El dios verde, o la impostura del ecocatastrofismo

Il dio verde. Ecolatria e ossessioni apocalittiche

Se asocia hoy el término «panfleto» bien a un folleto comercial, bien a un escrito poco sólido, de palabras gruesas y exageradas. No siempre fue así. En el siglo XVIII, un panfleto era una obra breve, polémica y contundente, normalmente de naturaleza política o religiosa. Los había de todo tipo, pero algunos, aunque usaran un lenguaje impactante, eran certeros y bien fundados. Como el último libro (algo más de 70 páginas y un tono de encendida denuncia) de Giulio Meotti, Il dio verde. Ecolatria e ossessioni apocalittiche.

El ensayo es breve y directo, sin perderse en digresiones, pero jugoso y sólidamente construido. En ocasiones recuerda a un iceberg: es la punta de un exhaustivo análisis que recoge lo que el siempre bien informado Meotti ha ido acumulando en sus largas horas de estudio.

Hay datos, y no son pocos, que desmontan gran parte de los lugares comunes en cuestiones climáticas que repiten tantos, incluso dándoselas de expertos. El libro es magnífico cuando va recordando los distintos informes de la ONU y del IPCC, mostrando desde sus errores fácticos a sus previsiones fallidas (en 2007 se afirmaba, con gran seriedad, que la producción agrícola norteafricana se habría reducido a la mitad en 2020).

Meotti se pregunta por qué la legítima preocupación por la creación se ha convertido en el grotesco y catastrofista ecologismo que prevalece hoy en día. Su respuesta: intelectuales de izquierdas desacreditados por la realidad histórica han encontrado en el ecologismo el ariete para llevar a cumplimiento su viejo proyecto de destrucción de los pueblos y naciones cristianas. Gracias al discurso ecocatastrofista pueden, por ejemplo, freírte a impuestos o limitar tu libertad y encima tienes que estarles agradecidos, pues lo hacen por tu bien.

Pero claro, lo que más me ha interesado es algo que supera el mero debate científico: ¿hasta qué punto el ecologismo se ha convertido en una religión?

No habla Meotti del cuidado y aprecio de la creación (al estilo Scruton), sino del ecologismo dominante, el que promueven los gobiernos y explican a tus hijos en el cole, el de Greta Thunberg, Hollywood y demás charlatanes apocalípticos. Un culto que surge en un mundo en decadencia, para el que la historia no tiene sentido y que nos anuncia que el fin está cerca. Después del culto a la diosa Razón, el culto a la diosa Tierra.

Esta nueva religión, escribe Meotti, parte constitutiva de la cultura woke, «es sencillamente un puritanismo sin Dios», un puritanismo que afirma que el pecado original (racial, de género, de clase…) es imposible de sanar y que encuentra en las nuevas hordas de imberbes, los jemeres verdes los llama el autor, la cruzada de los niños, a los puros que podrán curar a Occidente… destruyéndolo. Junto a estas exaltadas tropas, aparece un nuevo clero, que se expresa como Rajendra Pachauri, antiguo director de la agencia de la ONU para el clima: «La protección del planeta Tierra, la supervivencia de todas las especies y la sostenibilidad de nuestros ecosistemas es más que una misión, es mi religión». Aparece también una nueva moral, utilitarista, que proclama que es moral todo aquello que contribuye al mantenimiento del equilibrio global (incluso si significa violar nuestras libertades o, aún peor, eliminar a algunos de esos peligrosos parásitos que responden al nombre de «ser humano»).

Este ecologismo es el siguiente peldaño en una escalera descendente. Meotti cita a Camus cuando escribía que «a los pueblos que desesperan del reino de los cielos, el marxismo ha prometido el reino del hombre», y añade: «a los pueblos que desesperan del reino del hombre, el ecologismo promete el reino de la naturaleza». Esta ideología de «urbanitas ateos» adquiere tintes de culto de sustitución: «tiene sus propios días santos (el Día de la Tierra), sus propios tabús alimentarios (veganismo y campañas para reducir el consumo de carne), sus propios templos (las universidades occidentales) y su propio proselitismo (los escépticos son tratados como herejes y pecadores)».

