Pío XII y Juan Pablo II: VENERABLES
En continuidad con lo que informábamos el pasado 16 de noviembre sobre el proceso de beatificación del Siervo de Dios Juan Pablo II, en el día de hoy, el Santo Padre Benedicto XVI ha recibido en audiencia privada a Su Excelencia Reverendísima Monseñor Angelo Amato s.d.b., Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Durante la audiencia, el Santo Padre ha autorizado a la Congregación para promulgar varios Decretos, entre los cuales se encuentra, como se esperaba, el de “las virtudes heroicas del Siervo de Dios Juan Pablo II (Karol Wojtyla), Sumo Pontífice; nacido en Wadowice el 18 de mayo de 1920 y muerto en Roma el 2 de abril de 2005”.
Pero el Papa Benedicto XVI ha dado otra gran alegría a la Iglesia universal al firmar, en la misma audiencia, el decreto referente a “las virtudes heroicas del Siervo de Dios Pío XII (Eugenio Pacelli), Sumo Pontífice; nacido en Roma el 2 de marzo de 1876 y muerto en Castelgandolfo el 9 de octubre de 1958”. De este modo, en un mismo día, nuestro Santo Padre nos ha dado el gozo de poder llamar con el título de “Venerable” a dos grandes Romanos Pontífices de nuestro tiempo. Continuemos orando fervientemente por la pronta beatificación de estos dos Sucesores del Apóstol San Pedro.
“Las principales etapas del reconocimiento de la santidad por parte de la Iglesia – dijo precisamente hoy Benedicto XVI en un discurso con ocasión del 40º aniversario de la Congregación para las Causas de los santos –, es decir, la beatificación y la canonización, están unidas entre ellas por un vínculo de gran coherencia. A ellas deben ser añadidas, como indispensable fase preparatoria, la declaración de la heroicidad de las virtudes o del martirio de un Siervo de Dios y la comprobación de algún don extraordinario, el milagro que el Señor concede por intercesión de un fiel Siervo suyo.
¡Cuanta sabiduría se manifiesta en tal itinerario! En un primer momento, el Pueblo de Dios es invitado a mirar a aquellos fieles que, después de un primer cuidado discernimiento, son propuestos como modelos de vida cristiana; luego, es exhortado a dirigir a ellos un culto de veneración y de invocación circunscrito al ámbito de las Iglesias locales o de Órdenes religiosas; finalmente, es llamado a exultar con la entera comunidad de los creyentes por la certeza de que, gracias a la solemne proclamación pontificia, un hijo o hija suya ha alcanzado la gloria de Dios, donde participa en la perenne intercesión de Cristo a favor de los hermanos (cfr. Hebreos 7, 25)”.
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30 comentarios
Es curioso, pero ambos papas amaron a España con especialísima atención, y en sus escritos es posible ver con claridad con qué profundidad veían el designio de España en el Plan de la Providencia. Y así lo dejaron por escrito numerosas veces.
Siempre me ha sorprendido el etsruendoso silencio que se hace en la propia España sobre las palabras que nos han dirigido los Papas, en particular estos dos santos.
A veces, reconocer la verdad, para ciertas personas, es tan difícil...
Gloria In Excelsis Deo.
No nos alarmemos cuando los medios difundan algunas declaraciones (que, por desgracia, ya han sido realizadas) de rabinos "famosos" que han vuelto a criticar a nuestro Santo Padre por la sabia decisión que ha tomado respecto a Pío XII. Lo importante es saber que con la declaración de la heroicidad de las virtudes, no se discute: sólo se espera la comprobación de un milagro atribuido a su intercesión para la beatificación. Es bueno recordarlo porque el rabino Rosen ya se ha mostrado "sorprendido" por una decisión así tres semanas antes de la visita del Papa a la sinagoga de Roma y ha dicho que espera que no sigan otros pasos en el camino de la beatificación.
Se trata, como de costumbre, de declaraciones inaceptables pero nos consuela saber que Su Santidad ya ha decidido al firmar el decreto de las virtudes heroicas.
La decision que tomó hoy Benedicto XVI es la muestra de que, si bien está dispuesto a tener diálogos amistosos con los judíos, eso no será a costa de la verdad. Rosen quiere presionar sugiriendo que si a la Iglesia le interesa tanto tener buenas relaciones con el pueblo judío, debería tomar en consideración su sensibilidad en estos temas. El Papa muestra que a la Iglesia le interesa el diálogo pero más le interesa la verdad; y no se va a dejar de reconocer las virtudes heroicas de un gran Papa como Pío XII sólo porque a ellos no les guste. O, al menos, desde ahora será así. El Papa ha hablado. Y ya está fuera de discusión ese tema: sólo queda esperar la comprobación de un milagro. Es interesante que el Papa lo haya hecho pocos días antes de visitar la sinagoga de Roma: un signo todavía más elocuente de que está dispuesto al diálogo con ellos pero no por eso dejará de hacer lo que debe hacer "según su conciencia y según la conciencia de la Iglesia", como dijo al inicio del Pontificado.
