Un compositor habla sobre el desastre de la música en la Iglesia
Las “guerras litúrgicas” que sacuden la Iglesia desde el post Concilio han hecho correr ríos de tinta. Pero no es frecuente que quien aporte una reflexión sobre la deriva de la liturgia católica sea un compositor en activo, con experiencia directa en música sacra y que, además, lo haga desde un semanario de información general como Standpoint.
Quien ha escrito esas agudas reflexiones es James MacMillan, un compositor y director de orquesta escocés de prestigio, que cuenta entre sus obras con dos óperas. Su escrito me ha llamado la atención y me permito traducirlo y glosarlo para ustedes.
MacMillan parte de una constatación: en el pasado todos los grandes compositores han compuesta música litúrgica; esto ya no ocurre así hoy en día: “La música de nuestro tiempo ha ido por un camino y la música de las iglesias ha quedado como en conserva o ha tomado sendas populistas banales. El mundo internacional de la música tiene gran admiración por los compositores británicos: Elgar, Vaughan Williams, Britten, Walton, Tippett, Maxwell Davies, Tavener; pero suele pasar por alto el hecho de que en ocasiones escribían música para un uso real en la iglesia, para ser cantada por coros dentro de una liturgia real”.
A continuación señala MacMillan las tensiones crecientes en el ámbito de la música para la liturgia:
“La profesionalización de la música en la iglesia es vista a veces con recelo por clérigos y laicos dedicados a la “modernización” y la “democratización” de la idea y práctica religiosas, nerviosos por las resonancias alienadoras del “elitismo” anticuado y jerárquico. Las iglesias también pasaron por las revoluciones de los años 60.”
En dos pinceladas, MacMillan retrata todo un cambio de época: los compositores de calidad han sido expulsados por aquellos empeñados en modernizar la liturgia.
Y continúa:
“Esto ha sido especialmente grave en la Iglesia Católica, donde lecturas deliberadamente sesgadas del “espíritu del Vaticano II” han convertido gran parte de la práctica musical en la liturgia en un conjunto lamentable y risible. Los anglicanos también saben cuál es el problema: también padecen los bailes cogidos de los brazos y esos coros que se mueven atolondradamente, las cancioncillas sentimentales, la falsa música folk americana y los aires celtas. El musicólogo estadounidense Thomas Day describió este tipo de liturgia como “una dieta de nubes (marshmallows) románticas combinada indigestamente con artefactos que te agarran por el cuello y te sacuden hasta someterte a su mensaje social.
En la década de 1970, muchos tipos bien intencionados pensaron que la música “folk” y los derivados de la cultura pop atraerían a los adolescentes y jóvenes y los involucrarían más en la Iglesia, pero ha sucedido exactamente lo contrario. Ahora sabemos que esos experimentos en la música y la liturgia han contribuido a la creciente y ridícula irrelevancia del cristianismo liberal, y que la liturgia como ingeniería social ha provocado el rechazo de muchos. Al igual que la mayoría de las ideas forjadas por la ideología marxista de la década de 1960, ésta ha demostrado ser un fracaso total. Su mayor tragedia ha sido la deliberada e hipócrita des-poetización del culto católico. La Iglesia ha reproducido simplemente la obsesión del Occidente secular por la “accesibilidad", la “inclusión", la “democracia” y el antielitismo, lo que resulta en el triunfo del mal gusto, la banalidad y una deflación del sentido de lo sagrado en la vida de la Iglesia.”
En efecto, la calidad general de la música litúrgica postconciliar deja bastante que desear, limitándose a ser en demasiadas ocasiones una vulgar mímesis del mundo, y además ha fracasado estrepitosamente en su supuesta justificación de atraer a los jóvenes.
Acaba MacMillan con una interesante experiencia personal:
“Los “progresistas” litúrgicos que han creado esto han estado enfrentados durante décadas con los músicos, a quienes acusan injustamente de ser reaccionarios y tridentinistas. Lo sé porque puedo mostrar las cicatrices que esto me ha dejado. Durante la visita papal al Reino Unido en 2010 hubo innumerables batallas entre bastidores sobre la naturaleza de las liturgias públicas y su contenido musical y estilo. Por ejemplo, los obispos me pidieron que escribiera una nueva misa para las liturgias al aire libre, y una poderosa facción luchó muy duramente para que eso no sucediera. Se dijo que un compositor clásico no podía tener la experiencia parroquial de base y la “comprensión pastoral” necesaria”… He abandonado las guerras litúrgicas desde entonces. Me he retirado de la música eclesiástica y ahora me siento sencillamente en los bancos de la iglesia, sufriendo junto al resto de fieles católicos”.
Y luego se extrañan de que las iglesias se vacíen.
60 comentarios
Con todo (o contra todo) no quiero dejar aquí un mensaje de desesperanza. No nos desanimemos, cuanto peor, más cerca está la victoria. La verdadera, no la que nos venden algunos. Ya lo sabemos: Non prevalerunt.
