Calentando motores para Católicos y Vida Pública
Falta poco para el próximo Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la ACdP y el CEU y programado para mediados de noviembre de este año, y la temática elegida este año no puede ser más urgente: «La libertad de educación: el derecho fundamental que sigue en espera».
Me ha llamado la atención el título, o mejor dicho, la segunda parte del enunciado. Porque de libertad de educación se ha dicho mucho (y por desgracia se ha escuchado mucho menos), pero creo que es un gran acierto el recalcar que es un derecho fundamental, no un capricho, ni una graciosa concesión del Estado, y en consecuencia algo que constituye una obligación para el Estado, pues como ya recordó Hannah Arendt y hoy tiende a olvidarse, todo derecho implica una obligación, son las dos caras de una moneda. La puntilla final, «que sigue en espera», constata la anomalía en que vivimos, pues en efecto, en España la libertad de educación no es plena, sino que se encuentra socavada y condicionada desde diversos frentes y, lejos de mejorar, el Estado parece cada vez más proclive a apretar las tuercas a quienes, familias o instituciones, desean ejercer esa su derecho fundamental. La ofensiva de la ideología de género para adoctrinar obligatoriamente en sus postulados a todos los niños escolarizados es la última muestra de esta triste realidad
El tema, pues, es acertadísimo, pero la noticia de que el Congreso será presentado por el cardenal Robert Sarah me han convencido de que, además, va a estar bien orientado y el rigor que se espera de un evento de este tipo no va a impedir que se hable con claridad y sin medias tintas, señal de la casa del Prefecto de la Congregación para el Culto Divino (si aún no han leído su último libro, «Se hace tarde y anochece», háganme caso y no lo demoren más). Será el próximo 7 de noviembre de 2019 y el acto promete.
Sólo dos apuntes más. Entre los conferenciantes veo que Francisco José Contreras, Catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Sevilla, hablará sobre «Educación y encrucijada espiritual europea». Es obvio que no sé lo que dirá, pero apuesto a que resultará de enorme interés y ofrecerá a los asistentes abundante información y magníficos argumentos. Porque más allá de saludar o conocer a gente interesante, el Congreso de este año promete suministrar abundantes datos y argumentaciones que serán de gran valor para las batallas que, por desgracia, tendremos que librar en este ámbito en un futuro nada lejano.
Veo también que, dentro del marco del Congreso, tendrá lugar el preestreno de la película Corazón ardiente de Goya Films y Fundación Telefamilia. Uno de los frutos del Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón, Corazón Ardiente es el primer largometraje de la historia dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, combinando ficción con una parte documental que muestra la historia de las apariciones a santa Margarita María y al Beato Bernardo Hoyos.
La noticia del nombramiento del prestigioso (y valiente) historiador Rafael Sánchez-Saus como director del Congreso auguraba lo que ahora es una realidad y que esperamos que tenga la continuidad y el impacto que se merecen y que necesitamos.
69 comentarios
O siguen las directrices educativas del Ministerio de Deseducación e Incultura o no sólo no habrá subvenciones sino incluso multas y cierre. ¿Seremos capaces de mantener en la enseñanza católica la fidelidad a la Fe y la Moral católicas o nos venderemos vilmente por un plato de lentejas?
Así que entre los de fuera recortando derechos y los de dentro queriendo aparecer como buenos colaboradores del estado, y no de Dios, encuentro la situación de las familias católicas en un desamparo total.
No es que haya separación entre el estado y la Iglesia, es que hay una superioridad del estado al que la Iglesia tiene que someterse.
En cierta forma el antecedente más próximo está en el estado Nacionalsocialista que hizo lo mismo. Las iglesias estaban abiertas, los seminarios estaban abiertos, había cursos de teología en las universidades (los hermanos Scholl y demás compañeros, que estudiaban medicina, acudían en Munich a clases optativas de teología), no había problemas con los Sacramentos, en el ejército y las cárceles había capellanes, las órdenes que se dedicaban al cuidado de enfermos seguían en los hospitales...lo que controlaron fue la educación, la vida política, los sindicatos católicos y, desde luego, cualquier oposición a leyes inmorales. Mas o menos como ahora.