Por lo demás, la jugada de Benedicto XVI ha sido magistral. Al declarar venerable a Pío XII a la vez que a Juan Pablo II ha neutralizado en buena parte las críticas injustas que pudiera levantar el reconocimiento al Papa Pacelli.
Básicamente porque sobre Pío XII ha habido décadas de investigación y todo está mirado con lupa.
Sobre Juan Pablo II debería transcurrir, aunque sólo por prudencia, el mismo tiempo.
Por eso, ahora que tanto en la causa de Pío XII como en la de Juan Pablo II esta fase ha concluido favorablemente, lo que resta no es más investigación, o profundización de la misma, sino la comprobación de un milagro atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios. Pero el juicio sobre sus virtudes, su vida, su historia, etc., ya está cerrado.
¿Por qué se puede suponer que con Juan Pablo II irá rápidamente? Porque este presunto milagro ya existe: es el de la religiosa francesa curada del mal de Parkinson. Siendo que este milagro es conocido desde hace tiempo, seguramente la Postulación lo ha ido estudiando e investigando para, una vez aprobadas las virtudes heroicas, poder presentar de inmediato este milagro en la Congregación de las Causas de los Santos (donde deberá pasar por la consulta médica, la teológica, y el voto de los cardenales y obispos, para finalmente llegar al Santo Padre). Por eso, si se comprueba el presunto milagro, puede esperarse que en algunos pocos meses, la causa continúe su avance.
En el caso de Pío XII no tengo conocimiento, pero tal vez alguien lo sepa, de la existencia de algún milagro atribuido a su intercesión con el que la Postulación ya cuenta para poder presentarlo a la Congregación para las Causas de los Santos. Si lo hubiera, pienso que la causa avanzaría ahora tan rápido como la del Papa Wojtyla.
También hay que tener en cuenta, y no es absolutamente un dato menor, que en la causa de Juan Pablo II han trabajado muchísimas personas: se ha tratado de un trabajo arduo de bastante gente. Esto permitió que la Positio estuviera lista en tiempos extraordinariamente rápidos (aunque tuvo que ser mejorada a pedido de la Congregación que no la aprobó en el primer examen).
VENERABLES PIO XII Y JUAN PABLO II OREN POR NOSOTROS.
Hay malicia, estupidez y posiblemente ignorancia en esa oposición de un determinado sector del judaismo. Afortunadamente no de todos.
Pues bien, llegan tarde. El Papa Wojtila está a punto de dar el paso a los altares, y el espíritu de Asís subirá con él del mismo modo. Lo cual alegra, por lo menos, a tantos como entristece, porque en la Iglesia somos legion los que deseamos que ese espíritu siga vivo.
Pero, a lo que vamos. Juan Pablo nos ha dejado una estela imborrable en sus muchos años de papado. NO creo que sea facil olvidar sus muchos aciertos, y por supuesto, uno de los mayores fue precisamente ese que tanto le critican algunos aqui: respetar a todos, tratar de conocer sus creencias y religiones, y participar con ellos en la oracion al Dios unico. Y ahora que va a ser santo, ¿quien se atreverá a hablar de el, llamandole antipapa, como he llegado a ver escrito en ciertos ignominiosos lugares? Nadie puede atacar a un santo, so pena de ser juzgado duramente cuando llegue su momento, de modo que cuiden sus comentarios.
Al reconocer las virtudes heroicas del Papa Juan Pablo II, el Santo Padre ha reconocido que el Papa Wojtyla vivió heroicamente las virtudes cristianas y, por eso, puede ser propuesto a los fieles como un modelo de vida cristiana. Pretender cargar a este acto con otros elementos, que no forman en absoluto parte de él, es algo incorrecto.
Finalmente, es necesario realizar una lectura correcta del acto del 27 de octubre de 1986, es decir, el Encuentro interreligioso de oración por la paz. Independientemente de compartir o no la conveniencia de este acto(de hecho, eso es algo discutible), no podemos atribuir a Juan Pablo II intenciones o interpretaciones que nunca han sido suyas. Para una hermenéutica correcta, podemos releer la carta del Papa Benedicto XVI al Obispo de Asís-Nocera Umbra-Gualdo Tadino, con fecha de 2 de septiembre de 2006, en la que Su Santidad realiza una lectura autorizada de ese acontecimiento, citando al mismo Papa Wojtyla. No es mi intención que se abra ahora el debate sobre el Encuentro de Asís: el post se refiere, de hecho, al reconocimiento de las virtudes heroicas de dos grandes Sumos Pontífices. Pero no quería dejar pasar la oportunidad de recordar que no es correcto atribuir a Juan Pablo II interpretaciones que él nunca ha hecho suyas.
Por último, no se trata de comparar a los dos Papas que desde ayer son Venerables. De hecho, creo que podemos decir que se trata de dos grandes Pontífices, a los que la Iglesia debe muchísimo, y por los que debemos estar agradecidos a Dios nuestro Señor.
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