¿Donde Jesús llamó a Pedro 'Papa'?
Si se han tomado el tiempo de dialogar con protestantes, seguramente habrán escuchado preguntas similares muchas veces: “¿Donde dice la Biblia que Dios es una Trinidad?” , “¿Donde dice la Biblia que se ha cambiado el día de reposo del sábado el domingo?” , “¿Dónde dice esto?, ¿Dónde dice aquello?, ¿Dónde? ¿Dónde? Y ¿Dónde?…” . Es allí donde nos toca a los católicos dar razon de nuestra fe.
Y precisamente para responder esta pregunta, hay que entender abordar primero cual es la esencia del Papado, porque si no nunca se va a comprender donde está el papado en la Biblia.
Pero ¿Donde llama Jesús a Pedro “Papa”, “jefe de los apóstoles”, “infalible”?
Una de las doctrinas más rechazadas por los hermanos protestantes es precisamente la doctrina del primado de Pedro. Pude comprobarlo cuando recientemente platicando con uno me hacía de forma insistente una y otra vez esta pregunta.
Aquí, la respuesta simple y llana es: EN NINGUNA PARTE….
Si, en ninguna parte, así como en ninguna parte leemos la palabra Trinidad, la encarnación, una lista de los libros que forman parte del canon, y muchas otras cosas que los mismos protestantes suelen aceptar. Y es que en la Escritura como testimonio de la Revelación se encuentran verdades implícitas y explícitas, y sobre muchas de ellas, la comprensión que ha tenido el pueblo de Dios ha ido aumentando con el paso del tiempo.
Y así como la comprensión va aumentando, también la terminología que se ha venido utilizando va enriqueciéndose, logrando así expresar de forma más precisa lo que la Iglesia ha creído y creerá siempre. (De allí se deriva que hoy podamos llamar al sucesor del ministerio ejercido por el apóstol Pedro “Papa”, o al Dios revelado en Tres Personas Divinas “Trinidad”).
El problema aquí de mi amigo protestante es haber venido con la pregunta equivocada, porque una pregunta equivocada siembre obtendrá la respuesta equivocada. La doctrina del papado no depende de su terminología, ni tampoco del estilo en que haya sido ejercido a lo largo de la historia, pero precisamente de estos dos puntos quiero profundizar.
La doctrina del Papado no depende de la terminología
Hoy podríamos no llamar al sucesor de Pedro “Papa”, podríamos referirnos a él de cualquier otra forma y eso no cambiaría la esencia del papado. Lo que importa realmente no es la terminología sino lo que esta terminología pretende explicar.
La doctrina del Papado no depende del estilo con que haya sido ejercido a lo largo de la historia
Muchos protestantes que no “encuentran” un Papa en los primeros siglos cristianos fallan en no entender la esencia del Papado. Si su búsqueda la centran en alguien portando el título de “Papa”, con espléndidas ropas, aspecto pomposo y casi dictatorial, demandando que todos los cristianos sigan sus decretos sin preguntas (La imagen que la mayoría de los protestantes tienen del Papado) no lo encontrarán. Es oportuno citar aquí el comentario del apologista católico Mark Bonocore:
“No vamos a decir que la perspectiva protestante no tiene absolutamente ninguna validez. Por el contrario, es algo cierto decir que los Papas de Roma han actuado con un estilo autocrático y dictatorial en muchas ocasiones en la historia cristiana. Sin embargo, el estilo del Papado no define al Papado mismo, ni define su existencia en la Iglesia primitiva”.
Mark Bonocore: Debate con Jason Engwer, Palabras de apertura.
Así, no debemos tener problema en aceptar que dicho estilo de Papado no existía, o ha ido variando y evolucionando a medida que la Iglesia ha enfrentado diferentes retos y situaciones históricas, pero el Papado mismo (propiamente definido) existió desde el mismo momento en que Cristo encomendó a Pedro apacentar las ovejas y corderos de su rebaño, y le entregó las llaves del reino de los cielos.
Pero ¿Cual es la esencia del Papado para que podamos reconocerla a lo largo de Escritura y la Tradición?. Mark nos da un concepto bien concreto y resumido:
“El Papado es el ministerio de pastor supremo con poder de jurisdicción de mantener la unidad universal y ortodoxia dentro de la Iglesia Cristiana”
¿Fue ejercido ese ministerio por Pedro, y luego lo hicieron los obispo en Roma desde los primeros siglos cristianos hasta hoy? Allí debo responder sin dudar de forma afirmativa.
La esencia y el ejercicio del Papado en la Escritura
Si hubo días importantes en la vida de Pedro, uno de ellos fue seguramente el día en que Jesús le dió un nuevo nombre. Y es que quizá hoy día que a alguien se le cambie el nombre no tiene quizá mucho significado. Casi siempre los artistas lo hacen antes de comenzar su carrera para que encaje mejor en el mundo del espectáculo, otros simplemente porque están enojados con el nombre que sus padres quisieron darles. “¡Por qué demonios me tuvieron que llamar Filomena!” “¡Como se les ha ocurrido llamarme Pancracio!” se quejan algunos. Sin embargo, en la antiguedad los nombres tenían una profunda importancia, y mucho más cuando Dios mismo era quien cambiaba o asignaba el nombre a alguna persona. Este cambio de nombre venía acompañado de un profundo cambio en la vida de la persona, una nueva función, una nueva identidad.
Así, si repasamos brevemente la Biblia, encontraremos no pocos trascendentales cambios de nombre: Abram por Abraham en Génesis 17,3-6 (porque sería “padre de naciones”), Sarai por Sara en Génesis 17,16 (“madre de reyes”, “princesa fecunda”), Jacob por Israel en Génesis 32,28 (porque “luchó con Dios y los hombres y venció”), e inclusive el nombre mismo de Jesús en Mateo 1,21 (Dios salvador, porque salvaría al pueblo de sus pecados).
