El Devoto del Ángel Custodio (San Juan Bosco)
Título: El Devoto del Ángel Custodio
Autor: San Juan Bosco
Editorial: Trifolium
Páginas: 85
Precio aprox.: 7€
ISBN: 978-2-35813-007-3
Año edición: 2010
Que los ángeles existen no es algo que pueda sostener una mente, digamos, alejada de la realidad ni fantasiosa. Es el mismo Catecismo de la Iglesia Católica el que así lo manifiesta. Y dice, al respecto, que es una verdad de fe (Cat. 328) y que son criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad y que, además, superan en perfección a todas las criaturas visibles (Cat. 330)
Pero, como es posible que se pueda argumentar que se trata de una verdad católica en exclusiva para católicos (propia, a lo mejor, de lo sucedido a partir de la venida del Hijo de Dios), quizá convenga recordar que, por ejemplo, que en Dan 7, 10 (“miles de millares”) o en Ap 5, 11 (“Y en la visión oí la voz de una multitud de ángeles alrededor del trono” se escribe en el último libro de las Sagradas Escrituras) se escribe sobre ellos; o en Ex 23, 20-22 (“He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado. Pórtate bien en su presencia y escucha su voz; no le seas rebelde, que no perdonará vuestras transgresiones, pues en él está mi Nombre. Si escuchas atentamente su voz y haces todo lo que yo diga, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios mis adversarios”); o, por terminar, en Job 33, 23 (“Si hay entonces junto a él un ángel, un Mediador escogido entre mil, que declare al hombre su deber“); o, por terminar, en Baruc 6, 6 (“Pues mi ángel está con vosotros: él tiene cuidado de vuestras vidas”), también se refiere la existencia de los ángeles.
Entre ellos se encuentra el que Dios destina para cada uno de nosotros y que se da en llamar Ángel Custodio.
Pues san Juan Bosco dedicó un novenario (digamos, teoría y práctica de la fe) en dar a conocer a quien tanto nos ayuda, tanto nos acompaña y tantas muestras da de paciencia con nosotros.
El libro que aquí traemos, editado por Trifolium, es, pues, un buen instrumento para mantener una relación armoniosa y, sobre todo, fructífera por el que, el que esto escribe así lo entiende, es el gran olvidado porque si a más de un católico se le refiere la existencia del Ángel Custodio seguramente recordará aquella oración que de niño es posible que acompañara sus últimos momentos del día: “Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día” y que, al fin y al cabo, pudiera considerar cosa de niños.
Pues nada tan alejado de la realidad como esto porque san Juan Bosco demuestra, a la perfección, que se trata de un compañero de viaje al que no podemos olvidar.
Así, día a día del novenario va haciendo hincapié en un aspecto de importancia en la relación Ángel Custodio-Custodiado:
-Sobre la bondad de Dios al destinarnos los santos ángeles custodios.
“Quiere Dios, en efecto, que un ángel nos ampare entre sus brazos desde el primer momento de aparecer en el mundo”.
-Sobre cómo los santos ángeles nos aman por consideración a Jesús y María.
“La primera norma del amor que nos tienen los santos ángeles custodios la toma del mismo amor de Jesús… Se amplía también el amor de los ángeles gracias al gran amor que ellos tienen a María”.
-Sobre los beneficios diarios de los ángeles custodios.
“No de otra manera nuestro ángel, desde el inicio de nuestro nacimiento, está junto a nosotros, va a nuestro lado, no nos abandona nunca durante todo el camino de nuestra vida”.
-Sobre la especial asistencia de los santos custodios en tiempo de oración.
“En el tiempo de oración es cuando los ángeles nos ven de alguna manera como imitadores de la vida angélica, la cual consiste plenamente en una vida de unión con Dios y de amor de Dios”.
-Sobre la especial asistencia de los ángeles en tiempo de tentación.
“Pero si no nos apartamos de aquel que está a nuestro lado… seremos firmemente sostenidos por manos angélicas a fin de que nuestro pie no tropiece en las insidias del enemigo”.
-Sobre la especial asistencia de los ángeles en las tribulaciones.
“Además infunden en nuestro corazón un dulce consuelo”.
-Sobre la ternura del santo ángel custodio para con el pecador.
“No por ello se retira ni abandona al que le agravió, sino que sufre y disimula y no omite medio alguno a fin de recuperar aquella alma desgraciada a las que siempre continúa amando”.
-Sobre la especial asistencia del santo ángel en la muerte.
“Los cuidados que nos presta nuestro ángel durante la vida no tienen otra finalidad que procurarnos una preciosa muerte”.
-Sobre cómo el ángel custodio conforma a las almas del purgatorio.
“Con frecuencia acude a alertarla con la esperanza de que pronto se acaben aquellas penas y pueda entrar en la celestial Jerusalén”.
Es, aunque sea un texto breve, un instrumento perfecto para no olvidarnos de quién puso Dios, digamos, a nuestra disposición y al que tantas veces dejamos de lado porque en un mundo puramente materialista no podemos tocar con las manos las suyas ni percibir con los ojos los suyos o sus pasos.
Y en cada una de las consideraciones la parte, digamos, práctica que no es otra que aquella en la que se nos muestra la posibilidad de hacer efectiva la relación que deberíamos mantener con nuestro Ángel Custodio. También un ejemplo de cómo el Ángel Custodio de alguna persona le socorrió u orientó en su vida (Por ejemplo, a Pedro el Venerable o a Sta. Brígida de Suecia)
Y ya para terminar, cuando se lee un libro con intención de decir algo sobre el mismo, se debe hacer una recomendación de a qué tipo de personas puede ir dirigido. En este caso particular deberían ser las siguientes:
- Para todos aquellos creyentes que tienen en el Ángel Custodio a un desconocido.
- Para todos aquellos creyentes que no creen en la misma existencia del Ángel Custodio.
- Para todos aquellos creyentes que quieren conocer lo que su Ángel Custodio les ofrece.
- Para todos aquellos creyentes que, en definitiva, no quieren caminar en solitario hacia el definitivo reino de Dios.
Pues para todas las personas que puedan sentirse identificadas con las aquí apenas especificadas el libro se san Juan Bosco puede, con seguridad, llenar su corazón.
Y es que, como dice san Juan Bosco en la Introducción de su novenario, “Una vez que Dios hubo creado el cielo, la tierra y todas las cosas que existen en el cielo y la tierra… quiso cuidara (del hombre) un espíritu celestial”.
Y a cada uno de nosotros asignó uno… tal es su generosidad.
Por Eleuterio Fernández Guzmán
12 comentarios
Y, ciertamente, como dejó dicho S. Josemaría "Te pasmas porque tu Angel Custodio te ha hecho servicios patentes. —Y no debías pasmarte: para eso le colocó el Señor junto a ti" (Camino 565)
Gracias, las que le demos a nuestro Ángel, siempre serán pocas.
La dirección de la editorial es la siguiente:
Trofolium
5 Rue Sainte Odile
FR-67000 Strasbourg (France)
La dirección de correo electrónico:
[email protected]
Espero que le sirvan estos datos.
Muchas gracias
Estos son los datos del libro.
Título: El Devoto del Ángel Custodio
Autor: San Juan Bosco
Editorial: Trifolium
Páginas: 85
Precio aprox.: 7€
ISBN: 978-2-35813-007-3
Año edición: 2010
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