Ya lo ven: un panfleto que no se anda por las ramas y que no deja indiferente. Puedo asegurar que tras su lectura no verá del mismo modo el enésimo sermoncito ecocatastrofista.

 

14 comentarios

  
sofía
Interesante. Algo de verdad hay en el panfleto, pero también hay bastante verdad en la percepción de que estamos destruyendo el planeta - lo podemos ver a diario en nuestro entorno.
Separar lo que hay de verdad y de mentira no es tarea fácil, pero hay que intentarlo; ni hay que negarlo todo ni creerse todo lo que nos dicen.
19/01/22 11:30 AM
  
África Marteache
Puedo asegurar que el discurso ecocatastrofista se ha infiltrado de tal modo que personas de sólida formación le dan un crédito aunque sea parcial. Si bien perciben las exageraciones: el veganismo, la propaganda contra el consumo de carne, la ambigua relación con los animales...creen que hay un fondo que apunta a la verdad de la inminente destrucción de nuestro planeta. Si estas personas se lo están pensando ni te cuento lo que les pasará a otras. Que en muchas personas, desgraciadamente algunas dentro de la misma Iglesia, esto se esté convirtiendo en ecolatría es ostensible.
19/01/22 1:42 PM
  
Fulgencio
Incluso en las más altas esferas eclesiásticas se ha infiltrado esta nueva religión del dios verde con sus profetas ecocatastrofistas. Por respeto a quien representa (digo bien a quien representa y no sólo lo que representa) no lo nombro, pero todos lo conocéis y sabéis a quien me refiero.
19/01/22 5:44 PM
  
Daniel Argentina
No solo los ecologismos, los feminismos, los veganismos, los animalismos, los de la identidad de genero, son todos, todos, a mi gran sorpresa, puritanos y mojigatos. Nunca mas cierto que son una religión sin Dios muy estricta.
19/01/22 8:31 PM
  
Feri del Carpio Marek
Ecologistas y plandemistas se han unido para llevar adelante la Agenda 2030 y el gobierno mundial del Anticristo, suena más o menos a la unión de Herodes con Pilatos para ejecutar el deicidio.

Curiosamente el comunismo, que hoy abraza la causa verde, tiene en su haber las dos naciones que mayores desastres naturales han causado hasta la fecha, la URSS y China. Pero resulta que ahora son muy verdes. Igual que los que antes fusilaban a los maricones ahora son muy pro-gay.

Y finalmente el comunismo ha sido impulsado por los mismos que hoy manejan las más grandes fortunas del mundo y quieren imponer ese gobierno mundial del Anticristo: los Rockefeller, Rotschield, Gates, Soros y demás personajes. Los mismos que quieren vacunar a absolutamente toda la población, para así multiplicar aún más sus fortunas para poder imponerse a cualquier gobierno de cualquier nación, y para causar solo Dios sabe qué efectos a mediano y largo plazo con el contenido de esas vacunas.
20/01/22 4:36 PM
  
Jackino
Es una pena que el panfleto este escrito en italiano.
20/01/22 8:09 PM
  
M.Angels
Totalmente de acuerdo. Funciona como una religión.
Por eso resulta tan desmoralizador que todo un Papa de la Santa Iglesia coquetee con esta impostura.
20/01/22 8:58 PM
  
Tikhon
Algo que no entienden estos neopaganos pachamamicos es que el planeta se va a degradar y la vida va a desaparecer. Fijo. Seguro. Cien por cien.

Aunque todos los seres humanos a partir de hoy nos comportáramos de manera totalmente ecologista y respetuosa, la vida del planeta acabará desapareciendo.