Pues así como ellos, le llegó el día a Simón. Estando Jesús reunido con sus discípulos les pregunta: “¿quien dicen los hombres que soy Yo? ”, a lo que como siempre él, llevando la delantera sobre el resto de los discípulos, se apresura a contestar: «¡Tú eres el Cristo!, ¡el Hijo de Dios vivo!.».
Bastante acertadas fueron las palabras de Simón, porque no se lo había revelado “ni la carne ni la sangre, sino el Padre que está en el cielo” . Y es que no podía errar, porque su confesión era producto de la revelación divina. Había revelado en pocas palabras la identidad de Cristo, verdadero hijo de Dios. Jesús le devuelve el gesto y responde cual sería la nueva identidad de Simón, el oficio para el cual él le había escogido, entregado junto con un nuevo nombre:
“Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” Mateo 16,18
Se consumaba así un suceso enorme en la vida de Simón. Cristo he había dado un nombre nuevo: “Piedra”, y le había dicho que sobre esa Piedra edificaría su Iglesia. Y como con un nuevo nombre viene un nuevo ministerio, así fue que Pedro ese mismo día, también lo recibió:
“A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»” Mateo 16,19
La similitud de estas palabras y la profecía de Isaías donde se coloca un nuevo mayordomo sobre el reino de Judá es asombrosa:
“Aquel día llamaré a mi siervo Elyaquim, hijo de Jilquías. Le revestiré de tu túnica, con tu fajín le sujetaré, tu autoridad pondré en su mano, y será él un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá. Pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; abrirá, y nadie cerrará, cerrará, y nadie abrirá. Le hincaré como clavija en lugar seguro, y será trono de gloria para la casa de su padre.” Isaías 22,20-23
Y es que realmente no fue casualidad que Jesús utilizara esas palabras, sino que intencionalmente llama la atención al contexto de esa profecía, donde un nuevo mayordomo está siendo colocado sobre el reino de Judá (Elyaquim). La figura del mayordomo era ampliamente conocida, ya que era un siervo a quien el rey entregaba las llaves.
El texto de Isaías nos muestra varias de las funciones que ejercía el mayordomo,un ministro al servicio del rey con la máxima “autoridad” luego del rey mismo, y con un rol de paternidad espiritual: “será él un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá”.
Elyaquim no era realmente un precedente en dicho cargo. Ya en tiempos de Abraham contaba este con un mayordomo (Eliezer de Damasco, ver Génesis 15,2), lo que demuestra que ya en aquella época era una figura conocida. Posteriormente José (hijo de Jacob) cuando fue vendido como esclavo y fue llevado a Egipto llegó a ser mayordomo en casa de Putifar:
“Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa, y entregó en su poder todo lo que tenía” Gen 39:4
Llegó más tarde a ser mayordomo en casa de Faraon,
“Tú estarás al frente de mi casa, y de tu boca dependerá todo mi pueblo. Tan sólo el trono dejaré por encima de ti.» Dijo Faraón a José: «Mira: te he puesto al frente de todo el país de Egipto.»” Génesis 41,40-41
Así sucesivamente encontramos numerosas referencias a mayordomos en los reinados de Judá e Israel a lo largo de los siglos (1 Reyes 4,6; 16,9; 18,3; 2 Reyes 10,5; 18,18.37, 19,2; 2 Crónicas 28,7; Isaías 22,15; 36,3.22; 37,2). Importante es que en todos esos casos, había en cada reino, muchos ministros pero un solo mayordomo, con autoridad plena después de la del Rey, y con autoridad de tomar decisiones que ningún otro ministro del reino podía revocar: “abrirá, y nadie cerrará, cerrará, y nadie abrirá”
Jesús siendo heredero del trono de David también de acuerdo a la costumbre designa un mayordomo real sobre su reino. Es en este trascendental acontecimiento donde Jesús llama a Pedro “Papa”, porque es allí, en la entrega de las llaves a Pedro como mayordomo del reino de los cielos, donde se encierra la esencia del oficio petrino.
Visto desde este punto de vista, toma mucha claridad el porqué Pedro figura como Piedra sobre la que se edifica la Iglesia. Cristo utiliza una metáfora donde compara a la Iglesia con un edificio espiritual, donde los cristianos figuramos como piedras. Como todo edificio, no todas las piedras van en el mismo lugar ni todas tienen la misma función, así también en la Iglesia los cristianos desempeãmos distintas funciones y ministerios. Pedro ejerciendo un ministerio especial como mayordomo del reino, y cabeza del colegio apostólico figuraría como piedra sobre la que se edifica la Iglesia, lo mismo que los apóstoles junto con Pedro mismo figuraran en otras metáforas como fundamento de la Iglesia (Efesios 2,20).
Por no entender esto un amigo protestante me replicaba:
“Si para ti la iglesia esta edificada sobre un hombre:"Pedro” y no sobre “Cristo” estas en tu derecho de creer de esa manera. “
El error está en que no entienden en que sentido Pedro es la piedra de Mateo 16,18. Pedro es la piedra sobre la que se edifica en cuanto a la autoridad instituida por Jesucristo para gobernar la Iglesia, mientras la confesión de fe es el fundamento doctrinal de la misma. Cuando los protestantes no diferencian entre ambas cosas terminan por desfigurar y caricaturizar la posición católica, pensando que tenemos puesta nuestra fe sobre “un hombre”.
El ejercicio del Papado en la historia
Al comienzo de estas reflexiones decía que si bien la esencia del Papado siempre ha sido la misma, su estilo ha ido cambiando a lo largo de la historia, a medida que la Iglesia enfrentaba distintos obstáculos y desafíos.
Estando los apóstoles vivos, y siendo guiados ellos directamente por el Espíritu Santo, el ejercicio del oficio petrino consistía principalmente en liderazgo. Es allí donde vemos a un Pedro como representante del resto de los apóstoles recibiendo las órdenes de Cristo de apacentar el rebaño del pueblo de Dios.
“Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.» Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.» Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.” Juan 21,15-17
Es bastante llamativo este texto, porque si bien el apacentar el rebaño es labor no solo de Pedro sino de todos los pastores, aquí Cristo se dirige solo a Pedro (como cabeza de los apóstoles). Pedro no solo tendrá al igual que el resto la labor de pastorear las “ovejas”, sino también “los corderos” (el resto de los apóstoles). Nótese que es refiriéndose a los otros apóstoles que le pregunta ”¿me amas más que estos?”.
Es también a Pedro a quien pide Satanás solocita para “zarandear como a trigo” (Lucas 22,31), y por quien ora para que su fe no desfallezca (Lucas 22,32). Quizá más importante de todo esto, es que es a él a quien encomienda confirmar a sus hermanos (los apóstoles) en la fe (Lucas 22,32).
Como mayordomo del reino es quien recibe la revelación de que los gentiles podían entrar a la Iglesia (Hechos 10,28), quien es el primero en predicar en pentecostes (Hechos 2,14), quien toma la iniciativa sobre la necesidad de completar el grupo de los doce (Hechos 1,15-22), es quien hace la primera curación milagrosa luego de la resurrección (Hechos 3,6-7), etc.
En definitiva podemos decir que el marcado liderazgo de Pedro en todo el Nuevo Testamento no fue más que el ejercicio de su oficio, pero su estilo de ejercerlo, fue mediante el liderazgo del colegio apostólico.
Luego que es sucedido en su oficio por los obispos de Roma, vemos que durante los cinco primeros siglos ningún obispo usurpa la primacía para él, sino que se le atribuye según la antigua costumbre, al obispo de Roma. Las objeciones frecuentes que hacen los protestantes referentes a que su primacía era solo de honor y no de jurisdicción no pueden ser sostenidas ante la gran cantidad de evidencia histórica que las refutan. Y es que los Papas desde los días de los Apóstoles, no solo continuaron ejerciendo la jurisdicción suprema en occidente, sino incluso en oriente hasta el gran cisma en el siglo IX.
Sin embargo ya en los primeros siglos tuvo que ejercerse este oficio de distintos modos, y no solo de forma de liderazgo, sino inclusive al disciplinar comunidades rebeldes (Como Clemente Romano al disciplinar a la comunidad de Corinto por haber depuesto a sus pastores), o sirviendo como una última y suprema corte de apelaciones.
Un ejemplo de este ejercicio de primacía jurisdiccional la tenemos precisamente en estas apelaciones, ya que nunca se apela de un tribunal superior a uno inferior. En la historia de la Iglesia nos encontramos con apelaciones de todas partes (obispos, patriarcas y hasta herejes) a la Iglesia de Roma. Muchos ejemplos se podrían citar, pero unos cuantos bastarán:
1) Durante el pontificado del Papa San Victor (189 d.C. – 198 d.C.) se da una controversia sobre las diferencias existentes entre la iglesia de Roma –a la que seguían casi todas las demás- y las iglesias asiáticas, en cuanto al día de la celebración de la pascua. San Policarpo se trasladó a Roma con más de 80 años de edad para alegar que la fecha en que celebraban la pascua era una tradición que había aprendido del propio San Juan. Debido a esto el Papa y San Policarpo mantuvieron la paz.
Posteriormente cuando el problema vuelve a agravarse el Papa Victor amenazó con excomulgarles, y ahora interviene San Ireneo, quien tras reconocer su adhesión a la observancia romana, pidió al Papa que no es excomulgara por el apego que mostraban a sus antiguas tradiciones, siendo que no era una cuestión doctrinal. El Papa aceptó no excomulgarles e igualmente a la larga terminaron por aceptar la disciplina romana.
2) Dionisio, obispo de Roma, cerca de la mitad del tercer siglo, después de haber oído que el Patriarca de Alejandría se equivocó en algunos puntos de la fe, exige una explicación y el patriarca en obediencia a su superior reivindica con prontitud su propia ortodoxia.
3) San Atanasio, patriarca de Alejandría, apela en el siglo IV al papa Julio I, a partir de la decisión dictada contra él por los obispos orientales. El Papa revierte la sentencia del concilo oriental y vuelve Atanasio a su sede.
4) San Basilio, Arzobispo de Cesarea, también en el siglo IV recurre a la protección del Papa Dámaso.
5) San Juan Crisóstomo, Patriarca de Constantinopla, apela en el inicio del siglo V al Papa Inocencio I para una reparación de agravios infligidos a él por varios prelados orientales y por la emperatriz Eudoxia de Constantinopla.
6) San Cirilo apela al Papa Celestino contra Nestorio; Nestorio que no era tonto y también sabía a quien apelar, apeló también al Papa, pero este tomó partido por San Cirilo.
7) Los concilios de Milevis y Cártago celebrados por los obispos Africanos y San Agustín incluidos, piden la aprobación del Papa a sus edictos. Cuando el Papa responde, San Agustín se alegra y da la causa por sanjada. En numerosas cartas mantiene que nada es más claro que el juicio de la sede apostólica.
8) Cuando Eutiques comenzó a predicar la doctrina conocida como “monofisismo” fue condenado por herejía por Flaviano (obispo de Cosntantinopla) durante un sínodo. Apela entonces al Papa Leo (De Eutiques al Papa Leo Ep 21), a lo cual Pedro Crisólogo (obispo de Ravena) le escribe (a Eutiques), para que preste obediencia al Papa: “Nosotros te exhortamos, honorable hermano, que tu obedientemente escuches que ha sido escrito por el bendito Papa de la ciuidad de Roma, desde el bendito Pedro, quien vive y preside en su propia silla. Para nosotros, en nuestro celo por la paz y la fe, no podemos decidir cuestiones de fe aparte del consentimiento del obispo de Roma” (De Pedro Cristólogo al Papa Leo, Ep 25)
9) Para juzgar la causa de Eutiques, en el 449 se intentó realizar en Efeso un concilio ecuménico (convocado por el emperador Teodosio II con la autorización del Papa Leon I). El concilio lo precedió Dioscuro (Patriarca de Alejandría), quien apoyaba a Eutiques. Eutiques logró que la carta del Papa traida por los legados papales no fuera leida, y tras esta y otras irregularidades el legado papal (Hilario) anuló la sentencia en nombre del Papa y abandonó el concilio.