Tampoco los obispos tenían problemas a menos que fueras von Galen, ni los sacerdotes, a menos que fueras Rupert Meyer, ni los profesores de universidad, a no ser que fueras Romano Guardini,
La diferencia más notable fueron los medios de comunicación que allí se suprimieron y ahora no se suprimen.
Pero lo que están haciendo en la Basílica de los Caídos es igual que las medidas que hubiesen tomado los nazis.
Las diferencias fundamentales están en los medios de comunicación y en los castigos que se han cambiado de prisión o pena de muerte a multas porque los tiempos han cambiado para todos y ya no existe la pena de muerte.
Pero Robert Spaemann, que murió el año pasado y vivió aquellos tiempos, llegó a decir en una de sus últimas declaraciones que hoy en día resultaba más difícil ser católico que en tiempos de los nazis.
Eso marca muchas similitudes: todo lo que sea ayuda se tolera, fuera de eso es el estado es el que marca las pautas.
En este momento no hay oposición ninguna entre el estado y su política de acogida de inmigrantes y Cáritas que hace lo mismo, por lo tanto ¡estupendo! En el nacionalsocialismo sí la había porque Cáritas ayudaba bajo cuerda a los judíos conversos y eso estaba prohibido, así que tenía que andarse con ojo. Es decir la misma Cáritas depende de que su actuación sea vista con buenos ojos por el estado o no: si coinciden, paso libre, si no coinciden bajo sospecha.
¿No os cansais de soltar idioteces?.
Mientras en España durante aquellos días terribles se luchaba en una Cruzada gloriosa otra cruz siniestra amenazaba a la Iglesia en Europa. En Mayo de 1938 el Führer Adolfo Hitler visitó Italia, fueron unos días de triunfo como no se han vuelto a ver. Mi abuela Pilar que a causa de la guerra en España estaba exiliada en Florencia pudo verlo todo y siempre nos recordó qué puertas estuvieron cerradas. Ni una sola iglesia abrió sus puertas, cuando Mussolini y Hitler pasaron con gloria frente a la catedral de Florencia las puertas de este sublime templo estaban cerradas. Fue orden expresa de Su Santidad, nuestro añorado Santo Padre Pío XI, la Iglesia cerraba sus puertas a la siniestra sombra de esas nuevas cruces que querían competir con la de Jesucristo, crucificado por nuestra salvación.
En la confusión de nuestros días, ya no es cuestión de impedir que se imponga la maldad de un poder corrompido e ilegítimo, se trata de apartar a satanás que se ha enseñoreado de la Casa del Padre y pretende convertir la sagrada Cruz, el árbol de la vida, en un estandarte del ecologismo y la hechicería.
La libertad de educación sería un derecho fundamental, o eso se pretende. Lo que ocurre es que no entiendo qué es un derecho fundamental, o que la libertad sea un derecho. Supongo que se podría decir de otra manera que comprometiera menos, que no ligase los derechos de la Iglesia y de la Familia a los derechos humanos.
El nazismo produjo mártires porque no se cortaba un pelo a la hora de dar sentencias, las democracias no los producirán, pero la presión está presente. Seguramente la frase de Spaemann se refiere al hecho de que, en aquel momento, y en lo referente al Catolicismo, el acoso venía solo de gobierno pero no de dentro de la misma Iglesia y ahora, en cambio, la presión es externa e interna. Los tiempos han cambiado para mejor en el caso de la brutalidad nazi, pero a peor en caso de la descomposición de los mismos católicos en facciones.
Sin embargo la ambivalencia de los derechos es muy parecida. En tiempos de los nazis el Abad del Santuario del Valle de los Caídos habría ido a parar a un campo de concentración, ahora no pero pasarán por encima de su autoridad demostrando que no tiene ninguna; en el caso de la enseñanza se impuso la ideología nazi y ahora se impondrá la del LGTBI. Y todo eso sin necesidad de mandar a nadie a un campo de concentración. El gobierno no es el mismo, pero los católicos tampoco. La razón de que a von Galen no le enviaran a un campo de concentración fue política, ya se reunieron Himmler con otros para ver que iban a hacer con él, pero dado el prestigio que tenía y que la plaza de la Catedral de Münster estaba siempre ocupada por un pequeño grupo de jóvenes católicos y no había manera de sacarlo sin que se enteraran tuvieron miedo de que la noticia se expandiera y llegara hasta el mismo frente ruso y no querían revueltas en el corazón de Alemania; en ese sentido ahora las revueltas católicas, dado cómo está el tema, no son problema.