- si se da en una iglesia en la otra punta de la ciudad, no se molesta en ir a esa iglesa
- si se pide pagar un sueldo al organista o director de capilla no piensa pagar
- aunque hay miles de Ave Verum Corpus, el Pater Noster, el Ave Maria, Tantum Ergo y cantos gregorianos en YouTube e internet, nunca se paran un rato, relajados, a escucharlos o rezar con ellos.
A mí me basta con que la música en misa "eleve", y si se puede, a que ayude a memorizar fragmentos bíblicos o litúrgicos; eso puede hacerse con varios estilos de música distintos.
Ya no hay sentido ni de lo bello ni de lo sagrado. Se ha perdido la conexión con Dios.
Un suicidio consentido del mundo simbólico cristiano, y, por eso, del encuentro con Dios.
Y me pregunto: ?Qué fe pueden tener los curas que permiten estas músicas dañinas postconciliares en sus misas?
Al final me parece que volvemos a lo mismo, la apostasía en la Iglesia. Lo mismo que la música sacra te eleva y eleva, hacía falta una música para ayudar y aompañar musicalmente la apostasía actual en la Iglesia, la musica postconciliar. Yo creo que si hubiera habido fe, no se habrían permitido las músicas guitarreras que tanto deselevan, o sea hunden y distorsionan, distraen de la oración en la misa. El gran engaño de la música postconciliar sigue la misma técnica demoniaca del modernismo, te vende una manzana atractiva, pero al tomártela te distrae, en realidad te aleja de Dios en la misa. En muchos casos sí te pone a tono con la misa, pero con la misa mundana del cura mundano, la no misa.
La Iglesia, pues, tiene que luchar contra corriente y se encuentra con un público que ya no percibe lo bello en el arte.
Sin embargo, su deriva es claramente decadente en lo doctrinal, apenas hay actividad comunitaria y la fe ha dejado de impregnar la vida de muchos ciudadanos. Diría que casi más rápido que en España. Es una iglesia burocratizada, de la que viven muchos (en el sentido de que trabajan en caridad, administración, etc) y que económicamente sostiene a muchas otras iglesias del mundo.
Para la reflexión, ahí lo dejo. Me eleva más otro tipo de música, pero pude apreciar y gozar de la belleza de lo clásico en la iglesia. Ahora, atribuirle otros efectos creo que es erróneo. Igual que habrá música sacra de calidad y otra que no, también hay quien da gloria a Dios con la guitarra y otros no. O con el fagot o con la percusión. Se puede discutir si determinadas canciones son litúrgicas, pero lo correcto sería aprovechar todos los instrumentos disponibles para evangelizar.
En los siglos pasados, no se tocaba ese tipo de música porque fuera más propia, es que la profana sonaba prácticamente igual. Sin pecar de modernismo musical, pensando que lo nuevo es mejor por el hecho de serlo, los oídos de cada generación perciben de forma distinta, aunque el aura de lo eterno se mantenga intacta
El Santo Sacrificio de la Misa, con música sacra de verdad, el órgano con la buena música sacra me parece que te llega a hacer acariciar el cielo, pero también otros tipos de música sacra que te elevan mucho. Entonces tener que padecer la música guitarrera en la misa se torna un sufrimiento (parecido a soportar una misa novus ordo de autor), donde uno lucha en la oración contra la distorsión en la oración, contra la distracción que provoca, contra el ritmo pegadizo guitarrero horizontalizante que te retiene en la tierra y no te deja elevarte a Dios, contra el sentimentalismo protestantoide superficial. La misma dinámica de los curas progres, horizontalizantes, centrados en el otro, se va a Dios por el otro: una trampa demoniaca para retenerte abajo y no elvarte a Dios, porque al otro se le ama amando primero a Dios, elevandote a Dios se ama al otro. La música guitarrera es perfecta para el cura progre, el acompañamiento musical necesario para impedirte elevarte a Dios, el cielo esta en la tierra, hacía falta también una musica postconciliar que te obstruyera el sursum corda.
1. LA Iglesia está sometida a un ataque continuado que busca su total aniquilación.
2. La liturgia (y por ende la música sacra) no queda a salvo de ese ataque, antes bien es un blanco predilecto.
3. Ese ataque se realiza desde el seno mismo de la Iglesia vía agentes infiltrados, a los cuales se los suele denominar la "falsa iglesia" y ya son mayoría en la jerarquía católica.
Desde mi experiencia ¿Donde estan los músicos? Auquellos que saben de musica. Desde el microfono les he pedido que aporten su trabajo y lo pido con insistencia y no aparecen. Asi me he dado cuenta que es preferible dar lo que puedo a esperar a aquellos que tienen y no quieren.
¿Risible para quién? solo puede reírse y burlarse de la cultura de otra persona, el ignorante intolerante que no entiende, todavía recalca "me siento sencillamente en los bancos de la iglesia, sufriendo junto al resto de fieles católicos”. ¿Sufriendo qué? ¿su discapacidad para entender al prójimo, su terquedad y estrechez mental?
Preguntas simples:
¿en qué lengua predico Jesús?
