Unos comentarios sobre liturgia realmente provocadores
Quiero compartir con los lectores de este blog una serie de reflexiones acerca de la liturgia y de la crisis que uno puede ver en la mayoría de las iglesias que uno puede visitar. Están expresadas con un lenguaje directo y provocativo, pero a mí me han hecho pensar y, lo confieso, reconozco el acierto de mucho de lo apuntado (con alguna discrepancia o, mejor, matiz o añadido).
El texto, no obstante, tiene una pequeña trampa, que me guardo para el final. Léanlo primero y al acabar desvelaré su origen:
“En primer lugar han fracasado al mirar para otro lado mientras se destruían nuestros textos sagrados. Lo han hecho en parte por su vulgar apego a la modernidad, como si fuera un artículo de su fe que lo que sabemos hoy es siempre más y mejor que lo que sabíamos ayer.
Han inventado también nuevas y horrorosas formas de celebraciones litúrgicas, igual que muchos arquitectos modernos diseñan edificios horrorosos porque desprecian el pasado y envidian a quienes les precedieron y eran mejores. Incapaces de producir por ellos mismos nada que no sea feo y ya obsoleto antes de que se haya acabado, lo único que desean es destruir todo lo bueno que se ha hecho antes.
Las celebraciones litúrgicas no están pensadas ya para hacer lo que se supone deberían hacer. El periodo de revisión litúrgica, en realidad de vandalismo, ha visto la mayor deserción de asistentes a nuestras iglesias en toda la historia de la iglesia. ¿Por qué? Porque las nuevas celebraciones no son algo que recordar. No hay belleza ni santidad en ellas. Son realmente insulsas e inútiles. Cuando escuchamos las palabras de una celebración tradicional somos llevados a la vasta intimidad de la presencia de Dios. Las nuevas celebraciones son banales. Son el equivalente litúrgico de la comida basura.
Hay que decir también que las nuevas celebraciones han destruido el esplendor de la tradición de culto y espiritualidad de otra forma. El fallido nuevo lenguaje no encaja ya en las maravillosas viejas melodía. Así que tienen que proporcionarnos nuevas y fallidas melodías. En una ocasión asistí a una celebración en Bloomsbury y la melodía que acompañaba el Gloria in Excelsis era tan mala que podría haber ganado el festival de Eurovisión. Eso de una noble verdad dicha en innobles palabras no existe. Tampoco existe elevación espiritual en un bodrio musical, en el aporrear de la guitarra, en el coro siendo reemplazado por la música de un grupo que sólo sabe tres acordes.
Lex orandi lex credendi. El modo cómo rezamos revela lo que creemos. Los nuevos liturgistas acusan a la gente como yo de que nos gusta sólo lo que es bello. ¿No dice ya algo sobre ellos que piensen que el gusto por lo bello es un defecto? Pero es que cuando cambias las palabras, inevitablemente cambias el significado de lo que se está diciendo. Y las nuevas palabras han empobrecido y socavado la verdad cristiana. Esto es así porque no afrontan los hechos de la vida. Cualquier cosa no agradable, como el pecado o el juicio, ha sido expurgada. Esto es ofrecer una visión falsa de la naturaleza humana.
Necesitamos saber que somos pecadores sometidos a juicio, porque sólo entonces podemos arrodillarnos y recibir el perdón de Dios. A uno le entran ganas de preguntar a estos fracasados clérigos charlatanes e incompetentes, a estos burgueses eufemísticos, por qué saltan arriba y abajo y agitan sus brazos en el aire. ¿A qué se debe tanta algarabía? Si no estábamos esclavizados por el pecado, ¿por qué Cristo se ha tomado la molestia de venir a salvarnos? Los teólogos modernos son incapaces de entender la psicología humana. Minimizan la maldad humana con el resultado de que se ven obligados a minimizar también la redención. Ni mal, ni muerte, ni gusanos, ni cuerpos corrompidos, por lo que su cháchara sobre la salvación es irrelevante, por mucho que sonrían y nos den coba.
