vez mi alegría es todavía mayor: participé en cada evento en Edimburgo, Glasgow, Londres y Birmingham; y en todas partes tuve la impresión de que el Papa logró siempre mostrarse tal como es y que la gente lo recibió con afecto.
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¿Cuál ha sido, en su opinión, el momento más significativo desde el punto de vista ecuménico?
Todo el viaje ha tenido una dimensión ecuménica porque en cada uno de los dieciocho discursos pronunciados, el Papa hizo referencia al rol de la comunidad de los creyentes en las sociedades europeas, hablando continuamente de las raíces cristianas del continente. Pero para responder a su pregunta, es evidente que la tarde del viernes 17 ha representado, desde nuestro punto de vista, la jornada más importante.
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¿Está hablando de la primera visita de un Papa a la residencia londinense del arzobispo de Canterbury o de la sucesiva celebración, también una primera vez histórica, en la abadía de Westminster?
Ambos eventos han tenido una relevancia sin precedentes. En el Lambeth Palace, los dos encuentros con el arzobispo Rowan Williams – el público y el otro más reservado – han sido muy amables y fraternos. El comunicado difundido conjuntamente al final del cordial diálogo ha subrayado cómo Benedicto XVI y el primado de la Comunión anglicana han reafirmado, entre otras cosas, la importancia de incrementar las relaciones ecuménicas y de profundizar el diálogo teológico, en particular sobre el tema de la Iglesia como comunión.
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Y luego han estado las Vísperas ecuménicas en la Abadía de Westminster. ¿Qué es lo que más le ha impresionado en este rito tan sugestivo?
Sobre todo, la oración común frente a la tumba de Eduardo el Confesor, el rey inglés venerado como santo en ambas tradiciones. Pero quisiera detenerme también en algunos gestos: el abrazo y el beso entre el Papa y el arzobispo Williams, que han sellado el intercambio de la paz, en sencillez y amistad; y también, al final de la celebración, la bendición impartida conjuntamente. Han sido momentos muy emotivos y en los diversos discursos tuve la sensación de que los dos se encuentran en sintonía en muchos puntos, proponiendo un mensaje compartido: es decir, que en una sociedad secularizada es absolutamente necesario un testimonio común. Jesucristo ha estado en el centro de todas las intervenciones. Estos encuentros han ofrecido un verdadero testimonio para la fe cristiana en la sociedad de Inglaterra y Escocia, los dos países visitados por el Papa en su viaje.
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Analizados los progresos, tal vez es el momento de hablar también de los problemas. ¿O se han borrado de golpe?
Existen, por supuesto, pero con la conciencia viva de que es absolutamente necesario trabajar en el futuro y continuar el diálogo, que ya ha dado frutos. En más de una circunstancia, algunos obispos anglicanos me han saludado diciéndome que están contentos por cómo este diálogo continúa y se busca realmente la unidad entre las dos comunidades.
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Aunque, en los últimos tiempos, la Constitución Apostólica “Anglicanorum coetibus” parece haber creado algunas dificultades.
Debe ser aclarado, en primer lugar, que la oferta pastoral del ordinariato para anglicanos que quieran entrar en plena comunión con la Iglesia católica ha sido una respuesta del Papa a explícitos pedidos en este sentido. Lo repito: ha habido peticiones de anglicanos de reencontrar a la Iglesia católica y el Pontífice no podía decir no. La diferencia con otros tiempos es que siempre ha habido conversiones individuales, y el ejemplo del cardenal Newman es iluminador; pero ahora se trata de grupos que quieren entrar en la Iglesia católica con sus pastores y tal vez con los obispos. Es un gran gesto por parte de Benedicto XVI, que abre las puertas a quien llama. Pero esto no cambia nada en el diálogo, que debe continuar. Quisiera además precisar que todo lo que respecta al diálogo entra en la responsabilidad del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Mientras que la aplicación de la Anglicanorum coetibus se ubica en la esfera de competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Y esto es un bien, porque tenemos dos caminos para continuar la búsqueda de la comunión con los anglicanos.
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En el discurso a los obispos de Inglaterra, Gales y Escocia, el Papa les ha pedido nuevamente que sean generosos en la aplicación de la Constitución apostólica. ¿Es signo de que todavía hay problemas?
Pienso que se trata, sobre todo, de problemas prácticos. Por ejemplo: ¿cómo se debe proceder en el caso de que una entera comunidad anglicana quiera entrar en la Iglesia católica con su obispo? ¿Cómo integrar a estos grupos y a los obispos a través de la institución de un ordinariato personal? Hasta hoy, no tenemos experiencias en este sentido. Pienso que siempre es un poco así cuando se introducen novedades, pero con sentido común se pueden superar también tales temores.