¿a quienes predico?
¿qué música escucho y hasta bailo?
¿qué define una música religiosa o profana: el ritmo o la letra?
¿lo salmos del Rey David que los recitaba tañendo el arpa, valen más por la enseñanza de las letras o por el sonido del arpa?
¿las otras 24 iglesias que son parte de la iglesia católica deben tener cantos gregorianos y coros al estilo que se menciona en los comentarios?
Un poco de reflexión y sentido común no le viene mal a nadie, por eso Juan XXIII tuvo que realizar el Concilio Vaticano II, porque las "tradiciones" (muchas de ellas llenas de sincretismo con tradiciones paganas) habían obnubilado el verdadero mensaje del evangelio (que significa "buena nueva"), la gente no entendía, ni participaba de la liturgia solo ASISTÍA POR OBLIGACIÓN.
Así que mal que les duela a algunos entrenados a obedecer la tradición y costumbre, y así no les guste la música (y la sufran), deberán también saber que la iglesia Católica (universal) no está para satisfacer los gustos musicales de algunos, sino para llevar a su mensaje a todos, y facilitar que esas personas entiendan el evangelio.
En aquella época era la Iglesia la que iba por delante, la que se anticipaba y la que creaba modelos, como lo había sido en siglos anteriores. Ahora lo que hace es copiar estilos que le son ajenos.
No digo que el proceso creativo de la música religiosa esté cerrado, pero, si no lo está debería tener más calidad.
Que yo sepa el Cardenal Van Thuan, que era vietnamita, cantaba la Salve Regina con gran contento de sus carceleros, lo dice en sus libros.
Precisamente el efecto de la música sacra en territorios de misión ha sido beneficioso y no ha alejado a nadie.
Si hubiera una imposibilidad metafísica de entender la música sacra o clásica no habría tantos cantantes líricos asiáticos y yo, que soy aficionada a la ópera, puedo asegurar que cada vez es más usual encontrar una Tosca cantada por una china, una coreana o una japonesa.
También afirmas "debería tener más calidad." ¿qué es calidad? ¿en el contexto general quieres música con Certificación ISO 90001? ¿o si hablas de música considera que la que A TI te gusta tiene calidad y la que les gusta a los demás no lo tiene? Puedes definir calidad artística, o calidad musical... Para mí sería interesante leer esas definiciones, porque de no existir, solo hablamos de percepciones subjetivas, en el gusto personal de cada uno, y no de hechos concretos, relevantes y demostrados.
Lo que, si está demostrado, es que a partir del Vaticano II y todos los cambios que trajo, la iglesia paso por un proceso de transformación, de apertura, de incremento no solo población, sino de grupos de animación religiosa... Basta mencionar el Movimiento Carismático Católico (nacido en 1967), y varios otros.
A muchos les cuesta entender que los carismas del Espíritu Santo no dependen de la arquitectura de la iglesia, de lo bonito del altar o procesión, ni de la música que se use en la liturgia...
Si lees la Biblia, no hay una cita que mencione que tipo de música debe o no debe usarse para la adoración, lo que si dice 13 veces es que Dios no hace acepción de personas... Así que probablemente en el cielo te encuentres desde varios artistas del barroco que te agradan, hasta bandas de Heavy Metal (o White Metal), grupos folclóricos (y sus Misas Andinas), y otras centenas de grupos, ritmos y estilos musicales, interpretando al unísono, un concierto increíble, que evidentemente solo Dios podrá entender.
Hoy sale en Adelantelafe un excelente artículo escrito para ti de Cesar Félix Sanchez Martinez, sobre la popularidad de la reforma, toca también la música y hace en breve comentario muy atinado sobre el movimiento carismático. Este artículo lleva por lo menos el Iso 90001 y mas.
Bueno, hay muchas citas sobre la música en el culto a Dios, pero creo que lo más completo es el Salmo 150.
"Alabadle a son de trompetas;
Alabadle con salterios y arpas.
Alabadle con panderos y danzas;
Alabadle con cuerdas y flautas.
Alabadle con címbalos [platillos] resonantes;
Alabadle con címbalos de júbilo.
Todo lo que respira alabe al Señor"
Claro que muchos responden que como no somos judíos ya no podemos alabarle con platillos, con instrumentos de cuerda y mucho menos con panderos y danzas...
La Renovación Carismática (que suma entre 60 y 120 millones de católicos) ha sabido crear una música a la vez popular, que eleva el alma y que ayuda a rezar y alabar. También en África la música se usa en el culto (litúrgico o popular) con gran éxito. Y, de forma distinta, en el Caribe.
Pero cuando esas mismas canciones las toman en las parroquias españolas, ralentizadas, mal cantadas, sin unción, casi sin instrumentos, con mala amplificación, sin ensayar, con un pueblo envejecido y poco cantor y en general, descarismatizadas, pierden toda la fuerza.
Lo del organista profesional y el coro supermusical tampoco es solución, como han dicho al poner el caso de Alemania: magnífica música clásica-litúrgica y una iglesia progre y desangelada igualmente.