Posteriormente en en el concilio de Calcedonia se acusó a Dioscoro de que “había celebrado un Concilio (ecuménico) sin la Sede Apostólica, lo que nunca estaba permitido”, lo cual se refería a haber continuado el Concilio después de la partida de los legados papales.
El Papa Leon recibió también las apelaciones Teodoreto y Flaviano y les había escrito al emperador y emperatriz que todos los actos del Concilio eran nulos. excomulgó a todos los que habían tomado parte en él y absolvió a los que habían sido condenados, (excepto a Domnus de Antioquía), y fue así como un concilo ecuménico fue anulado por el Papa y llegó a ser conocido como el concilio “Latrocinio”
10) En el concilio de Calcedonia, donde por medio de la aprobación del canon 28, se intentaba darle a Constantinopla el segundo lugar después de Roma, se pedía la aprobación Papal para dicho canon, y el mismo patriarca escribiéndole, reconoce que la aprobación de las actas dependía de su sanción. Lo mismo el concilio en pleno le reconoció como sucesor de Pedro y cabeza de la Iglesia Católica.
Si todas estas continuas apelaciones no implican un reconocimiento mismo de jurisdicción, vea usted a saber que es.
Para más detalles sobre esto recomiendo leer:
El primado de Pedro en la historia
Mateo 16,18, el primado romano y los padres de la Iglesia
El canon 28 y el concilio de Calcedonia y la historia alternativa
Objeciones protestantes
Objeción #1: Cristo se refería a sí mismo o a la confesión de fe como la piedra sobre la que edificaría la Iglesia y no a Pedro.
Si bien podemos decir que sobre la fe de Pedro se edifica la Iglesia, no podemos desconocer que también Cristo se refería a Pedro aquí como la Piedra sobre la que la Iglesia es edificada. Hay que tener en cuenta que en ese momento Cristo está cambiando el nombre a Pedro para hacer un juego de palabras “Tu eres Pedro (Piedra) y sobre esta Piedra edificaré mi Iglesia”. No tendría sentido cambiar el nombre a Pedro por Piedra para luego referirse a “otra” piedra distinta de Pedro.
La frase en griego dice “ταυτη τη πετρα” ( “epi tautê tê petra” ). Aquí “epi” significa “sobre”, y “ tautê tê petra ” significa “sobre esta misma piedra”. Así, la frase sin el “tê” significaría solo “sobre esta piedra”, pero con el “tê” la construcción gramatical fuerza a identificar la piedra a la que se hace referencia (sobre la que se edifica la Iglesia), con la que se acaba de mencionar (Pedro). Así, es Pedro y no otra piedra a la que se refiere Cristo sobre la que se edifica la Iglesia.
Una explicación al respecto la da Robert A Sungenis:
“Es importante señalar que aquí Jesús elige la frase epi tautee tee petra (“sobre esta roca’) más que la más ambigua redacción como epi tee roca (’sobre la roca’) o epi petra (sobre una roca). Utilizando el artículo definido o indefinido podría parecer que señala a alguien más que a Pedro, mientras el adjetivo demostrativo tautee (’esta’) es más probable que identifique a alguien en la inmediata proximidad gramatical al sustantivo ‘roca’. La única otra roca que se ilustra en la inmediata proximidad es Petros (’Pedro’) el cual es un nombre propio que significa ‘Roca’….”
Traducido del comentario de Robert Sungenis en Jesús, Peter & the Keys, Butler, Dahlgren, Hess, pág. 23-24
Tomando esto en cuenta no tiene mucho sentido que alguien pretenda interpretar que Cristo quiso decir “Tu eres Pedro y sobre aquella piedra edificaré mi Iglesia”
Objeción #2: En el texto griego de Mateo la palabra utilizada con Pedro (Petros) es distinta a la palabra utilizada para referirse a la piedra sobre la que se edifica la Iglesia (Petra), por tanto Cristo no se refería a Pedro como la Piedra.
Los protestantes suelen alegar que “Petros” hace referencia a una piedra pequeña mientras que “Petra” hace referencia a una piedra grande o roca, sin embargo, hay poderosas razones para desechar ese argumento.
En primer lugar porque en griego koine (el idioma en que se encuentran los escritos neotestamentarios) ambas palabras (Petros y Petra) eran sinónimas. Para referirse a una piedra pequeña existe en griego otra palabra “lithos”, la cual es utilizada en la Escritura frecuentemente de este modo. Un ejemplo lo tenemos en Mateo 15,46
“quien, comprando una sábana, lo descolgó de la cruz, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro que estaba excavado en roca (Petra); luego, hizo rodar una piedra (lithos) sobre la entrada del sepulcro.
En el texto griego para la palabra “roca” se utiliza “Petra” , pero para “piedra” se utiliza “lithos” y no “Petros”.
Otro ejemplo lo tenemos en 1 Pedro 2,8:
“Para vosotros, pues, creyentes, el honor; pero para los incrédulos, la piedra (lithos) que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido, en piedra (lithos) de tropiezo y roca (petra) de escándalo. Tropiezan en ella porque no creen en la Palabra; para esto han sido destinados. 1 Pedro 2,7-8
Aquí otra vez se utiliza la palabra lithos para referirse a una piedra pequeña (con la que se tropieza) y petra para una roca o piedra grande.
Otros ejemplos:
“y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra (lithon) alguna.» Mateo 4,6
“¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra (lithon);” Mateo 7,9
“Y Jesús les dice: “¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra (lithon)que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos?” Mateo 21,42
Y así, en cada texto donde la Escritura hace referencia a una piedra utiliza la palabra “lithos”, mientras que cuando hace referencia a una roca utiliza “petra”, pero lo más importante es que Petros no se utiliza NUNCA en toda la Escritura para hacer referencia a piedra pequeña, sino solo exclusivamente como nombre propio de Pedro. De querer el texto griego diferenciar entre Pedro y la Piedra sobre la que se edifica la Iglesia bien pudiera haber utilizado “Lithos” para Pedro, pero no lo hace.