¿Qué hay que hacer entonces? Somos una generación que vive en el caos, una civilización decadente sometida a juicio. Hay cuatro cosas que podemos hacer si queremos evitar la destrucción. Debemos recobrar el rigor intelectual. Debemos entender qué tipo de personas somos: no gente agradable que ya no necesita al Salvador, sino pecadores que van a ser juzgados. Debemos recuperar la seriedad moral y regresar a las leyes que Dios dio a Moisés. Esto es, debemos de dejar de ver a los hombres y mujeres como meros consumidores de sensaciones y excitaciones, debemos abandonar una “filosofía para cerdos” que destruye la dignidad del hombre hecho a imagen de Dios. Debemos regresar a la belleza de la santidad. Con las palabras y la música que revelan un mundo cargado con la grandeza de Dios. Debemos dejar de trivializar las cosas santas.
Y lo más importante de todo, debemos pedir a Dios que nos haga desearle. San Agustín decía que el mejor modo de entender lo mucho que Dios nos ama es pensar en el amor erótico entre un hombre y su esposa. Debemos pedirle a Dios que alumbre en nosotros una intensidad de afecto y deseo por Él que transforme nuestras vidas. Esto no lo va a hacer la jerarquía. Han fracasado. Son apóstatas. No pueden hacerlo. Debemos hacerlo nosotros, el laicado tradicional, quienes solíamos ser llamados el pueblo santo de Dios”.
¿Un poco fuerte eso de que toda la jerarquía ha apostatado? Bueno, pues el secreto del texto es que quien lo firma es Peter Mullen, un pastor anglicano jubilado, y de quien está hablando en todo momento es de la iglesia anglicana, no de la Iglesia católica (aunque mucho de lo que describe se podría aplicar también a la Iglesia católica). Si alguien quiere leer los textos de Peter Mullen puede hacerlo en The Salisbury Review.
38 comentarios
La respuesta es sí, dice mucho sobre ellos y sobre lo que piensan de la Belleza, con mayúscula. También dice mucho sobre lo que piensan de nosotros, soldados de infantería (de banco, mejor :).
Y menos aún posibilidad de infierno.
Ni siquiera de purgatorio (purificatorio).
En algunos, menos, aún más: "Nuestro hermano ya ha resucitado".
Todo, por supuesto, gracias a Cristo muerto-resucitado.
de Cristo la Iglesia Catolica Apostolica Romana a la que pertenecemos, cuanto mayor el pecado y la abominacion de esta jerarquia y de estos consagrados que ha tricionado a la Santisima Trinidad, al Padre al Hijo Nuestro Redentor y al Espiritu Santo.
Misas Sacrilegas!!!!Después se preguntan porque no hay vocaciones, poruqe la gente se va a otras iglesias.FALTA CRISTO; EL ESPIRITU SANTO, La Sacralidad, que hay que recuperal, es el SANTO SACRIFICIO!!!!!!La EPOPEYA DELREY DE REYES, hasta la CRUZ; LA SOLEDAD Y EL ABANDONO!!!!!!!!!hasta la el fin de la Consagración y alli aparece la EUCARISTIA, que une el infinito AMOR de Dios, con los Ma´rtires de la Iglesia!!!!!!Basta de Sacrlegios!!!!!Perdón por las mayusculas, es que lo quiero gritar!!!!
Por otro lado, creo que muchos sacerdotes nos esforzamos por dignificar la Liturgia, siguiendo al pie de la letra lo que nos dice el Magisterio. Nunca me he creído más inteligente que el Vaticano y por eso no me he atrevido a cambiar ni una coma de las rubricas.
Hay que regresar a los silencios en la Eucaristía, a la música digna y bien ensayada, a respetar los textos litúrgicos en los cantos de la Misa, a vestir los ornamentos litúrgicos con dignidad, a no querer acabar en 45 minutos la Misa, a usar el incienso siempre que la celebración lo permita, a hacer la Liturgia reposada...
En 35 años de sacerdocio he visto de todo y por el bien de nuestra Santa Iglesia, les ruego a mis hermanos que en la Liturgia no inventen. Cuando estudiábamos se nos dijo que la Liturgia es la oración y ofrenda de la Iglesia a Dios, y esta se hace como Dios quiere, no a capricho del sacerdote de turno.
Perdónenme, no intento ni juzgar ni corregir a nadie, solo expreso el profundo dolor que siento por el páramo en que estamos convirtiendo la Iglesia.
Y por cierto. Por ahí hay muy buenos blogs de sacerdotes que dicen exactamente lo mismo. Sin embargo los despreciamos y muchas veces tienen que escribir con nicks para no ser "perseguidos" por sus obispos.
"Nadie es profeta en su tierra"
Se libra el cura de mi pueblo (ya fallecido) de mi primera comunión que usaba la III.