En temas musicales el Evangelio no entra, pero sí la Tradición y el Magisterio.
Esta es la Tradición y el Magisterio de la Iglesia Católica sobre la Musica en las Iglesias:
http(dos puntos)//infocatolica.com/blog/conarpa.php/1307230801-a-vueltas-con-la-musica-march
Solo hay que seguir lo que se indica, confiando en que la Iglesia, expresandose a través de la Tradición y el Magisterio inspirado por el Espíritu Santo, es Madre y Maestra.
¿Tan difícil nos resulta obedecer y olvidarnos de nuestros "gustos" personales?
Está el Barroco guaraní, el Barroco mineiro, el Barroco de la Nueva España y el Barroco del Virreinato del Perú. Tengo una gran colección de discos y un trabajo sobre el tema. Manoel Dias de Oliveira o Lobo de Mesquita están en youtube y, porque no tengo tiempo de buscar más, eres tú quién sin saber nada pretendes que te demuestren lo evidente. ¿Por qué no me demuestras lo contrario?
Hablando en plata, el amigo lo que quiere realmente es que la Iglesia contrate a gente, que le contraten a él (porque él lo vale) y así poder ganar pasta.
Vamos, la Misa le importa un pepino. Quiere pasta.
"práctica musical en la liturgia en un conjunto lamentable y risible" Vamos, que si no eres un tenor, o un compositor de élite, tu música es deprimente... ¡Venga ya! A lo mejor Dios se siente más honrado por la música de alguien que toca la guitarra y tiene una vida santa que por la de un tenor de élite pero que después por dentro solo tiene podredumbre.
Ains... que poquita sociología tenemos. La gente no ha dejado de ir a misa por el Vaticano II. Investiguen, investiguen.
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
Así que eso es la pescadilla que se muerde la cola. ¿Fue antes el huevo o la gallina? ¿Espantaba el latín y la música sacra a la gente o ésta ha decidido no ir a misa la pongan como la pongan?
en nuestro mundo postconciliar es muy complejo tener a la vez la experiencia del mundo religioso que se vivía antes de los años 60 y de los tremendos que cambios que han surgido en nuestras sociedades, especialmente a partir de los años 80, 90 y 2000...
La música no está al margen de esta vorágine, el 90% de las estaciones de radio y televisión te presentan una asquerosa simplificación de las formas que implica el reinado de la imagen, de lo simple y de lo que no tiene necesidad de razonamiento alguno, por eso los sonsonetes de las canciones populares son los que más escuchamos en todas partes.
Pensar que la Iglesia esta a salvo de esto es como pedir peras al olmo, la Iglesia tiene como sentido principal el ser misionera, y su misión es difundir el mensaje del amor la libertad y la igualdad en cualquier circunstancia... ciertamente el respeto y la formalidad es un factor importante, pero sin perder esas características, la música que se interprete en la casa de Dios debe concordar con el pensamiento y el sentimiento del pueblo. No se trata de que el templo sea un escaparate para escuchar la excelsa música que compusieron los gigantes, pero tampoco puede ser una bacinica donde los aprendices frustrados vengan a tratar de improvisar con sonsonetes fuera de ritmo y de tono... eso no es el pueblo de Dios sino un subproducto de la falta de aprendizaje musical de nuestro tiempo.
La iglesia debe conservar como un tesoro todo el legado de la verdadera música sacra... pero también debe encontrar nuevas formas de trasmitir su mensaje de amor y caridad a todos los hombres de la tierra... por eso se han incorporado desde toda la historia de la Iglesia los ritmos y formas vernáculas a las acciones litúrgicas... el ejemplo mas elocuente es lo que sucedía antes de la imposición del canto gregoriano como único. La disparidad de los tonos, ritmos y formas musicales provenientes del norte de Africa eran tan incompatibles con el rito romano que se optó por hacerlo a un lado... pero tampoco las grandes obras de la música del romanticismo y el barroco, concuerda con una auténtica tradición popular, no se diga las voces operísticas mal interpretadas que convierten el templo en un traspatio del ... es por eso que la Iglesia vuelve a abrir sis oidos para incorporar la música vernácula auténtica.
Como medida práctica yo propondría tres cosas: 1 que los músicos interesados el escribir musica para la liturgia, llevaran en su hoja curricular un curso de teología actualizada posconciliar, esto ayudaría mucho a definir los objetivos y a entender lo que se está haciendo... es lamentable que excelentes músicos hablan y componen con un lenguaje preconciliar, a veces tridentino y con una pobreza espiritual aberrante. 2 que el todas las diocesis, los obispos se preocuparan de exigir una preparación musical a todos los cantantes, guitarreros, mariachis y bandas que pretenden tocar en las eucaristías... también a ellos se les debe dar unas nociones de canto, de armonía y sobre todo de teología... los curas que por congraciarse con la comunidad aceptan que se profanen las iglesias con improvisaciones sin un verdadero fondo pastoral, son los que con su tibieza y negligencia convierten el templo en un vodevil... 3 La Iglesia, como parte de su misión pastoral también debe crear instituciones que promuevan y preserven el arte sacro, pero eso debe estar muy al margen de la liturgia cotidiana o dominical... los actos litúrgicos son parte del culto divino, y las obras de arte son otra cosa, una tradición que debemos preservar como un valor autenticamente humano, los templos y las iglesias deben convertirse en verdaderas salas de concierto y promover a los artistas de todos los tiempos... esa no es su misión fundamental, pero mucho ayudaría a elevar el nivel cultural del pueblo,
A los oídos de hoy esto no agrada, ya lo dijo Benedicto XVI, hay que aceptar lo que para nuestros antepasados fue grande, santo, sagrado, y nosotros debemos aceptarlo, custodiarlo, amarlo y trasmitirlo.