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¿Es en este espíritu que se prepara para afrontar también la cita de Viena?
Diría que sí. La duodécima sesión plenaria de la Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa en su conjunto se reúne durante una semana entera, hasta el 27 de septiembre, y espero que se den pasos adelante en la profundización del tema en agenda: el primado del Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, en el primer milenio. Se trata de un nudo crucial en las cuestiones históricas y doctrinales entre Oriente y Occidente. Dado que hay diferencias de interpretación sobre los testimonios y los fundamentos escriturísticos y teológicos, es muy interesante que las dos partes se esfuercen en leer los textos de otro modo, a través de un análisis común y una hermenéutica compartida. Sólo de este modo se puede cambiar la visión de las cosas y retomar un viaje fructífero hacia el futuro.
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Fuente: L’Osservatore Romano
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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10 comentarios
"Es un gran gesto por parte de Benedicto XVI, que abre las puertas a quien llama. Pero esto no cambia nada en el diálogo, que debe continuar. Quisiera además precisar que todo lo que respecta al diálogo entra en la responsabilidad del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Mientras que la aplicación de la Anglicanorum coetibus se ubica en la esfera de competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Y esto es un bien, porque tenemos dos caminos para continuar la búsqueda de la comunión con los anglicanos.
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Se resalta una obviedad, y se manipula para decir que el Ecumenismo consiste en la conversión de los acatólicos? Yo leo que eso no es lo que dice, y si usted lo entendió así, es que no entendió nada de los discursos del Papa
1. Dogma de la infalibilidad papal.
2. Dogma de la transubstanciación.
3. Dogma de la Inmaculada Concepción.
4.' Dogma de l Asunción.
5. Disciplina del celibato
6. El sacerdocio Varonil.
O los aceptan íntegramente , o no hay trato. Aquí no se trata de comidas a la carta.
posdata: el día que tus queridos lefes acepten el catecismo de la Iglesia tal y como han hecho los de la TAC, ese día vienes y das lecciones porque hoy por hoy, son más católicos ellos que tu secta cismática lefebrista
Teniendo en cuenta que el anterior Presidente del dicasterio no manifestaba muy claramente que esto fuera un bien y no expresó mucho entusiasmo con la medida tomada por el Papa al publicar Anglicanorum coetibus, me parece que el hecho de que Mons. Koch diga esto es una novedad realmente importante. Y es que realmente dice eso. Dice que el diálogo debe continuar. Pero también que la Constitución Apostólica es algo importante. Y habla de DOS CAMINOS para buscar la comunión con los anglicanos. Me parece muy interesante que estas palabras vengan del Presidente del Pontificio Consejo para la Unidad.
Otro tema, ciertamente, es si a alguien pueden agradarle las palabras de Mons. Koch y, más en general, las acciones del Santo Padre. Pero tampoco es posible, por desgracia, adecuar la realidad a los gustos de cada uno.
Gracias por su comentario.
es lo que pasa cuando se usurpan funciones que no correponden a obispos díscolos que no aceptan el catecismo de la iglesia. Aprendan de los anglicanos de la TAC aceptando el catecismo porque de lecciones de catolicismo ustedes no pueden dar ni una
Es lo que yo digo, pareciera que para algunos creen que el Ecumenismo se reduce a la simple conversiòn e los acatòlicos, es como si basaran el dialogo Ecumenico en Mortalium Animos y no en Ut unum sint, una cosa es la conversiòn y otra el dialogo con los otros cristianos, una cosa no sustituye a la otra en ni9ngun sentido
Unitatis Redintegratio, 4
En el discurso a estos en su viaje a UK les recuerda que ya se lo habia dicho en febrero (o sea hace 7 meses) "cuando los invité a ser generosos en la aplicación de la Constitución Apostólica Anglicanorum Coetibus"
Y cuando los obispos ya se removian incomodos en sus asientos pensando en que el decreto es poco menos que un golpe bajo al ecumenismo, el Papa lo califica de "gesto profético" y añade que "puede contribuir positivamente al desarrollo de las relaciones entre anglicanos y católicos".
O sea, todo lo contrario. ¿Por que? Porque mientras algunos plantean el ecumenismo como un dialogo entre grupos para lograr una coexistencia pacifica por años sin termino, el Papa lo ve bajo el prisma del "objetivo último de toda actividad ecuménica: la restauración de la plena comunión eclesial" como mandato de Cristo.
Y esto no por absorcion de los anglicanos como personas y desaparicion del Anglicanismo, sino "en un contexto en el que el intercambio recíproco de dones de nuestros respectivos patrimonios espirituales nos enriquezca a todos."
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