Los abusos más comunes, ubicuos, aunque no escandalosos:
1.-Supresión del Asperges los domingos.
2.-Supresión del Introito o, si no se canta, de la antífona de entrada.
3.-No cantar los cantos del ordinario.
4.-El cura no canta las partes que le corresponde cantar.
5.-NO se cantan las lecturas, y además, siempre leen laicos no sé por qué razón.
6.-La parte más larga e "importante" de la Misa es la homilía. En la homilía se dicen chorradas.
7.-Los cantos y las guitarritas son meros adornos, distracciones sin función litúrgica alguna.
8.-No se instruye debidamente a los fieles sobre la participación activa, y me refiero específicamente a en qué momentos hay que inclinar la cabeza, arrodillarse, inclinarse, etc.
9.-Las preces son insufribles. ¿Por qué no un formulario fijo, por ejemplo, las preces feriales del Breviario romano?
10.-Sustitución del Agnus Dei por un canto de la paz, a la paz, o por la paz. Pero la paz del mundo, no la Otra.
11.-Ministros extraordinarios (o por decirlo mejor, ordinarios) de la comunión.
12.-Abolición del Poprium Missae: Introito, Ofertorio, Comunión.
13.-Ausencia de silencio.
14.-Homilía desde el ambón de la Palabra.
15.-Avisos desde el ambón de la Palabra.
16.-Laicos diciendo no sé qué desde el ambón de la Palabra.
17.-Colocación indebida de los elementos del altar.
18.-El cura dice la misa dado la vuelta. A partir de ahora me voy a dar la vuelta yo también a ver qué tal le sienta.
En general en las ciudades es posible encontrar alguna iglesia donde la Misa sea digna, incluso Novus Ordo. Y por digna se entiende:
1.-que el cura haga lo que pone en rojo (bastante difuso en el caso del Novus Ordo)
2.-que el cura lea lo que pone en negro
3.-que los laicos hagan su participación activa y no las tonterías que se suelen hacer, esta ley se resume en: que se queden sentaditos (o de rodillas mejor) en sus bancos
Señor, devuélvenos el Santo Sacrificio de la Misa, y los sacerdotes santos revestidos en su sacrosanta sotana y que pasen largas horas en confesionario.
los sacerdotes alemanes se
confiesa una o ninguna vez al año
y q sólo el 58% de los sacerdotes rezan (oran,
hacen oración) al menos una vez al día, se me
viene a la cabeza que no es el único pais con
ese indice y llegaría a pensar que hay paises
donde las cifras son peores. ( muchos sin
asumir su posición se asombra de estos datos
lejanos)
Con solo pensar en Buenos Aires realidad que
conozco muy bien es muy parecida donde los
Hermanos sacerdotes mucho hacen, poco
rezan y poco se confiesan... y asi digamos que
los fieles y nuevos fieles que suelen unirse a la
fe despues de mucho tiempo de estar
apartadas les pasa igual.
Y aca esta el punto del tema. La culpa no solo
recae en los sacerdotes sino en los Obispos,
Cardenales y arzobispos.
No me intruduzco en sus pecados ni mucho
menos en sus vidas. A lo que quiero llegar es
que la perdida de Fe, oración, confesión y la
vida de los demás sacramentos se debe a una
respuesta sencilla. Y es que la calidad de la fe y
la importancia de los sacramentos cayeron,
cosa que también tenía que llegar a toda la
jerarquía de Nuestra Iglesia,porque más allá de
los signos de los tiempos en los cuales nos
encontramos, siempre se ha manifestado desde
antiguo los pecados y erros del pueblo con
castigos, enfermedades, hambres, pestes y
demas manifestaciones que indican una
autosuficiencia en la cual Dios no esta.
Por ello la gracia se aparta y el Espíritu Santo
no es dado donde habita el error y el pecado.
Consecuencias: no hay conversiones, se pierde
de a poco la fe, se distorciona la verdad y la
revelación, el arbol deja de dar frutos, se
pierden todas las cosas esenciales para llevar
una buena vida en gracia. Y a todo esto hay
que sumarle que Satanas empieza a ganar
terreno a partir de que se le abren los portales
por el pecado.
Con todo esto (permitido por Dios ) el hombre
debería recapacitar reconciliarse con su
creador reconociendo su error, el error, y su
pecado.