Cuando un feligrés se acerca a venerar la imagen de un santo lo hace porque sabe, y ésa es la clave, que es algo santo, que pertenece a Dios en propiedad, que es de Dios.
La veneración de las imágines es lo más teocéntrico que hay. ¿Quién te ha engañado?
El ombliguismo emocionalista detesta muchas cosas de la piedad tradicional/popular por puro ego-centrismo: es un no saber salir de sí hacia la objetividad, sino quedarse en los estrechos círculos de mi psicología satisfecha.
Ya no se contentan sólo con degradar el espacio sagrado de los templos con bandas generadoras de ruidos, bailoteos, movimientos de vaivén de celebrantes y feligreses como en cualquier subconcierto de esas bandas dedicadas a producir aullidos, gritos, zumbidos, etc., (algunos a esto lo llaman ¡Música!), sino que nos quieren llevar todo este sublime arte de delicados y dulces ruidos, estridencias, barahúndas, griteríos, etc. al mismísimo cielo donde, sin duda, ángeles, arcángeles, potestades, tronos, etc., bailarán deleitándose con estas celestiales armonías bien cargadas de decibelios, es de suponer, para no ser menos que en la Tierra.
Yo, la verdad, si en el cielo hay rock y no se puede escuchar el coral “O Haupt voll Blut und Wunden” de la Pasión según San Mateo de Bach, por poner un ejemplo entre mil, pues no me seduciría tanto ir al cielo. Ay, ¡pobre de mí! que llega el Adviento y me gustaría oír en las misas del domingo el Rorate Coeli, alguna obra en gregoriano, o cantar en cualquier domingo del año la misa de Angelis, o la de Cum Jubilo en alguna fiesta de la Virgen, o escuchar por Navidad alguna de las seis cantatas del Oratorio de Navidad de Bach, o en Semana Santa el Officium Hebdomadae Sanctae de Victoria, o en el Viernes Santo la Pasión íntegra según San Mateo de Bach (sí, tres horas seguidas de música; garantizado: ni guitarrillas ni un segundo de ruidos), o en Pascua… o en la fiesta de Pentecostés… o en el Corpus . Pido perdón, pues me atrevo a decir que me gustaría que, antes de que el sacerdote saliera para celebrar la Misa, se oyera alguna obra para órgano de Couperin, de Bruhns, de Buxtehude, de Böhm, de Bach, o en otras partes de la misa otras obras para órgano de Cabezón, de Bruna, de Frescobaldi, de Tournemire, de Messiaen, de Eduardo Torres, de Guridi; que se tocara también alguna pieza para órgano durante el Ofertorio o durante la Consagración, que las hay bellísimas; preguntádselo a Frescobaldi. Que durante la Comunión se interpretara con un buen coro, no de aficionados, el “Pan divino y gracioso” de Guerrero, o el Ave Verum de Byrd, de Mozart, de Saint-Saëns o algunas de las bellas cantadas al Santísimo de José de Nebra, de José de Torres, de Durón. Que el celebrante cantara en latín, por supuesto, el Prefacio, maravilla de obra en su aspecto musical en el contexto que ocupa en la Misa y como solemne preludio de acción de gracias al canto de alabanza del Sanctus, éste cantado por un buen coro o los fieles. Y me gustaría que el celebrante al cantar el Prefacio, si es posible, tuviera una bella voz, bien sonora; y esto que acabo de decir lo digo y lo afirmo sin complejos. Me gustaría también que las misas de los domingos terminaran con una obra solemne de órgano escrita expresamente para el final de las misas. Hay muchas y espléndidas. Y ¿por qué no interpretar en una festividad importante una misa de Morales, de Victoria, de Alonso Lobo, de Palestrina, de Lassus, de Monteverdi o una misa para coro y orquesta de Biber, Haydn, Mozart, Cherubini, Schubert, Liszt, Rheinberger y otros allí donde se pueda? Sí, he dicho con “orquesta” y mejor “buena”. Que esto también es “participar” activamente aunque algunos no lo entiendan. Algo de todo esto, doy fe, se puede ver y oír en Alemania, Austria, Francia, Inglaterra y en otros países europeos. Que todo esto podría parecerse a un buen concierto, pues mejor todavía. Sí, y que las rondallas guitarreras y esas cancioncillas cutres, vulgarotas e infantilizadas se vayan, de una vez por todas, de las iglesias, donde nunca deberían haber entrado. Ya está bien de aguantar tanta zafiedad.