Y si con Pedro el texto griego se utiliza “Petros” y no “Petra” es porque a diferencia del arameo, el griego si cuenta con géneros y no era posible asignar un nombre propio de género femenino a una persona de género masculino (Seria tan incoherente como llamar a un hombre en español “Petrina” o “Petronila”). Este hecho lo han reconocido inclusive numerosos eruditos protestantes entre los cuales podemos contar D.A. Carson, R.T. France, Oscar Cullmann, Herman Ridderbos, Craig Blomberg, William F. Albright, C.S. Mann, Craig S. Keener, Francis Wright Beare, Eduard Schweizer, Ivor H. Jones, M. Eugene Boring, Thomas G. Long, Richard B. Gardner entre otros (más detalles AQUI)
Pero quizá lo que hace esta objeción más inverosímil es que hay evidencia suficiente para pensar que Cristo dijo esas palabras no en griego sino en arameo. Prueba de esto lo tenemos en Juan 1,42 donde San Juan nos narra que el nombre dado a Pedro fue Cefas:
“Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Piedra).” Juan 1,42
Cefas (en griego Κηφᾶς = Kēphas) es una translitetación de la palabra aramea Kēphas (roca). Pedro es llamado a lo largo de las epístolas de Pablo repetidas veces por este nombre, lo que no tendría sentido si realmente no hubiera sido ese el nombre dado a él por Jesús.
“Me refiero a que cada uno de vosotros dice: «Yo soy de Pablo», «Yo de Apolo», «Yo de Cefas», «Yo de Cristo»”.1 Corintios 1,12
“..ya sea Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, todo es vuestro” 1 Corintios 3,22
“¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una mujer cristiana, como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas?” 1 Corintios 9,5
“… se apareció a Cefas y luego a los Doce” 1 Corintios 15,5
“…subí a Jerusalén para conocer a Cefas y permanecí quince días en su compañía” Gal 1,18
“…Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas…” Gálatas 2,9
“Mas, cuando vino Cefas a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era digno de reprensión.” Gálatas 2,11
“Pero en cuanto vi que no procedían con rectitud, según la verdad del Evangelio, dije a Cefas en presencia de todos: «Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo fuerzas a los gentiles a judaizar?»” Gálatas 2,14
Así, si Jesús llamó a Pedro “ Kēphas” debió decir “Tu eres Kēphas y sobre esta Kēphas edificaré mi iglesia”, y allí Pedro figura sin lugar a dudas como la misma piedra sobre la que se edifica la Iglesia.
Hay que señalar que Kēphas significa “roca” en arameo, y este idioma para hacer referencia a una simple piedra existe otra palabra “evna”. De Cristo querer dar a Pedro el nombre de una piedra “pequeña” y no una roca le hubiera llamado “Evna” y no “ Kēphas”.
Pero no solo hay evidencia suficiente para pensar que Cristo pronunció Mateo 16,18 en arameo, sino que inclusive todo el evangelio de Mateo fue escrito en dicha lengua.
Quizá la más contundente es el testimonio unánime de la Iglesia primitiva sobre el origen de este evangelio. El más antiguo lo tenemos de la mano de San Papias, un discípulo directo del apóstol San Juan (Según San Ireneo de Lyon). Su testimonio lo recoge Eusebio en História Eclesiástica:
“Esta es la referencia de Papías a Marcos. De Mateo tenía esto que decir: Mateo recopiló los dichos [logia de Cristo] en lengua hebrea, y cada uno los traducía lo mejor que podía”
Eusebio, Historia de la Iglesia, Paul L. Maier, pág. 129.
Nota: Paul L. Meier (historiador protestante) aclara respecto a lo anterior que cuando se refiere a lengua hebrea probablemente lo que se designa es arameo, como en el Nuevo Testamento.
Otro testimonio casi tan antiguo lo tenemos de la mano de San Ireneo de Lyon (discípulo de San Policarpo, quien fue a su vez discípulo de Juan y compañero de Papías)
“Mateo, (que predicó) a los Hebreos en su propia lengua, también puso por escrito el Evangelio, cuando Pedro y Pablo evangelizaban y fundaban la Iglesia. Una vez que éstos murieron, Marcos, discípulo e intérprete de Pedro, también nos transmitió por escrito la predicación de Pedro. Igualmente Lucas, seguidor de Pablo, consignó en un libro «el Evangelio que éste predicaba»”
Ireneo de Lyon, Contra las herejías 3.3.1
Orígenes también da testimonio de esto, tal como recoje Eusebio:
“Aprendí por tradición que los cuatro Evangelios sólo son incuestionables en la Iglesia de Dios. El primero en ser escrito fue por Mateo, que había sido recaudador de impuestos pero que más tarde llegó a ser apóstol de Jesucristo, y que publicó en hebreo para los creyentes judíos…”
Orígenes, citado por Eusebio en Historia Eclesiástica.
Tomado de Eusebio, Historia de la Iglesia, Paul L. Meier, pag. 226
Y el mismo Eusebio declara lo mismo:
“Mateo predicó al principio a los hebreos, y cuando planeó ir también a otros, escribió su Evangelio en su propia lengua nativa para los que iba a dejar, llenando su escrito el vacío que dejaba su partida”
Eusebio, Historia de la Iglesia, Paul L. Meier, pag. 113.
San Atanasio en su sinopsis de la Sagrada Escritura afirma lo mismo:
“El evangelio de Mateo fue escrito por Mateo en dialecto hebreo, publicado en Jerusalén, y Santiago, el hermano del Señor hizo una traducción”
Cornelius
Cornelius A. Palide, The Great Commentary upon the Holy Scriptura, trans. Thomas W. Mossman, (London: John Hodges, 1893), p.xxxvii.