No voy a nombrar ni decir los errores actuales
y pecados, por los cuales nos hemos ganado la
des-Gracia. Sólo sí voy a decir, que en la
actualidad estamos viviendo en una religión
adulterada, cambiada, carente de sustancias
(en sus practicas y disciplina) que nos hagan
permanecer fieles. El hombre crea
autosuficientemente innovaciones ,nada
nuevas, para satisfacer sensiblemente
sentimientos concretos, los cuales son el
resultado de la vida en pecado, que si la vida
se viviera en la gracia no existirían o al menos
no tendrían importancia.
Siguiendo con el relato la vida de pecado del
hombre, esta creando a su derecha e izquierda
una religion donde Dios no entra, porque no
hay sacrificios, no hay penitencia, no hay
renuncias, no hay oración, no hay limosnas ni
ayunos. Sino solo vida igual a del mundo sin la
paz que da Cristo.
Nuestros errores como Iglesia fundada por
Dios mismo, han traido o permitido las nuevas
leyes civiles diabólicas, aborto, eutanasia,
uniones civiles de igual sexo etc.
Y a nuestra propia Iglesia esta trayendo la
decadencia, dimisiones, pues no empieza a
haber respuestas, ni diferencias con la vida
mundana.
De todo lo que digo no hay ni una
especulación, solo experiencia en primera
Persona.
Cuándo se abriran los ojos de los ciegos?
Cuando a Dios se le empiece a dar lo que es de
Dios: Su religion tal cual el nos la dio
"pura" (sin invenciones humanas irracionales)
Su Sacrificio tal cual se realizo en la cena y en
su muerte. (sin invenciones para atraer ni para
satisfacer a nadie, cosa totalmente absurda y
satánico, pues Es el trabajo de la vida en gracia
de los fieles y la santidad y decoro de La Misa)
Y cuando el hombre católico hable de la
Verdad sin omisión, por miedo, complacencia
ni respeto a nadie que no se al mismo Dios.
Por el momento oremos y hagamos todo lo que
este en nuestras manos por ayudar a nuestros
sacerdotes, Obispos, cardenales, y por nuestro
Papa, pues nada esta perdido.
Nuestra religión Católica debe ir y hacer
discípulos, por la ley del amor, pues es la
única verdadera fundada por Cristo y este es
su mandato no es de nadie más que de su
creador.
24 de abril a las 23:51
Ante todo: estoy de acuerdo en que perder tesoros de liturgia, de teología o de espiritualidad implica un daño muy grave a la Iglesia; daño que a menudo va ligado a frívola irresponsabilidad o a complicidad con las ideologías de la hora.
Lo que no creo es que eso autorice a tomar ninguno de los siguientes caminos:
1. ¿Es indispensable el desprecio a otros instrumentos musicales, como la guitarra? ¿Es ella sinónimo forzoso de decadencia o motivo de burla desmañada como suena por aquí? No veo por qué.
2. ¿Sólo existe el esplendor en el preconcilio? A quienes quieran responder les pido una cosa: ahórrense la estrategia de siempre en este tipo de diálogos, a saber, buscar el peor esperpento de Youtube para decir con cara de tragedia: "¡Hasta esto hemos llegado!"
3. ¿Y qué pasa con el sentido (auto) crítico cuando se trata de volver a esos tiempos? ¿De verdad "funcionaba" todo y el Concilio fue un asalto de hunos y mongoles? ¿Es que no había un trabajo paciente y serio que no sería perfecto pero tenía bastante qué iluminar, bajo el nombre de movimiento litúrgico?
De verdad, yo creo que ante los desafíos colosales que tenemos como Iglesia es fácil encontrar diagnósticos "certeros." Sin quitar un ápice de mi aprecio al Vetus Ordo y al latín, pido que seamos intelectualmente más sobrios y más honestos.
Un sacerdote vino a la parroquia a dictar una charla a los del EPAP ( equipo pastoral de animación parroquial) Se sorprendió que antes de la Santa Misa le pidiera me confesara (llevaba 3 meses ) pues no encontraba fácil en mi parroquia. Al iniciar la Misa cantamos una Alabanza a la Santísima Trinidad, y dijo que se había sentido en la Edad Media. Luego nos comentó que quería tener una Clínica para Matrimonios, con sicólogos, y otros especialistas... Le dije en particular; Lástima que quede un vacío en la Iglesia, en cuanto al Sacerdote que oriente los Matrimonios. No necesitamos que sean casados y conozcan de primera mano nuestros problemas, sino que nos den Catequesis, nos enseñen la Gracia del Sacramento, y nos "perdonen" y orienten en las dificultades. No, Como ya estamos salvados, dizque hay es que vivir bien o separarnos. ( ? ? ? ) que porque Dios quiere que seamos felices... Menos mal que el pueblo pueblo, de a pie, sin mucha preparación comentó: " No hay pecado o nos manda a pecar. Pero yo no le hago caso, siempre le he sido fiel a mi esposo".
https://es-la.facebook.com/santosjuanes.cullera
Paz y bien a todos ustedes.