Eres un "teorias", aquí de lo que se trata es de que la música sacra y los cantos nos ayuden a rezar..Prueba a ir, anda, y observa al personal y a ti mismo, y luego me cuentas.
He visto a muchísima gente poco practicante salir edificada de la Iglesia cuando se canta Gregoriano, por poner un ejemplo; con las de Bob Dylan, Mecano y cía jamás, nunca, a ver si te enteras.
Aunque de lo que sé verdaderamente es de Rock, pero a la Iglesia voy a rezar, no a que me entretengan con pachanguitas melosas y cursis, que lo único que me provocan es ganas de irme a buscar un sitio tranquilo para rezar. Y ganas de decir cuatro cosas, pero son buena gente, no son ellos los culpables.
Hay que distinguir entre un concierto de música sacra en la iglesia, y la Santa Misa.
Para pedir música en la Consagración, mejor vete a un concierto y deja la Misa.
No nos confundamos... como hacen los guitarreros postconciliares.
Igual que cada generación alaba al Señor dentro de su cotidianidad, en cada región la Iglesia acoge unas particularidades en aquello que no es doctrinal. Se atribuye a diversos autores el siguiente dicho: "In necessariis unitas, in dubiis libertas, in omnibus caritas". Pues eso. Es una pena que no seamos capaces de apreciar la belleza del gregoriano, de lo que se canta en una misa de carismáticos, del Camino Neocatecumenal, los bailes del centro de África o las escolanías de niños que cantan música clásica.
Y un buen problema que tenemos es que hoy no hay músicos católicos que canten reggae, rock, pop, funky, folk, etc. Es decir, que en la música de hoy no ha entrado la fe. Y eso no quiere decir irreverencia ni nada por el estilo. Ni siquiera toda la música cristiana tiene que ser litúrgica. Falta cierta amplitud de miras, que no es igual a laxitud
Algún día llegará la gran hoguera de cancioneros en que será purificada la Iglesia de muchas letras que se cantan hoy día, empezando por esa del ofertorio que habla del pan y el vino "que consagraremos".
Y sí, hay buen rock, rock regular y mal rock, como sucede con cualquier género artístico. El Señor ha repartido sus dones con tal largueza y generosidad que el talento y hasta el genio pueden surgir en los ámbitos más insólitos.
Y me refiero a la música, que para las letras a veces es una gran ventaja no saber inglés.
Por supuesto que nada de eso se compara con Beethoveen o Mozart ni estoy hablando de meter el rock en la liturgia.
Saludos cordiales.
La Misa no es una "fiesta alegre". ¿Os imagináis tocando guitarras, cantos, palmadas y bailes alrededor de Cristo crucificado? Lo que pasó en el Calvario era una ejecución. Y ya sabéis quién era el único que bailaba en ese momento antes de saber que había sido derrotado.
En ese sentido se puede hacer un paralelismo con la escena del sacrificio de Aslan en las "Crónicas de Narnia". ¿ Quien se alegra de ese sacrificio?
En Argentina tenemos la Misa criolla (zamba y folklore argentino) y en Corrientes, lugar donde vivo la Misa correntina (chamamé y otros ritmos autóctonos)...y nada mas. Podemos inferir que no se puede vivir solo de dos versiones de Misa, pueden haber muchos mas.
Saludos.
Pero quiero hacer una excepción: Cesáreo Gabaraín, que tiene himnos y canciones verdaderamente inspirados y maravillosos, capaces de emocionar a las almas.
La muerte no es el final. Te acuerdas, Madre. Un vaso nuevo. Pescador de hombres. Y muchas más.
1) Donde el tema es de suma gravedad es en la Iglesia Católica-Romana.
2) El problema no es ni de lejos tan grave en la Iglesia de Inglaterra, donde todas las caedrales, colegiatas, capillas reales y capillas universitarias (o casi) cuentan con capillas musicales normalmente dignas, y a veces incluso buenas o muy buenas.
3) El problema tampoco es tan tan grave en otros Iglesias de la Comunión Anglicana, como la Iglesia Episcopaliana de Escocia, la de Estados Unidos, o la Iglesia de Irlanda.
4) Hasta dónde conozco, tampoco se cae tan tan bajo en muchas catedrales de la Comunión Católica-Ortodoxa, concretamente en la Iglesia de Rusia.
5) Y en última instancia es un poco menos vergonzosa en la s catedrales de la Iglesia Católica Romana en Alemania, Austria y algunas en Inglatera... por la mayor cultura y tradición musical de estos países... de las parroquias no hablo, porque no lo conozco.