Desde luego, Pío XI no podría alegrarse como San Juan del testimonio dado a la verdad, de la marcha ordenada por la senda de la verdad, de los católicos españoles. También es verdad que Bergoglio no parece interesado en el asunto.
Luego vinieron por los conservadores y no dije nada porque yo no era conservador.
Luego vinieron por los liberales y no dije nada porque yo no era liberal.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era agnóstico.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada.
Yo no creo que los diversos sistemas políticos del siglo XX hayan acordado nada, es como suponer que los bárbaros que asaltaban al Imperio romano lo hacían siguiendo un manual. Pero todos los sistemas políticos del siglo XX, y muchos del siglo XIX, son producto de un asalto a la Iglesia y al orden cristiano, cuyos inicios son muy anteriores, sí, pero el clímax se alcanza en 1919. Existían unos principios de derecho, sociales, políticos, fundados en la única verdad revelada y existente, principios disueltos y desfigurados por un proceso que si tiene un padre solo puede ser uno, el príncipe de la mentira, el mismo que tentó a Jesucristo, crucificado por nuestra salvación.
Por eso hable de la propiedad. No voy a preguntar como Proudhon aquello de que qu'est-ce que la propriété, pero sí si existe el derecho a la propiedad. El asunto fue tratado entre 1327 y 1328 en una controversia muy famosa ya casi olvidada. Allí fue donde Guillermo de Ockham sentó la bases para destruir la realidad, nadie repara en las consecuencias que una discusión filosófica puede tener al cabo de los siglos, pero aquella discusión abrió las puertas a que hoy un obispo se pueda preguntar si existen verdaderamente diferencias entre el dios de San Agustín y el dios de Mahoma, y si el tiempo lo permite llegará tan lejos como sea posible dentro de los planes de Dios, porque el mal ha sido vencido y no va a prevalecer, pero muchos perecerán por él.
A mi me parecen válidas las dos opciones, pero teniendo en cuenta que no tienen la mínima intención de dejarnos en paz veo lógico aprestarse a la lucha. Y para que alguien no me malinterprete no se trata de resucitar a Santa Juana de Arco, pero la Vida Eterna se juega en este campo, no en el otro, y niños domesticados por ideologías adversas y procedentes de familias desestructuradas tienen pocas posibilidades. Es tonto evangelizar a los demás y desevangelizar a los propios.
No tienen ningun problema en mentir, calumniar, hacer montajes falsos, poner trampas a las personas decentes, multarlas, censurarlas, denunciarlas falsamente, todo en nombre de su dios particular.
En esto son todos iguales, los servidores del falso "bien".
Gracias por el consejo, orugaria, aunque no creo q a mi me haga falta.
unidos en la lucha, no nos moverán
como un árbol firme junto al río
no nos moverán
no,no, no nos moverán! No, no, no nos moverán!
como un árbol firme junto al río
no nos moverán
Y la cita de Lord Acton me parece muy oportuna.
De las obsesiones de cualquier otra persona el responsable es esa persona, no yo.
Verá usted Palas que el mosqueo es generalizado. Me imagino que no hace falta que le nombre al responsable de esas palabras.
Benedicto XVI lo adopta. Dios no puede haber muerto como expresó algún filósofo alemán, Gott ist tot, tanto si existe como si no, su muerte es imposible, luego debe de poder explicarse su desaparición en el mundo actual de otra forma, y esta forma es la de su oscurecimiento, el eclipse. Occidente como un mundo que vive en la oscuridad, ajeno a la luz, "aquella luz verdadera que alumbra a todo hombre".
No hay que negar que Ratzinger se ha metido en más de un berenjenal filosófico.
Un eclipse tiene varias etapas y ya ni esto siquiera se percibe: " Aunque el conjunto de los valores, que son el fundamento de la sociedad, provenga del Evangelio –como el sentido de la dignidad de la persona, de la solidaridad, del trabajo y de la familia–, se constata una especie de “eclipse de Dios” No creo que la dignidad de la persona, tal como se entiende actualmente, la solidaridad, el trabajo y la familia sean ya ningún producto del Evangelio ni se deriven de él sino de una mutación que ya no es evangélica. La prueba es que aquí hay un grupo de personas que tienen que organizarse para defender el derecho de los padres a que sus hijos no sean educados de manera contraria al deseo de su familia, por lo tanto la familia cristiana está siendo atacada por todos los flancos y la familia es uno de los pilares más importantes de la sociedad si no el más importante.