Mi hija y yo, le seguimos por internet; le agradecemos su simpatía y su trabajo de evangelización. Somos consciente del trabajo y tribulaciones de los sacerdotes y rezamos por toda la Iglesia.
A priori quiero decirle que no tengo intención, en modo alguno, de causarle enojo, de hecho, me desagrada discutir con un sacerdote porque he sido educado para escuchar a los sacerdotes con respeto. Ud. nos pide nuestra valoración del uso de la guitarra en la Iglesia, esto ya me causa desasosiego porque nada en la liturgia debería ser objeto de gusto u opinión, como nunca los fue hasta el novus ordo, pues sólo lleva a graves divisiones por cosas banas en el más solemnes de los actos.
¿Sólo existe el esplendor en el preconcilio? pregunta Ud. Asumo, por no desviarme del tema, que se refiere a la misa tridentina. Le contesto sin recurrir a los muchos abusos del novus ordo que efectivamente se encuentra en internet no sin antes apuntar que dichos abusos, Ud. los llamas esperpentos, no se pueden desestimar a la ligera: cuestionan la liturgia, los sacerdotes, los obispos y a toda la Iglesia. Yo, como he dicho en un texto anterior, deje de ir al novus ordo desde que al dar la comunión a un sacerdote se le ocurrió substituir "el cuerpo de Cristo" por, literalmente, "tomate a ti mismo". Ya anteriormente, había oído muchas homilías ambiguas y banales, en algunas se nos instaba a levantar la mano para contestar sobre esto o lo otro o a discutir nuestra punto de vista justo antes del inicio de la liturgia de la consagración; en España la congregación no se arrodillaba en ningún momento, en Inglaterra en la consagración, las traducción del canon en España era una en Inglaterra otra, los ministros extraordinarios nunca faltaban, en altar podía llegar a haber hasta 8 o más monaguillas, las misas una vez al mes en una de las parroquia terminaban con sonajas y panderos porque tocaba misa infantil, la comunión se tomaba mayormente en la mano y de pie, o parado que se dice en Colombia; si se toma en la boca, se considera conservador, si en la boca y arrodillado ultracatólico; si se va en pantalones cortos o minifalda el sacerdote no dice nada, si se va en traje el sacerdote te dice burlónamente que vas con el "Sunday kit", etc, etc., etc.
Su tercer punto nos pide que intelectualmente seamos más sobrios y honestos. Es mi experiencia propia y la de los fieles que conozco que ha sido precisamente la sobriedad y la honestidad lo que nos ha llevado de la misa de Pablo VI a la de San Pio V como el mismísimo Benedicto XVI reconoce: "Muchas personas que aceptaban claramente el carácter vinculante del Concilio Vaticano II y que eran fieles al Papa y a los Obispos, deseaban no obstante reencontrar la forma, querida para ellos, de la sagrada Liturgia. Esto sucedió sobre todo porque en muchos lugares no se celebraba de una manera fiel a las prescripciones del nuevo Misal, sino que éste llegó a entenderse como una autorización e incluso como una obligación a la creatividad, lo cual llevó a menudo a deformaciones de la Liturgia al límite de lo soportable. Hablo por experiencia porque he vivido también yo aquel periodo con todas sus expectativas y confusiones. Y he visto hasta qué punto han sido profundamente heridas por las deformaciones arbitrarias de la Liturgia personas que estaban totalmente radicadas en la fe de la Iglesia."(Carta del Santo Padre Benedicto XVI a los obispos que acompaña al Motu Propio)
Por último, no entraré en la valoración del Concilio Vaticano II, baste decir que la misa no es cuestión ni de tiempos, ni de modas, ni de gustos, ni de preferencias sino de ofrecer el santo sacrificio con el máximo de solemnidad y dignidad; no hay mayor acto en el mundo. Esto queda garantizado en todo momento en la misa tridentina, se celebre en Roma, Manila o cualquier parroquia, no así en el novus ordo porque dada la creatividad a la que se refiere Benedicto XVI, uno nunca sabe que se va a encontrar.