6) Pero como ejemplo, la liturgia y la música de mi parroquia es infinitamente más cuidada que la de las parroquias c
Si hoy en día le preguntaramos a una persona de clase media, cual es la diferencia entre la música clásica, barroca, y post romántica, se van a dar cuenta que la mayoría del pueblo, " no tienen ni idea " de sus diferencias, sólo son la minoría que son los elitistas de la universidad, los que se les puede ocurrir que esas antiguas misas con corales en latín es lo que hoy haría que fueran mucha más personas a misa. Totalmente falso, ya de por si que una comunidad religiosas tenga la suerte de tener un guitarrista que sepa que es I V I, sería demasiada suerte y ustedes quieren que un adinerado palestrina toque todos los domingos en misa? citó al papa "como me gustaría una iglesia pobre para un pueblo pobre "
Aunque sea la facultad de música, la universidad siempre a tenido la finalidad de crear elites... recuerden que dios prefiere al sencillo, que aquel que se cree a si mismo sabio.
Por eso la música actual es ñoña y ridícula, mientras que la tradicional es profunda. Por eso es capaz de edificar y fortalecer la fe.
LAMENTABLEMENTE TODO SE DEGRADÓ AL MAL GUSTO Y LO RIDÍCULO. HOY DÍA CUANDO ESTOY EN MISA, ME PARECE MÁS UNA PEÑA FOLCLÓRICA O UN RECITAL DE ROCK.
BUENO, NO HACE MUCHO TIEMPO EN ARGENTINA, TUVIMOS LA HORROROSA EXPERIENCIA DE VER AL CURA QUE SE PUSO A BAILAR Y CANTAR EL TEMA "DESPACITO" EN MEDIO DE LA MISA. ¿QUE SE PUEDE ESPERAR?????????.
Desde mi experiencia sobretodo en el tema de las bodas, los principales culpables de los desastres musicolitúrgicos son producidos por el consentimiento de los Párrocos de las Parroquias o de las Iglesias por ser dignos al dinero que hay por medio y no ser dignos a la religión Cristiana ni a la música Litúrgica cuya consecuencia produce que las personas jóvenes no sean educadas en la música Litúrgica y confundan la música profana con la música Litúrgica.
(Bandas sonoras de películas etc, etc, etc,)
En cuanto al uso de música polifónica de coro y órgano de tubos, lo veo excelente para las festividades religiosas. El uso de coro guía y órgano de tubos en las dominicales es fundamental para que la gente no cante cualquier cosa.
Los otros días con gran concurrencia de público, como ser los sábados y primeros viernes en las parroquias que los practican, misas de novena previas a las patronales, el órgano de tubos, tal como explica el texto del Concilio Vaticano 2º, es lo mejor para acompañar a la asamblea.
En las misas con poca afluencia de público, es preferible que la asamblea se sitúe lo más cerca posible del celebrante y se acompañe los cantos con algún instrumento de cuerda, como ser arpa, guitarra o similar, evitando en lo posible recurrir a la amplificación.
Estoy de acuerdo, en absoluto, con James MacMillan:
- lo que, hoy en día, se está "obligado" a escuchar (y ver) en las iglesias es la «abominación de la desolación», porque todo eso que se hace en la gran mayoría de las iglesias, post «Vaticano II» es abusivo...
¿Por qué no se dan al trabajo de leer los documentos Conciliares (inclusive, la Instrucción «MVSICAM SACRAM», de 1967, de Pablo VI)? Ahí, está todo, en lo que concierne a las normas que rigen la Música Sacra, en la Liturgia y los «pia et Sacra exercitia». ¡Basta tan solo con leerla y poner en práctica sus decretos!
Hay comentaristas que critican a la Misa Tridentina (la cual tiene ya una Tradición de unos mil quinientos años...), por ser rezada en Latín y de espaldas a los fieles. Pues bien:
- si leen los documentos Conciliares, podrán verificar que la lengua oficial (no solamente de la Iglesia Católica, sino también de la Misa) es el Latín, estando PERMITIDO (no "obligado") el uso de la lengua vulgar, en casos PARTICULARES, debidamente justificados y autorizados, siendo de la competencia de la Autoridad Eclesiástica Territorial decidir SI SE PUEDE usar el vernáculo y en que extensión..., por lo que NADIE puede prohibir a un cura de celebrar la Misa en Latín, ni tampoco de espaldas.
Y la mismísima Instrucción «MVSICAM SACRAM» dice que el Canto GREGORIANO -entre los varios géneros de Música Sagrada- ocupará siempre el PRIMER LUGAR; otros géneros de Música Sacra admitidos son la POLIFONIA (Clásica, o Moderna) y bien así el canto religioso popular tradicional, en vernáculo.
También recomienda la «MVSICAM SACRAM» que, para los nuevos cantos que se han de componer para los textos en vernáculo, se inspiren los nuevos compositores en el Canto y la Modalidad Gregoriana (infelizmente... no se ve -o es muy raro verse- que los cantos actuales obedezcan a esta normativa).