San Juan Cristósomo en su homilía sobre Mateo escribe:
“De Mateo nuevamente es dicho, que cuando aquellos que entre los judíos habían creido vinieron a él, al tener que dejarlos les escribió las mismas cosas que él les había hablado por palabra, él también compuso su evangelio en la lengua de los hebreos”
Homilies of St. John Chrysostom of the Gospel According to St. Matthew, in Philips Schaff, ed., Nicene and Post-Nicene Fathers-Chrysostom, vol. 10,(n.p.:Christian Literature Pub. Co. 1888; rep. Peabody, MA: Hendrickson, 1994),3
Epifanio de Salamina en su Panario escribe:
“Ellos tienen completo el evangelio de Mateo en Hebreo. Porque no hay duda que todavía está preservado por ellos en escritura hebrea, tal como fue originalmente escrito”
Epiphanius, Bishop of Salamis: Selected Passages, (New York: Oxford, 1990), 93
Pero si esto no fuera poco, San Jerónimo testifica que él mismo vio personalmente el evangelio de Mateo escrito en hebreo, de la cual había transcrito su propia copia. (The Great Commentary upon the Holy Scriptures, trans. Thomas W. Mossman, (London: John Hodges, 1893), p. Xxxvii).
San Agustín repite lo mismo:
“De los cuatro [evangelios], es verdad, solo Mateo es reconocido haber escrito en lengua hebrea, el resto en griego”
The Harmony of the Gospels, 1:1:4, in Philips Shaff, ed., Nicene nd Post-Nicene Fathers-Augustin, vol. 6, (n.p.: Christian Literature Pub. Co., 1888; rep. Peabody, MA: Hebdrickson, 1994,78)
Estas son solo algunos de tantos testimonios, y podríamos añadir a San Cirilo de Jerusalén, San Gregorio Nacianceno, y todos los escritores eclesiástico de la edad media repitieron que Mateo escribió en lengua hebrea (arameo).
La Enciclopedia Católica señala que todos los escritores eclesiásticos concordaron en que Mateo escribió su evangelio en hebreo (arameo), y afirmaron que el texto griego era una traducción del arameo (hasta Erasmo quien lo puso en duda). También es hoy aceptado, y no solo por los eruditos católicos. Oscar Cullman, conocido teólogo protestante suizo explica:
“La gran antigüedad y el origen palestino de la sección (Mateo 16,17 ff.) puede ser hoy considerada fuera de toda duda. Esto es mostrado por las grandes características linguísticas semítncas de esta sección… El paralelismo de las dos declaraciones: “Tú eres la roca, y sobre esta roca construiré…” muestra que la segunda roca no se refiere a nada distinta de la primera.Esto es más claro expresado en arameo donde la misma palabra kepha aparece en ambos lugares, a diferencia del griego…Así aquí el nombre y la cosa son exactamente idénticos. Por lo tanto, debemos suponer que la frase se acuñó originalmente en arameo”
Oscar Cullmann, Peter: Disciple, Apostle, Martyr, trans. Floyd V. Filson, (Philadelphia Westminster, 1953),185,206,185.
Conclusión
Los amigos protestantes que lean estas líneas deben saber que si todavía no entiende en donde la Escritura llama a Pedro “Papa”, “Jefe de los apóstoles”, o “infalible”, deben entender que los católicos tenemos razones muy bien fundadas tanto en la Escritura como en la Tradición para creerlo. Que no las compartan, no quiere decir que no existan, o que no sean válidas.
Bibliografía
Jesús, Peter & Keys, A Scriptural Handook on the Papacy, Butler, Dahlgren, Hess
Upon This Rock, St. Peter and the Primary of Rome in Scripture and the Early Church, Stephen K. Ray
El pontificado Romano en la historia, José Orlandis
San Jerónimo, Obras Completas II, Comentario a Mateo y otros escritos, BAC 624
Eusebio, Historia de la Iglesia, Paul L. Maier
The Church Fathers Were Catholic, Dave Armstrong
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12 comentarios
¿Quien presidió el Concilio de Jerusalén? ¿Por qué no lo presidió Pedro si era el cabeza de la iglesia?
¿Por qué Juan, el último de los apóstoles, se dirige a siete iglesias en particular y no al jefe de la iglesia universal?
¿Qué autoridad tenía Pablo para condenar a Pedro si este era el cabeza de la iglesia?
Con relación a lo que afirmáis los católicos,de que Pedro es la piedra sobre la que Cristo edificó su iglesia, entra en clara contradicción con otros textos de las Escrituras que nos presentan a Cristo como el " único Fundamento de la iglesia" (1ª Cor. 3:11)
Efesios 2:20 nos dice que los apóstoles, todos, y los profetas, no solo el Papa, son el fundamento de la iglesia, pero "siendo Cristo la PRINCIPAL PIEDRA ANGULAR" - Leeté (Gálatas 2:9), donde dice que eran tres las columnas de la iglesia y no uno. "Y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas (Pedro) y Juan, que eran considerados como columnas (de la iglesia), nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuéramos a los gentiles, y ellos a la circuncisión".
En cuanto a lo de "apacentar mis ovejas", en las Escrituras se nos enseña que ese es un ministerio compartido dentro de la Iglesia. "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor" (Hechos 20:28)
Es curioso que en la 1ª epístola de Pedro,5: 1-4, el apóstol se considera uno igual a sus compañeros. " Ruego a los ancianos (presbíteros o pastores) que están entre vosotros, YO ANCIANO TAMBIÉN CON ELLOS, y testigo de los padecimientos de Cristo [ ] apacentad la grey de Dios que está entre vosotros [ ] y cuando aparezca EL PRÍNCIPE DE LOS PASTORES, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria"
Con relación al magisterio de la iglesia ¿Por qué Pedro sólo escribió dos cartas y Pablo trece?
En cuanto a lo que dices sobre la "piedra", tengo muchas cosas que decirte, pues no comparto, ni muchos menos, la exégesis que haces de los textos. En otro momento con más tiempo lo haré.
Bendiciones.