Buber sitúa el asunto del eclipse divino no en la negación de Dios sino en la argumentación contra la idea de Dios con real y en la negación del diálogo entre la idea y el sujeto, entre Dios y el hombre. El argumento es alambicado pero en una conferencia en Cambridge el cardenal Ratzinger en 1998 nos convenció a muchos de que la misma Constitución dogmática sobre la fe católica del Concilio Vaticano Primero, la Dei Filius, adopta una postura conciliable con el correcto posicionamiento de la persona para recibir la luz del sol, es decir para que el hombre que cree en Dios pueda pensar bajo su luz y vencer el eclipse. El objeto que se interpone entre la persona y Dios es el pensamiento moderno. ¿Quién anima ese pensamiento? Un viejo conocido de la humanidad, el padre de la mentira.
Desde luego jamás un sentimiento. Benedicto XVI no creo que fuera ni en la facultad cuando estudiante primerizo un "sentimentalista". Eso le cuadra mejor a Bergoglio, y quizás explique por qué fue incapaz de redactar ni un folio cuando pretendió obtener el título de doctor. Y puede explicar la negativa de Ratzinger a prologar ciertos escritos del Papa Francisco.
El problema es qué tiene de cristiana esta denominada familia cristiana. Yo no tengo los antecedentes criminosos de los convocantes, ni se si los tienen, pero el lenguaje con el que se manejan está contaminado de cierto relativismo que en otros tiempos un obispo hubiese afeado con presteza, pero como ha dicho alguien «Hoy, la iglesia es en muchos sentidos una gran confusión». Y si el secretario de Ratzinger emplea confusión no es una elección aleatoria, confusión en la tradición de la revelación de Dios es la maldición que acompaña al pecado del hombre contra su Señor.
La misma Santa Madre Iglesia sostiene y enseña que Dios,
principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con
certeza a partir de las cosas creadas con la luz natural
de la razón humana: «porque lo invisible de Dios, desde
la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través
de lo creado»
Hay otros blogueros, en cambio, que, aunque sean tradicionalistas, no acusan la lectura de Santo Tomás de la misma manera porque escriben apoyándose en otros teólogos o en otro tipo de razonamientos. El tomismo no se aprecia igual en Néstor que en Bruno, haya éste leído a Santo Tomás o no. Y no se aprecia nada en Benedicto XVI cuya formación no es tomista.
Desde luego cuando usted comenta algo Santo Tomás está ausente y dudo mucho que ningún tomista le reconozca como tal.
1) Que el otro no se ha leído a Santo Tomás.
2) Que uno mismo es una autoridad en el tema capaz de ver las deficiencias del otro en cuanto a tomismo.
Y de ninguna manera que uno haya conocido superficialmente-como es mi caso-a Santo Tomás ni que tenga una colección de citas suyas.
Yo aclararé que he leído a Tomás de Aquino, sobre todo en la versión original, en latín. Pero leerlo no creo que sea definitivo, habrá que interpretarlo y utilizarlo.
"El exministro del Interior y exdirigente del PP Jaime Mayor Oreja sigue su particular cruzada en defensa de los principios y valores del humanismo cristiano, al margen de la política activa de partido. Convencido de que la crisis de la Unión Europea es sobre todo "moral y espiritual", no solo política o de representación, el expresidente de los populares vascos y ahora responsable de la plataforma cultural One of Us reúne este fin de semana en Santiago de Compostela a más de 150 pensadores e intelectuales europeos.
De la convención saldrá un observatorio europeo dirigido desde París por el historiador en derecho y politólogo francés Guillaume Bernand, encargado de emitir informes periódicos sobre la evolución en el continente de todo lo que afecta a la dignidad humana. El exministro se refiere a los asuntos morales que ya no encuentran encaje en las preocupaciones de los principales partidos, en concreto la aceptación social del aborto, "la eutanasia ante las iniciativas legislativas y judiciales en países como España o Italia", "la ideología de género", la libertad de conciencia o "el fenómeno del transhumanismo"."
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