Bélgica espera a su nuevo Primado
Ofrecemos nuestra traducción de un artículo del vaticanista Paolo Rodari sobre la sucesión del cardenal Danneels, primado de Bélgica. El nombramiento del nuevo Arzobispo de Malinas-Bruselas debería hacerse público en torno a Navidad, según declaró el mismo cardenal y como puede deducirse del hecho de que ya han sido anunciadas, para los primeros días de enero, las celebraciones de despedida.
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Hay controversia en la Iglesia belga en la espera del nombre del sucesor del cardenal Godfried Danneels (76 años), arzobispo de Malinas-Bruselas, primado y presidente de la conferencia episcopal del país. El Papa decidirá cerca de Navidad. La Iglesia esetá dividida en su interior: por una parte, quienes quieren continuidad con la conducción de los últimos años; por otra, quienes desean un resuelto cambio de ruta. Quien apoya la continuidad, impulsa el nombramiento de monseñor Josef De Kesel, auxiliar del mismo Danneels. Quien sostiene la línea de la discontinuidad, tiene en mente el nombre del arzobispo de Namur, André-Mutien Léonard.
La Iglesia católica belga está atravesando una profunda crisis: los seminarios están vacíos, los fieles practicantes reducidos a un esqueleto, los obispos ya no gozan del prestigio y de la influencia en la vida pública que tenían hasta hace un tiempo. Sólo pocos meses atrás, el católico Rey Alberto II ha promulgado, sin dar importancia a las críticas de los obispos, una ley que define embriones y fetos como “material corpóreo humano”, disponible para las aplicaciones médicas. En sustancia, es una debacle. Una derrota que hacía decir a Juan Pablo II: “La esperanza de la Iglesia no está en Europa, está en otro lado”. Y aún más, a algunos purpurados de la curia: “La Iglesia belga es como un cementerio”.
Los datos dicen que las diócesis belgas reúnen solamente 71 seminaristas. Pero 35 de ellos son de la diócesis de Namur, la gobernada por Léonard. Parte de la Iglesia local acusa a Danneels de no haber hecho más que llevar adelante la línea progresista de su predecesor, el cardenal Léon-Joseph Suenens: luchó, en abierto contraste con la Humanae Vitae de Pablo VI, a favor del control de la natalidad. Danneels es acusado también de no haber frenado la deriva doctrinal tomada por la prestigiosa (y católica) Universidad de Lovaina: allí se ha sostenido la legitimidad de las uniones homosexuales.
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Fuente: Palazzo Apostolico
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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