Te respondo brevemente:
“El único Vicario de Cristo en la tierra es el Espíritu santo "Él os guiará a toda verdad" No el Papa. "Él os recordará todas las cosas" - Es curioso que en la epístola a los romanos, el apóstol Pablo salude a un montón de gente y no mencione el nombre de Pedro ¿Donde estaba?”
El texto que das no dice que solo el Espíritu Santo es Vicario de Cristo, porque vicario significa “Que tiene las veces, poder y facultades de otra persona o la sustituye.” (según el diccionario de la Real Academia Española). Otros diccionarios como el diccionario ilustrado "Spes" latino-español da estos significados para "Vicarius": representante, suplente, sucedáneo, lugarteniente, sustituto, entre otros. Puedes consultar también el Vocabulario de la lengua latina de Castiglioni-Mariotti de la Ed. Loescher, que es aún más completo. Indica estos sentidos: el que hace las veces de, en el puesto de, en sustitución de, sustituto, representante, sucesor, esclavo subalterno (en este sentido lo usan Horacio y Marcial), vicario, lungoteniente. Aparece mucho en las obras de Cicerón: vicaria fides amicorum supponitur (Pro Roscio Amerino 111), nolite subtrahere vicarium diligentiae meae (Pro Murena 80). Pero también aparece en Tito Livio: Hunc ego vicarium pro me (Ab Urbe Condita 5,18, 5), etc.
En este sentido no solo el Espíritu Santo es vicario de Cristo, ni solo el Papa, sino inclusive todos apóstoles y sus sucesores “Como el Padre me envió, también yo os envío” Juan 20,21 y “«Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.»” Lucas 10,16. . El texto que das no dice que SOLO el Espíritu Santo nos guiará a la verdad, porque esa también es labor de los pastores instituidos por Jesucristo.
Es por eso que el mismo catecismo de la Iglesia Católica reconoce como vicarios de Cristo a los obispos y sacerdotes:
CIC 894 “Los obispos, como vicarios y legados de Cristo, gobiernan las Iglesias particulares que se les han confiado, no sólo con sus proyectos, con sus consejos y con ejemplos, sino también con su autoridad y potestad sagrada”
CIC 1560 “Cada obispo tiene, como vicario de Cristo, el oficio pastoral de la Iglesia particular que le ha sido confiada, pero al mismo tiempo tiene colegialmente con todos sus hermanos en el episcopado la solicitud de todas las Iglesias”
En este sentido el catecismo incluya a nuestra propia conciencia como el primero de los vicarios de Cristo:
CIC 1778 “La conciencia es el primero de todos los vicarios de Cristo (Newman, carta al duque de Norfolk 5).”
“¿Quien presidió el Concilio de Jerusalén? ¿Por qué no lo presidió Pedro si era el cabeza de la iglesia?”
En todo el capítulo 15 de los hechos de los apóstoles no se dice quien presidió el concilio de Jerusalén. Hay quien ha interpretado que fue Santiago porque era obispo de esa cuidad, cosa que es posible. Hay quien asume que como él fue quien habló de último es prueba de ello.
Yo veo las cosas de esta manera: El concilio quizá no se condujo como los concilios que conocemos hoy donde alguien preside, sino que parece ser que fue una reunión de todos los apóstoles y presbíteros (Hechos 15,6). Luego de tomaron las palabras de Pablo y Bernabé y solo quedaba que los judaizantes cedieran. Por otros textos de la Escritura sabemos que estos judaizantes pertenecían al grupo de Santiago (Gálatas 2,12), y es allí donde Santiago se pronuncia para indicarles que se sometieran al concilio.
Algunos piensan que como Santiago dijo la última palabra, eso quiere decir que tenía más autoridad que Pablo o el resto de los apóstoles, cosa que en mi opinión es falso. Hay que entender que Santiago no se dirige a Pedro ni a Pablo, sino a los judaizantes de su grupo quienes querían imponer prácticas judaicas a los cristianos.
En cualquier caso, esto es ciertamente irrelevante. Una de las funciones del oficio petrino no consiste en “presidir” los concilios. Si se revisa un poco la historia se encontrarán no pocos concilios ecuménicos no presididos por el Papa, y en el cual solo enviaba un par de legados (Como ocurrió en el concilio latrocinio de Efeso, donde no lo presidió el Papa, pero como el legado Papal lo declaró nulo, el concilio entero fue anulado).
“¿Por qué Juan, el último de los apóstoles, se dirige a siete iglesias en particular y no al jefe de la iglesia universal?”
Porque Dios envía su mensaje solo a esas siete iglesias y no solo al jefe de la Iglesia Universal.
“¿Qué autoridad tenía Pablo para condenar a Pedro si este era el cabeza de la iglesia?”
Precisamente por el oficio que desempeñaba Pedro una conducta inapropiada podía perjudicar mucho a la Iglesia, es por eso que Pablo le reprende. Esto más que un argumento a favor de los detractores del Papado es un argumento en contra. Respecto a esto recomiendo leer:
El Primado de Pedro en la carta a los Gálatas
Con relación a lo que afirmáis los católicos, de que Pedro es la piedra sobre la que Cristo edificó su iglesia, entra en clara contradicción con otros textos de las Escrituras que nos presentan a Cristo como el " único Fundamento de la iglesia" (1ª Cor. 3:11)
Ya traté en otro post lo que considero el grave error en cuanto a exégesis se refiere de asignar significados fijos a los elementos metafóricos en distintas metáforas. En este mismo post explico en que sentido en Mateo 16,18 Pedro es la piedra sobre la que se edifica la Iglesia.
José Miguel Arráiz - ¿Quien es la Piedra en Mateo 16,18?
Efesios 2:20 nos dice que los apóstoles, todos, y los profetas, no solo el Papa, son el fundamento de la iglesia, pero "siendo Cristo la PRINCIPAL PIEDRA ANGULAR" - Leeté (Gálatas 2:9), donde dice que eran tres las columnas de la iglesia y no uno. "Y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas (Pedro) y Juan, que eran considerados como columnas (de la iglesia), nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuéramos a los gentiles, y ellos a la circuncisión".