Quizas podemos frenar o acelerar el proceso pero el final de todas las especies y de la vida es seguro. No es una opinión.

Todos los ecologistas a los que les planteo esto se quedan bloqueados. No habían caído en la cuenta...

¿Y que pasará cuando la vida desaparezca?
¿Que sentido tiene entonces esta vida?
¿Hay otra?

Son preguntas que ellos no se plantean. Miopes.

22/01/22 6:33 PM
  
Roman2
Muy, muy apetecible, pone cara a lo que se intuía en el agresivo ecologismo relativista moderno.
El razonamiento de que es ahí donde se han refugiado los intelectuales de izquierdas desacrditados por la realidad histórica es genial, y se puede predicar lo mismo de la ideología de género o de los movimientos racistas tipo black lives matter.
Sabe alguien si se va a editar en castellano? En caso de que sea así, donde y cuando?
Un saludo!
22/01/22 6:43 PM
  
Roman2
M. Angels, no seas imprudente, al acusar al Papa de coquetear con este movimiento asumes que la postura correcta ante este ecologismo aberrante es despreciar el ecologismo, y esa postura no es sólo errónea, sino dañina.
Primero, el Papa debe defender, como los cristianos, la naturaleza y el medio ambiente, no solo por ser un regalo de Dios también para nuestros hijos y nietos, sino porque es un acto de caridad con los más pobres, pues son los países más pobres los que más sufren los abusos al medio ambiente.
Segundo, porque obrar así equivale a entregar al enemigo cualquier campo donde se pu3da actuar bien, simplemente porque ha utilizado el dolor y los errores para pervertir la verdad. Véase el tema de la homosexualidad, por ejemplo, donde parece que solo la izquierda se mueve en favor de los homosexuales (causándoles mayor daño al legitimar su practica) y donde la Iglesia lucha para trasladarles el amor de Dios sin dejar de señalar lo malo de la práctica.
Tercero, sea Vd. prudente al hablar en público del santo Padre!! Es el sucesor de Pedro, y ningún favor hace ni a la Iglesia ni a Dios emitiendo juicios a la ligera en las redes sociales. Y si, decir ufanamente "...resulta tan desmoralizado que el Papa de la Santa Iglesia COQUETEE con esta impostura" es ser imprudente.
Un saludo
22/01/22 6:56 PM
  
Manuel Rodríguez Blanco
Por Dios que se edite en castellano.
23/01/22 10:56 AM
  
sofía
Hay cosas que no se pueden negar, como el excesivo consumismo o el afán de lucro a costa de lo que sea, sin importar los efectos a largo plazo.
No interesa que se reparen o reutilicen las cosas, sino que se fomenta el usar y tirar y la obsolescencia programada, por poner un ejemplo. Y realmente tendemos a convertir la naturaleza en un basurero.
Otra cosa es que todo lo que se dice sea verdad, pero lo que veo de primera mano, no lo puedo negar.
23/01/22 6:32 PM
  
África Marteache
Yo creo que el excesivo consumo tiene sus días contados porque no hay progresismo en la economía sino una involución: si el poder adquisitivo es menor, y lo es, el consumo se resiente.
25/01/22 10:39 PM
  
gustavo perez
Lo grave de todo este llamado bien denominado "ecocatastrofismo" o de esta ecolatría es que el gran abate, o quien debiera predicar el evangelio, ejercer la verdadera defensa de la fe, confirmar en ella a todos los creyentes católicos se haya convertido en su gran sacerdote. Hoy asistimos sorprendidos a que el verdadero sermón de Francisco ha derivado en este tema ya cansino, importante, sin duda y cierto, pero que en verdad no le corresponde de primera mano. Es como si el secretario de la ONU se hubiera dedicado a hablar de la oración y de espiritualidad, algo encomiable, por supuesto, pero que no es de su resorte...
29/03/22 7:46 PM

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