Leyendo a Salvador Sostres
Salvador Sostres no necesita presentación. Es de esos columnistas de los que se dice que tienen «voz propia». Una voz que no siempre es agradable, capaz de lo mejor y de lo peor: generosa, mezquina, clarividente, sesgada, luminosa, despiadada, emotiva, hiriente, sencilla, cínica, abnegada, rencorosa… Seguramente por eso hay que leerle, esperando pillarlo en el día bueno.
Acabo de leer su notable libro, Todo irá bien, una cuidada selección de artículos firmados por Sostres y agrupados temáticamente por Pablo Velasco y Pablo Gutiérrez para Ediciones More.