Efesios 2,20 habla efectivamente de que todos los apóstoles son fundamento de la Iglesia. En Mateo 16,18 se identifica a Pedro como la piedra sobre la que se edifica, porque a diferencia de los apóstoles ejerce un oficio adicional. Como apóstol es tan apóstol como el resto. En otra metáfora distinta ya no aparecen como fundamento sino como columnas. Cada metáfora hay que interpretarla en su contexto, y no asignar un patrón fijo de significados a los elementos metafóricos.
En varias ocasiones he aclarado que en las metáforas donde se compara a la Iglesia con un edificio espiritual, la piedra sobre la que se edifica la construcción no es la misma piedra angular. Yo no he dicho que Pedro sea la piedra angular del edificio de la Iglesia en ningún momento, y en Mateo 16,18 no se habla de esa piedra.
En cuanto a lo de "apacentar mis ovejas", en las Escrituras se nos enseña que ese es un ministerio compartido dentro de la Iglesia. "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor" (Hechos 20:28)
Si leíste con cuidado yo fui claro en afirmar que el oficio de pastorear la iglesia no corresponde exclusivamente a Pedro, pero estando junto con todos los apóstoles es a él a quien se dirige, y no solo le encarga apacentar “las ovejas” del rebaño, sino también “los corderos”. Yo veo en estos corderos representados al resto de los apóstoles. (Aquí no aludía diferencia de oficio sino diferencia de jurisdicción).
Es curioso que en la 1ª epístola de Pedro,5: 1-4, el apóstol se considera uno igual a sus compañeros. " Ruego a los ancianos (presbíteros o pastores) que están entre vosotros, YO ANCIANO TAMBIÉN CON ELLOS, y testigo de los padecimientos de Cristo [ ] apacentad la grey de Dios que está entre vosotros [ ] y cuando aparezca EL PRÍNCIPE DE LOS PASTORES, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria"
Que Pedro se reconozca anciano como el resto no demerita su singular oficio o primacía. Una analogía muy utilizada para explicarlo la tenemos en un equipo de baloncesto, donde uno de ellos es el capitán. El capitán es tan jugador como el resto, y como jugador tiene las mismas funciones que el resto de los jugadores, sin embargo tiene una función adicional (mantener la unidad del grupo). Lo mismo Pedro, como apóstol, tenía las mismas funciones que el resto de los apóstoles PERO como apóstoles.
Hay que entender bien que Pedro en ese texto (que no se debe descontextualizar) utiliza el término “ancianos” en sentido general para incluir a todos aquellos encargados de pastorear la Iglesia (En ese momento englobaba apóstoles, obispos y presbíteros). Así de tomar en serio este argumento se tendría que concluir que Pedro tampoco era apóstol solo porque allí Pedro no se confiesa como tal.
Así como un presidente de la republica puede referirse a si mismo como un ciudadano (que lo sigue siendo) sin renunciara su posición de presidente, lo mismo Pedro hace aquí sin desconocer el oficio singular como portador de las llaves que Cristo mismo le ha confiado. (Para ese entonces, para quien ejercía este oficio no había un título específico, Pedro era reconocido como un apóstol. Pero que no existiera un título para su oficio no significa que su oficio mismo no existiera)
Con relación al magisterio de la iglesia ¿Por qué Pedro sólo escribió dos cartas y Pablo trece?
Nuevamente el problema es que no haz comprendido la esencia del oficio petrino, el cual consiste en el oficio de pastor visible supremo encargado de mantener la unidad y ortodoxia de la Iglesia. En este sentido, no tiene más autoridad quien haya escrito más. Jesús no dejó escrito nada y no por eso vamos a decir que Pablo tiene más autoridad que él, lo mismo el resto de los apóstoles, hay muchos de quienes no conservamos una sola línea. Pablo en cambio se reconoce el último de los apóstoles y es quien más escribe.
Así, aunque Pedro no hubiese escrito una línea, eso no sería impedimento para ejercer su oficio, eso solo hubiera sido un estilo distinto para ejercerlo.
En cuanto a lo que dices sobre la "piedra", tengo muchas cosas que decirte, pues no comparto, ni muchos menos, la exégesis que haces de los textos. En otro momento con más tiempo lo haré.
Estoy al tanto que los protestantes no están de acuerdo con la exégesis católica (no es ninguna novedad). El epígrafe intenta explicar porqué los católicos reconocemos el primado Romano, y porqué no consideramos valederas las objeciones protestantes.
La Iglesia es la institución religiosa que más obras de caridad hace en el mundo, incluso más que todas las denominaciones protestantes juntas. No debemos dejar que los prejuicios nublen la razón.
A mí personalmente me atribuye haberle llamado “estúpido” y “chimpancé”
Cabe resaltar que es falso. Yo afirmé que algo que había dicho era una estupidez. Hay una enorme diferencia en señalar una afirmación a señalar a la persona, pero al parecer esta persona no puede comprender la diferencia.
Respecto a lo segundo, también es falso que le he llamado chimpancé, solo dije que cualquiera, inclusive un chimpancé, podía ser entrenado para colocar un COPY & PASTE. Esto para tratar de que entendiera, que no tenia merito mantener un dialogo donde solo expone lo que copia de otros sitios, en vez de exponer el producto de su propia investigación. Evidentemente tampoco entendió.
El debate en cuestión está publicado AQUI y el forista que envía los insultos escribía allí bajo el alias "Luis Gabriel".
Si cree que por creer que alguien le ha ofendido o incluso si lo hubiese hecho es justificación alguna para vivir enviando insultos debo recomendarle ayuda psiquiátrica urgente, porque evidentemente no es normal ese tipo de obsesiones enfermizas.
Por cierto, ya notifiqué a unos asesores legales que me dicen que esto que hace este individuo que cree estar oculto desde el anonimato es un delito telemático y puede ser denunciado y penado por la ley, hasta ahora no lo he hecho y me he limitado a seguir almacenando los mensajes en caso de decidirme a hacerlo en un futuro.
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