Le añado un enlace en inglés, creo que lo domina, en referencia al movimiento litúrgico:
eclipseofthechurch.com/Curiouser.html
A posteri, le vuelvo agradecer su trabajo y espero que en nada le haya ofendido.
Dios le bendiga.
Lo que me hace pensar que hay gente -católicos- que andan buscando defectos donde no los hay para causar polémica, asco y repugnancia en los demás, muy particularmente en aquéllos -católicos- que no hay ido a Misa en los últimos diez años y suponen que todo es payasos, abusos y aquelarres.
En mi caso, lo más "aberrante" que me he encontrado en la Misa en toda mi vida (ya son más de 50 años) ha sido, a lo sumo, el cambio del Credo por la renovación de las promesas del bautismo. Algún cura que dice buenas noches antes de decir "el Señor esté con ustedes" y otro que se despide diciendo "que tengan una buena semana". Jamás he visto payasos consagrando, oraciones litúrgicas dirigidas a la Santa Muerte ni rituales a la Pachamama. Pero por lo que leo aquí, pareciera que en todas las parroquias se celebran misas negras. ¿Será cierto? ¿O sólo hay gente aprovechándose de la ignorancia de los demás?
No obstante:
- Me parece - de acuerdo a lo que veo en mi país - que las apreciaciones de este señor, aunque se aplican en buena medida a lo que acontece en no pocas parroquias de nuestra Iglesia, son un tanto exageradas, con demasiadas y gratuitas generalizaciones.
- Sus señalamientos están muy cargados de descalificación. El señalar que "todo tiempo pasado fue mejor" es una actitud que se vuelve muy común cuando la gente "se hace mayor" (y peor aún, si se está ya jubilado).
- Conforme iba leyendo, me venía a la mente la figura de "el pitufo gruñón" (¿conocéis el personaje de la serie de TV?), todo lo juzga desde el ángulo del pesimismo y negativismo.
- Por supuesto, los abusos, las desviaciones, "los robos" y las "payasadas" existen, pero no son el común denominador de las celebraciones litúrgicas de la Iglesia.
Es más, apostaría que poco a poco, cada vez más - gracias entre otras muchas cosas a la existencia y participación de entes católicos como Infocatólica - esta situación está tendiendo a revertirse.
Con respeto a la guitarra, Alguna vez has leído al Papa San Pio x? o has asistido a una misa con rito tridentino?
hay encontrarías la diferencia.
La Misa es un encuentro con Dios y no un momento para hacer sociales con el prójimo, porque es que uniendome con Dios que puedo unirme más con el prójimo.
La guitarra no produce el clímax de lo que es la Misa ni lo que representa, Cristo muriendo en la Cruz. Y el aplaudir, bailar etc. como lo hacen los protestantes tampoco.
Justamente ahora asistir a Misa es como asistir a una casa, (por no decirle templo) evangélica. Y la guitarra ha llevado a producir miles de sacrilegios, canciones profanas, bailes, ofertorio de gente bailando, cancion de cumpleaños etc etc etc
Los sacerdotes con el Novus ordo son dueños de la cena, (porque para la gran mayoría ya no es el sacrificio de Cristo muriendo en la cruz, es el jueves cenando con los apóstoles) cambian con lo que se le ocurra en el momento el prefacio, ofertorio y demás oraciones, parten la hostia en cualquier momento. Entonces de que estamos hablando, no hay disciplina ni fe de lo que se està celebrando.
Todo esto lo he vivido yo, nadie me lo conto. Ni YouTube ni nada. Y si hablara de la vida de seminario peor todavía (en el cual estuve en uno de los misioneros Scalabrinianos). Pero no es el caso.
Pero, sugerir, decir que los textos del CVII, que el Novus Ordo, su creación fue por la participación de otras religiones, para ganar su respeto, es falso testimonio.
Interiorizate un poco más, fue el Arzobispo Anibal Bugnini quien dejó entrar a 6 pastores protestantes y a una rabino para la tarea del Novus Ordo.
Por ejemplo, en que parte de Fontes Commissionis Liturgicae, Concilium Oecumenicum Vaticanum II, consta tal asistencia (pastores protestantes, rabino judío), su participación con ponencia o mociones, y el asentimiento a las mismas.
O en que otra parte de la documentación oficial del Concilio Vaticano II consta algo similar.
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