El Cardenal Ouellet a la “fábrica de los obispos”
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Finalmente decidido el cambio de dirigencia de la Congregación para los Obispos: en las próximas semanas será anunciado el nombre del sucesor del cardenal bresciano Giovanni Battista Re, a la guía de la “fábrica” de los obispos por una década. Salvo improbables –pero siempre posibles – sorpresas de última hora, la elección del Papa ha caído sobre el cardenal canadiense Marc Ouellet, arzobispo de Québec. Ouellet, de 66 años, religioso sulpiciano originario de La Motte, pequeña población cercana a la ciudad canadiense francófona de Amos, sacerdote desde 1968, obispo desde el 2001, ha sido por poco más de un año Secretario del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos antes de ser enviado por el Papa Wojtyla, en noviembre de 2002, a Québec, convirtiéndose así en Primado de Canadá. El cardenal habla seis lenguas y es miembro de la redacción de Communio, la revista fundada por Joseph Ratzinger y Hans Urs von Baltasar. Conoce la Curia, es un ratzingeriano, y es punto de referencia importante para la Iglesia canadiense.
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Fuente: Sacri Palazzi
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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8 comentarios
Por otra parte, ha sido un gran promotor de la adoración eucarística y de la devoción a la Santísima Virgen en su diócesis.
Últimamente ha sido muy atacado en su patria por su defensa de la vida y del matrimonio.
De ser nombrado Prefecto de la Congregación para los Obispos (cosa que es muy probable), va a necesitar mucho que todos recemos por él.
Afirma que el Cardenal se disculpó públicamente por lo que describió como el pasado "errores" de la Iglesia Católica Romana en Quebec: "el antisemitismo , el racismo , la indiferencia de las Primeras Naciones y la discriminación contra las mujeres y los homosexuales".
"¿Tuvo aspectos positivos la Teología de la liberación?
OUELLET: Por supuesto que sí. La Teología de la liberación nace de la Palabra de Dios: ha sido una manifestación del Espíritu en el sentido de que ha dado voz al grito de los pobres que clama justicia, que pide ayuda y que se inspira en la Biblia, especialmente en el Antiguo Testamento. La Teología de la liberación, además, deja una herencia muy positiva, una manifestación de vitalidad, mediante las comunidades eclesiales de base. Lo que le faltaba a la Teología de la liberación era una cristología más profunda..."
¿Es todo esto verdad?
Despúes de esas palabras, le siguen estas otras:
"[...] ciò che mancava alla Teologia della liberazione era una cristologia più profonda. Nella misura in cui c’era un influsso esagerato dell’analisi marxista della società, si tendeva a far retrocedere l’ispirazione evangelica verso l’Antico Testamento con, ad esempio, una interpretazione politica dell’Esodo. Nella Teologia della liberazione mancava la comprensione del fatto che Gesù non è un semplice martire di una causa, ma è il compimento della storia umana".
"Exagerada influencia del análisis marxista de la sociedad", "interpretación política del Éxodo", etc.
Insisto: si es Ouellet el designado, mejor rezamos por él.
Las comunidades eclesiales de base generaron el éxodo de innumerables católicos de las parroquias. Fueron factor de división y achicamiento de la Iglesia de Dios.
Hoy, los obispados que promovieron estos incongruentes experimentos católicos-leninistas, para mantener un mínimo de gente en las parroquias, no tienen más remedio que apelar a los movimientos eclesiales fieles al Magisterio.
Me preocupa que el próximo "fabricante de obispos" tenga esta visión ingenua de la teología de la liberación (en verdad la liberación de la teología). En consecuencia, pienso que se complicará más aún, la crisis de los obispos en nuestra Santa Madre Iglesia.
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