Respecto a los Instrumentos legítimamente admitidos en la Liturgia, téngase en gran aprecio el Organo de tubos, que, por la majestuosidad de su voz, sirve para solemnizar los Actos de Culto, sea ya cuando toca «a solo», o bien cuando acompaña el canto de los fieles (el toque «a solo» está prohibido durante los Tiempos de Adviento y Quaresma [excepto los Domingos «Gavdete» & «Laetare»], el Tríduo Pascual y en las Misas y Oficios de difuntos):
- los instrumentos de carácter PROFANO están INTERDITOS de toda Acción Litúrgica y bien así de los «pia et Sacra exercitia» (el «Motv Propio de S. Pío X» -en el cual Pablo VI se ha basado para redactar la actual «MVSICAM SACRAM»- prohibía el uso de instrumentos de percusión, pero autorizaba el uso de instrumentos de viento y de cuerdas friccionadas, por ser su sonoridad más próxima a la de la voz humana).
¿Qué vemos hoy? ¡Guitarras, panderetas... & todo tipo de aberraciones RUIDOSAS, que más nos molestan los oídos que otra cosa..., que debía de ser alabar a Dios y elevar las almas hacia El... (todo ésto es abuso y profanación del Lugar Sagrado: dice también la misma «MVSICAM SACRAM» que se evite hacer, en la iglesia -aunque a título de ensayo- cosas que van en contra de la Santidad del lugar y/o de la piedad de los fieles)! ¡Pues... lo que vemos es, exactamente, la profanación "institucionalizada" del Lugar Sagrado...!
Y luego... se admiran de que la gente deja de ir a Misa y que no hay vocaciones... Pero, ¿cómo, señores, va a haber vocaciones en medio de toda esta apostasía (en que lo que era Virtud y Verdad ha pasado a ser "error"... y viceversa...)? ¿COMO...?
Volvamos a la Santa Misa TRIDENTINA, con el Místico GREGORIANO y la bien sonante POLIFONIA y el Organo de tubos:
- enfín, volvamos a la Verdadera Liturgia Católica Apostólica Romana y a la auténtica Música Sagrada de la Iglesia, «ad maiorem Gloriam Dei».
También celebrarse la Misa cara al pueblo es FACULTATIVO:
- no hay NINGUN documento que "obligue" a celebrarse de cara a los fieles, ni tampoco, que prohiba celebrar de espaldas.
Por otro lado, sí que es PROHIBIDA la presencia de mujeres en el presbiterio:
- si en el Coro (o «Schola Cantorvm», o Capilla Musical) hay mujeres, el lugar de ese Coro será FUERA del presbiterio.
Por otro lado, recibirse la Sagrada Comunión de pié y/o en la mano NO ES "OBLIGATORIO", sino OPCIONAL:
- la forma tradicional es de rodillas y en la lengua.
Cordiales saludos a todos.
Ismael.
Hoy nos vemos con el inglés impuesto por los EE.UU como lengua mundial, y como toda lengua viva incorpora su carga cultural pues que modelo cultural tenemos, el de los escolásticos medievales, el de los místicos del renacimiento español? Pues no, la cultura del pop, del usar y tirar, del consumismo, del materialismo... Es decir, la cultura de la estúpida sociedad norteamericana.
Lo pasado no podemos cambiarlo pero podemos intentar cambiar el futuro? Podría la IC intentar recuperar el latín como lengua académica al menos en los colegios y universidades católicas? Quizá no el latín clásico, es cierto que es difícil y tiene muchas ambigüedades al ser tantos casos de las declinaciones iguales pero significar cosas diferentes, pero hubo un intento de simplificar el latín reduciendo tiempos verbales y declinaciones para intentar hacer de él de nuevo una lengua internacional, sin hegemonías ni beneficios para ningún país porque no hay hablantes nativos de latín, todos estaríamos en las mismas condiciones. Yo creo que la Iglesia sí podría, ahora, que haya voluntad ya no lo tengo tan claro.
Por ejemplo El libro rojo de Montserrat o las Cantigas de Sta. María son todos piececitas breves, que escasamente sobrepasan los 4 o 5 minutos y que gustan a todo el mundo que las oye y repite la audición un par de veces.
Un ejemplo, y piensen si de verdad la mayoría de una congregación no estaría encantado de cantar piezas como esta (obviamente los cánticos en lengua vernácula podrían traducirse para una mejor comprensión):
https://www.youtube.com/watch?v=rBP8SuZgETk
Los invito a visionar el concierto completo, mejor si tienen una "smart TV" con conexión a Youtube, pero se disfruta igualmente en cualquier dispositivo.
https://www.youtube.com/watch?v=2Ios-NT0fNI
¿Quién puede negar que algo así sería una verdadera fiesta católica que haría que la congregación se elevase en el sentimiento hacia dos, en el sentimiento de fraternidad, y que quedasen con ganas de volver y de traer a más gente cuando volvieran? Cuncti simos concanentes, Stella splendens, Imperatritz de la ciutat joyosa, etc, etc... es música de tal belleza, tal limpieza cuando se la compara con la banalidad y la impostura comercial de las canciones "modernas" que se cantan en las iglesias que yo no entiendo que nadie pueda pensar que Dios merece que se le cante con música inferior...
Saludos cordiales.
Dejar un comentario